🌹LXIV🌹

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

A primeros de diciembre, la madre de Taehyung aparece por Seúl para ver con sus propios ojos qué tal está su hijo.

El pequeño Yong ho, según me dijo, iba a venir con ella, pero, al final, una de sus trastadas se lo impidió y lo dejó en Alemania con la abuela.

Su felicidad al ver tan feliz a Taehyung es plena y más cuando habla de nuestro próximo traslado a
Alemania.

Su mamá se emociona. Saber que su hijo regresa a su hogar la llena de alegría y yo lo veo en su mirada.

Aquella noche, cuando llego al restaurante y veo a mi padre y a mi hermana con mi cuñado Hoseok esperándonos, salto de felicidad. Taehyung lo ha organizado todo sin decirme nada. Desea que nuestras familias se conozcan y que lo nuestro sea totalmente oficial. Esa sorpresa me gusta y más cuando mi padre me murmura:

-Tú vales mucho, bebé, y él lo sabe.

La felicidad que siento al escuchar a mi padre y ver su cara de orgullo es
Indescriptible.

Él quiere lo mejor para mí y sabe que Taehyung es mi felicidad. A la cena
se suman Woojin y Min ho y, cuando creo que ya no va a llegar nadie más, aparece Chung ha con un amigo.

Todos brindan por nosotros, mientras Taehyung y yo nos miramos embobados.

Apenas puedo creer que todo esto me esté pasando a mí.

He encontrado el amor cuando menos lo buscaba y con la persona que menos esperaba. Taehyung es mi mundo y mi vida y nada, absolutamente nada, puede empañar mi felicidad y mi alegría.

Mi maravilloso novio está guapísimo con su traje oscuro y su camisa azul. Es tan elegante vistiendo que a veces temo no estar a su altura. Su mirada me tiene loco.

Se lo que piensa. Lo que desea y acercándome a él murmuro:

-Estoy deseando llegar al hotel.

-Mmmm, te estás volviendo un depravado, cariño -cuchichea, mientras me besa el cuello.

Sonrío, mientras todos cenan tranquilamente a nuestro alrededor.

-Tan depravado como tú. No hago más que pensar en el .

-¿Sexo?

Asiento y él sonríe.

-¿Qué te parece si esta noche jugamos?

Clava sus impresionantes ojos claros en mí.

-¿Quieres que juguemos esta noche?

Abro los ojos y sonrío.

-Sí.

Taehyung se mete un trozo de carne en la boca y, tras masticarla, me pregunta al oído:

-¿Algún juego en especial?

Me rasco la mejilla y me encojo de hombros.

-Algo que sea para los dos.

Taehyung asiente.

-De acuerdo. Haré una llamada.

Saber eso me altera y, debe de ser tan escandalosa la cara que tengo, que murmura entre risas.

-Cambia ese gesto, viciosillo.

Ambos sonreímos y ya no puedo dejar de pensar en qué nos esperará en el hotel.

Cuando la cena se acaba, mi hermana y mi cuñado se llevan a mi padre a su casa y la mamá de Tae regresa al hotel. Woojin y Min ho se marchan a su casa, sus pequeño hijo tiene un poco de fiebre y están preocupados.

Yo le pido a Taehyung regresar al hotel pero él, divertido, me anima a ir a tomar una copa con su hermana y su amigo.

Acepto a regañadientes. Pero para incitarlo no paro de susurrarle al oído que estoy listo para lo que él quiera. Y consigo mi propósito. Lo veo en su mirada, pero decide hacerme sufrir un ratito más.

Despues de dos horas dice:

-Creo que ya ha llegado el momento de llevarte al hotel.

-¡Por fin! -susurro, haciéndolo reír.

Mi felicidad es tan completa que creo que voy a explotar de un momento a otro.

Taehyung me lleva hasta donde está su hermana y su amigo y nos despedimos. Ellos se ríen al ver
nuestras prisas por marcharnos.

Al salir del local, aparece el chofer. Una vez dentro del auto, Taehyung sube el cristal que nos separa de él y dice, mientras se desabrocha los pantalones , quita el mío y deja a mi vista su enorme erección:

-Kook... móntate a horcajadas sobre mí. ¡Ya!

Sorprendido por esa urgencia sonrío y lo hago encantado.

-Dios, nene... voy a explotar.

Me río y siento sus manos subir por mis muslos hasta llegar a mi bonita tanga. Es nueva. Pero de un tirón seco me lo arranca.

-¡Taehyung!

-Te compraré cientos de tangas... no te preocupes por eso. Ahora ábrete para mí.

-Muy bien, señor Kim -susurro, mientras él pone ante mí el tanga roto-. Una vez roto mi tanga,
ahora sólo espero que se comporte y me folle como usted sabe.

-Oh, sí... pequeño, no lo dudes.

Mis palabras lo avivan y me penetra de un solo movimiento. Mi boca se abre, sale un jadeo y escucho su bronco gemido. Sí... su posesión me aviva. Me aprieta contra él, jadeo.

-Así... ¿te gusta?

La sensación que me provoca me hace gemir con fuerza mientras él se introduce más y más en mí.

-Vamos, joven Jeon -musita en mi oído-. Responda.

-Me gusta... sssí... sigue.

Jadeo. Mi cuerpo, electrizado y poseído por él, se mueve ante un nuevo embiste más profundo.

Más implacable. Mi respuesta le ha gustado, me sujeta con fuerza las caderas y se hunde una y otra vez en mí hasta que yo grito. Agarrado a sus hombros, me hace entrar y salir una y otra vez de él. Un... dos... tres... y me aprieta con fuerza con su erección y yo grito otra vez. Una... dos... tres... y
vuelve a hacerlo hasta que finalmente nuestro baile me hace correrme y él se corre dentro de mí.

Durante unos segundos, sigo a horcajadas sobre él. Siento sus besos en mi cuello y murmura:

-Esta noche vas a ser todo mío. Todo.

-Lo estoy deseando.

Sonríe. Su cara, su gesto, me demuestra su felicidad.

-Levanta tu precioso cuerpo de mí con cuidado, pero no te apartes.

Divertido, hago lo que pide. Aprieta un botón de la limusina y aparecen pañuelos de papel. Coge uno y nos limpia. Eso me excita más y, cuando veo que su glande vuelve a latir, sonrío y él me advierte:

-joven Jeon... relájese y espere a llegar al hotel donde continuaremos el juego.

Se limpia, se abrocha el pantalón y murmuro, sentándome de nuevo sobre él:

-Te deseo... deseo morbo... que me compartas... deseo lo que quieras.

-Mmmmm... -Sonríe y, acercándose a mi boca, pregunta-: ¿Algún juego en especial?

-Tienes carta libre. Elige tú. Sólo deseo ser totalmente tuyo.

Se ríe y me besa. Dos minutos después el auto se detiene. Me pongo el pantalón, bajo y sigo a Taehyung hasta el ascensor. Cuando entramos en la suite nos quedamos en el salón. Allí nos espera una cubitera fría con champán. Sabe lo que quiero y yo sé lo que él quiere.

Me mira de arriba abajo.

-Despampanante.

Con coquetería me doy una vuelta ante él.

-Gracias -asiento divertido mientras miro a mi alrededor y veo que no hay nadie.Abre una botella de champán rosado, me entrega una copa y le da un trago.

-Ven... sígueme.

Y al entrar a aquella habitación hacemos el amor salvajemente durante toda la noche.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro