🚫CONTENIDO YOONTAEKOOK🚫

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Los maravillosos días juntos continúan y lo ocurrido esa noche se acaba convirtiendo en una
anécdota más.

Dedicamos los días a tomar el sol, a charlar y a disfrutar de nuestra compañía.

Los mensajes de la tal Yeji siguen llegando e intento no pensar en ellos.
No debo.

Yugyeom también me manda mensajes a mí y Taehyung se abstiene de comentarlos.

Una de las mañanas nos vamos los cuatro de excursion. Comemos allí en un precioso restaurante y, cuando vamos a pagar, nos encontramos con Yoongi, el amigo de Taehyung y otro amigo.

Nos saludan con afabilidad y juntos vamos todos a tomar un café a una terracita.

Mientras tomamos café, me entero que Yoongi es un abogado alemán y que está de vacaciones por el sur.

El otro amigo, un tal Fred, es un viticultor francés. Durante un rato charlamos de lo primero que sale, pero soy consciente de las miradas que me lanza Yoongi de vez en cuando. Taehyung también se da cuenta y se acerca a mi oído.

-Yoongi se muere por probarte de nuevo.

-¿Y no te molesta saberlo?

Taehyung sonríe y me besa en el cuello.

-No. Es un buen amigo y sé que nunca haría nada sin mi permiso. Además, estoy deseando ofrecerte a él de nuevo, si tú quieres.

El calor se apodera de mi cara y me abanico, mientras Taehyung sonríe.

-¿Calor, pequeño?

-Sí.

Pasea las manos por mis muslos, con posesión, y veo que Yoongi nos observa. Taehyung ,que está pendiente de todo, murmura:

-¿Quieres que vayamos a un hotel y te follemos?

-¡Taehyung!

-O mejor... ¿Qué tal si vamos a la playa y en el agua...?

-¡Tae!

-Sólo pensar en cómo abres la boca cuando jadeas ya me pone duro.

Divertido, quita las manos de mis piernas. Disfruta con sus provocaciones y yo me acaloro. Me
abanico y Taehyung sonríe.

Tras los cafés, cuando nos vamos a despedir, oigo a Woojin preguntar:

-Yoongi, Fred, ¿Les apetece venir a mi casa a cenar?

Aceptan inmediatamente y yo me acaloro más. Tras despedirnos de ellos y quedar a las nueve, Min ho se me acerca mientras caminamos hacia el auto.

-¡Uoooo...! Esta noche tenemos fiestecita privada.

Durante todo el camino de vuelta, Taehyung no hace más que mirarme y sonreír. Y cuando llegamos a casa y nos duchamos me estimula, mientras me susurra al oído que esa noche me va a ofrecer.

Tras la ducha, me pide que me vista y me sugiere que no lleve ropa interior.
A las nueve, llegan Fred y Yoongi.

Siento cómo éste me mira y recorre mi cuerpo con sus ojos. Eso me inquieta, ya que sé por y para
qué ha venido.

Woojin nos hace la cena. Es un estupendo cocinero y los seis disfrutamos del asado de carne
alrededor de la mesa. Durante la cena, Taehyung no me quita ojo y veoque sonríe al notar mis pezones duros como piedras marcarse bajo mi camisa. Está disfrutando de mi nerviosismo y eso me pone todavía más histérico.

Nada más acabar la cena, Taehyung se levanta impaciente, coge mi mano, una botella de champán y, tras mirar a Yoongi, murmura:

-Vayamos a por el postre.

Yoongi se limpia la boca con la servilleta, sonríe y se dirige hacia donde está Taehyung.

Yo me quedo hecho piedra.

Me dejo llevar por Taehyung de la mano. La dirección que lleva es la del cuarto azul con la cama redonda. En cuanto los tres entramos en la habitación, me suelta y dice:

-No te muevas.

Me paro en seco y veo cómo él se sienta en la cama. Pone tres copas sobre una mesita y las comienza a llenar.

Comienzo a tener calor. Sobre la cama veo varios botes y... y... el vibrador.

Ardo. Me fijo en las sábanas. Brillan. Parecen de plástico y en ese instante siento que Yoongi se me acerca y se queda detrás de mí.

Taehyung coge una de las copas y comienza a beber.

-Maravilloso postre -dice, tras dar un trago-, ¿no crees, Yoongi?

En décimas de segundo, las manos de éste se posan sobre mi cintura y bajan por el contorno de mi trasero mientras Taehyung nos observa.

-Mmmmm... estupendo.

Me muevo enloquecido mientras ese hombre me sigue tocando sin decoro. Los ojos de Taehyung chispean de excitación cuando nota que mi movimiento facilita que Yoongi me acaricie.

Durante unos minutos, se limita a tocarme por encima de la ropa.

Mis pezones duros se marcan en éste y él posa su boca sobre la tela. Juega
con ellos hasta que Taehyung dice:

-Ven, Kook... voy a desnudarte.

En décimas de segundo, la ropa cae a mis pies y quedo totalmente desnudo
ante ellos. Yoongi se sienta junto a Taehyung en la cama.

-Tu chico me encanta... Es tan sabroso que deseo chuparlo entero.

Taehyung sonríe con morbo, me da una nalgada en el culo que me escuece y le indica a su amigo,
mientras me acerca a él.

-Chúpalo, es tu postre. Deseo ver cómo lo haces.

Escuchar eso hace que mi estómago se contraiga y entonces Yoongi, aún vestido, se tumba en la cama.

-Vamos, precioso. Ven aquí. Arrodíllate frente a mi cara y dame tu culito. Eres mi postre y te voy
a comer entero.

Me subo a la cama y hago lo que me pide, avivado por lo que me dice y, en
especial, por la posesiva mirada de Taehyung.

Sin dilación me agarra por los muslos y su boca se pasea, acelerada, por mi trasero.

Lo lame. Lo chupa. Lo succiona. Lo restriega sobre su cara mientras siento que sus dientes me dan
pequeños mordisquitos que me hacen jadear.

Cierro los ojos.

Estoy extasiado y mis caderas bailan sobre su boca.

No veo a Taehyung. Está sentado detrás de mí y, debido a mi postura, no puedo ver su cara. Pero siento su mirada clavada en mi espalda y soy consciente de que nota cómo restriego mi culo sobre la boca de su amigo en busca de mi placer.

Aquel nuevo mundo que estoy descubriendo cada vez me gusta más y, a cada instante, su disfrute es superior al hecho de perder la vergüenza y buscar mi placer.

Oigo algo que se rasga y presupongo que es un preservativo. De pronto siento que Taehyung me tira de las caderas y me pone a cuatro patas sobre su amigo. Yoongi se levanta para metérse mis pezones en la boca, mientras Taehyung pone la punta de su pene en mi húmeda entrada y poco a poco lo introduce.

Dos hombres.

Uno encima y otro debajo. Estoy a su merced. Estoy tan excitado.

Las manos de Yoongi y las de Taehyung están en mi cintura.

Cuatro manos me sujetan y grito al notar que son ellos quienes me mueven para empalarme en el pene de Taehyung una y otra vez.

A cada grito mío, oigo sus resuellos.
Una y otra... y otra vez más, Taehyung me penetra mientras Yoongi empuja mis caderas hacia él, hasta que de pronto noto que algo duro y muy mojado intenta entrar por el mismo sitio por donde Taehyung me penetra. Me muevo y Taehyung susurra.

-Es un consolador, cariño. Tranquilo. Algún día quiero que seamos dos los que te follemos por el mismo sitio.

Calor... calor y más calor.

¡Voy a explotar!

Taehyung continúa sus penetraciones, mientras Yoongi me chupa los pezones y, con una de sus manos, mete poco a poco el consolador junto al pene de Taehyung. Me dilato. Mi
cuerpo y el interior de mi se amoldan a la nueva intrusión y comienzo a
disfrutar de ellos.

Todo es morbo.

Todo es caliente.

Taehyung me da un nuevo azote y
vuelve a penetrarme con fuerza. Yo grito y siento que voy a estallar.

Yoongi saca el consolador, lo deja sobre la cama y murmura mientras abre mis muslos para Taehyung:

-Eres exquisito.

Taehyung detiene sus embestidas y coge el bote de lubricante que se encuentra a nuestro lado mientras Yoongi sigue diciendo cosas calientes frente a mi cara y me da azotitos en el trasero que me avivan.

La penetración de Taehyung es profunda como a mí me gusta. De una embestida, se mete dentro de mí y yo grito.

Yoongi no me besa. No se acerca a mi boca. Aún recuerda que Taehyung le indicó que mi boca es sólo de él. Pero me mira y siento su excitación mientras mi cuerpo salta sobre él ante las penetraciones de Taehyung.

Uno... dos... tres... diez.

Taehyung saquea mi cuerpo una y otra vez, hasta que se tensa y cae desplomado sobre mí. Yo caigo sobre Yoongi. El sudor de su frente me empapa la espalda y su boca me
besa en la cintura. Sonrío al sentirlo bien y feliz.

Después, saca su pene de mí, libera su cuerpo del mío y dice:

-Ahora tú...

Yoongi asiente, me echa a un lado, se desnudo y coge uno de los preservativos que hay sobre la
cama.

Con los dientes, lo rasga y se lo pone rápidamente. Taehyung me mira
mientras su pecho sube y baja por el esfuerzo que acaba de hacer. Se quita el preservativo y lo deja a un lado.

-Túmbate sobre la cama, precioso -murmura Yoongi.

Cuando lo hago, veo que ambos se levantan, Taehyung le cuchichea algo y Yoongi hace un gesto afirmativo. Después, ambos se suben sobre la cama y Taehyung coge la botella
de champán.

-Junta las plantas de tus pies y flexiona las rodillas.

De nuevo mi húmeda y abierta entrada queda ante ellos.

Yoongi se agacha y pasea nuevamente su boca por él, mientras Taehyung me echa champán en el ombligo. Mi estómago se contrae y el champán cae descontrolado por él. Yoongi chupa el reguero de alcohol que llega hasta mi entrada y murmura:

-Mmmmmmm... Maravilloso. Más...

Taehyung vuelve a echarme champán. Esta vez sobre mi entrada y yo me arqueo, mientras Yoongi chupa y lame con avidez el frescor que el champán deja sobre mí.

-Mastúrbate para nosotros, Kook -pide Taehyung, mientras me entrega un vibrador.

Vuelve a echarme champán en mi entrada y agradezco de nuevo el frescor, pero Yoongi lo seca
rápidamente a lengüetazos.

Enciendo el vibrador y lo pongo al uno sobre mi entrada.

Yoongi deseoso de entrar en mi interior y, más tras lo que acabo de hacer, coge mis muslos y se
los pone sobre sus hombros. Me penetra con cuidado. Yo grito y él vuelve a penetrarme, mientras
Taehyung se acerca a mí por la cabecera de la cama, riega su pene con champán y me lo mete en
la boca.

-Todo tuyo, pequeño.

Excitado por mi situación, jugueteo con el glande de Taehyung en mi boca.
Dibujo círculos con la lengua alrededor de la corona y siento que reacciona. Su pene se ensancha y
agranda mientras lo succiono, escucho a Taehyung gemir y Yoongi me penetra.

Como tengo los brazos sueltos, llevo mis manos hasta sus testículos y los acaricio lentamente.

-Ahhh... -susurra.

Me llenan entre los dos.

Yoongi por el culo y Taehyung por mi boca hasta que siento que Taehyung se retira con su pene duro y erecto y observa cómo mi cuerpo se mueve ante las penetraciones de Yoongi.

-¡Dios, me voy a correr! -jadea éste.
Me coge por las caderas y me aprieta contra él. Eso me hace retorcerme y gemir.

Mi cuerpo se arquea y grito:

-¡Más!

Yoongi sale de mí y vuelve a entrar.
Abro los ojos y miro a Taehyung que me observa a mi lado y siento la lujuria en sus ojos. Me gusta.

Me excita. Yoongi da un grito de
placer, se echa hacia atrás y se deja ir.
Taehyung se sienta sobre la cama se pone un preservativo y me dice:

-Kook, ven... siéntate sobre mí.

Con las piernas temblorosas, me muevo y lo obedezco. Estoy dispuesto a que me penetren otra vez. Lo deseo. Su pene entra en mi ensanchada entrada y sin piedad alguna me aprieta contra él.

-Así... vamos, cariño, aráñame al espalda.

Jadeo... grito y lo araño. Durante unos minutos, Taehyung bambolea sus caderas en círculo y su pene se mueve dentro de mí al mismo tiempo que yo me estrujo contra él. Adoro esa sensación de plenitud.

-Tae...

-Dime, cariño... -susurra mientras me aprieta una y otra vez y me da la
impresión de que me va a partir en dos.

-Me gusta... oh... sí... me gusta.

Asiente con los ojos encendidos.

-Lo sé, pequeño... lo sé.

Yoongi, colocado a nuestro lado, nos observa y, segundos después, se pone detrás de mí y me toca los pezones con sus dedos mientras Taehyung vuelve a apretarme contra su enorme erección.

-Hoy no, cariño... pero otro día te penetraremos los dos por ese culito.

Un espasmo me recorre el cuerpo. Grito... Jadeo.

Un chillido llama mi atención y de pronto veo a Min ho sobre la cama. ¿Cuándo han entrado?

Está en la misma tesitura que yo. Pero el está siendo penetrado por los dos
hombres. Woojin y Fred.

Nuestras miradas se encuentran y la piel se me pone de gallina. Ambos disfrutamos de lo que esos hombres nos hacen, mientras nos sentimos sus muñecos, sus juguetes y accedemos a sus caprichos.

Siento que un orgasmo devastador va a salir de mí... calor... calor... calor...

Mi entrada se contrae y succiona la enorme erección de Taehyung. Los dos gritamos. Yo me dejo ir, mientras Taehyung se bebe mi orgasmo.

Agotado, me quedo entre sus brazos y él me dice dulces y bonitas palabras de amor. Parece mentira que tengamos esa intimidad rodeados por otras personas.

Pero sí. Ése es un momento totalmente íntimo entre él y yo.