🌹XXXIX🌹

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A las nueve de la noche, tras la estupenda ducha que nos hemos dado y del que estoy convencido que se ha enterado todo el mundo, bajamos de la mano al salón.

Allí, Minho y Woojin se están besando, pero dejan de hacerlo cuando nosotros aparecemos.

Pasamos al comedor y nos sentamos alrededor de una maravillosa mesa.

Taehyung me retira la silla y se sienta a mi lado. Lo veo feliz. Ése es su ambiente y se le nota que está más cómodo.

El servicio entra en la estancia y nos sirve un buen vino y después una maravillosa langosta.

Taehyung me pide una Coca-Cola.

Entre risas y confidencias acabamos con el primer plato y nos sirven el segundo, una exquisita carne.

Cuando acabamos el rico helado que nos sirven de postre, Minho propone
salir al jardín. Taehyung, tras atender una llamada de teléfono, se sienta a mi lado. Siento sus continuas caricias
en mi piel y lo noto más pensativo que minutos antes.

Aun así, charlamos hasta bien entrada la madrugada, momento en que nos vamos a dormir.

Al día siguiente cuando me despierto, el sol entra por el gran ventanal. Estoy
solo en la habitación y me estiro en la cama.

Las sábanas huelen a Taehyung y eso me hace sonreír.

Recordar cómo me hizo el amor la noche anterior me excita, me pone
a cien, pero, convencido de que no es momento de fantasear, me levanto, voy al baño y me aseo.

Mientras me visto, un ruidito me hace mirar a mi alrededor.

Es el móvil de Taehyung.

Lo localizo sobre la mesilla y leo que pone el nombre de «Yeji». De nuevo aquel nombre.

Cuando llego al salón, oigo las risas de Woojin, Minho y Taehyung y me sorprendo al ver a un señor y a una señora junto a ellos. Cuando me acerco, me presentan a los padres de Minho, que han venido para llevarse al pequeño de vacaciones con ellos.

Le entrego el móvil a Taehyung y le indico que ha recibido una llamada de una tal Yeji.

Él asiente, lo guarda en el bolsillo del pantalón y prosigue tan normal.

Los padres de Minho y el pequeño se van esa misma noche.

A la mañana siguiente, cuando me despierto, vuelvo a estar solo en la cama. Tras lavarme los dientes, me acerco hasta la piscina y rápidamente Woojin me agarra y me tira al agua.

Todos nos reímos y pasamos un rato divertido.

Sobre las dos de la tarde, los cuatro nos vamos de compras en el auto de Woojin. Acabamos de recibir la invitación para una fiesta temática ambientada en los años veinte y hay que ir a comprarse algo.

Por la noche, tras una divertida tarde de compras, decidimos cenar en la playa.

Acabada la cena en un precioso restaurante, tomamos unas copas en un bar y sobre la una regresamos a la casa.

Al llegar salimos a la bonita terraza y nos sentamos. Me gusta sentir a Taehyung tan cercano, receptivo, tan pendiente de mí.

Taehyung va a la cocina y trae una botella de champán. Tras esa primera botella, llega una segunda de la que bebo más lentamente pero que disfruto de todos modos.

Minho y Woojin son unos anfitriones maravillosos. Intentan que nos sintamos como si estuviéramos en nuestra casa y lo consiguen con su actitud.Disfruto del momento sentado en aquel precioso lugar mientras mis ojos miran la piscina oval y el jacuzzi que hay al lado. Sobre las tres de la madrugada hace mucho calor y Minho propone darnos un chapuzón en la piscina.

Sin pensarlo un segundo, acepto y subo a mi habitación.

Cuando bajo, Minho ya está en el agua con Woojin y Taehyung me espera en el borde.

En cuanto me acerco a él, me agarra a traición y los dos caemos en el agua.

Entre risas, nos bañamos un rato, hasta que, más adelante, Minho y yo nos sentamos en la ancha escalera de la piscina y Taehyung y Woojin se hacen unos largos.

Cuando los chicos llegan hasta nosotros, Woojin agarra a su pareja de un pie y lo arrastra hacia la piscina.

El protesta pero, dos segundos después, ríe a carcajadas.

Taehyung divertido se acerca a mí, me toma en brazos y me sienta a horcajadas sobre él.

El agua nos llega hasta la cintura y pronto sus manos se meten por debajo del short y me comienza a tocar. Asustado por aquello, lo miro con reproche y él ríe.

-¡Tae! -le regaño-. No hagas eso. Nos pueden ver.

Su contestación es un tórrido beso que rápidamente consigue calentarme el alma y la vida.

Su boca y sus manos ya me tienen en el punto de partida que él siempre
quiere y, cuando se separa de mí, murmura mientras señala con la vista:

-Tranquilo, pequeño. Ni Woojin ni Minho van a asustarse.

Curioso, miro hacia donde él señala y veo que la otra pareja se besa apasionadamente. Incluso veo que Woojin le quita el short a Minho y éste
queda flotando sobre la piscina.

Rápidamente miro a Taehyung en busca de una contestación.

-Sí, pequeño... a ellos también les gusta el morbo.

Comienzo a temblar, y no es de frío, cuando siento que los otros dos se acercan a nosotros.

Minho está jugueton y sale de la piscina.

Se sienta en el borde junto a nosotros mientras Woojin se pone detrás de mí y posa sus manos sobre mi cintura.

Taehyung, al ver cómo lo miro, mueve la cabeza y Woojin me suelta en seguida, sale de la piscina y, tras besar a su pareja, ambos desaparecen en el interior de la casa.

Estoy nervioso.¡Histérico!

No sé dónde meterme, pero siento que mi miembro empieza a endurecerse.

Taehyung, al notarme tenso, se levanta de la ancha escalera y, sin soltarme, se mete conmigo hacia el interior de la piscina.

Me agarro a él con desesperación.

-Tranquilo, pequeño. Conmigo nunca harás nada que tú no quieras.

Boqueo como un pez. Me falta el aire y consigo susurrar:

-Ellos... ¿juegan a los mismos juegos que tú?

-Sí.

-¿Y...?

-Kook, te tiene que quedar claro lo que te dije hace poco. El sexo es sólo sexo. Minho y Woojin son una pareja muy sólida que tienen claro qué es lo que les gusta en el plano sexual. Hemos ido en varias ocasiones juntos a club de intercambio de parejas y allí han disfrutado de tríos y orgías y,
cuando han regresado a su casa, han continuado siendo ellos mismos. Woojin y Minho. Una pareja.

-¿Tú has... has estado con ellos?

-Sí. Escucha, Kook, debes entender que tanto Minho, como Woojin y como yo tenemos las ideas claras y sabemos diferenciar entre el sexo y los sentimientos. A los tres nos gusta disfrutar del morbo del juego pero, una vez acaba, nos respetamos como personas. Por cierto, la fiesta a la que estamos invitados mañana es...

-Una fiesta donde todo el mundo juega, ¿verdad?

Taehyung asiente.

-Si tú no quieres, no tenemos por qué ir.

Durante un rato, los dos permanecemos callados hasta que me lleva hasta la escalera, me toma de
las manos y me dice:

-Ven. Entremos en el jacuzzi.

Lo sigo hasta allí.

-Qué calentita -murmuro al entrar en él.

-Demasiado caliente. -Taehyung aprieta unos botones y, segundos después, el agua se enfría.

Permanecemos callados mientras las burbujas explotan a nuestro alrededor, hasta que él me atrae

de nuevo hacia sí y me sienta de nuevo a horcajadas sobre él.

-¿Ves cómo me tienes? -dice mientras me aprieta contra su pene.

—Sí. -Sonrío y, sin poder evitarlo, pregunto-: ¿Qué te hubiera gustado que hubiera pasado en la piscina?

Echa la cabeza hacia atrás.

-Ah... cariño. Me hubiera gustado que hubieran pasado muchas cosas.

-Cómo por ejemplo... -insisto.

Taehyung levanta el mentón y me mira.

-Mis fantasías son más amplias. Adoro ver a dos personas poseyéndose, aunque luego me gusta compartirlas.

-¿Y te ves compartiéndome a mí con otro hombre?

-Si tú quieres, sí -responde con una sonrisa.

Sólo decirlo me excita.

Taehyung clava su mirada en mí.

-Tu placer es mi placer y, si tú me lo pides, te compartiré. Pero, llegado el
momento, seré yo quien mande en ese juego. Eres mío y quiero que quede claro.

Ardo. Me caliento. Voy a explotar. Me aviva ese comentario de posesión y
murmuro inquieto:

-Has dicho que tú y Woojin han jugado con Minho.

-Sí. -Y acercando su boca a mi oído me pregunta-: ¿Quieres que te comparta con otro?

Imaginarlo me excita, me inquieta, me estimula.

-Tae...

-Ah... pequeño, creo que te voy a tener que atar en corto. Eres más curioso de lo que yo imaginaba, pero me gusta tu curiosidad, me vuelve loco.

Eso me hace reír. Le ofrezco mi boca, que él toma con avidez.

-Si vamos mañana a esa fiesta, ¿qué ocurrirá?

-Lo que tú quieras.

-Pero... pero allí...

-Allí la gente va a lo que va, pequeño. Todos buscan lo mismo: sexo. Si tú
quieres, lo tendrás. Puedes mirar o puedes participar, todo depende de ti.

-Y tú... ¿qué quieres tú?

Taehyung pasea su boca por mi cuello
Tras la conversación tan interesante que acabamos de tener y que me tiene
duro como una piedra, lo que voy a querer es follarte y que te follen. Adoro ver tu gesto cuando te corres. Y como ahora sé qué es lo que te excita, quiero ofrecer tu pecho, tu culo, y observar el momento. Eso me proporcionará un gran placer.

Todo lo que me dice consigue en mí el efecto deseado y siento que ahora soy yo el que quiere cumplir cualquiera de esas fantasías.

Mi respiración se acelera, Taehyung
sonríe.

-Tu cuerpo me dice que te pida lo que quiera. Y sé que ahora mismo cualquier cosa que te propusiera lo harías, porque estás tan excitado, tan caliente que lo deseas, ¿verdad?

-Sí -admito.

Taehyung se levanta y me da la mano.

-Ven, acompáñame.

No lo dudo. Le doy la mano y salimos del jacuzzi.

Coge una toalla y la pone alrededor de mi cuerpo. Me seca con mimo.

-Kook... te tiene que quedar claro que yo nunca haré nada sin tu consentimiento. No me perdonaría que me reprocharas nada. Eres demasiado importante para mí.

-No te voy a reprochar nada, Tae. Es sólo que me asusta lo desconocido, pero quiero experimentar a tu lado.

Mi respuesta parece agradarle y me besa. Me besa con pasión y juntos
caminamos hacia el interior de la casa. Pero en vez de llevarme hacia la habitación me hace girarme en otro pasillo. De pronto escucho jadeos y, al llegar frente a una puerta que está
entreabierta, me mira y dice:

-Woojin y Minho están dentro, ¿quieres que pasemos?

Asiento, pero susurro.

-Siempre y cuando no te alejes de mí.

-Eso no lo dudes nunca, cariño. Eres mío.

Su posesión me gusta y, cuando entramos en la habitación, mi respiración se vuelve irregular.

Estoy nervioso, excitado, pero tengo miedo.

Veo una cama redonda en medio de una enorme sala azul. La música suena y Minho y Woojin hacen un sesenta y nueve. Al vernos, dejan de hacer lo que están haciendo y nos
miran. Taehyung cierra la puerta y me quita la toalla.

Tiemblo.

-Tú decides, Kook.

Su voz me hace regresar a la realidad y, ante la atenta mirada de los otros dos, murmuro:

-Deseo jugar.

Taehyung me besa. Después mira a Woojin y éste se levanta de la cama desnudo. Nos rodea y se para en mi espalda. Miro a Taehyung y noto cómo su amigo me quita el polo que llevo encima.

Mis pezones rozan el pecho de Taehyung y rápidamente se ponen duros ante aquella situación. Mi
Dios... mi adonis no me quita ojo desde su altura. Está serio e imperturbable cuando se dirige a su
amigo.

-Woojin, quítale el boxer.

Su voz me excita. Su posesión sobre mí. Y cuando siento los dedos de Woojin agarrar mi boxer y bajarlo, jadeo. En su camino siento su aliento en mi trasero y eso me pone la piel de gallina.

Una vez desnudo, mi excitación es tan grande que el miedo ha desaparecido
para dar paso al morbo, y Taehyung sonríe.

Sabe que estoy bien y dispuesto.

-¿Puedo tocarlo? -pregunta Woojin a mis espaldas.

Taehyung sigue mirándome y yo asiento. Taehyung responde:

-Sí.

Instantes después, las manos de Woojin pasean por mi cuerpo. Toca mis pezones, mi cintura y, cuando sus dedos llegan a mi entrada e introduce uno de ellos, jadeo.

Minho llega hasta nuestro lado y Taehyung se aparta. Se agacha y su boca va directo hasta mi miembro.

Cierro los ojos. Las piernas me tiemblan mientras Woojin y Minho me tocan y disfrutan de mí.

Taehyung, al ver aquello, acerca su boca a la mía y susurra:

-Sí... así... disfruta para mí.

Durante unos minutos me siento el caramelito de la habitación. Cuatro manos recorren mi cuerpo y dos bocas se esmeran en arrancarme jadeos, mientras Taehyung nos
observa con los ojos brillantes por la lujuria.

De pronto, Taehyung toca la cabeza de Mihno y el deja de acariciarme, se da la vuelta y veo que le acaricia el torso. Mete su mano en su short, le saca el pene y se lo acerca a la boca. Saca la lengua y comienza a lamerlo en toda su longitud.

Excitado, no puedo dejar de mirar, mientras Woojin me muerde los pezones.

Minho disfruta con lo que hace y lame el pene como si se tratara de un helado.

Se lo introduce totalmente en la boca y le acaricia los testículos. Yo miro... miro... y miro y siento que mi excitación se aviva más.

Estoy tan caliente que me agacho un
poco para facilitarle la tarea a Woojin con mis pezones y se los ofrezco para que se dé un festín.

Taehyung se estremece, yo jadeo y lo oigo murmurar:

-Vayamos a la cama.

Los cuatro, desnudos, nos dirigimos a ella.

Taehyung se quita el short y su pene
lujurioso está duro y deseoso de jugar y veo que Woojin se pone frente a su pareja.

Taehyung se coloca finalmente frente a mí. minho deposita entre nosotros una caja cuadrada y blanca y pregunta:

-¿A qué quieren jugar?

La saliva se me estrangula en la garganta. No sé qué decir cuando oigo a Taehyung decir:

-Algo suave.

Minho y Woojin hacen un gesto con la cabeza, y entonces el mira en el interior de la caja, saca dos vibradores como el que me regaló Taehyung a mí y me mira.

-Está limpio, cariño. Ante todo, la higiene.

Asiento y lo cojo.

Taehyung me encoge las piernas y me abre las rodillas. Mi pene está caliente, chorreante y late desbocado.

-Mastúrbate para mí, cariño -me dice Taehyung.

-Y tú para mí, Minho -pide Woojin.

Como un autómata, abierto de piernas junto a Minho y frente a Taehyung y Woojin, pongo el vibrador en mi palpitante entrada y lo pongo al uno.

La vibración, la humedad y la excitación me piden más y lo subo al dos. Ardo. Tengo mucho calor y siento que voy a explotar.

Taehyung, entre mis piernas, me mira y se pone un preservativo mientras leo su necesidad en la cara de que me corra para él.

Subo la intensidad del vibrador y su
descarga hace que arquee la espalda y grite. Un jadeo a mi lado me hace recordar que Minho está en la misma tesitura y eso me estimula, y más cuando veo que Woojin le quita el vibrador y lo penetra. Sus jadeos se convierten en gritos de placer y eso me exita todavía más.

Ver a dos personas a mi lado hacer el amor es algo totalmente nuevo para mí y no puedo dejar de mirar hasta que ellos se dejan ir y sus gritos bajan de intensidad.

Taehyung no me quita ojo. Está tan excitado como yo.

-Woojin, ofréceme a Kook -dice, sorprendiéndome.

Rápidamente siento que Woojin se levanta, se sienta al borde de la cama y me dice:

-Ven aquí. Siéntate sobre mí.

Sin saber realmente a lo que se refiere, me levanto y cuando voy a sentarme mirándolo, me da la vuelta y me hace mirar a Taehyung. Después me sienta sobre sus piernas y me susurra al oído:

-Recuéstate sobre mí, sube tus pies a la cama y abre las piernas. Yo te sujetaré por los muslos para que Taehyung te penetre.

Completamente excitado por el momento, hago lo que me pide mientras siento su pene en mi
trasero y me abre los muslos.

Taehyung se acerca a mí, a nosotros, se mete entre mis piernas, me agarra del culo y me mete lentamente su duro pene mientras Woojin me
sujeta las piernas y me abre para él. Taehyung, tras varias embestidas que me hacen gemir, se queda quieto y musita:

-Esto es ofrecerte a alguien. ¿Te gusta la sensación?

-Sí... sí...

-Pues así te ofreceré yo a otros hombres -susurra mientras me penetra-. Abriré tus muslos para
darles acceso a tu interior siempre que yo quiera, ¿te parece?

-Sí... sí... -jadeo enloquecido.

Me besa. Me devora los labios y ambos oímos que Woojin dice:

-Más tarde, quizá Taehyung te ofrezca y seremos Minho o yo quienes te follemos.

Las palabras de Woojin me incitan mientras siento el implacable pene de Taehyung tan duro como una piedra en mi interior.

Taehyung mueve las caderas y eso me hace resoplar. Noto cómo me llena por completo y comienza a moverse adelante y atrás mientras Woojin murmura:

-¿Te gusta, Jungkook?

-Sí... Oh... Dios mío.

La estimulación que siento en ese instante es profunda y maravillosa mientras Taehyung avanza y
continúa su saqueo implacable sobre mí y Woojin me ofrece. Minho nos mira y veo que se masturba con un consolador.

Me muerdo los labios, jadeo,
me retuerzo.

-Vamos, nene... -dice Taehyung de repente-. Dime cómo quieres que te folle.

Al ver que no respondo, Taehyung me da una nalgada que me introduce más
en él y yo balbuceo como puedo:

-Rápido... fuerte.

-¿Así, pequeño? -acelera y profundiza más.

-Sí... sí...

Mueve las caderas con vigorosidad y grito. La intensidad en sus movimientos aumenta segundo a
segundo, penetración a penetración, y mi placer con él.

Ardo.

Estoy fuera de control. Y cuando un calor embriagador me hace soltar un gemido de placer, Taehyung gira las caderas y me embiste por última vez y los dos nos corremos. Tras aquel primer asalto, llegan dos más donde vuelvo a disfrutar como un loco y donde veo lo mucho que Taehyung goza ofreciéndome y follándome.

Él me ha hecho descubrir un mundo hasta ahora desconocido para mí y sólo lo quiero disfrutar... disfrutar y disfrutar.

Aquella noche, en la soledad de nuestra habitación, Taehyung me abraza. Las piernas aún me
tiemblan y no puedo dejar de pensar en lo ocurrido.

Recuerdo las palabras de Yugyeom:

«Yo te quiero en exclusividad y él no».

Eso me inquieta.

Imágenes morbosas pasean por mi mente y noto de nuevo mi interior estremecerse.

De pronto siento su boca en mi frente y cómo me reparte pequeños besos que me saben de maravilla.

Taehyung es dulce y posesivo, y eso me gusta.

Me encanta en él.

No hemos hablado de lo ocurrido. No es necesario. Nuestros ojos hablan por sí solos y no hacen falta ni preguntas ni explicaciones. Todo ha sido consentido y disfrutado.

Agotado, finalmente, me duermo entre sus brazos.

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