[Estoico]

Un suspiró de una feliz melancolía ha salido de mis labios, vocifero palabras en el viento sin esperar respuesta entre el silencio.

Hoy recogí mis cosas de aquel lugar y he conseguido un departamento, pero antes quiero despedirme relatándote unos últimos versos.

El tiempo se va navegando en los aires, el suspiro de las mañanas son la motivación del porvenir, el sosiego un alivio del estrés y yo ya no paro de escribir.

Mi hermosa rosa, ¿Cómo es el cielo?, seguramente tan blanca y suave como tú. Te dedico cada anhelo y los bellos momentos, sé que me estarás sonriendo, lo siento en las ráfagas del viento.

¿Te digo algo?, tenías razón. Hay rosas de todos colores, pero también he encontrado algunos girasoles y tulipanes, narcisos y unos cuantos árboles. Son una gran variedad y ahí es en donde decido estar.

Ni creas que aun así te libraras de mí, vendré a visitarte con mil poemas nuevos para relatarte o quizás para charlar simplemente, así como lo hacíamos todas las tardes.

—Meliodas, tenemos que irnos— una sonrisa me invitaba con una paciencia , pues nadie mejor que ella sabe de la importancia que es para mí contarte mi día.

—Ya voy.

Un último beso al viento y me preparo conmocionado a seguir avanzado en el raso de los senderos con tu recuerdo sin un dolor que me detenga el corazón.

Hasta pronto, Elizabeth, pronto regresare con una historia nueva...