Inhale el oxígeno que había en la habitación, los nervios aún tocaban mi mente, no sabía cómo combate mi oponente, por lo que planeaba de mil y un manera la forma de derrotarle sin sufrir graves daños en el proceso, exhale el oxígeno comprimido en mis pulmones, de alguna forma esto me llegaba a doler, tal vez si era una buena alternativa el retirarme como todos decían, inhale el oxígeno nuevamente, más el olor a tabaco me despertó de mi trance.

Levante la mirada para encontrarme con el responsable, más el denso humo nublaba mi vista de todo lo que ocurría a mi alrededor, gire mi cabeza encontrándome con mi mejor amigo quién estaba con su cigarrillo de raíces, lo fulminé con la mirada más este me pasó su cigarro.

— Necesitas relajarte Raíz, no has escuchado que luego de los 300 las arrugas aparecen a montón — dijo con un tono de burla mientras que su mano aún ofrecía su cigarro, la ira en mi rostro era notable, más el no parecía inmutarse, al contrario, se veía extasiado de ello.

— Eres un desgraciado, sabes que necesito prepararme para la pelea contra nuestro rival y aún así tienes el descaro de venir a interrumpir mi planificación — mencioné con ira y amargura, más este sonrió ante mi acto para luego volver con su cigarrillo.

— Yo solo veo a una tarada que está sobre pensando las cosas acaso —

— ¿Se te olvida que nuestro rival no es cualquier humano no?. Hablamos quién venció al viejo Durieth, el más fuerte físicamente de nuestro reino, no es alguien que se deba tomar a la ligera, además, que es descarado es inmune a nuestros ataques mágicos, necesito pensar como atacar — dije para luego mirar a mi amigo, sus ojos mostraban aburrimiento y hasta cansancio.

— Como siempre no dejas terminar, el anciano es fuerte si, más ustedes son tres con uno, las conozco, cada una suplanta la debilidad de la otra, además, solo porque se inmune a los ataques mágicos, es vulnerable a los efectos que caen en la mente, puedes usar alucinaciones o clones mágicos para evitar su ataque, solo debes que relajarte, hablamos de un humano, no de un gigante o vampiro, sigue teniendo sus limitaciones por lo que puede ser vencido — dijo con una sonrisa al final de sus palabras, por lo que me deje calmar, era cierto que sobre pensaba las cosas, más aún asi sentía que algo no estaba bien.

— ¿ Pasa algo ? — pregunto, parecía que mi estado era tan notable que hasta alguien como el podía saber mi estado.

— No lo sé, mi décimo sentido me da un mal augurio de todo esto, siento que algo va a acabar mal con el matrimonio de nuestros dioses — mencioné a lo que su mirada parecía un poco más seria de costumbre.

— Entiendo, mira, tampoco me agrada ir hacia un lugar poblado de humanos, más no tenemos de otra, nuestros dioses se van a casar y han escogido a nuestra reina como su representación matrimonial, no me agrada que se junte en sagrado matrimonio con un humano, más es un honor en todo aspecto para ella y para todos Raíz — menciono con la calma y seriedad, palabras que casi nunca van con el, más aún así no me sentía tranquila con todo esto.

Iba a responder más escuché los suaves pasos de alguien aproximarse hacia nuestra ubicación, alce la mirada para toparme con los negros ojos de nuestra superior, tenía el cabello verdoso atado con una cola de caballo, la mitad de su rostro era cubierto por una máscara roja, sin embargo, eso contrastaba con su vestir blanquecino, tanto sus telas como sus armas eran blancas, no por nada parecía como un cristal blanco.

— Raíz, Carbóun, debemos que irnos, falta una hora para la ceremonia y el viaje no es corto — menciono de manera cortante para luego irse, solté un suspiro y mi compañero igual, para que luego nos fuéramos.

...

Escuchar el cantar de las aves era un suave sentir para mis odios, hacia un tiempo que no había abandonado el reino para sentir el roce del mundo natural, era tan bello, quería fumar un poco más no quería interrumpir el andar del pueblo, frente a mi se encontraba mucha gente que ni conocía, la mayoría eran sirvientes de nuestra reina que llevaban su carruaje a través del espeso bosque, otros servían de guardia mientras que unos eran los que dirigía, al final, estaba yo, siendo uno de los que quedaba atrás para vigilar en caso de que haya un animal.

— Es mi imaginación o todo está más tranquilo por aquí — hablo uno de los guardias que parecía más calmado que de costumbre.

—  Disfruta la calma, cuando nos juntemos con esos humanos se armara un caso silencioso — dijo otro con aire de tirar veneno, más nadie lo siguió.

— Compórtate Or, es la boda de nuestra diosa, si llegas a tirar o si quiera hacer algo que perjudique a los humanos créeme que te castrare de la forma más horrible que ni los libros de historia se atreverán a relatar lo que sucedió — menciono otro en forma de amenaza a lo que lo seguimos con cierto aire de malicia, Or no dijo nada más, solo se quedó callado.

Sonreí al saber que el viaje no se ría un tanto aburrido con estos jóvenes, a pensar tenían unos 200 años por lo que era normal que se tomará en serio su trabajo, alce la mirada para encontrarme con cielo, más terminé con la cara manchada de algo blanco que no quería saber qué es, más el sonido de un pájaro me dio una idea, la risa de mis compañeros no tardó en llegar.

— Vamos esto no es nada gracioso, ustedes son unos —

— Carbóun, ve a lavarte al río, no es una buena presentación llegar con los residuos de una especie voladora, nosotros avanzaremos — menciono nuestra reina con un voz mezclada entre risa como elegancia, claro que los demás también se burlaron.

Enfadado me aleje del montón para ir al río cercano, por suerte me sabía la ruta de pie a cabeza por lo que no tardaría mucho en lavarme el rostro,  camine de manera suave sobre el follaje esperando no tardarme mucho, poco a poco sentí como unas gotas de lluvia se golpeaban con mi cabello, cual si fuera una invocación, la lluvia se hizo presente cual catarata.

Mis deseos de maldecir estaban a su punto, pero decidí calmarme para ir rápido a lavarme el rostro en el río, llegue a lo que de inmediato agarre agua y la golpee con mi rostro para que se quitará esa mierda, seguía así hasta limpiarme cada mancha, a lo mejor llegaba tarde, con mal olor y mojado, más presentable al fin y cabo.

El sonido de la lluvia se acompañó con los truenos que golpeaban con fuerza mis oídos, odiaba este clima, nunca escuchaba nada cuando las gotas caían con tanta fuerza, luego de unos segundos termino con mi rostro, a lo que me iba a levantar, más sentí una cuerda agarrarme del cuello con gran velocidad y ser apretada.

El aire faltaba en mis pulmones y mi cuello se empezaba romper por el fuerte agarre, intenté de agarrar las cuerda con mis manos más al tocar su tela sentí algo líquido, no era un objeto sólido, sino era sangre que actuaba como una cuerda, intenté de mirar hacia atrás para ver quién había usado un hechizo así, más la saliva de mi rostro me impedía hacer cualquier acción, mis ojos rojos parecían salirse de mis cuencas, sentir el miedo a la muerte, más no iba a morir.

( Extensión de Marea )

Las gotas de lluvia empezaron a ser empujadas por un hechizo de agua que se expandió cual si se tratara de una onda empujando a todo a mi alrededor, gracias a eso pude evitar mi muerte, mire a mi alrededor notando a mi atacante.

Frente a mi, se encontraba alguien con capuchas negras, parecía algún no muerto, pues tenía múltiples múltiples heridas abiertas con mucha sangre, sus tripas estaban a merced de la naturaleza y sus ojos eran de colores violetas, azulados y verdosos, rápidamente use mi visión para poder ver el mana que tenía.

Mis ojos se abrieron a través de su sistema nervioso hasta llegar al sistema de mana, este de alguna forma seguía en funcionamiento, cosa rara, pues un no muerto solo absorbe el mana de su ambiente, sería una extraña nueva variante de las mazmorras, no lo sabía más no me daba buena espina.

( Creación : Escudo Ofensivo )

En mi brazo izquierdo se manifestó un escudo de color carmesí con el aspecto de una hoja, mientras eso pasaba saque de mi espalda una daga corta, no estaba en mis planes el pelear por mi vida, más tenía una buena excusa para tardar más de lo debido.

Noté como el no muerto se levantó y me miró a los ojos, su enfado era notorio, ¿Acaso tenía rencor contra los elfos ?.

— Sabía que debía matarte con la sangre y no darte una muerte tan placentera — menciono este con algo de veneno, mi rostro era atónito pues pocos no muerto son capaces de hablar.

— Como que placentero, acaso sabes lo que es ser ahorcado hasta la muerte — mencioné con algo de ira como de burla, se me hacía un tanto de gracia lo que dijo.

— Como sea, no tengo mucho tiempo que perder contigo, debo que asistir a una boda dentro de unos minutos, tú serás el primero — menciono paga que luego mucha sangre saliera de su cuerpo y estos tomarán la forma de unos tentáculos.

— Será sobre mi cadáver que llegarás a tu objetivo — mencioné mientras que me ponía en posición de batalla.

— Quién dijo que pensaba dejarte vivo — menciono con una sonrisa sádica mientras que mostraba sus dientes de forma macabra.