🫧 Capítulo 1

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—¡¿Has perdido la cabeza?! —Me dijo mi amiga claramente preocupada. —¿Sabes lo que puede pasar si vas a ese lugar?

—Conozco los riesgos ChaeRyeong, pero es el único lugar que me queda por buscar. —Le respondí.

—YeSeul llevamos tres meses recorriendo las profundidades y no hay rastro del anillo. Quizás podríamos preguntarle a alguna raya o a algún delfín...

—Ya he hablado con ellas, no han visto nada. —Suspiré.

—YeSeul, deberías hablar con el consejo de sirenas mayores y...

—¡No! —Grité aterrorizada. —¿Acaso quieres que me maten deshidratándome en una costa vacía como a una esponja? —Le reproche con miedo. —Hablaré con MinJu.

«No tengo otra opción.» Pensé.

—¿Con MinJu? Ahora sí que estoy convencida de que has perdido la cabeza... —ChaeRyeong me miró como si estuviera completamente loca. —No digo que sea mala chica, pero la echaron del grupo del norte, y ya sabes que las sirenas del grupo norte son muy peligrosas.

—Sí, y también son las mejores en pociones. Estoy segura de que MinJu sabrá como lograr que pise tierra firme. —Dije convencida. Recurrir a MinJu era mi última posibilidad.

—¡YeSeul acabarás en un acuario! O peor aún, ¿Y si experimentan contigo?

—Tendré cuidado. —Me acerqué a ella para intentar tranquilizarla. —Además sabes tan bien como yo que es más peligroso que el anillo esté en manos de uno de esos extraños humanos. Podrían acabar con todo.

Mi mejor amiga me miro de arriba a abajo durante unos instantes antes de resoplar y rodar los ojos.

—Bien, te acompañaré a buscar a MinJu. —Yo le sonreí y ambas nos sumergimos dentro del agua en busca de MinJu.

La chica se había adueñado de una pequeña gruta marina que encontró a los alrededores del pequeño trozo de tierra en los que unos humanos construyeron una torre con una gran luz. Las olas solían chocar con violencia a los alrededores de aquel trozo de tierra, por lo que los marineros no solían acercarse.

ChaeRyeong y yo nadamos con cuidado entre las rocas hasta que vimos como el color del agua se iba aclarando, había luz cerca.
Mi amiga y yo logramos salir a la superficie, miré a mis alrededores impresionada. Todo estaba decorado como una auténtica cueva de piratas.

—Pero... Esto no es luz del sol. —Murmuró ChaeRyeong acercándose a una especie de candelabro de la cual salía una luz naranja que desprendía algo de calor.

—¿Está es la cueva de MinJu? —Pregunté mirando a mis alrededores.

Se me hacía extraño que hubiera una pequeña zona en la que podías caminar, como si un humano también pudiera estar aquí.
Nade lentamente hasta unas pequeñas escaleras de piedra. Intenté subirlas con la fuerza de mis brazos, pero era complicado.

—¿Qué estás haciendo, YeSeul? Las sirenas no pueden salir del agua, te puedes morir por deshidratación. —ChaeRyeong intentó frenarme tirando de mi cola.

—Por un par de segundos no me voy a secar, ChaeRyeong.

Intenté volver a subir con la fuerza de mis brazos, solo conseguí que mi torso quedara fuera del agua.

—¿Qué estáis haciendo aquí?

Volví a sumergir casi todo mi cuerpo en el agua.

—¡MinJu! —Salude con la mano a la sirena que acababa de sacar la cabeza del agua. —¡Hola!

—¿Qué estáis haciendo aquí? —Repitió.

—Necesitamos hablar contigo. —Dijo ChaeRyeong. —Bueno, YeSeul tiene que hablar contigo.

MinJu miró a ChaeRyeong seriamente antes de mirarme a mí.

—Habla.

—Yo... Emm... ¿Sabes si hay alguna manera de pisar tierra firme? —Pregunté tímidamente mientras pasaba mi mano por mi nuca.

MinJu me miró con los ojos muy abiertos mientras levantaba una ceja. La verdad es que me daba miedo cuando ponía esa mirada.

—¿MinJu? —Pregunté moviendo mi mano de un lado a otro.

La chica nado hasta mí y tomó mi muñeca con fuerza.

—Vaya... ¿Has perdido tu anillo de aguamarina? —MinJu me volvió a mirar de esa manera tan espeluznante.

«¿Cómo se había dado cuenta de que no llevaba el anillo? No aparto la vista de mis ojos en ningún momento.»

ChaeRyeong se acercó a nosotras. —YeSeul está leyendo tus pensamientos. —Yo mire a mi mejor amiga confusa.

«¿Las sirenas del norte pueden hacer eso?»

Volví a mirar a MinJu, sus ojos se habían vuelto de un azul muy oscuro.

«Oh, mierda.»

MinJu soltó una pequeña risa y soltó mi muñeca, sus ojos volvieron a la normalidad.

—Así que la sirenita ha perdido su anillo y quiere ir a tierra firme a buscarlo... —Dijo MinJu en voz alta mientras se alejaba de nosotras.

—MinJu por favor... Necesito recuperar mi anillo, sabes que es muy peligroso que un humano tenga un anillo de sirena. —Le supliqué.

—Me preguntó qué diría el consejo al saber que has perdido el anillo de aguamarina... —Me dijo mientras sonreía cínicamente. —Podrían expulsarte del grupo.

—MinJu. —ChaeRyeong la miró con seriedad.

MinJu soltó una risa antes de acercarse a la orilla de piedra por la que había intentado subir momentos antes. Subió como si nada y comenzó a usar sus poderes de vapor.

—¡¿Qué haces puta loca?! —Gritó ChaeRyeong asustada intentando nadar hasta ella para devolverla al agua.

Pero antes de que eso sucediera su cola desapareció, tenía unas de esas extrañas piernas que tenían los humanos.

ChaeRyeong y yo nos miramos con los ojos como platos antes de mirar a MinJu.

—¡Eres una humana! —Afirme emocionada. En cambio, ChaeRyeong la miró con algo de desagrado.

—¿Esto responde a tu pregunta de si puedes ir a tierra firme? —Dijo mientras me miraba desde ahí arriba.

—Es increíble... —Dije mientras miraba emocionada sus piernas.

—Podría hacer que fueras a tierra firme... pero eso tiene un costo. —Murmuró mientras sonreía. —Tengo que hacer una poción y tengo que usar el poder de mi anillo.

Miré el agua de mi alrededor durante unos momentos.

«¿Con que podría pagarle? ¿Perlas quizás? Pero no tengo suficientes...»

—¿Sabes? Necesito recolectar algunos minerales que solo puedo encontrar en tierra firme... —Murmuró MinJu mientras se acercaba a una mesa en la que tenía un montón de frascos. Tanto llenos como vacíos. —Y yo sola no puedo, son demasiados.

—¡Te ayudaré con todo lo que necesites! —Dije mientras me acercaba a una de las rocas.

—YeSeul... —Murmuró ChaeRyeong.

—No te preocupes pequeña Chae, en cuanto tu amiguita entre en contacto con el agua volverá a ser una sirena. —Dijo MinJu mientras machacaba unas algas en un mortero.

Miré a ChaeRyeong y le dije: —Necesito hacerlo.

—Está bien...

Le sonreí y me giré hacia MinJu. —Aceptó el trato, MinJu. Yo te ayudaré a recolectar lo que necesitas a cambio de tener piernas.

—Es un placer hacer negocios contigo, YeSeul. 

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