Nayeon se mordió el labio, moviéndose sobre su sitio nuevamente. Sus bragas estaban totalmente empapadas y estaba empezando a preocuparle que talvez este arruinando el sillón también. Mirando rápidamente a Jeongyeon para asegurarse que su atención aun estuviera en la pantalla, Nayeon paso las manos por debajo de entre sus piernas solo para asegurarse. El sillón estaba a salvo, pero el interior de sus muslos estaba húmedo ahora también. Estirándose hacia arriba en su asiento Nayeon cruzo las piernas esperando que bastara para cubrir su excitación.

Jeongyeon notó el movimiento de Nayeon de reojo. Vio cuando Nayeon poso sus manos entre sus muslos y pudo notar cuando mojada estaba. Se aguantó un gemido, regresando a la televisión. Su corazón estaba palpitando salvajemente en su pecho ahora.

"Oh joder. Ahí. Lámeme." Abbie gimió. Sus piernas estaban a cada lado de la cabeza de Kate y su espalda estaba arqueada para que pudiera alcanzar la cabecera tras ella y sostenerse. Sus pechos estaban expuestos y la única parte de la cabeza de Kate que se podía ver era su lengua sobresaliendo para lamer el sexo de Abbie. "Si. Eres una buena zorrita para mi." Abbie meneó sus caderas, sobando sus pliegues en los labios de Kate.

Las manos de Kate se aferraron a la cabecera, aguantando su respiración antes de que Abbie se alzara dándole un momento para respirar. Cuando Abbie volvió a inclinarse sobre Kate para repetir el proceso Nayeon jadeó —Oh, dios.

Jeongyeon se volteó para analizar a Nayeon. Estaba sonrojada, respirando pesadamente, y estaba ahora retorciéndose constantemente. Estaba claro que estaba absolutamente excitada y necesitaba algún tipo de desfogue.

—¿Estas bien por ahí, Nayeon? —Jeongyeon se aseguró de que su voz sonara seductora solo para incitarla.

—Creo... creo que mi pulso se ha elevado y estoy experimentando una hiper-sensibilidad ante los eventos que se están desarrollando... en la pantalla —Ni siquiera Nayeon estaba segura de que lo que acaba de decir tenía sentido. Ya no era capaz de hilar un pensamiento cuerdo. Toda su atención estaba en la palpitación en su centro y la humedad empapando sus bragas.

Jeongyeon se sonrojó diciendo esto, sin embargo, mantuvo su famosa sonrisa pícara —¿Sabes? Si necesitas... uh... masturbarte... puedes hacerlo. No te juzgare ni nada... —Jeongyeon se encogió de hombros como si fuera una situación normal ver porno con tu mejor amiga mientras esta se masturba.

Nayeon miró a Jeongyeon. Un fuerte gemido desde la pantalla y la imagen de Abbie sobándose sobre la cara de Kate hicieron que Nayeon terminara de decidirse. Moviendo sus piernas sobre el sillón hacia Jeongyeon, Nayeon dejó caer una pierna en el piso mientras la otra se posaba en el sillón. Jeongyeon tragó saliva repentinamente la boca se le había secado. Cuando le sugirió esto a Nayeon pensó que Nayeon se mantendría en su sitio sentada. Nunca espero que le diera una vista panoramica de sus bragas empapadas.

"Joder... joder... no pares, Kate." Abbie obviamente estaba cerca de su clímax.

Sin embargo, fue el gemido de Nayeon que tuvo toda la atención de Jeongyeon —Oh dios... si.

Nayeon había deslizado una de sus manos entre sus bragas y Jeongyeon podía ver el ligero movimiento de sus dedos mientras los deslizaba entre sus pliegues.

La cabeza de Nayeon estaba volteada mirando hacia la pantalla y su estómago estaba ondulándose con el esfuerzo de controlarse para no empotrar sus dedos dentro de ella. Jeongyeon no podía quitarle los ojos de encima. Sabía que estaba mal, pero la televisión no era nada comparada con la escena de Nayeon dándose placer a sí misma. Era erótico, sensual, y tal como los húmedos sueños de Jeongyeon.

—Nayeon... —Jeongyeon suspiró su nombre, sus ojos oscurecidos ahora.

Nayeon regresó su atención a Jeongyeon. Podía ver como Jeongyeon estaba viendo su mano dentro de sus bragas y tomó un respiro para evitar gemir. —S... ¿Sí?

—No puedo dejar de verte —Jeongyeon admitió. Sexo, lujuria y excitación habían sobrepasado su vergüenza y su normal, algo mojigato, comportamiento— Dime que me detenga.

Nayeon sacudió su cabeza.

—No quiero que te detengas —Fue entonces cuando los ojos de Jeongyeon se posaron en los de Nayeon – Quiero que me veas, Jeongyeon. Me excita tenerte mirándome.

—Ok —Jeongyeon asintió ligeramente. Su mirada oscurecida se posó nuevamente en el centro de Nayeon, apreciando como su espalda se arqueaba y su muslo temblaba.

Nayeon vio como Jeongyeon la miraba, sintiendose increíblemente sexy y traviesa. Era una combinación pecaminosa y Nayeon sabía que no duraría mucho más. Deslizando dos dedos dentro de su centro, Nayeon soltó un grito de placer.

—Si... Oh dios mío... Uhhh.

La televisión había ido a otro comercial, pero ninguna de las dos lo había notado. Jeongyeon podía darse cuenta de que Nayeon estaba danzando cerca del límite de su orgasmo.

—Grita, Nayeon —Jeongyeon jadeó.

Pupilas dilatadas miraron a Jeongyeon mientras su orgasmo la encontraba. Metiendo y sacando sus dedos rápidamente Nayeon se corrió, su espalda arqueándose y sus pulmones gritando su placer. Su cuerpo se sacudió en pequeñas convulsiones antes de recostarse en el sillón, respirando aceleradamente para compensar la falta de aire.

Tragando saliva lentamente Nayeon deslizó sus dedos hacia afuera, temblorosamente sacándolos de sus bragas. La atención de Jeongyeon estaba en ellos, queriendo probarlos.

Exhalando, Nayeon miro a Jeongyeon, ojos abiertos. Ahora que su excitación había pasado y estaba en más control de sí misma. Cayó en cuenta de lo que acababan de hacer. Buscando alguna señal de arrepentimiento o vergüenza, Nayeon no encontró ninguna.

—Yo... —Nayeon se sonrojó.

Jeongyeon sonrió. Había visto a Nayeon avergonzada antes —Eso tiene que haber sido lo más sexy que jamás haya visto antes, Nayeon. No sabía que tenías un fetiche con que te vean.

—Voyerismo —Nayeon sonrió coquetamente. Sabía que Jeongyeon estaba provocándola— Solo por ti.

Jeongyeon asintió, siendo incapaz de quitar su mirada de los dedos mojados de Nayeon. Entendiendo sus intenciones, Nayeon alzo su mano por su cuerpo, hasta su boca donde empezó a succionarlos. Hizo un show lamiéndolos uno por uno hasta quedar limpios, antes de sacarlos con un pop de su boca. Jeongyeon gruño en aprobación ante la escena.

—Dios... —Jeongyeon jadeó, teniendo que apretar sus puños para mantenerse semi-calmada.

Nayeon soltó una risa ronca que hizo que el centro de Jeongyeon se mojara aún más.

—¿Te gustaría probarlos, Jeongie?

—Yo... no... no podemos —Jeongyeon tartamudeó pillada con la guardia baja. Esta era la reacción que Nayeon esperaba. Lentamente se acercó para sentarse al costado de Jeongyeon, levantando su quijada para que la mirara.

—Estoy segura que ya cruzamos esa línea hace rato y no tengo intenciones de regresar —Nayeon la miró profundamente exhibiendo amor y verdad en su mirada.

Jeongyeon devolvio la mirada, antes de que sus ojos bajaran a mirar sus labios —Voy a besarte ahora... —Jeongyeon levantó su mano para evitar que Nayeon respondiera— y luego vamos a terminar el resto del documental porque esta de la putamadre y es demasiado sexy...

—Cuidado con el lenguaje —Nayeon interrumpió, dandole una sonrisa tonta.

—Y luego... —Jeongyeon continúo también sonriendo— Voy a cogerte y poseerte sobre cada mueble que hay en tu casa.

Nayeon se estremeció ante el desafío, aun sabiendo que sería imposible de lograrlo en una noche. Pero cambió de parecer cuando los labios de Jeongyeon se presionaron sobre los suyos.