Sam.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Samantha July Potter





























•─: ∙:°:◦:∙•∙:◦:°:∙ :─•




















































































O

ctubre, 1993.


La rubia movía su pie de arriba abajo, estaba sentada bajo la sombra de un árbol viendo continuamente su reloj de oro y luego al castillo como si esperará algo.


–Vamos Jenny, sal ya–Apuró la ojiazul.


Su hermana melliza y ella habían hecho una "pequeña broma" al señor Filch hace rato, pegaron todas las cosas de su oficina al techo, pero por desgracia fueron descubiertas en el acto y tuvieron que separarse para que no las atrapen.


–Sabía yo que no debíamos prestarle el mapa a Harry, ese enano...–Seguía diciendo la mayor de las Potter.


La chica se aferró al relicario en su cuello, su madre adoptiva había puesto su sangre dentro para protegerla, le daba tranquilidad cuando los nervios la atrapan.

Ella sabía bien que no es realmente una Potter, al menos no de sangre porque James Potter no es su padre, pero había crecido con ellos, la amaban igual que a Jen o a Harry.


Recordó cuando tenía 7 años y sus padres les dijeron la verdad a ella, Jen, Júpiter y Harry, ese día creyó que su mundo se quemaba hasta los cimientos al saber que su madre biológica murió y su padre era...
Esa cosa.

Lo único que la mantuvo viva fue su madre adoptiva, Antanassia Potter, quien antes fue una Malfoy y eso la hacía su tía biológica, Sam entendió que si su tía pudo sobrevivir a la sangre Malfoy, ella también.


–Te digo que me acusan injustamente, yo no tendría que ser castigado por llamar a la sangre sucia por lo que es–Escuchó que decían.


La Potter frunció el ceño molesta, conoce demasiado bien esa y lo odia demasiado como para poder mantener su calma antes su sola presencia.

Sabía quién era él, sus padres se lo dijeron también, pero no le importaba en lo absoluto, su madre tiene razón al decir que ni ella ni sus hijos comparten más que sangre muerta con los Malfoy.


–Podrá ser verdad lo que dices, Draco, pero fuiste un idiota al decirlo frente a todos–Regañó una voz fría.


La respiración de Sam se detuvo por unos segundos al escuchar esa voz, quería correr pero sus piernas dejaron de responderle, así que solo se ocultó más tras ese árbol.


–Vete al castillo, recibe el castigo como el idiota que eres–Ordenó el hombre a su hijo.

–Si padre...–


Draco tomó la mochila del suelo, pues la había lanzado ahí cuando hizo su gran argumento de defensa, dio un último vistazo a su padre y volvió al castillo corriendo a todo lo que sus piernas daban.


–Niño estúpido–Se quejó alguien.


Samantha soltó chillido asustado al escuchar que alguien se apoyaba del otro lado del tronco de su árbol, su madre dijo que él es peligroso, debía correr.

Pero cuando se disponía a levantarse por fin para irse fue que alguien asomó su cabeza poblada de cabellos rubios platinados y la vio curioso con esos ojos azul hielo tan iguales a los de ella.


–¿Nadie te enseñó a no escuchar conversaciones ajenas niña?–Cuestionó el Malfoy de mala gana.


La rubia levantó su mirada finalmente y lo vio de mala gana, una expresión que estaba segura que le había copiado a su madre, Antanassia, que la hacía cada vez que se enoja por algo.


–¿Anty?–Llamó el ojiazul confundido.

–No–Contestó la chica con voz más segura de la que creyó tener.

–Lo siento entonces, te pareces a Antanassia Malfoy–Explicó el mayor rascando su nuca–Es mi hermana–

–Lo sé–Interrumpió la menor levantándose–Es mi mamá


La boca del hombre se abrió de par en par viendo a la chica frente a él, ciertamente tenía un gran parecido a Antanassia, incluso a Pandora, pero le recordó más a alguien que conoció hace mucho tiempo.


–¿Eres hija de Antanassia?–Repitió el rubio con una media sonrisa.

–Sí, eso dije ¿Estás sordo o qué?–Soltó la rubia sin contenerse.


Una pequeña risa se escapó de los labios del Malfoy, definitivamente está chica le recordaba más a su chica ruda que a su hermanita, de hecho se sorprendió a si mismo al darse cuenta de que reía, hace mucho que no reía, desde que ella se fue.


–Definitivamente te pareces a alguien–Él se quitó su guante de cuero negro y extendió su mano–Soy Lucius Malfoy

Samantha July Potter–Se presentó la Slytherin frente a él–Y si me dice July le voy a meter ese bastón por donde no quiere que le entre–Amenazó.

–Samantha...–Repitió Lucius con ternura en su mirada–Es un hermoso nombre para una hermosa niña, sobrina–

–Mi nombre lo escogió mi tía Marlene–Mintió.


Su madre le había dicho que hacer en ese caso, Antanassia Potter siempre tiene un plan B y había educado a su hija mayor para tenerlo también, la mentira estaba lista por si acaso.


–Y usted no es mi tío–Siguió la rubia menor–Usted no es hermano de mi madre ya, es un horrible hombre con el que solo comparto una mínima de sangre–


Esto pareció herir profundamente al Malfoy, Sam incluso podría jurar que vio sus ojos cristalizarse por lo que le dijo, pero se dijo mentalmente que solo se engañaba.

Un hombre que había vendido a la familia de la mujer que supuestamente amaba y que estaba dispuesto a que los hijos de su hermana mueran ante Voldemort no podría llorar.


–¡Sammy!–Llamó alguien.


Los dos rubios se voltearon para ver a una castaña clara, con algunos mechones de color cobrizo, corriendo hacia ellos con sus brazos al aire y una gran sonrisa.


–¿Quién es?–Preguntó Lucius recuperando la compostura.

–Mi melliza, Jen

–¡Sammy!–La ojiazul saltó a la espalda de su hermana mayor–¡Adivina quién se escapó del mismísimo Dumbledore!–

–Tú, Jenny ¿Quién más?–Bromeó la rubia.


El mayor las observó a ambas, se dio cuenta de que Sam es la viva imagen física de su hermanita menor mientras que Jen es una copia casi calcada de James Potter pero con los ojos de los Malfoy.


–Ay por Salazar–Murmuró Jen bajando de la espalda de su melliza–Es... es...–

–Lucius Malfoy–Se presentó por segunda vez el rubio mayor extendiendo su mano aún sin guante.

–Vamos ya, Sam–Pidió la castaña tomando la mano de la rubia a su lado–Mi hermoso Júpiter nos está buscando...–

–¿Júpiter es?–Cuestionó Lucius tratando de hacer que ellas hablen más, tratando de que se queden un rato más.


Las dos Slytherin se vieron entre ellas con algo de duda, de solo saber que habían conversado con él su madre iba a explotar de la furia y su padre de la preocupación.


–Nuestro hermano adoptivo–Contestó finalmente Sam–Hijo de nuestros tíos, fueron asesinados por su culpa, si no lo recuerda, Regulus y Jules Black–

–Yo...–

–Usted emboscó a nuestros padres mientras mis tíos eran asesinados por su señor–Acusó Jen–Debería tener vergüenza de siquiera vernos a los ojos–


Las dos Potter corrieron de regreso al castillo sin esperar una respuesta del mayor, él sólo las vio alejarse recordando las palabras de su hermana ese 31 se octubre antes de irse.


–No fuiste como yo, Anty–










































•─: ∙:°:◦:∙•∙:◦:°:∙ :─•



















































D

iciembre, 1993.


James estaba sentado en un sofá para tres frente a la chimenea, junto a él estaban sus dos hijas mayores leyendo el mismo libro que él tenía en sus manos "Quidditch a través de los tiempos".

Aunque realmente el señor Potter había dejado de leer hace casi media hora cuando su rubia hija le había comentado del encuentro que tuvo con Lucius Malfoy en octubre.


–Jennifer Potter–Llamó Antanassia desde la cocina–¡Más vale que mis manos dejen de estar azules ahora mismo!–

–Ay no, se suponía que piense que fue papá–Se lamentó la castaña levantándose–Debo huir–

–Va a ir a buscarte a donde sea que vayas, no puedo creer que le hagas una broma a mamá–Le dijo Sam divertida.

–Si me buscan por una emergencia estaré con los Lupin–


Segundos después la Potter había desaparecido en el fuego de la chimenea dejando a los otros dos a solas, la rubia siguió con su lectura pero su padre la veía en silencio con preocupación.


–Sammy, terroncito–Llamó el azabache con ese tono dulce que solo es para sus hijas–¿Quieres hablar de lo de Lucius?–

–¿Del asesino del tío Gideon, traidor a mi madre y donador de esperma para mi nacimiento?–Cuestionó la menor–No gracias, mi rey, no quiero–

–Mi hermosa rosa roja, tan bella como peligrosa, no tienes que mostrar tus espinas conmigo–Recitó el mayor.


Los ojos azul hielo de la chica se posaron en su padre y de repente lo abrazó, tan fuerte como si su vida dependiera de ello, el hombre la abrazó también.


–Yo deseo con todo mi ser llevar tú sangre en mis venas–Pidió la Slytherin entre lágrimas–Deseo ser tú hija como Jen lo es, la envidio profundamente porque lleva tu sangre en el cuerpo y me odio por eso–

–Samantha no eres menos hija mía porque mi sangre no este en tus venas–Aseguró James besando su frente–Y si tanto la deseas, mi dulce niña, iremos a San Mungo a que te hagan una transfusión, tenemos el mismo tipo–

–No es gracioso, papá–


Aún así la rubia tenía una media sonrisa en su rostro, el Potter sabía bien que ella se había esforzado toda su vida por parecerse a él, siempre lo notó, desde niña.

Cuando James reía, Sam lo veía tratando de imitar su risa, cuando él bromeaba la veía escribiendo las bromas para poder decirlas ella luego, cuando sonreía notaba que ella se esforzaba porque su sonrisa fuera identifica, siempre fue así.


–Eres mi hija, Samantha–Él la colocó en su regazo como a un bebé y la abrazó–Yo estuve ahí cuando naciste, te he cuidado y te he amado tanto como a Jen, no necesitas mi sangre o mi apariencia para tener mi amor–

–Pero Harry y Jenny...–La rubia secó una lágrima–Tienen todo de ti, los llaman las copias de James Potter y yo no tengo eso, no llevo tú sonrisa como ellos–

–Llevas una aún más hermosa, mi rosa roja–James acunó sus mejillas entre sus manos–Llevas una sonrisa igual a la de tú madre Anty con el brillo de tu madre Marlene, eres más que especial–

–Yo solo quiero ser una Potter–

–Tú eres una Potter, eres Samantha July Potter, eres mi hija y eso nadie lo va a cambiar nunca–


La chica no parecía convecida en lo absoluto, solo ocultó su rostro entre el cuello y el hombro de su padre y siguió llorando en silencio, ver lo parecida que es a Lucius Malfoy le había afectado profundamente aunque no lo diga.


–Tu abuela Minnie–Comenzó James luego de unos segundos–¿Crees que tu mamá se parece a ella?–

–No, en lo absoluto–

–Pero aún así Minnie es la madre que tú madre escogió–Recordó el azabache–Y yo estoy más que feliz de ser el padre que escogiste, Sammy–

–¿Aunque no tenga tu sonrisa o tu cabello?–

–No necesitas nada de eso–












































•─: ∙:°:◦:∙•∙:◦:°:∙ :─•



















































Abril, 1994.

Júpiter y Jen leían frente al gran ventanal que daba hacia el lago, Lyra y Rachel dibujaban a los dos Potter mientras ellos leían, finalmente Sam y Hades los veían aburridos.


–Esto es tan aburrido–Se quejó la rubia.

–¿Y si nos vamos tu y yo a un cuarto oscuro?–Bromeó el azabache que la rodeaba con su brazo por la cintura.

–Hades Regulus Black, me gusta como piensas–


Los dos se levantaron lentamente para que los otros no los vieran, salieron de la sala común de Slytherin lo más rápido que pudieron y luego se alejaron por el pasillo tomados de las manos.


–¿Qué dices de ir contra Rey y Harry?–Propuso Hades sonriendo.

–Ya están demasiado mayores como para no defenderse–Recordó Sam divertida–¿Y qué te parece ir contra los Weasley?–

–¿Los gemelos?–Ella asintió–No lo sé, la última vez creyeron que fue Lyra y se metieron con su cabello–

–Vamos, mi hermoso príncipe encantador–Animó la rubia–No vas a decirme que no a mi ¿Cierto?–


El azabache lo dudó por unos segundos, ella se acercó aún más y sonrió haciendo que él también sonría, si algo sabía Hades Black de si mismo que no le puede decir que no Sam Potter.


–Bien–Aceptó rodando sus ojos–Pero me vas a deber una grande por esto, Sam–

–No me amaneces así o me endeudaré más contigo–Molestó la ojiazul.


En ese momento dejaron de hablar al ver a uno de sus objetivos corriendo hacia ellos, no supieron distinguir si era Fred o George hasta que estuvo lo bastante cerca para distinguir un suéter morado.


–Georgie ¿Por qué corres?–Preguntó Sam.

–¡Elizabeth Simons!–


No hizo falta que el pelirrojo dijera algo más porque los otros dos ya estaba corriendo a su lado, los dos chicos tomaron la mano de la Slytherin para ayudarla a correr más rápido.


–¡George Fabian Weasley!–Gritó Elizabeth apareciendo por el pasillo.


La Gryffindor tenía su cabello de un color verde horrible, sus dientes estaban negros y su piel rosa, esto casi hace que los dos Slytherin se rían de ella, pero no hubo tiempo al verla tan enojada.

Fred Weasley ya había caído ante la chica Simmons hace unos pocos segundos, flotaba detrás de ella amordazado y luchando contra las ataduras que solamente se apretaban más.


–¡¿Quién en su sano juicio le hace una broma a Elizabeth Simons?!–Cuestionó el Black.


Al hablar Hades fue que Elizabeth lo reconoció, para ese momento ya los tenía acorralados en un aula vacía sin salida, con la poca iluminación de las ventanas.

La castaña dejó de caminar hacia ellos y su mueca de enojo se transformó en una de vergüenza total al saber que el mismísimo Hades Black la había visto así.


–Escucha Elizabeth, nosotros no tuvimos nada que ver en esto–Aseguró Sam hablando por primera vez–Hades y yo solo estábamos paseando y él apareció–


George abrió su boca ante la traición recibida por parte de la rubia, esperó su castigo, pero en lugar de atacarlo como lo había hecho con su gemelo, Ellie Simons veía las manos unidas de Hades y Sam.

De repente la castaña se dio media vuelta y salió corriendo ocultando su rostro entre sus manos, Fred cayó al piso y rápidamente su gemelo lo ayudó a quitarse las ataduras.


–Esto...–Tres pares de ojos se fijaron en el Black.

–Hades–Llamó Samantha–¿Algo que decirme, corazón?–

–Te lo voy a explicar todo, mi amor–Aseguró el azabache–Luego de explicarle a Ellie o estaré muerto en la mañana si Hermione se entera–


El azabache besó la mejilla de su mejor amiga antes de correr tras la castaña Gryffindor que en ese momento tenía su cabello verde, todos se quedaron en silencio.


–¿Soy solo yo o eso fue incómodo?–Bromeó Fred levantándose.

–Seguramente cree que Hades y yo somos pareja, como todo el mundo–Tranquilizó Sam–Y de seguro le gusta mi Hades y él la está consolando ahora–

–Si, puede ser...–Murmuró George cerrando sus puños.

–¿Dijiste que cree que Hades y tú son pareja?–Ella asintió–¿Y no lo son?–


La Potter comenzó a reírse muy fuerte, en ese momento cualquiera habría dicho que la risa de Marlene McKinnon volvió a sonar en Hogwarts después de mucho tiempo.

–Claro que no–


La rubia salió del salón vacío para poder seguir a su furtivo y, al parecer, misterioso mejor amigo y preguntarle sobre su extraña reacción por lo de la chica Simmons.


–¿Escuchaste eso Feorge?–Fred zarandeó a su gemelo–¡Tienes una oportunidad!–


































































Nota:

Buenassss.

Sé que terminé esta historia hace mucho, pero como no he subido la segunda parte pensé en hace un par de epílogos ¿Qué les parece?❤️

Lucius y Sam ya se conocen...😶

¿Qué piensan de que Lucius viera tanto a Antanassia como a Marlene en Samantha?😶

¿Qué les parece Sam hasta ahora?🤩💚

Jen y Sam siendo Slytherin.
James: No me puedo enojar, son mis bebés.

Harry con un suéter de color verde.
James: ¡Traidor!

James como padre.🛐

¿Qué les pareció la relación padre-hija que lleva James con sus hijas?🥺❤️💚

Antanassia, sigues siendo mi mujer.🛐🛐

James como esposo.🛐
James como amigo.🛐
James simplemente existiendo.🛐

¿Qué les parece la amistad de Hades y Sam?🥺💚🛐

¿Quién le dice a Sirius que su hijo es Slytherin?🤣

¿Qué piensan se Hades Black?🛐💚

¿Y qué les parece Elizabeth Simons?🥺❤️

¿Teorías?

¿Quieren el epílogo de Jen?🤣🛐

Bye.❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro