Caminaba sola, sin rumbo, a un lugar completamente desconocido. No había nadie, pero a lo lejos se podía ver una cabaña abandonada.

Vi a un chico a lo lejos, justo al frente de la cabaña, no podía distinguir su rostro, pero estaba vestido con un pantalón negro y una camisa blanca.Él me hacía una seña con su mano, para que le siguiera.

"Ven " decía, aunque no lo escuchara, podía saberlo por su movimiento de labios. Comencé a acercarme cada vez más y lo seguí adentro de la cabaña.

"Ayudame " dijo susurrando en mi oído. Me estremecí por la cercanía.

Él me guió hasta hasta la sala de aquel lugar.

Mientras caminaba podía sentir algo que mojaba mis zapatos blancos. Cuando bajé la mirada, ya estaban teñidos de un rojo.

Vi al chico. Sus ojos celestes me imploraban ayuda, lágrimas salían de ellos. Puso una mano en su estómago, cubriéndolo.  Luego puso la otra, su camisa se comenzaba a manchar de rojo, y la sangre bajaba y goteaba  por sus dedos, hasta tocar el suelo.

"Ayudame, no sé donde estoy " decía con dolor.

-Dime como es lugar?- le pregunté.

-No lo sé, nada está claro- decía frustrado -Está aquí, debo irme-.

Luego cayó de rodillas y comenzó a gritar, pero pronto desapareció.

Me desperté sobresaltada. Mi respiración era agitada. El sudor caía de mi frente.

Otra vez el mismo sueño. Llevaba más de una semana soñando lo mismo.

Aquel cabello rubio oscuro, labios rosados y ojos celestes , se me hacían conocidos. Pero por alguna extraña razón, mi mente no me permitía recordarlo, por más que lo intentara.

Me fijé en el reloj, y solo eran las 3:30am. Entonces decidí dormir un rato más.

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Sé que es demasiado corto, pero el próximo va a ser más largo.
Espero que les guste!! C: