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Advertencias: fluff y poco drama. AU de híbridos y omegaverse

No pudieron librarse de eso, porque cuando Taehyung se ponía en plan insistente, no iba a detenerse hasta conseguir lo que quería. Y más cuando se trataba del chico que le gustaba: Kim Namjoon, un híbrido de pastor alemán, que iba en un curso superior y era uno de los chicos más inteligentes de la secundaria. A Taehyung le gustaba desde que lo vio por primera vez, y por fin se había atrevido a invitarlo, así que... ¿cómo ellos arruinarían eso?

Hoseok miró su reflejo en el espejo de su casa, observando sus uñas pintadas de rojo. Le gustaba mucho colorearlas y de alguna forma le daban fuerza ese día. No tardó en hacerse un ligero delineado en los ojos para enmarcarlos, le gustaban mucho y tal vez así se vería más bonito. Se puso encima una sudadera amarilla que le quedaba grande, pero era para cubrir los rollitos de su cuerpo, y se colgó su bolsito rojo en el hombro, donde escondía bellotas, antes de mirar una última vez su reflejo con aspecto deprimido.

Se veía horrible.

Bajó de su cuarto, encontrándose con su hermana mayor, Jiwoo, una ardillita muy bonita y delgada. Jiwoo le deseó suerte, revolviéndole el cabello. En el comedor se encontró con los mellizos Somin y Haein, que corrían en sus formas ardillitas por los sillones. Mamá, sentada en el sofá, les decía que se calmaran mientras sostenía a la hermana menor de todos, Chaeyeon. Eran cinco hermanos en la familia.

No eran tantos, en comparación a Jungkook. En la familia de su mejor amigo eran ocho niños, Jungkook siendo uno de al medio.

Se despidió de su mamá y salió a la calle, caminando hacia donde Jungkook y Taehyung ya le esperaban. Juntos, tomaron el bus que les acercaría al parque de diversiones. Jungkook iba tan nervioso como él, mientras Taehyung saltaba en su asiento, feliz.

―No conocemos a sus amigos ―dijo Hoseok débilmente, tratando de hablar sobre algo para relajarse. No le salió muy bien, con su voz asustada, en tanto Jungkook mordía su labio inferior por la ansiedad.

―Jimin es un híbrido de lobo ártico y Yoongi es un híbrido de pantera ―dijo Taehyung como si nada.

Jungkook se atragantó con su saliva.

―¿Lobo? ―dijo pálido, y Hoseok sintió náuseas―, ¿pa-pantera? ¡Taehyung, so-son carnívo-voros! ―titubeó.

―¿Y eso qué?

―¡Soy un conejo! ―chilló Jungkook―. ¡Y Hoseok es una ardilla! ¡Somos sus presas, Taehyung!

―Oh.

Hoseok mordió su labio inferior, con su estómago revuelto no solo por la perspectiva que planteaba Jungkook, sino también porque temía el momento en que llegaran allá y se repartieran sus citas.

Por el pensamiento repentino de que harían, por el pánico de que, cuando decidieran quién saldría con quién, Jimin y Yoongi no quisieran ir con él porque, bueno... estaba gordito.

Hoseok se pondría a llorar si eso llegaba a ocurrir.

Taehyung los tomó a ambos de las manos, impidiendo su huida, y puso una expresión astuta.

―Si no me acompañan ―dijo con voz amenazante―, voy a hacerles algo tan horrible que me recordarán por siempre.

―¿Qué cosa? ―preguntó Hoseok.

―Todavía no lo he pensado, pero ya se me ocurrirá ―bufó Taehyung.

Fueron arrastrados por el híbrido de zorro una vez se bajaron del bus hasta que vieron a lo lejos a Namjoon, hablando con sus dos amigos, y ambos omegas tragaron saliva a medida que se acercaban, reconociendo a los chicos por la descripción que les dio su amigo zorrito antes.

Jimin era unos centímetros más bajo que el resto de los chicos, su cabello era blanco y sus ojos oscuros, con sus orejas asomadas entremedio de sus pelos y una cola larga y esponjosa. Yoongi lucía del mismo tamaño, sólo que parecía ser el opuesto de su amigo, con sus rasgos animales siendo de color negro ébano.

―¡Joonieeeeeeeee! ―gritó Taehyung, llamando la atención del trío, que se volteó hacia ellos.

Hoseok no sabía para donde mirar, con Jungkook pareciendo querer colgarse de él por el miedo.

―Te presento a mis amigos ―dijo Tae―, el conejito es Jungkook y la ardillita es Hoseok.

―¡Hola! ―dijo Namjoon, adelantándose―. El lobo es Jimin y la pantera es Yoongi.

―Ho-hola ―tartamudeó Jungkook, medio oculto detrás de Hoseok, que bajaba la vista.

―¿Cómo van a ir ustedes? ―dijo entonces Taehyung, agarrando la mano de Namjoon.

Hoseok podía sentir que comenzó a sudar por el miedo.

―Um... ―Jimin puso una expresión pensativa―, ¿lo echamos a piedra, papel o tijera? ―ofreció, sonriendo, y cuando lo hizo ya no parecía un depredador―. El que gane, escogerá a su pareja.

Bueno, eso estaba bien. Si Hoseok ganaba, escogería a Jungkook como su acompañante, aunque eso se viera feo.

Los cuatro jugaron y ganó Yoongi, que no había dicho algo hasta ese momento. Estuvo un momento en calma, pensativo, hasta que decidió hablar:

―Quiero a la ardilla ―dijo con tranquilidad.

Hoseok se sobresaltó.

―¡Bien! ―dijo Jimin―. ¡Ven, Jungkookie!

Jungkook parecía a punto de llorar.

―Ho-hola ―repitió como tonto.

Jimin se rió.

―¡No te haré nada, lo prometo! ¡No como conejos!

Eso no pareció aliviarlo.

Yoongi se adelantó, con una sonrisa de lado en su rostro.

―Yo tampoco como ardillas ―aclaró, tomando a Hoseok del brazo.

Tampoco lo alivió, algo atónito por el simple hecho de que Yoongi le escogió. Creyó que cualquiera de los dos iba a escoger a Jungkook porque, por muy asustadizo que fuera, era muy bonito con sus orejitas blancas y su sonrisita traviesa, además de esos ojos enormes que tenía. Sumado al hecho, por supuesto, de que era delgado.

Hoseok sentía demasiada vergüenza en ese momento.

―¿A cuál juego quieren subir? ―preguntó Taehyung una vez entraron al parque.

―¡A la montaña rusa! ―señaló Jimin.

Se ubicaron en la fila, sin embargo, Hoseok comenzó a sentirse un poco nervioso porque no le gustaban esos juegos.

―Um, yo... ―llamó la atención de sus amigos―, yo pre-prefiero no subir... pero pueden subir ustedes si quieren ―se adelantó a decir, los nervios volviendo a su estómago cuando Yoongi le dirigió una mirada.

―¿No quieres que me quede contigo? ―saltó Jungkook algo preocupado, sabiendo que a su mejor amigo esos juegos le asustaban mucho.

―No te preocupes ―Yoongi agarró la muñeca de Hoseok de manera repentina―, yo soy su cita, tú ve con Jimin.

Jimin sonrió, agarrándole la mano a Jungkook antes de que pudiera decir algo gracias a la sorpresa, y tiró de él para seguir a Namjoon y Taehyung, que parecían ir en su propio mundo. Hoseok tragó saliva, volteándose para observar a Yoongi, que le contemplaba con curiosidad.

―¿Pasa algo? ―preguntó débilmente.

Yoongi sacudió su cabeza.

―Nada ―respondió, su voz grave, enviando un escalofrío por la espina dorsal de Hoseok―, es sólo que eres muy lindo.

Hoseok lo observó, algo atónito por sus palabras, su instinto animal enloqueciendo ante las palabras de Yoongi. Nunca, ninguna persona que no fuera amigo o familiar, le dijo eso de la nada. Por lo normal, sus compañeros se reían de él por estar gordito y le decían lo feo que se veía.

Debido a los nervios, Hoseok llevó sus manos a su bolsito, abriéndolo para sacar una bellota y llevársela a la boca, comenzando a mordisquearla con sus manos.

Yoongi sonrió y la ardillita apreció que tenía una bonita sonrisa, mostrando sus encías.

―Estás mintiendo ―dijo asustado Hoseok, pensando que quizás sonreía porque iba a comérselo―, soy feo.

El híbrido de pantera dejó de sonreír, oscureciendo su rostro.

Hoseok se asustó tanto que no pudo controlarlo: resonó un puf en el lugar y de pronto ya no era un humano, sino una ardilla pequeña, chiquitita, de un bonito color castaño claro, con unas líneas verticales negras en su espalda. Iba a correr hacia un árbol, lejos de allí, pero tardó demasiado en orientarse porque de pronto chilló al ser elevado por los aires.

―Sí ―comentó Yoongi, agarrándolo con extremo cuidado―, eres realmente bonito, Jung Hoseok, y hueles muy bien ―sonrió, encantado―. Mi omega.

Hoseok chilló con horror cuando Yoongi lo metió en el bolsillo de su sudadera y comenzó a caminar por el parque, como si no estuviera llevando una pequeña ardilla entre su ropa.

hoy les traigo este dibujito lindo de MyXopas

¡gracias por leer!

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