27.

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Advertencias: fluff y poco drama. AU de híbridos y omegaverse

este capítulo se centra en el NamTae uwu está ambientado como a mitad de la historia, cuando recién estaban comenzando a salir todos oficialmente uwu

Taehyung conoció a Namjoon cuando tenía trece años y llegó por primera vez a ese colegio. En verano se había mudado con sus padres a Daegu y lo habían matriculado en la secundaria más próxima a su hogar. Habían llegado desde las zonas rurales hacia la gran ciudad, y fue un gran cambio para Taehyung, además de que significaba comenzar de nuevo en un lugar y hacer amigos otra vez. En el campo nunca tuvo problemas, ya que al ser una comunidad pequeña todos se conocían, y estaba un poco asustado de ese nuevo año académico.

Las primeras semanas fue, por supuesto, un poco incómodo y conociendo a sus nuevos compañeros. Se le hizo raro compartir con tantos estudiantes en el salón, pues en el campo, no eran más de diez por curso. Además, la variedad era enorme: desde hámsteres hasta osos. Fue un poco difícil adaptarse al inicio, pero ya con el pasar de los días, se le hizo más sencillo.

Primero conoció a Namjoon y no a sus amigos, Jungkook y Hoseok. Al elegir algún taller, se decidió por el de Arte y Fotografía, y Namjoon fue su compañero de puesto el primer día de la clase.

―Pensé que sería teoría del arte ―se quejó Namjoon, llamando su atención―, no pintar en caballete...

―¿No le gusta pintar, hyung? ―preguntó Taehyung, mirándolo de reojo.

―No soy bueno pintando ―admitió Namjoon―, soy más de leer. Quería leer sobre Van Gogh, Picasso, Dalí, Monet...

―A mí me gusta mucho Picasso ―comentó Tae.

Namjoon pareció animarse con sus palabras, porque durante el resto de la clase se dedicó a hablar sobre teoría, estilos e interpretaciones de artes. Taehyung admiró cada palabra, incluso llegando a pensar que el alfa debía saber más que el profesor.

Para su mala suerte, no lo vio en las siguientes clases porque Namjoon se cambió de taller. Desde ese momento en adelante, su enamoramiento por el alfa no hizo más que crecer, mirándolo desde lejos y pensando en lo inteligente y atractivo que era. Soñaba con salir en una cita con él.

―¿Te has dado sesiones de besos con Namjoon? ―le preguntó Jungkook, ahora en la actualidad, mientras descansaban en el césped en uno de los recreos.

―Sí ―Taehyung sonrió con felicidad―. ¿Y tú con Jimin?

―Mmmm... ―Jungkook era muy tímido para contar sus experiencias personales.

―No sólo deben besarse ―señaló Hoseok―, deben hacer más que eso.

Jungkook soltó un chillido, agarrando el apio que había estado mordisqueando para lanzárselo a la cara. Hoseok alcanzó a agacharse para no recibirlo, aunque sin borrar su sonrisa.

―¿Y por qué me molestas tú? ―se quejó Jungkook―. ¡Yoongi y tú ya son todos unos esposos!

Hoseok también gritó y se lanzó sobre el conejito para meterle sus bellotas en la boca y ahogarlo. Taehyung soltó un par de risitas, aunque algo en él se deprimió un poco cuando veía a sus dos amigos con sus novios. Por muy increíble que pudiera parecer, ellos ya poseían parejas a pesar de que fue Tae el que impulsó la salida en donde se conocieron. Namjoon, hasta ese momento, no le había propuesto nada de ser novios a pesar de que se daban besos y, a veces, hacían algo más.

¿Tal vez no le gustaba tanto? Era la única explicación posible. Quizás Namjoon sólo lo veía como un omega con el que pasar el rato, ya que se comían la boca a besos y también se habían acostado un par de veces.

Esa idea le bajoneó más aún. Namjoon de seguro no estaba tan interesado en él y sólo le aceptaba los besos porque era un pegote. Taehyung creció en una familia donde las muestras de afecto eran de piel, con muchos abrazos, toques y cariños, y no podía evitar hacer lo mismo con la gente que lo rodeaba. En especial por el chico que le gustaba. Cuando veía a Namjoon y estaba con él, le encantaba tocarlo y besarlo. Sus padres siempre le decían que era un monstruo de afecto.

A lo mejor debía empezar a guardar sus distancias del alfa. Puede que le gustara mucho, pero Taehyung no quería que aceptara sus muestras de cariño por obligación. Eso, en el fondo, le hacía mal a él. Además de que podía dar una mala imagen sobre lo mucho que le gustaba: aceptar las pocas muestras de cariño que poseía a cambio de nada. Eso no era justo para Taehyung.

Así que eso fue lo que hizo el omega desde ese día en adelante. Para comenzar, decidió dejar de abrazarlo cada vez que lo veía, a pesar de que sus manos picaran por la necesidad de hacerlo. Era muy raro para él no abrazar a alguien a quien quería mucho.

Le costó todo su esfuerzo, pero al final, lo logró. No se lanzó sobre Namjoon cuando lo vio. Aunque eso no quitó que se metieron a un armario y se comieron a besos. ¡Hey, pequeños pasos significan grandes logros!

Como fuera.

―¿Por qué traes esa cara, TaeTae? ―preguntó Amber Liu, una híbrida de puma con la que compartía en la clase de biología.

―¿Qué cara? ―preguntó Taehyung, deprimido.

―Esa, como si se te acabara de atropellar un caballo.

La comparación lo hizo sonreír. Amber siempre sabía cómo animarlo.

―Problemas de amor ―dijo, suspirando.

―¿Cómo un chico tan guapo como tú tendrá esos problemas? ―bromeó Amber, sacudiendo su cabeza―. Pero fíjate, es que tu eres tonto. Seojoon te ha estado haciendo ojitos todo el semestre.

Taehyung levantó la vista y miró hacia Seojoon, que era un compañero suyo en la clase de biología. Era un chico muy atractivo, alfa y un híbrido de león. Él había notado, desde el inicio del semestre, que Seojoon le venía coqueteando y mirando más de lo común. Tae no lo había tomado mucho en cuenta porque estaba muy enamorado de Namjoon, pero ahora, ¿tal vez sería mejor ir mirando hacia otros lados?

―Seojoon ―habló, y el chico que se sentaba delante de él, se volteó a verlo―, hola.

―¿Hola? ―Seojoon sonrió, un poco confundido―, ¿cómo estás, TaeTae?

―Bien, ¿y tú?

―Ahora que hablo contigo, mucho mejor.

El claro coqueteo le sacó una sonrisa divertida. Seojoon era muy agradable y gracioso, además de que era preocupado y poco invasivo con él. A pesar de que sus intenciones eran claras, jamás se propasó o llegaba a ser insistente en su actuar. A Taehyung le caía muy bien.

Por eso mismo, cuando el profesor les asignó una tarea en dúo y Seojoon le preguntó si podían hacerlo juntos, Taehyung no dudó en decirle que sí. Antes lo habría pensado un poco más, pero ahora se decía... ¿para qué? Incluso si él no estaba muy interesado en Seojoon, era un muchacho agradable y divertido. Si no pasaba nada, estaba bien, y si pasaba algo... Bueno, ahí Taehyung pensaría bien qué hacer.

Además... No es como si estuviera haciendo algo malo. Namjoon y él no eran novios. A veces se besaban y actuaban casi como una pareja, pero jamás habían hablado sobre ser algo más serio, y a pesar de ser bastante extrovertido, a Taehyung le daba vergüenza preguntar. Y también le daba miedo escuchar la respuesta. ¿Qué pasaba si Namjoon sólo se reía de él y...?

Ya, quizás no reírse. Namjoon no era cruel, por el contrario, llegaba a ser bastante torpe en algunas ocasiones. Pero, ¿qué pasaba si él sólo le decía que no estaban en nada? O peor... que no le gustaba, pero como era tímido y Taehyung un poco invasivo, no sabía cómo decirle que no. ¡Que horrible sería para él! De sólo pensarlo, se deprimía y le daban ganas de llorar.

Se sintió mucho peor esa tarde, cuando salieron de clases y vio a sus amigos con sus parejas. Namjoon no se encontraba en ninguna parte, de seguro se quedó estudiando para aprobar los exámenes que se avecinaban en dos semanas más. Hasta Jin estaba allí, tirándole las orejas de conejo a Jungkook.

―¿Van a salir? ―preguntó, tratando de poner una sonrisa en el rostro.

―Iremos por unos helados ―dijo Jungkook, manoteando a Seokjin―, ¿quieres ir con nosotros?

Sería la tercera rueda de la bicicleta. ¿O cómo era el dicho? ¿No era así?

Como fuera. Yoongi y Hoseok siempre actuaban como una pareja de casados, tan melosos y azucarados. Por otro lado, Jin y Jimin se peleaban por la atención de Jeongguk, que solía aprovecharse de ellos para que le compraran cosas y le consintieran. Y Namjoon y él...

Namjoon solía acariciarle el cabello con una sonrisa suave. En un inicio, le gustaba mucho que lo hiciera, pero luego de tantos meses, y viendo cómo actuaban los otros alfas, ya lo sentía como muy poco. Por otro lado, él sabía que Namjoon no era muy dado a las muestras de afecto en público, sin embargo... Sí le gustaría que le expresara un poco más de cariño. Aunque si no eran nada, ¿tenía derecho a eso?

―Aaaah... ―titubeó un momento―, ¿y Namjoon?

―Está estudiando ―suspiró Yoongi―, no ha querido venir.

―¡Pero no te preocupes! ―Jin soltó las orejitas de Jungkook―. Yo seré tu pareja el día de hoy.

Jin lo abrazó por los hombros y casi que no lo soltó, impidiendo su huida. No le quedó más que aceptar la salida, y al menos Jin se tomó en serio su papel, a pesar de que Jungkook empezó a reclamar que también quería de su atención. Taehyung no sabía qué demonios pasaba con esos tres, porque Jimin no se veía afectado por los reclamos de su novio.

La tristeza volvió con más fuerza. Namjoon no era para nada como ellos.

Así que lo había decidido, desde ahora tendría que ser un poco más frío. Con el dolor de su corazón tendría que serlo. Sabía que evitarlo no era lo mejor, pero se forzó a controlarse cada vez que lo veía para no colgarse de su cuello, abrazarlo y besarlo. Lo más difícil fue hacer eso, porque era como si sus manos picaran por la necesidad de tocarlo. No era justo ser un monstruo de afecto y tener que contenerse con él.

Namjoon siguió actuando normal con él. El alfa parecía no darse cuenta de lo que ocurría, tan despistado como siempre, y eso lo hacía sentir más triste. Aunque también algo enfadado con él, ¿tan poco le importaba acaso?

Pero Namjoon sólo era... distraído y muy despistado. Al inicio no lo notó, más concentrado en sus estudios, pero se dio cuenta de que las cosas estaban raras cuando fue en busca de Taehyung en uno de los recreos. Pronto sería luna llena, y desde que estaban saliendo (en la mente del alfa) que esa noche la usaban para salir a correr y cazar. Taehyung era muy bueno cazando animales pequeños.

―Tae ―habló cuando lo vio, con el omega guardando sus cosas en el casillero―, hola, bebé.

Taehyung lo miró con una sonrisa leve. Namjoon se percató, en ese momento, que Tae ya no se veía tan entusiasmado a su alrededor. Antes siempre era como una bola de energía a su lado. Extrañaba un poco eso, ¿por qué ya no lo hacía?

―Hola, hyung ―saludó, y volvió a notar que no lo abrazó como solía hacer antes―, ¿ha pasado algo?

―¿Ah? ―Namjoon le miró, un poco confundido―. No, claro que no. Sólo... quería confirmar si nos veremos el viernes.

Notó el ceño de Taehyung fruncirse, como si estuviera pensando a qué se refería. Namjoon comenzó a sentir unos nervios dentro de él, aunque no podía entender a qué se debía. Su omega había estado actuando demasiado raro a su alrededor, ¿y si...?

No, no debía pensar esas cosas.

―¿Por la luna llena? ―preguntó Taehyung, y de pronto, Namjoon se moría por abrazarlo y besarlo. Hace mucho no lo hacía―. No creo que pueda, hyung... Tengo un... una comida familiar.

Dio un paso hacia él, a pesar de que sus palabras le provocaron un poco de tristeza. Fue peor cuando Taehyung retrocedió, pero sin dejar de sonreír.

―¡Ya me tengo que ir, hyung, debo hablar con un profesor!

Antes de poder añadir algo más, Taehyung ya se había escapado por el pasillo, escabulléndose en menos de treinta segundos. Namjoon ni siquiera pudo llegar a procesar una respuesta.

Bueno, él podía ser un poco despistado y dejado, pero ahora era evidente que algo estaba pasando. Taehyung le estaba evitando, era lo evidente, y eso sólo le hizo pensar en el motivo por el que actuaba así. ¿Acaso hizo algo mal? ¿Taehyung ya no quería salir más con él? Era la única explicación que encontraba como posible.

Sin embargo, no podía entender el porqué Tae había cambiado de opinión respecto a él. Actuaba tan entusiasta cuando todavía no eran novios, y ahora le evitaba de la nada... Su alfa empezaba a sentirse realmente afectado, pues a él le gustaba mucho Taehyung. Lo encontraba tan encantador, dulce y atento, que no pudo evitar enamorarse del omega.

Por lo mismo, no pudo evitar deprimirse los siguientes días. Su cara de tristeza fue evidente en algún punto, porque Yoongi lo juzgó con la mirada.

―¿Por qué traes esa cara de perro apaleado? ―preguntó.

―Porque es un perro, hyung ―dijo Jimin, mirando su celular―. Los perros siempre tienen esa cara.

Yoongi arrugó más el ceño. Namjoon ni siquiera hizo el amago de protestar, deprimido.

―Taehyung quiere terminar conmigo ―lloriqueó.

Sus dos amigos lo miraron. Jimin abrió la boca para hablar, pero en ese momento, Seokjin apareció con una gran sonrisa de felicidad.

―Jungkook va a entrar en celo ―avisó, y Jimin ahora fue el que frunció el ceño.

―¿Y tú por qué sabes eso? ―preguntó Jimin―. ¡Yoongi, dile algo a tu primo!

―Jin, no te metas con el novio de Jimin ―bufó Yoongi, rodando los ojos.

―Bueno, ¿y tú prefieres que me meta con Jungkook o con Hoseok? ―provocó Jin, y Yoongi movió la cabeza con tanta fuerza que casi se quebró el cuello.

―Jimin, te aguantarás a Jin ―habló Yoongi.

―Puff...

―¿Podemos volver con mi problema? ―preguntó Namjoon, quejumbroso―. ¡Taehyung ya no me quiere! Va a terminar nuestra relación.

―¿Por qué dices eso? ―Jimin sacudió la cabeza―. ¿No fue Tae el que nos impulsó a conocer a sus amigos para salir contigo? Pobrecito, estaba desesperado por una cita contigo.

―Espera ―Seokjin se sentó a su lado―, esto... ¿terminar? ¿Y desde cuándo están juntos?

Namjoon frunció los labios y miró a Seokjin como si fuera idiota. Seokjin le devolvió la mirada como si él fuera el idiota.

―Desde hace mucho ―replicó Namjoon.

―Eeeeh ―Jimin rascó su nuca―. Tiene un punto, Nam hyung. Es decir, ¿se lo has propuesto a Taehyung?

―¡Claro que sí! ―saltó Namjoon, pero algo en él comenzó a dudar.

―¿Taehyung sabe que es tu novio? ―se burló Yoongi.

Namjoon quería darle un golpe a su amigo, indignado por el hecho de que se estuvieran burlando de él, sin embargo, ahora no estaba tan seguro de que estuviera en una relación con Taehyung. O sea... Él creía que sí. Salían mucho, se besaban mucho y habían follado algunas veces. ¿Eso no era suficiente para estar en una relación? ¿No era algo implícito?

Él estaba seguro de que Taehyung sabía que ellos eran novios...

O, al menos, eso pensaba cuando dos días después lo pilló sentado muy cerca de otro chico.

Fue en uno de los recreos en que lo estaba buscando, porque sentía muchas ganas de verlo y abrazarlo. Él no era demasiado expresivo o de piel, pero Taehyung le provocaba esa necesidad, la de tocarlo y besarlo para ver esa preciosa sonrisa que poseía.

Así que se había decidido a buscarlo y hablar con él, y preguntarle qué era lo que le pasaba y si quería terminar su relación. Lo buscó en el patio y fue cuando lo encontró sentado en las bancas, riéndose y con un chico muy cerca de él, que lo miraba con ojos de enamorado. Era un híbrido de león, adivinó por su cabello rubio, las orejas y la colita, pero eso no lo detuvo para ir hacia Taehyung, con los celos bullendo en su interior.

―Tae ―habló, llamando su atención.

El omega se sobresaltó al escuchar su nombre, volteándose y mirándolo con los ojos muy abiertos.

―¿Hyung? ―preguntó.

Se sentó a su lado, sin importarle si estaba interrumpiendo su conversación o si se veía grosero con el otro chico. Incluso, de manera repentina, pasó su brazo por los hombros del omega, sorprendiéndolo y atrayéndolo contra sí.

―Te estaba buscando, bebé ―habló, tratando de mantener la tranquilidad en su tono―, ¿quién es tu amigo?

Taehyung se veía muy, muy confundido y fuera de sí. Miró desde Seojoon hasta Namjoon y viceversa, como tratando de encontrarle sentido a la situación.

―Es Park Seojoon ―habló Tae finalmente―. Está en clase de biología conmigo.

―Aaah ―Namjoon atrajo más a Taehyung―, hola, Seojoon. Soy Namjoon, el novio de Tae.

El omega giró su cabeza con tanta fuerza que algo sonó en su cuello. Tenía una clara expresión de sorpresa en su rostro, como si no se creyera lo que oía, pero Namjoon sólo estaba mirando a Seojoon. El alfa de león se veía un poco contrariado y enfurruñado.

―¿Novio? ―preguntó Seojoon―. Pues jamás oí de ti.

No pudo evitarlo y soltó un gruñido posesivo. Seojoon se lo devolvió. Taehyung no sabía dónde meterse.

―Y ahora lo sabes ―sintió la tentación de sacarle la lengua, o peor, el dedo del medio, pero logró controlarse a tiempo―. Y si nos dejas a solas...

―¡Nam hyung! ―alegó Taehyung―. ¡No seas grosero! ―Namjoon resopló y el omega rodó los ojos―. Ya, Seojoon...

―Nos vemos en clases, TaeTae ―bufó el alfa de león, poniéndose de pie y retirándose con una última mirada de indignación.

―Ya era hora de que se marchara ―murmuró Namjoon.

Taehyung se giró a verlo, viéndose igual de indignado que su amigo. Aunque el alfa no sabía porqué le miraba de esa manera.

―Hyung, ¿por qué le dijiste eso a Seojoon? ―regañó el omega, un poco enfadado. ¿Cómo decía que eran novios si ellos no lo eran?

―¿Qué cosa? ―Namjoon se encogió de hombros―. ¿Qué somos novios? Pues porque lo somos.

Taehyung sintió su rostro colorearse de rojo contra su voluntad. ¿Qué? ¿Qué le estaba diciendo?

―No lo somos ―dijo el omega, tratando de razonar―. No me lo has propuesto...

―¿Queeeeeeeeeeé? ―Namjoon se veía muy incrédulo―. ¿Cómo qué no?

―¡Pues... pues no!

―¡Pero si salimos juntos todos los meses a ver la luna llena! ―Taehyung no entendía a qué se refería y debía verse en su rostro―. Ah... Los perros cortejamos de esa manera, invitándolos a ver la luna llena...

―¡¿Cómo?! ―Taehyung se puso de pie, sin saber si enfadarse o reír―. ¡¿Es una broma?!

―¡Claro que no! ―Namjoon se veía indignado ahora―. ¡Tú me gustas, Taehyung, me gustas mucho!

A sus palabras le prosiguió un silencio vergonzoso. Namjoon bajó la vista, con las mejillas coloreadas, y Taehyung no podía creer lo que escuchaba.

―Taehyung... ―volvió a hablar Namjoon―, ¿era eso? Tú... ¿tú pensabas que no somos novios?

―No me lo has pedido ―se defendió Tae con debilidad―, y tampoco me decías eso de... de la luna llena...

―Ah... ―repitió el alfa―. Yo... lo siento. No creía...

―Eres un idiota.

Levantó la vista y, de pronto, Taehyung se le acercó y lo abrazó, estampándolo un pequeño y corto beso en los labios. Lo agarró por sorpresa, pero luego de un segundo, le devolvió el beso y abrazo.

―Perdón ―siguió diciendo Namjoon una vez se alejó―, de verdad. Pensé que... que estaba claro...

―¡No, no lo estaba! ―Taehyung, a pesar de su leve irritación, no se alejó―. Creía que... que yo no te gustaba porque nunca me lo pedías. No te gustaba lo suficiente.

―Jamás creas eso ―se inclinó a darle un beso en la punta de la nariz―. Me encantas, me encantas mucho.

Ahora la irritación desapareció y una enorme sonrisa pintó el rostro del omega. Esa visión sólo lo enamoró un poco más.

―Tú igual me encantas ―le dijo Taehyung―. ¿Lo... lo del viernes sigue en pie?

―Claro ―sonrió con un poco de diversión―. ¿Salimos a cazar conejos igual?

―¡Me encantaría! ―aceptó Tae, muy feliz.

Namjoon suspiró, aliviado. Al parecer, iba a tener que dejar de ser un despistado.

la vdd no sé si hacer otra parte centrada en el jinminkook jajajajaja 

¡gracias por leer!

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