CAPÍTULO 6 // PRIMERA LECCIÓN

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LOS HECHIZOS PASABAN A TRAVÉS DE LA HABITACIÓN, mientras cada estudiante se desarmaba. Blaire se emparejó con Hermione durante un tiempo, desarmándose mutuamente, algo que empezaba a aburrir a la morena después de un rato. No la malinterpretes, disfrutó el hecho de que finalmente podía usar la magia para las Artes Oscuras, pero ya sabía la mitad de esos hechizos. Harry quería que todos empezaran con hechizos defensivos básicos, donde Blaire quería hechizos más avanzados. Considerando que estaba más avanzada en las Artes Oscuras. Harry caminó alrededor de la enorme habitación secreta de ladrillos de Hogwarts, observando a cada estudiante practicar sus hechizos.

—¡Expelliarmus! —dijo Neville, pero falló cuando intentó desarmar al hombre de hierro, acero que sostenía una varita—. Soy un inútil —se quejó.

—Es que aireas demasiado la varita. Prueba así —dijo Harry, mientras sostenía su varita—. ¡Expelliarmus! —instruyó.

Blaire bostezó, mientras sostenía la varita de Hermione. La morena la tiró hacia su dueña, poniendo los ojos en blanco.

—¿Por qué los ojos en blanco, Hope? —preguntó Hermione molesta.

—Nos hemos estado desarmando durante los últimos treinta minutos. Se vuelve fastidioso después de un tiempo —la chica suspiró.

Hermione asintió con la cabeza, de acuerdo con la chica.

—Harry, ¿por qué no pasamos al Encantamiento Aturdidor? —insistió Hermione.

—Cierto —murmuró Harry—. El aturdimiento es uno de los hechizos más útiles de tu arsenal. Es como el abc de un mago.

—A ver, em, tú, Nigel —llamó Harry a un niño pelirrojo.

Harry fue al otro lado de la habitación y Nigel fue al otro. Todos los demás se hicieron a un lado, mirando a los dos. Blaire estaba al lado de Hermione y Ron, queriendo ver a Harry ser pateado en el trasero.

—Inténtalo lo mejor que puedas —Harry lo alentó.

—Oh, por favor, Harry, te van a patear el trasero —se jactó Blaire divertidamente.

Todo el mundo fulminó con la mirada a Blaire, quien respondió dándole a los estudiantes una mirada de muerte.

—¡Desmaius! —gritaron ambos, causando que ambos chicos cayeran hacia atrás. Blaire se echó a reír, mientras veía a Potter caer sobre su trasero, justo como ella quería que pasara.

—Bien. No está mal, Nigel. Bien hecho —le felicitó Harry.

Todo el mundo volvió a emparejarse para practicar el Encantamiento Aturdidor entre ellos.

—Me aseguraré de no ser tan duro contigo, Hope —Harry le sonrió, mientras su varita apuntaba constantemente hacia ella.

Blaire se rió entre dientes, mientras sostenía su varita hacia él.

—Oh, Potter, me gustaría verte intentarlo.

—¡Desmaius! —Blaire fue la primera en decir el hechizo, mientras que Harry lo dijo una fracción de segundo tarde.

Dos destellos blancos chocaron entre sí, empujándose juntos. Harry fue directo hacia atrás, mientras que Blaire sólo se deslizó un poco hacia atrás, pero se mantuvo firme. Blaire sonrió al chico Potter que ahora estaba en el suelo.

La morena se acercó al mago de pelo azabache, arrodillándose a su lado

—Ahora, ya que "no fuiste tan duro conmigo", puedes besar mi trasero de Slytherin —dijo Blaire con confianza. Una pequeña señal de diversión se mostró en la cara de Harry, antes de que desapareciera.

Blaire se volvió hacia donde estaban todos los demás, viendo a Hermione y Ron, con sus varitas apuntándose el uno al otro.

—No te preocupes, no seré duro contigo —le dijo Ron, y Blaire sonrió a Harry, quien la regresó con una mirada de muerte. Ella se rió, mientras se ponía junto a los gemelos.

—Un Sickle —apostó uno de las gemelos Weasley.

—Hecho —dijo el otro de acuerdo.

—¿Están apostando por su propio hermano? —preguntó Blaire, levantando las cejas.

Los gemelos Weasley se miraron por un momento, antes de volverse hacia la morena.

—Por supuesto —dijeron los gemelos al mismo tiempo, haciendo que Blaire se riera.

—Me gustan, chicos. Os mantendré.

—¡Desmaius! —dijeron tanto Hermione como Ron al mismo tiempo. Como Blaire sabía, Ron se cayó de espaldas sobre su trasero, mientras que Hermione permaneció completamente firme.

—Gracias.

—Cállate.

Blaire se rió de la apuesta de los gemelos Weasley. Honestamente, encontró a los gemelos muy entretenidos y divertidos para escuchar y mirar. Ella pensó que eran los niños Weasley menos molestos.

Cuando su primera clase llegó a su fin, Blaire finalmente estaba feliz de salir de allí. Le gustaba poder practicar las Artes Oscuras, pero ya estaba cerca de la cena, y su estómago estaba a punto de convertirse en un monstruo.

—Bien chicos, eso es todo. Gracias a todos por venir a nuestra primera reunión del ED —Harry agradeció a todos los que vinieron. 

Blaire se puso junto al trío, mientras ellos agradecían a todos por venir.

Una vez que todos fueron despedidos, Blaire y el trío caminaron hacia el Gran Comedor.

—¿Escucharon que Umbridge creó la Brigada Inquisitorial? La mayoría de Slytherin se inscribió, obviamente —mencionó Blaire al trío.

—¿Que ella qué? —dijo Ron con las cejas alzadas, Blaire asintió con la cabeza—. Es una maldita loca.

—¿Qué es? —preguntó Harry, volviéndose a la morena.

—Es un grupo que juntó para obtener créditos extras, para poder atrapar a los estudiantes que formaron organizaciones, básicamente va tras el ED —explicó Blaire, mientras olía el atractivo y hechizante olor de las natillas al horno.

—Tendremos que tener mucho cuidado con ella y los Slytherin —sugirió Harry.

Todos asintieron de acuerdo con él.

Eran casi las 11 de la noche, y Blaire yacía inquieta. La luna brillaba sobre ella desde la ventana, mientras la morena trataba de cerrar los ojos, pero seguían abriéndose. La chica estaba hecha polvo, así que no entendía por qué estaba tan despierta. 

Blaire escuchó a otras chicas que estaban completamente dormidas. Los dormitorios de las chicas eran un poco fríos, la morena podía decir que el invierno se acercaba. Actualmente era noviembre, y la brisa comenzaba a acelerar el ritmo.

Con un suspiro de disgusto y cansancio, Blaire se apartó del poste de su cama y se levantó, caminando hacia la sala común. Podría haber jurado que oyó pasos detrás de ella, pero lo ignoró. Estaba demasiado ocupada intentando quedarse dormida para prestar atención a quién estaba husmeando.

Blaire se sentó en una silla de cuero verde, que estaba junto al fuego, que estaba ardiendo; calentando la mazmorra.

—Entonces, eras tú quien estaba fuera de la cama — llamó una voz snob a la morena.

Blaire saltó al oír la voz, haciendo que la chica se pusiera de pie abruptamente, volviéndose hacia la persona misteriosa. Pansy Parkinson.

—¿Qué haces fuera de la cama, Pansy? —le preguntó Blaire.

—Podría preguntarte lo mismo, Blaire —cuestionó Pansy, poniendo su mano en su cadera.

Blaire suspiró, reajustándose en la silla.

—Simplemente no puedo dormir —admitió.

Pansy no apartó su habitual mirada fruncida de su cara, mientras se sentaba en la silla frente a la morena.

—¿Por qué te juntas con Potter, Granger y Weasley? —ladró.

—Deja de ser una completa capulla, ¡¿quieres Parkinson?! —le espetó Blaire—. Puedo juntarme con Gryffindors si quiero. ¿O estoy restringida a solo pasar tiempo con mis compañeros Slytherin?

Pansy se mofó.

—Te conozco Blaire, no estás solo pasando el rato con ellos sin una buena razón. Dímelo —exigió.

Blaire rodó los ojos.

—No hay ninguna razón, Parkinson. Solo creo que ellos son buena compañía —se encogió de hombros ligeramente.

—Buena compañía, ¿eh? —Pansy se rió—. ¿Cómo Draco es buena compañía? —espetó ella.

Blaire frunció el ceño.

—¿De qué demonios estás hablando, Pansy? ¿De dónde has sacado eso?

Pansy cruzó los brazos sobre su pecho.

—Quiero decir Hope, que estás interesada en Draco. Veo la forma en que lo miras —acusó a la bruja morena.

Blaire echó la cabeza hacia atrás, riendo amargamente.

—¿Hablas en serio, Pansy? Debes pensar que eres muy inteligente, ¿verdad? —preguntó Blaire, ganándose un asentimiento por parte de ella.

—Absolutamente, no me gusta Draco Malfoy. ¿Y crees que lo miro con lujuria y deseo? Maldita sea no, a menos que cuentes disgusto y repugnancia como lujuria y deseo, entonces claro, lo hago —explicó Blaire con severidad.

Pansy resopló, sabiendo que Blaire había ganado, subió de nuevo las escaleras a los dormitorios. Dejando a Blaire sola con el furioso, y ardiente fuego.