Caminar por las calles del instituto a primera hora de la mañana suele ser complicado, más aún si estás sumergido en tu teléfono móvil y dejas de prestar atención a todo a tu alrededor. Pero nadie podía culparlo, quizás tan sólo podían echarle la culpa a los múltiples cafés que había tomado aquel día.

Llevo tres cafés y ni siquiera son las ocho de la mañana.

Creo que no ha sido muy buena idea.

Tengo sueño.

¿Maratón de las chicas Gilmore en mi casa hoy?

¿Por qué no respondéis?

¡¡¡Hola!!!

Soohyun:

Jungkook, son las siete de la mañana.

Taehyung:

Necesito más de un café para soportar esto.

Sois unos aburridos.

Namjoon:

Te queremos, pero quizá es demasiado pronto para tanta energía.

Jungkook frunce el ceño ante aquel último mensaje, y rápidamente se prepara para escribir el mayor testamento sobre por qué nunca es demasiado pronto o tarde cuando se trata del café o de su serie favorita.

Pero mientras mueve los dedos con prisa a través de la pantalla, su visión se vuelve oscura, y de golpe, choca contra algo.

O más bien, alguien.
Alguien que olía a perfume y cigarrillos...

- ¿Estás bien? -Pregunta, mientras el castaño levanta la mirada para toparse con aquellos ojos azules-

Al verlo no puede evitar sentirse un tanto cohibido, mientras se regaña mentalmente por no haber prestado más atención a por dónde iba. Aunque también debe ser su maldita suerte, que entre todos los alumnos en el instituto se haya topado con Park Jimin.

Sus ojos azules lo miran con confusión mientras se retira los audífonos que siempre lleva puestos, y JungKook está tan sorprendido que no sabe muy bien que hacer o decir.

Jimin era el misterio de la pequeña ciudad, nadie sabía realmente nada de él o su familia, tan sólo que tenían dinero y vivían en una enorme casa detrás del bosque. Soohyun solía bromear que es el Edward Cullen del pueblo.

Y tiene algo de lógica, porque es extremadamente atractivo y tiene esa aura misteriosa que atrae a qué todo el mundo quiera acercarse a él y descubrir el secreto que se oculta tras esos ojos azules y su rostro siempre inexpresivo.

- Sí, lo siento -Responde en apenas un susurro-

Jimin se limita a asentir-.

- Ten más cuidado a la próxima, podrías hacerte daño. -Dice en voz baja, mirándolo fijamente a los ojos-

Es lo último que dice antes de volver volver a ponerse sus audífonos y comenzar a caminar de nuevo entre la multitud del pasillo.

Muchas gracias a larryflowers28 por permitirme adaptar la historia  ♡

Espero que les guste tanto como a mí <333