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Dedicado a Ness_Lee

— <3



esta fiesta es una mierda,
ojalá pudiéramos sumergirnos,
ve a cualquier lugar menos aquí,
no te des un golpe, no beses mis labios,

y por favor, no bebas más cerveza...

Wish you were sober, Conan Gray








— Por favor, hyung — dijo TaeHyun alargando la última palabra mientras movía el brazo de BeomGyu de un lado a otro — Será divertido, es la última fiesta del año y después de esto pasaremos a la Universidad. Por favor.

— Ugh, no lo sé Tae, sabes que esas fiestas no me agradan mucho y seguramente si voy me dejarás sólo y te irás con quién sabe quién, ambos lo sabemos — protestó BeomGyu tirándose de espaldas hacia el colchón de la habitación del rubio.

TaeHyun y él eran mejores amigos, solían pasar tardes enteras juntos entreteniéndose con la consola de videojuegos del menor que se encontraba en su habitación, viendo películas, haciendo tarea o simplemente platicando, mientras BeomGyu era quien llevaba los bocadillos.

BeomGyu sabía todo de TaeHyun y TaeHyun sabía todo de BeomGyu; conocían su sabor de helado favorito, su película favorita, lo que les gustaba, lo que detestaban, lo que les hacía sentir triste...

Bueno, realmente no sabían todo el uno del otro; no sabían que ambos tenían sentimientos de algo más que una amistad desde hace tiempo, pero la cobardía de arruinar su amistad que lograron forjar durante años los detenía. Durante mucho tiempo TaeHyun quiso declararse a su mayor, quiso darle a conocer sus sentimientos y esperaba ser correspondido, pero por distintas situaciones no lograba completarse su plan, como la vez que habían acordado verse en el centro comercial pero el idiota de su hyung estrelló su auto contra un poste pequeño cuando iba de camino.

En cambio BeomGyu hacía tiempo se había "resignado" a jamás expresar sus sentimientos, a su parecer era muy cobarde tomar esa decisión, pero eso no quitaba que cuando tenía pijamada con el rubio lo abrazara tan posesivamente oliendo el característico perfume que usaba TaeHyun en su cuello, perfume que él mismo le regaló y que no había día en que su mejor amigo no lo tuviera puesto. BeomGyu prefería admirar cada rasgo, cada risa, cada pequeña cosa que hacía TaeHyun, pero de manera silenciosa.

Esa tarde que poco a poco se convertía noche, habían terminado de hacer una maqueta de el ADN para la clase de Biología, afortunadamente gracias a lo perfeccionista que podía llegar a ser el pelinegro, todo salió bien y no hubo derrames de pintura por la alfombra. Luego de eso TaeHyun expresó su propuesta de asistir a la fiesta.

— No lo haré, no lo abandonaré, hyung. Es más, le prometo con el dedo meñique no hacerlo — musitó el rubio posicionándose frente al contrario con una sonrisa mientras levantaba el dedo meñique de su mano derecha.

— ¿Y qué si no cumples? — retó BeomGyu.

— Si no cumplo... Si no cumplo prometo comprarle el almuerzo todo un mes, aunque sé que eso no pasará. Acepte que se me cansa la mano, hyung — expresó TaeHyun con un puchero señalando su, aún levantado, dedo meñique en busca de sellar su tonta pero significativa promesa.

El castaño no muy convencido bufó para luego corresponder el entrelazar ambos dedos, ganándose una hermosa sonrisa de el menor. Esa sonrisa que tanto amaba.


彡*ૢ✧;;


Apenas eran las 11:00 PM de la noche tan esperada por TaeHyun, y BeomGyu ya no hallaba rastro del antes mencionado por ninguna parte de aquella casa que según su amigo le comentó le pertenece a los Huening. Linda por cierto.

Prometiste no dejarme sólo, Kang.

El pelinegro maldecía a su supuesto acompañante mientras caminaba entre la manada de adolescentes quienes la mayoría tenía un alto porcentaje de alcohol en su organismo, si no es que hasta drogas. Todos bailaban sin parar, unos de manera tranquila, otros como si fueran a fornicar ahí mismo. Ew.

Avanzaba abriéndose paso entre las personas ganándose unos cuantos empujones e insultos de chicos ya totalmente ebrios, él sólo quería encontrar a su amigo e irse. En su intento por encontrar al ya mencionado chocó con SooBin, un chico de su clase con el que rara vez hablaba pero siempre era amable.

— ¡Hey, BeomGyu! ¿Cómo estás? — saludó amistosamente el peliazul.

—Bien, hyung — respondió con igual entusiasmo —. Oye, quisiera saber ¿Sabes dónde está TaeHyun?

—¿Kang TaeHyun? ¿El chico rubio que siempre está contigo?— Beomgyu asintió. — Oh, claro, lo vi hace unos minutos en la sala, aunque debo decirte que está muy, muy, muy ebrio. ¡Suerte!

Y después de dedicarle una sonrisa el mayor siguió su camino.

¿TaeHyun está ebrio? 

Una especie de enojo se apoderó del pelinegro a sabiendas que tendría que lidiar con el más bajito ebrio. Y demonios... ¡Ni siquiera llevaba su auto! Tendrían que irse tal como llegaron, caminando.

Pero su enojo aumentó aún más al ver a un tipo de cabellos blancos teñidos restregar su intimidad contra el trasero de TaeHyun mientras bailaban. ¿Qué mierda? Justo ahora sentía su rostro enrojecerse de coraje. ¿Por qué TaeHyun parecía disfrutarlo?

A paso rápido llegó hasta ambos chicos y dirigió la sonrisa más falsa que había mostrado en toda su vida al de pelo blanquecino.

— Hola, él viene conmigo.

El contrario lo miró confundido.

— ¿Disculpa? — se defendió el mayor posicionándose frente a él pelinegro —. ¿Y tú quién carajos eres? — preguntó para nada interesado en saber, simplemente no quería alejarse.

BeomGyu volteó su mirada hacia TaeHyun para ver cómo reaccionaba, pero no lo hizo, estaba tan borracho que sólo balbuceaba cosas sin sentido y sonreía un poco tratando de mantener el equilibrio al ya no tener de quién sostenerse.

— Soy su mejor amigo y alguien lo suficientemente consciente de que no está bien aprovecharse de las personas ebrias para restregárteles a tu placer.

Y lo más rápido que pudo rodeó su cuello con un brazo del rubio tratando de encontrar una manera de caminar rumbo a su casa, no se atrevería a a dejarlo en la suya, si la madre del rubio se enteraba que estaba en esas condiciones le darían el regaño de su vida, prefería llevárselo a su casa y así podría ayudarlo con la resaca que seguramente tendría en la mañana.

Caminaban a paso normal en las oscuras calles rumbo a casa de BeomGyu, TaeHyun de vez en cuando decía cosas que resultaban inentendibles al pelinegro, todo efecto de la gran borrachera que tenía.

Agshuhh...

— Sí, Taehyun, lo que tú digas — se burló. En realidad era divertido ver a TaeHyun así.

Cómo habían mencionado anteriormente, el trayecto no fue muy largo puesto que su casa no era tan lejos que donde habían estado en la fiesta, llegaron a la puerta y para poder sacar sus llaves de su bolsillo, dejando a TaeHyun libre de una mano, lo cual le hizo tambalear, terminando justo frente a él rostro del contrario muy cerca uno del otro. Nervioso, BeomGyu sonrió y lo hizo a un lado, volviendo a su misión de abrir la puerta y que TaeHyun no se cayera.

Uhyuuh...— seguía balbuceando el menor abrazándose completamente del pelinegro y hundiendo su rostro en el cuello de BeomGyu.

Luchando un poco con el más bajito, ambos lograron subir las escaleras y llegar al cuarto del mayor, por suerte su cama era grande y podrían dormir juntos para supervisar al menor. Luego de cambiar los pantalones ajustados de mezclilla y su chamarra de cuero por unos pantalones de ositos para el menor, logró recortarlo. Él también se cambió y simplemente fue y se acostó junto al contrario esperando poder dormir pronto, en verdad no tenía sueño.

—B-Beom...— trató de hablar TaeHyun. — Beom....

El mayor lo miraba expectante, BeomGyu amaba cada detalle de TaeHyun, amaba sus grandes ojos y como formaban un perfecto eyesmile cuando sonreía, amaba sus labios, tan rosados siempre, lucían tan lindos. Amaba sus hoyuelos, amaba su forma de ser. Amaba como una película lograba ponerlo tan sensible, amaba lo adorable que lucía cuando fingía enojo... Joder, era tan hermoso.

— Gracias — dijo esta vez un poco más consciente el menor como si por un momento todo el efecto del alcohol sobre su cuerpo hubiera desaparecido, veía fijamente a BeomGyu, ambos estaban acostados boca abajo mientras se observaban a los ojos.

— ¿Por traerte a casa? No es nada, pero ahora me comprarás el almu...

— No, no por eso. Gracias... Por todo.— dijo TaeHyun suavemente, casi susurrando. — Por siempre ayudarme en todo, p-por ser mi amigo, por apoyarme. Te amo, eres lo mejor que tengo. 

TaeHyun no podía creer que esas palabras hayan salido de su boca, es decir, obviamente las habría dicho pero no en esas circunstancias, no ebrio. Estaba tan sensible, era como si el alcohol tomara poder sobre sus acciones y lo empujaba a hacer cosas que él tenía miedo de hacer o decir. BeomGyu no sabía como reaccionar... 

¿TaeHyun enserio lo amaba? ¿O sólo era un amor de hermanos, de mejor amigos?

— Uh... Yo también te amo.

— No, no. No cualquier amor, Beom. Yo enserio te amo. Estoy enamorado de ti.

— TaeHyun, estás muy ebrio. Duerme ya —dijo BeomGyu nervioso mientras le daba la espalda, no podía creer que enserio estaba escuchando esas palabras y no sabía como reaccionar, por lo que optó por ignorarlo.

Creía que su plan estaba funcionando ya que no sintió al contrario moverse o hablar, probablemente se había dormido. Todo hasta que sintió unos brazos volviéndolo a su posición y un cuerpo ajeno posicionarse sobre él.

— ¿Qué rayos..?

— Cállate un momento y déjame hablar, BeomGyu.

El mayor se quedó atónito, no sólo por las palabras que decía TaeHyun, sino también por la incómoda posición en la que ambos se encontraban, sin embargo, el menor no demostraba otras intenciones, sólo quería ser escuchado.

— Y-yo, yo sinceramente he estado enamorado de ti desde hace tiempo. Incluso intenté decírtelo muchas veces. ¿Recuerdas cuando te invité a comer tteokbokki pero chocaste tu auto y no llegaste? Llevaba hecho un plan de cómo decírtelo. Mucho tiempo lo he estado y sé que tú también me amas. E-estoy enamorado de cada facción tuya, cada actitud, cada cosa que te caracteriza.

— Wow...

— BeomGyu... Voy a besarte.

— ¿Q-Qué?

Choi pensaba que Kang estaba bromeado, joder, no lo dejaría tomar así de nuevo.

— Que voy a besarte, he esperado mucho tiempo por hacerlo.

— Taehyun, n-no estás en condiciones de tomar decisiones... Mañana te arrepentirás, o seguro ni lo recordarás.

— Oh, BeomGyu, te aseguro que lo recordaré...—murmuró el menor haciendo a un lado el pelo que caía por el rostro de Choi. ¿Acaso tú no quieres?

— P-por supuesto que quiero, es sólo que...

—¿Lo ves? Tú quieres, yo quiero, todos queremos. Por favor, BeomGyu...

El mayor soltó un gran suspiro. ¿Debía aceptar? No confiaba mucho en el "Te aseguro que lo recordaré" de TaeHyun.

Tras unos segundos, habló.

— Está bien.

— ¿En serio?—preguntó Taehyun asombrado y feliz, una combinación extraña.

— Sí, hazlo ya antes de que me...

BeomGyu no logró formular toda la frase, ya que fue interrumpido por esos rosas y humectados labios de un obvio dueño.

La nuca de TaeHyun fue tomada y presionada, ejerciendo un poco de fuerza para profundizar ese beso. 

Ese beso donde todo estaba a flor de piel, los sentimientos mutuos de ambos chicos, el tacto entre lenguas y una combinación de sabor a cerveza y fresa. 

Los dos se separaron unos segundos, sonrieron con los ojos cerrados y sus frentes juntas, para nuevamente unir sus labios, esta vez con más intensidad, pasó de ser un beso inseguro a uno con pasión. 

La lengua de BeomGyu corrompía la boca de TaeHyun, se movían de un lado a otro tratando de saborear y recordar cada espacio entre una y otra. En un ágil movimiento, TaeHyun fue situado bajo BeomGyu, se encontraban abrazados con las piernas uno de otro.

Definitivamente ambos podrían describir esa noche con una sola palabra: Mágica.


彡*ૢ✧;;



— Mgh...

TaeHyun gimió de dolor ante el tremendo dolor de cabeza que se apoderó de él. La luz del día irradiaba en su rostro y unos brazos lo tomaban, apretándolo más a un cuerpo contrario.

¿Por qué estaba en casa de BeomGyu? ¿Acaso habían...?

Revisó traer puesta su ropa, sacó el aire lentamente con alivio al verse así mismo y a Choi con todas sus prendas puestas y en orden. 

Definitivamente le daría una resaca de las buenas.

—¿Hyunnie? 

La voz adormilada de el mayor se hizo presente en aquella habitación, llena de confusiones y recuerdos distorsionados de la noche anterior.

—Hola... Joder, me duele la cabeza.

—Oh, iré por una pastilla para que te sientas mejor. Espera.

BeomGyu se levantó de la cama y se dirigió dispuesto a salir por el medicamento, sin embargo, sólo por curiosidad, se volteó a ver a TaeHyun quien sobaba su cabeza con la esperanza de que el dolor se fuera.

— ¿TaeHyun?

— ¿Sí?

— ¿De casualidad tú..? Tú... ¿Recuerdas qué pasó ayer?

—Ugh... Siendo sincero, no recuerdo nada. ¿Acaso hice algo malo?

Beomgyu se sintió al borde de el llanto y las ganas de salir corriendo de ahí lo llenaron completamente. Lo sabía. No recordaría nada.

—No, no hiciste nada... Todo está bien, Tyun.

Fue lo último que dijo el castaño que inmediatamente al salir de la vista de el menor, limpió un par de estúpidas lágrimas que salían de sus ojos y recordándose lo estúpido que era.






Beomgyu lo único que deseaba es que Taehyun hubiera estado sobrio esa noche.

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