Wisteria Alba II

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Segunda parte

Abrí mis ojos con pereza para encontrarme completamente solo en una habitación apenas sí iluminada por un sol que poco se esforzaba por traspasar las grises nubes en el cielo.

Tenía frío.

Me estiré en la cama de forma felina para librarme de aquel molesto entumecimiento.
Aún rodando sobre las arrugadas sabanas, tomé la almohada que combinaba con la mía y la abracé con unos bien presentes rastros de sueño. Noté entre el olor a sudor un ligero aroma azucarado, uvas, ¡no!, más bien Glicinas.

Agudicé mi escucha intentando detectar algún sonido que delatase en dónde mi compañero se encontraba.

El baño.

De reojo pude observar varias plumas pulcras y una sensación de remordimiento me invadió.

Debió darme vergüenza.

¿Siendo un demonio y sintiendo algo semejante a la culpa?
Sería el hazmerreír de todo el bajo mundo.

¿Cómo había podido ser tan torpe?

Por impulsivo, por supuesto, el rasgo más destacado de mi especie. Y es que haber logrado que un arcángel se corrompiera debido a mí era una gran hazaña. Aún siendo así, ¡Perder la cabeza por una criatura divina!.

Qué bajo había caído.

Con las piernas trémulas seguí el inmaculado blanco que marcaba un camino sobre el suelo.
Quizá, como en aquel famoso cuento, al final del trazo me encontraría con un monstruo que acabaría por devorarme de forma voraz.

Y no podía importarme menos.

Con sigilo llegué hasta aquel hermoso ser alado que todavía no se percataba de mis silenciosos pasos. Tomando ventaja de eso, le abracé desde atrás y me acomodé sobre su espalda acolchada por color marfil, disfrutando su suavidad.
Con agilidad rodeé al moreno siervo…

Necesitaba verle al rostro.

Pronunciadas ojeras decoraban su siempre imperturbable cara.
Allí estaban, esos fuertes e incisivos ojos bermellón chocando con el aguamarina.
Tomé sus cabellos en un arranque frenético de locura, tirando del rojo con fervor y brío hacia mí. Y temí internamente por algún día perder la facultad de entrelazar mis dedos en él.

Sabiendo que deliraba por mis labios comencé a besarle sensualmente sintiendo sus ásperas manos tomar mi cintura.

Ah… No podía resistirme a él.

Cuando intenté profundizar aún más el contacto el más bajo me apartó de golpe.
Sentí como un choque de inseguridad detuvo mi sistema nervioso por un segundo y supe que él pudo notarlo porque me miró preocupado.

Era aterrador.

Algo debía andar mal conmigo.

En su intento de excusa me invitó un café a lo que sonreí.

No era tan complicado.

Me abalancé hacia delante con la intención de  tomar una taza y ante mi nueva cercanía el pobre ángel me volvió a sostener con sus fuertes y cálidos brazos.

No era sólo una coincidencia, ¿verdad?

Él también lo sentía,

¿verdad?

Tal vez, como las polillas quemadas por el fuego esa clase de impulso permanecía silencioso en nuestra sangre, que no podíamos desafiar.
Como si simplemente por desearlo con fuerza no perdiéramos la vista.

Pero perdimos de vista todo.

Entonces… decidí dejarlo todo atrás. Encerrarlo.

Solo nos tendríamos el uno al otro.

Por el momento, sólo podía confiar en nuestro ‘vínculo’.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro