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La gente recurría a brujos y brujas para ahuyentar la mala suerte o mejorar cosechas. En el principio se trataba de brujería benéfica. Las brujas y hechiceros practicaban la llamada "Magia blanca", ella va en contra de todo lo malo y es la que combate los hechizos malignos, pues la magia buena busca prosperidad, integridad, el desarrollo físico y mental en la conexión con el espíritu.

La "magia negra" es un tipo de hechicería, y se define por la supuesta realización de los maleficios, ideados para producir infortunio, enfermedades o cualquier otro tipo de daño.

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Aun cuando todo pareciera ir bien en aquel pueblo de Daegu y la anciana Min fuera solo una bruja buena, que trataba de hacer el bien, no a todos le agradaba lo que hacía aquella mujer de avanzada edad. Como cualquier persona, ella tenía enemigos, personas que se vieron afectadas cuando gente inocente recurría a ella para que las curara de algún mal y este se les devolvía a los que la realizaron.

Toda persona que haga mal y se quiera vengar de alguien, ira directo a afectar al ser más querido de ésta.... Lamentablemente es así.

—¿Puedes por favor, dejar de verme de esa asquerosa manera...?— Musitó apretando con fuerza la cuchara de madera y el mango del sartén con la otra mano... Reprimiendo de alguna forma las ganas de lanzarlos a la cabeza del más alto... Aunque estuviese de espaldas podía sentir como la mirada del contrario de clavaba suciamente en su trasero.

—Yo no estoy haciendo nada— Susurró lo suficientemente fuerte como para ser escuchado mientras sonreía de lado, para ver como el cuerpo de la pequeña cocinera se tensaba con furia —En mi defensa...— Musitó mientras se levantaba lentamente de la silla, acercándose lentamente para no ser escuchado— eres tú quien anda por ahí casi sin ropa y luego vienes y me hechas la culpa a mí... como siempre— susurrando la última palabra para tomarla de la cintura suavemente.

⇷╞══•°HORAS ANTES🌙°•══╡⇸

Al terminar el festival de Lammas. El ganador había sido un grupo que había preparado una especie de Nutella con calabaza, ésta siendo totalmente consumible para personas diabéticas o quienes quieren cuidar su figura, ya que no contenía azucares ni grasas. Pero al gusto de la pareja de jóvenes, el sabor era asqueroso y casi nauseabundo desde el primer tacto a la lengua, siendo la crema pastosa y con un peculiar sabor a cartón.

Conforme la fiesta avanzó se tornó aún mejor, niños jugando por doquier, luces de juegos mecánicos brillando por doquier animando aún más el lugar, la música daba justo en el ambiente. Pero en este momento no todo era alegría al menos para "Yoonji" que estaba cerca de los botes de basura tratando de reprimir las ganas de vomitar que provocaron el haber subido a la rueda de la fortuna después de ser convencida por Namjoon, Mientras que éste fue a buscar algo de agua para que la joven bebiera.

—Disculpe. Señorita ¿Está bien?

La chica se enderezó lentamente limpiando con el dorso de su mano la saliva que escurría de sus labios que bajaba lenta y discretamente por su barbilla, enfocando bien la vista en el hombre que poco a poco se volvía claro por la tenue luz del farol. Conforme más me acercaba la chica reprimía las ganas de decir: "No, ¿sabe qué? me encanta estar empinado vomitando en un asquerosamente sucio bote de basura. Y además ¿qué cree? ¡Soy chico! así que ni se le ocurra acercarse" En su lugar terminó diciendo...

—Si... Solo... me mareé un poco... Todo bien, nada de qué preocuparse.

—Una niña tan bonita no debería de ser tan descuidada y andar sola por la noche y menos en un pueblo como este...— Musitó acercándose lentamente y ésta instintivamente retrocedió un poco.

—N-no— Carraspeó — No estoy sola... M-mi novio fue a por una botella de agua para mí.

El anciano de aspecto lustre volteó a cada lado buscando señales del dichoso novio. Yoonji discretamente tragó saliva. El viejo parecía salido de una película de Drácula por el traje que usaba, zapatos pulcros, sombreros, bastón y lentes oscuros, los cuales bajó un poco para ver con claridad a la chica frente a él.

«¡¡Lo que faltaba ser comida de un puto vampiro!!»—Pensó Yoonji.

—¿Eres la nieta de la señora Min?— Preguntó de repente, tomando desprevenida a la joven.

—Mi madre me inculcó el no hablar con desconocidos o tipos... extraños... Lo siento tengo que irme— Espetó divisando a lo lejos la silueta de su acompañante, justo detrás del extraño anciano. No podía pasar de largo, y trató de pasar justo a su lado provocando que este le tomara fuertemente del brazo y le susurrara un idioma extraño cerca del oído. Causando que la chica viera borroso, y después todo se volvió oscuro.

Segundos después volvió a ver claramente, se encontraba de nuevo cerca del farol, encorvada con las ganas de vomitar a flor de piel. ¿Pero qué demonios pasó?... Tal vez el mareo y las arcadas provocaron una especie de alucinación... Sí, quizá fue eso...

—¡Hey!, ¿A que no adivinas que están vendiendo?— Preguntó el chico que avanzaba conforme caminaba hacia él. —¡Horchata! — Continuó —Una vez la probé en unos de mis viajes con mi familia. Ver este puesto revivió mi infancia cuan... — Musitó —¿Estás bien?

—¿Qué?— Preguntó aun atónita.

—¿Que si estás bien?, Pareces cadáver, No... Me retracto un cadáver tiene más color que tú...

—¿A dónde fue el anciano?— Preguntó recibiendo una mirada burlona. Lo que el enfadó un poco.

—Te dejo unos minutos y ya buscas Suggar Daddy, vaya que decepción— Dijo, haciendo enfadar aún más a la chica frente a él.

—Hablo en serio, ¡idiota!, Cuando te fuiste un tipo súper raro se me acerco. Y me pregunto si yo era nieto de la-

—Nieta— Interrumpió.

—¡Es lo mismo!, Nieto, nieta, El punto es que se me acercó y susurró unas palabras extrañas

—Como tú— Interrumpió de nuevo.

—¡¡Vete a la mierda!!— Contesto mientras iban desapareciendo todos los síntomas extraños que sentía — ¡Que te jodan, Namjoon!— Espetó mientras arrebataba la botella de las manos del chico y pasaba a su par, empujándole con el hombro, comenzando a caminar enfadada a rumbo a casa de su abuela, mientras el pelinegro le seguía de lejos.

En el camino a casa terminó contándole todo con lujo de detalles a Namjoon... Y es que como ya saben Yoongi tiene su debilidad y esa es el guapo chico que camina a su lado.

Llegando a casa, cada quien se fue por su lado pero minutos después los dos se encontraban en la habitación.

—¿Y qué? ¿Dormimos juntos?— Preguntó haciendo que el rostro de la chica se calentara hasta el punto de la incandescencia, malentendiendo las cosas.

—¿T-tu... Quieres D-dormir conmigo?— Respondió nerviosamente, mientras el otro asintió mirándola de la cama, recargando su cabeza en la palma de su mano. —¿No te importa que sea mujer?— El pelinegro negó— P-pero sería mi primera vez y-y

—¿Primera vez?, Yoongi, por favor, llevamos más de una semana durmiendo juntos como para que me salgas con es... ¡¡Oh por Dios!! Yoongi, maldita sea, eres una bruja depravada y pervertida.— Espetó soltando una escandalosa carcajada, cosa que hizo enfurecer a la pequeña castaña quien azotó la puerta del cuarto y segundos después la puerta del baño.

—¡¡Eres un estúpido Namjoon!! Te odio, te odio, te odio— Refunfuñaba mientras se quitaba el vestido, hasta que la comezón en su mano le distrajo.— ¿Pero qué? ¡¡NAMJOON!! ¡Nam! ¡ven!

El pelinegro al escuchar los gritos detuvo sus risas y salió corriendo hacia el baño entrando inmediatamente ya que este se encontraba sin seguro.

—Mira— Le dijo enseñando la palma de la mano izquierda la cual poseía una especie de tatuaje vibrando en rojo...— ¿Estás viendo?

—Si.

—Idiota—Susurró para estampar una cachetada en la mejilla izquierda.

—¿¡Pero qué demonios te pasa!?— Espetó conteniendo las ganas de devolverle el golpe en forma de puño, pero se contuvo ya que aunque sea un niño, físicamente es una niña.

La vista que tuvo Namjoon al entrar fue a Yoongi en Ropa interior, lo cual no significa lencería Sexy... No, significa a Yoongi en Boxers y un brassier un tanto extraño que aunque fuese de su talla era demasiado raro.

—¿Por qué Verg- ?— Carraspeó —¿Por qué me pegaste?

—Te quedaste como pendejo mirándome.

—¿Cómo no quieres que te mire? ¡Solo fíjate la horrible ropa interior que llevas puesta!

—No tengo Ropa de Niña, imbécil. Y los de mi abuela me quedan enormes!

—Eres la mujer más poco atractiva que conozco.

Lo último que se escuchó fue una bofetada que quedó marcada en la mejilla derecha del pelinegro. Y como éste era empujado fuera del cuarto de baño.

Yoongi terminó encerrado en la habitación de su abuela, bueno... no durmiendo, si no qué dando vueltas en la cama, sin poder conciliar el sueño, pensando en lo que había pasado. Casi a las tres de la mañana se levantó a buscar entre los libros de su abuela, alguna respuesta a lo que estaba rondando en su mente... o por lo menos ¿Qué significaba ese símbolo? ¿Qué pasaría con él si no trataba de eliminarlo por completo?.

⇷╞══•°ACTUALIDAD🌙°•══╡⇸

—S-suéltame, pervertido— Susurró tratando de alejarle.

—¿Qué es lo que tienes en la mano?

—Por eso te llamé anoche al baño, pero a ti te importo más mi aspecto poco femenino, que la cosa ésta en mi mano.

—No, yo no dije eso, dije que no había mirado a una mujer usando algo tan poco atractivo como lo que usabas anoche.

—Da igual— Dijo apagando la estufa, tratando de zafarse del agarre que Namjoon mantenía en su cintura— Suéltame, Namjoon... suéltame que no es gracioso— Renegaba mientras le empujaba hacia atrás retrocediendo con él ya que éste no le soltaba, Namjoon topó contra una silla y se sentó aun agarrando la chica haciendo que esta se sentara en sus piernas, aunque esta peleara tratando de zafarse.— Suéltame, por favor—Su voz fue descendiendo conforme sentía besos en la parte trasera de su cuello, fue como si un sensor se activara ya que un escalofrío recorrió su cuerpo de pies a cabeza.

—¿Qué es lo que tienes en la palma?— Susurró lentamente siendo entrecortado por los besos que daba.

—El... el hombre de anoche, c-creo que tiene algo que ver y-y... ¡¡Para ya si quieres que te cuente!!— Gritó, impulsándose hacia adelante cayendo sentada en el suelo, Namjoon le ayudó a levantarse y se sentó en la silla que estaba a la par del más alto, mientras que este le sostenía la mano. — Anoche... estuve despierto hasta tarde y busqué información, pero no encontré nada...

—Pero... ¿Que conseguía ese tipo con hacer esto?— Dijo acariciando levemente la marca.

—¡No lo sé!, ¡Necesito saberlo!— Musitó para que luego reinara un completo silencio.

—Bueno... pues...—Susurró el más alto —Solo hay que esperar a la abuelita Min para que te ayude en todo ese desastre que terminaste haciendo. Primero que te haga hombre, y ahora lo de tu tatuaje— Dijo, haciendo que la castaña rodara los ojos. —¿Siempre habías tenido tan bonitas piernas?

—¡¡Eres un cerdo!!— Namjoon nunca podía tomar nada en serio... o sí lo hacía... Pero le encantaba ver a Yoongi enojado.

Todo esto había pasado en un abrir y cerrar de ojos... de hechizos inofensivos a tonterías para jugar, pero ahora todo parecía tomar colores extraños y convertirse en un problema serio. Ya que esto parecía obra de una persona extraña. Solo esperaba que su abuela pudiera ayudarle...