Capítulo 11

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— ¿Entonces? — pregunto Hyejin— ¿qué harás?

— Iré con ustedes— respondió sonriente mirando a los ojos a Moonbyul.

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[...]

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Horas, muchas horas han pasado después de eso, diría que estoy agotada de caminar, pero no ha sido así. Todo este tiempo Byul me ha llevado sobre su lomo, le he dicho para caminar que debe estar agotada y se limita a gruñirme.

Debido a que Hwasa había perdido mucha sangre antes, ha hecho el viaje en su forma humana sobre Wheein, el líder lobo no ha dicho nada, él va frente a las chicas y pese a que había estado muy lastimado no muestra señales de agotamiento, o al menos eso intenta demostrar.

Hyejin me ha dicho que, puesto que han tenido que cambiar de base iremos a la del norte, tenía muchas preguntas. Durante estos años Byul siempre me sacaba de las dudas, pero por alguna razón, nunca pregunte sobre sus bases, sus hogares, sabía que esa información no me la rebelaría.

Estando en esta situación no podía evitar la curiosidad. Me había dicho que la base del norte tenía su propia líder, y sí, me sorprendí que fuera una chica, no es que sea machista eso ni siquiera tiene sentido. Mi sorpresa fue más por el hecho de que solo tiene 25 años. Mencionó que estaba realmente lejos, que mínimo nos llevaría una semana llegar, y pensar en eso me agotaba, ya casi oscurecía así que supuse que acamparíamos y así fue.

El líder se detuvo y olfateo, las chicas hicieron lo mismo que él girando sus cabezas en todas las direcciones posibles, el asintió y ellas hicieron lo mismo, para luego gruñir hacia Hyejin indicándole algo que entendería por la pelinegra.

— Acamparemos— dijo bajándose de encima de Wheein y yo imite su acción.

Me quite la bolsa de la espalda y se la entregue a Byul, ella la agarro con los colmillos y se la entregó a su líder, quien apenas la tomo se retiró para bajar su transformación en privado. Wheein y Byul no hicieron lo mismo y se trasformaron justo donde estaban, y la verdad es que no fue un problema ya que estaba acostumbrada a ello, pero esta vez....esta vez hubo algo diferente, ver a Byul frente a mi desnuda, su músculos marcados, y pequeñas marcas al parecer por alguna que otra pelea.

Ella estaba concentrada acomodando la ropa para colocársela cuando sin darme cuenta yo ya estaba junto a ella colocando mis manos donde se encontraba la marca de la herida del día en que nos conocimos.

Le acaricie en la zona sin pensar en lo que hacía, «Debió haber dolido» ese pensamiento me hizo levantar la vista para mirar a Byul a los ojos, ella estaba algo enrojecida y sus ojos me veían sorprendida, de pronto sentí como mi rostro cogía color, rojo intenso seguramente, y baje la vista de la vergüenza volviendo a ver su cuerpo desnudo y como acto reflejo la subí otra vez.

Moonbyul aún se encontraba totalmente desnuda frente a mí, como me le había acercado no la había dejado vestirse, dios, ¿en qué momento?

No pude evitar chillar y girarme para cubrir mis ojos con mis manos — Yo...yo...caminaré hacia allá, si hacia allá— dije sin destapar mis ojos y comencé a caminar a lo ciego.

— ¡Yong cuidado! — escuché la voz de Byul advirtiéndome de algo, para mini segundos después chocar contra un árbol golpeándome la frente y los nudillos de las manos ya que las tenía cubriendo mis ojos, caí al suelo como acción contraria, pero rápidamente me puse de pie, con torpeza, pero rápido.

— Estoy bien, estoy bien— dije muy nerviosa, rodee el árbol y me senté tras él esperando que las chicas terminaran de vestirse, además de que se me pasara la vergüenza.

— Torpe— escuché la voz de Hyejin y luego un golpe sordo –Shhh— por el tono supuse que había sido Wheein.

Paso un rato, no puedo decir con exactitud, pero fue bastante y yo me encontraba abrazando mis pierdas con la cabeza apoyada en las rodillas, cuando siento unas manos en mis hombros, sabía que era ella, pero me daba pena levantar la cabeza y aun así lo hice, y acerté.

— Hola ahí— sonrió levemente para colocar su mano en mi cabeza y acariciarla, sentí como se calmaba mi vergüenza — Toma, abrígate, conforme avancemos habrá más frio y las noches serán peores— dijo dándome un abrigo en lo que se sentaba a mi lado.

— No recuerdo que los hayamos tomado— dije colocándomelo, ciertamente empezaba a sentir frío.

— El líder nos recordó que habría frio, y que vos seguro no lo aguantarías— ¿el líder?

— Gracias— dije tímidamente y ella volvió a sonreírme — me encanta tu sonrisa— mierda.

— Oh— dijo ella tímida, había dicho eso en alta voz, no había sido mi pensamiento, genial, aquí vamos de nuevo.

— Gracias— dijo ella con su dedo en la mejilla haciendo círculos pequeños mirando hacia abajo tímidamente, bien Yongsun vuelve a ti, pasaras con ella muchos días, no puedes estar metiendo la pata con torpezas y timidez, vuelve en ti.

Me puse de pie, y estiré mi mano para ayudarla a levantarse, si muy caballerosa — Vayamos a la fogata— dije y sin dejar de tomarle la mano nos dirigimos a los demás.

El líder había encendido la fogata con unas ramas, y acomodado grandes rocas alrededor para que nos acomodáramos. Hyejin estaba recostada en una abrazando a con un brazo a Wheein quien estaba apoyada en su pecho, al parecer estaba muy agotada y se había dormido pronto.

Byul se acomodó en la roca restante y me indico que me sentara junto a ella.

— Toma, debes comer algo— dijo el líder y me entrego una manzana — Cuando buscaba las rocas, encontré un manzanero— dijo levantando una de las bolsas, al parecer había tomado varias — Yo y las chicas mañana cazaremos algo y podremos comer— dijo y se acomodó para cerrar sus ojos sin dejarme decir una palabra.

— Gracias— dije apenada y mordí la manzana — Mmmm—. Estaba deliciosa, me giré a Byul y le ofrecí, pero ella negó con la cabeza, así que para convencerla hice un puchero de esos que sé que le encantan —Por fa Byulie— dije pestañeando exageradamente haciéndola casi reír por mi actitud — Tierna— dijo y al fin mordió.

Sentía mis parpados cerrarse, la manzana me había sido suficiente para mi apetito, no era de comer mucho, y ya la luna menguante estaba en su máximo punto cuando me eché hacia atrás y girándome abracé su cintura.

— Duerme tú, yo haré la guardia— quise decirle que la acompañaría, pero el cansancio me estaba jugando en contra.

— Duerme mi sol, mañana es un día largo— dijo en un susurro y sentí sus labios en mi frente — te quiero— terminó para luego apoyar su mejilla en mi cabeza terminando yo por ceder ante Morfeo.

[...]

A penas los rayos del sol habían comenzado a salir cuando el líder nos despertó, a todas, incluyendo a Byul a quien reveló en la guardia. Ya todas listas se trasformaron a su lado licántropo y Hyejin se había ofrecido a llevarme esta vez ya que era la que más descansada estaba de entre los tres. Byul se fue a negar pero su líder tuvo la última palabra.

Para el medio día habíamos avanzado bastante, ya sentía la frialdad de la que Byul me había hablado, pero aún no se divisaba la nieve del norte.

El líder nos indicó que descansáramos en lo que revisaba el perímetro. Las chicas para no perder el tiempo en vestirse y desvestirse se quedaron transformadas y se echaron al suelo a descansar, yo me baje de Hyejin y me acerque a Byul para recortarme a su gran lomo.

Saqué una de las manzanas y la mordí, como el líder había dicho, las chicas habían ido a cazar a primera hora de la mañana. Estuve acompañada por Wheein en lo que los demás fueron por alguna presa grande. Se me hizo algo incomodo ver a Moon en su forma lobuna comer carne del ciervo atrapado.

Había cerrado los ojos cuando siento unos gruñidos y unas pisadas acercándose, al mirar se trataba del líder, las chicas se ponen de pie y ellos parecen tener una conversación entre ellos, lo veo transformarse y Hyejin se para frente a él pues para...pues para evitar incomodidad del desnudo.

— Yongsun, presta atención— se dirigió a mí y comenzó a explicarme la situación.

— Genial— dije para mí misma al ver donde estábamos.

Hero me explicó que habían olvidado rodear el riachuelo cuando veníamos y estábamos ya en la parte que el río era un rápido. No sería posible pasar nadando, además de que yo no aguantaría la temperatura del agua.

En su recorrido buscó los dos puntos más estrechos posibles para poder pasarlos de un salto, lo que conllevaba que yo más que nunca me tenía que agarrar lo más fuerte que pudiese.

Puesto que en quien más confiaba era en Moonbyul me pidió que me subiese en ella y con una de las sogas de una de las bolsas que llevábamos con nosotros, hizo un amarre en el cuello de Byul de modo que no la lastimase, la pasó por mi cintura asegurando que no se fuera a soltar. Finalmente mencionó la necesidad de que me sujetara con todas mis fuerzas.

Me incliné para abrazar el cuello de Byul y agarré la soga por donde él me indicó que lo hiciera.

Los tres lobos se veían seguros del salto. Hero se alejó del borde para tomar impulso y fue impresionante verlo saltar. Llego sin problema alguno al otro lado, y luego las menores lo siguieron una a una.

Sin prisa Byul se aleja del borde la distancia suficiente para tomar impulso — Podremos hacer esto Byul, confió en ti—. Dije y ella asintió para desprenderse a correr, sentí la adrenalina en mi cuerpo, ella tenía la manía de cruzar pequeños tramos, pero esto era el doble o triple de lo normal, además de que el río se veía furioso con la velocidad del agua.

No pude evitar gritar en el salto aterrada por la posibilidad de caer. Sentí como la gravedad nos atraía, sentí incluso como mi cuerpo reaccionó a las patas de Byul tocar el suelo al caer, mi cuerpo se había erizado por completo del nervio, eso había sido realmente una locura.

Los gruñidos de Byul me hacen abrir los ojos para encontrarme los tres lobos observándome, cada uno con distintas expresiones, solté el agarre del cuello de Byul, y la sentí respirar profundo, supongo que la estaba ahogando. Me baje de ella y en poco tiempo desate la soga y la guarde, debíamos seguir.

El resto de los días, el viaje fue tranquilo, no hubo que hacer más saltos locos. En el camino encontramos más fruta al ser buena época y bebíamos agua en los riachuelos que había del río principal. Aunque pareciera antihigiénico digamos que por crecer prácticamente la mayoría del tiempo en casa de mi abuela estaba acostumbrada a eso. En cuanto al baño en los pasados 4 días solo pude bañarme 2 veces y me sentía incomoda, no quería que Byul sintiera que olía mal, pero no es como que tuviéramos otra opción.

Habíamos llegado ya al norte, la nieve ya caía del cielo, los árboles, las rocas, todo cubierto por el color blanco.

Me dio ternura ver a Hyejin y a Wheein juguetear en la nieve cuando Hero nos dijo que descansaremos, parecían dos cachorros... dos enamorados.

Pensé en Byul por un momento, aquel beso...sus te quiero, mire a Byul con una sonrisa y me le acerque para agacharme a su lado y acariciarla — Sabes Byul—, llamé su atención — Yo también te quiero—. El lobo blanco abrió sus ojos impresionada — y tanto o más de lo que me quieres—, dije metida en mis palabras, por algún motivo, mi corazón me pidió decirle aquello y abrace a mi chica por el cuello, donde ella puso su gran cabeza de lobo en mi hombro— Gracias por estar a mi lado— termine de decir.

No hablamos de aquello en el resto del viaje, según el líder faltaba menos de un día para llegar. Hasta ahora habíamos hecho muy bien el viaje así que no demoraríamos en llegar.

Pude ver una aldea algo protegida. Tenía altos muros de madera, estacas a las afueras para retener supongo que a los cazadores y tal vez a otros depredadores.

— Llegamos— dije en un suspiro de alivio, las chicas estarían a salvo.

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