Capitulo XIII

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"dicen que cuando algo bueno pasa, es obra de dios, y cuando pasa algo malo del diablo, entonces si dios cometiera un error y lastimase a alguien, o el diablo ayudase a alguien sin querer, ¿eso los haría cambiar de roles? -The God

Narra Alicia:

Matt, está muerto, al final como Clío, lo dijo; decirlo en voz alta, sería el primer paso para mejorar, pero justo en este momento solo me sentía peor conmigo misma, pero al menos sé que decir eso es lo que él hubiera querido.

*Clío se acerca:

-oye, estas bien, no puedo creer que esa sabandija de haya hecho decir eso.

-pero, tu ¿no querías que lo dijera?

-pero no bajo estas circunstancias, escucha creo que será mejor si salimos de la habitación, antes de que se digan más cosas.

-tú crees, que Matt realmente hizo esas cosas.

-Honestamente, no estaría sorprendida, pero Matt siempre que, hacia algo malo, era la fachada de un plan mayor, al final será como lo recordemos.

Salimos de la habitación, los pasillos del templo estaban completamente vacíos, quizás era lo mejor, en este momento había quedado como la chica, que probablemente había ayudado a Matt Harker a escapar, no necesitaba esa vergüenza.

*Clío me llevo a la parte inferior del castillo, pero lo que encontramos fue una sorpresa:

El pasaje por donde habíamos llegado ahora estaba destruido, junto a todos los medios de transporte para salir del templo:

- no puede ser está pasando, ahora. - dijo Clío alarmada

- ¿qué pasa?

- el maestro y los demás representantes están en peligro.

- ¿peligro?

- la lanza roja, ha invadido el templo.

*Clío me llevo hasta un vehículo blindado de la república:

- escúchame Alicia, no sé cuántos asesinos haya dentro, pero en este momento te pido que te quedes y te escondas.

Mientras Clío, me hablaba un aroma familiar inundaba mis fosas nasales, era sed de sangre pura y única, se acercaba por detrás de Clío un encapuchado con una máscara roja de cuervo, sabía que ella no lo esquivaría a tiempo. Empuje a Clío al suelo, el asesino corto levemente mi brazo, pero alcance a encestar un golpe directo a su rostro rompiendo su máscara.

Tras la máscara, estaba el rostro de un druida con rasgos anfibios, estaba a punto de rematarlo, pero:

-Alicia espera, no lo mates.

-no iba a matarlo, solo a noquearlo.

*Clío empieza a hablar con el druida:

-yo te conozco, tu eres un refugiado de verdana.

- y tú eres Clío de Uruk, una heroína de la batalla.

- que haces aquí, y porque usas un uniforme de la lanza.

-hago lo que ustedes nunca podrán, unir los cuatro reinos.

-pero, esta alianza es para lograr eso.

-esta alianza es una broma, hay fuerzas más grandes manipulando los hilos desde las sombras, pero no importa, en cuanto se firme el tratado, vamos a ejecutar a la reina, el cielo nos favorece esta noche.

*el cielo, repentina mente se oscurece, y la rana empieza a reír:

-ya es demasiado tarde, váyanse, ni siquiera ustedes pueden pararlo.

*Clío le da un golpe en la cara y lo noquea:

-ya me estaba empezando a hartar.

-ahora que hacemos.

*dice Alicia de pie:

-veo que recuperaste la fuerza. Y tú que no querías venir a esta fiesta.

En este instante, no pensaba en Matt, ni en auto compadecerme, hay un miasma perverso en el aire, algo definitivamente estaba a punto de ocurrir, algo tremenda mente poderoso se encontraba entre nosotros.

*en el interior del templo en las escaleras:

-No disponemos de mucho tiempo, en este momento la reina debe estar a punto de firmar el tratado.

-huelo sed de sangre, ahí unos 17 asesinos en el salón.

-16, por muy raro que parezca, tengo el presentimiento que Nash es uno de los olores que sientes.

*las luces, se apagan:

-Clío que paso, todo está oscuro.

-la energía del templo fue cortada, algo debió pasarle a la piedra trueno.

-no pudiste solo decir no lo sé, ahora solo presumes.

-pues si te sientes tan mal, porque no me dices donde queda el salón.

Tome la mano de Clío y cruce los pasillos con ella, aunque yo no fuera capaz de ver, era capaz de oler, escuchar y sentir las vibraciones a mi alrededor, el salón estaba cerca, y podía sentir la sed de sangre aumentar a cada segundo.

Al llegar a la habitación, pude oler el hierro de las espadas de los asesinos, uno de ellos se acercaba peligrosamente al maestro Pyro; salte sobre él y estrelle su cabeza contra la pared, cuando cayó su máscara, un extraño brillo verde salía de ella.

Acerque la máscara a mi rostro y note que a través de ella era capaz de ver en la oscuridad.

*lance la máscara a Clío:

-Clío, ponte la máscara.

-que, ¿Por qué?

-solo hazlo.

*Clío se pone la máscara:

-cómo es esto posible. - dice asombrada.

-no lo se debe tratarse de tecnología de la república.

*uno de los asesinos se acerca corriendo a Clío, pero ella rápidamente lo noquea haciendo crecer hierba de Morfeo, en el interior de su máscara:

-De donde sacaste eso. –pregunte asombrada.

-Siempre llevo un poco conmigo, ahora toma la máscara.

-yo estoy bien, dásela al maestro Pyro.

-no lo encuentro.

-entonces dásela a alguien.

*una voz familiar, aparece tras Alicia.

-atrás estoy armado.

- ¿Manchester?

- ese soy yo, pero quien eres tú.

*empujo a Manchester en la dirección de Clío:

-¿Manchester? Es enserio.

-veo que siguen diciendo mi nombre.

*Clío le pone la máscara a Manchester:

-Woa, tecnología de difracción de luz, Clío que pasa. –dijo, innecesariamente asombrado.

- te explico luego, ahora debemos sacar a los representantes.

-descuida déjamelo a...... ¡aahh, salto cielo! - dijo alterado mirando el techo.

El techo del salón estaba lleno de cadáveres descuartizados y ensartados de los miembros de la lanza, y en el centro de la habitación un cadáver sin cabeza, y a su lado, el general Ainsward, disparando un arma de la república en media oscuridad, pero lo más raro es que acertaba cada tiro, a pesar de no ver nada.

Perdida entre los cadáveres tomé una de las máscaras, y fui capaz de visualizar una persona caminado sobre el techo de cabeza, esa persona me miraba directamente, invitándome a perseguirla, no podía dejar a los representantes solos, pero esta persona tenía algo inquietante, exhalaba un aura familiar.

No quería hacerlo, pero abandone a Manchester y a Clío, para perseguir a esa persona, mientras más trataba de acercarme a ella encontraba la forma de burlarse de mí, antes de darme cuenta estábamos sobre el techo del templo:

-veo que has perdido, practica. –dijo la persona misteriosa

-¿tu, me conoces?

-te conozco de antes y de mucho antes. Y antes ya eras débil pero ahora, no eres ni el fantasma de quien eras.

-sabes, ¿quién soy?

-claro, eres la bestia que golpeo, mi cabeza contra el suelo, y rompió todos mis dientes.

-ehm... no comprendo.

- ¿es enserio?... no puede ser es enserio, Harker borro tus recuerdos de verdana. -dijo mientras se reía.

- ¿Matt... borro, mis recuerdos?

-eso es cruel, incluso Nash no se atrevería a borrar mis recuerdos, bueno fue lindo verte hermana, pero tengo trabajo que hacer.

Esa extraña persona en un momento salto al vacío, trate de seguirla, pero había desaparecido, su aroma, y su sed de sangre también. Pero lo que me dijo, no pude olvidarlo, ¿Matt borro mis recuerdos?

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