Un paso más cerca

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Hacer que un alienígena cooperara no era tan fácil. Menos si habla el lenguaje propio de su planeta — Por última vez ¿por qué están secuestrando gente de otras dimensiones?

—Kraang no le dirá al quelonio conocido como tortuga por la que es la última vez

—¡Hasta aquí! — Rafael apartó a Leo y, con sai en mano, sacó al kraang de su cuerpo robótico — Lo haremos a mi manera

—Rafa, no seas-

—Rafa nada, ya lo intentaste y no resultó. Ahora, dinos para qué trajeron a la chica aquí y por qué no hay nada de eso en su computadora o te prometo que cortaré uno a uno tus tentáculos —El alienígena le gruñó, Rafa se dio cuenta de que tenía que llevar su amenaza un poco más lejos — Tú lo pediste medusa — Rafa alzó su sai, inmovilizó al kraang y...

—¡Jjjgghh!—El kraang echó un aullido, Rafa clavó el sai justo al lado de la cabeza del alienígena.

—Creo que ahora va a hablar—Dijo Rafa, Donnie agarró al kraang y lo metió en uno de los cuerpos robóticos, cerciorándose de que este no tuviera brazos ni piernas—¿Y bien?

— Eso que quieren saber las llamadas tortugas es lo que se dice clasificado para las llamadas tortugas—Tradujo el robot.

— Odio que hablen así— Opinó Donnie.

— ¿Quieres que te muestre mi sai otra vez?

—Eso que es conocido como amenaza no será necesario. Lo que quieren las llamadas tortugas es la información que se conoce como clasificada que es lo que necesitan las llamadas tortugas...

—¡Habla más rápido!—Demandó Rafa.

—La tal conocida chica, que una vez fue lo conocida como rehén del Kraang, es lo conocido como necesario

— ¿Necesario para qué? — Ni Leo ni sus hermanos iban a dejar que estuvieran mutando a más personas. Oh pobres de ellos que no saben.

— Para el conocido como último plan del Kraang que las llamadas tortugas no evitarán como las otras veces han obstruido los planes que son del Kraang

— Hasta aquí llegué — Donnie se regresó a la computadora, al interrogar a un kraang no habían obtenido más de lo que la computadora dio.

— La conocida como la chica, que fue conocida por el Kraang como re-

— ¿¡Saben qué!? — Dijo Donatello frustrado — Busquemos el portal que usaron, lo re-programamos y santo remedio

Pudieron haber pensado eso desde el principio. Empezaron a buscar los dispositivos que abrían portales, Mikey sacó al kraang y trataba de no soltarlo. No encontraron mucho, tampoco es que había mucho, a parte de una silla para retener a alguien — Está más que claro que ella estuvo aquí — Rafa notó una mancha cerca de ese asiento. No tuvo tiempo de preguntarse de que era, pues una alarma alertó al equipo — Ya se estaban tardando

—¡Mikey, te dijimos que no lo soltaras!

—¡No fui yo!—Dijo Miguel. Leo corrió hasta la puerta, con Mikey (y el alien) siguiéndolo.

— ¡Prepárense! — Todos sacaron sus armas en el momento en que la puerta se abría y una horda de kraangdroides entraban armados — ¡Mikey, suelta eso! — Su hermano le hizo caso, el kraang regresó a su cuerpo destrozado, tratando de moverse en vano.

— Y yo pensaba que iba a ser aburrido venir — Rafael se puso en guardia, derribó a un robot que intentaba atacar a Donnie — Creí que ya no había nada en la computadora ― Rafa cargó contra dos robots más antes de que Donnie se le uniera.

—Incluso si no dice la razón, es información útil — Los hermanos luchaban con todo lo que tenían, poco a poco el número de robots disminuía. Estaban muy concentrados en evitar ser atrapados que no notaron que el kraang al que habían interrogado obtuvo otro cuerpo. Dicho robot fue hasta una pared que tenía un tubo magenta subiendo por ella, el kraang giró una válvula, ocasionando que se abriera una compuerta secreta en la pared. Sacó un objeto que había ahí.

— Kraang le debe hacer saber a Kraang que el plan de Kraang no puede ser tan bueno como Kraang piensa que es — Otro robot kraang que estaba cerca le ofreció a su compañero una pistola láser.

— Kraang quiere que Kraang cierre la boca— El primer robot se alejó de ahí y caminó hacia adelante —Kraang hace lo que se dice hacer saber a las conocidas como tortugas que lo que las conocidas tortugas buscan está en posesión de Kraang — Los cuatro voltearon; en la mano del robot estaba uno de los dispositivos para abrir portales, aunque este se veía más grande. Presionando un botón, el aparato se activó mostrando en su interior a una mujer sentada en una cama, parecía tener algo en sus manos y su cara decía que había estado llorando.

—Su mamá ¡esa es su mamá!—Mikey corrió hacia el kraang, con la intención de quitarle el dispositivo. Rafa, Donnie y Leo fueron atrás de él. Justo cuando uno de los chakos de la tortuga iba a impactar contra la cara del robot, este lanzó el dispositivo al aire antes de ser embestido por los cuatro.

—¡Que el kraang no se lo lleve!—Gritó Leo. Donnie y Mikey fueron por el aparato, Leo estaba ocupado peleando con otros dos robots que le habían llegado por la espalda. Y Rafa...

—¡Con que tú lo tenías todo este tiempo condenada medusa! — Rafa insertó su arma en el abdomen del robot haciendo que este diera cortocircuito.

— El que la conocida como rehén del kraang esté en esta dimensión que es la dimensión de las tortugas es suficiente para Kraang- —El robot se apagó y el alíen dentro no dio señales de vida.

 — ¿Qué?

—¡Rafa reacciona!—Leo estaba terminando de destruir los últimos robots — Vi a Mikey y a Donnie salir, deben de tener el dispositivo— Ambos corrieron hasta la salida de aquel cuarto, subiendo por donde habían entrado.

—¿Dónde están? — Leo intentó contactar a Donnie, pero paró al momento de oír a sus dos hermanos en un callejón cercano — ¡Andando! — Ambos se apresuraron a llegar. Donnie y Mikey estaban siendo acorralados por cinco robots, Donatello tenía el dispositivo y estaba tratando de mantenerlo alejado de los androides.

— Siempre debemos de salvarles el caparazón a ustedes ¿no es así? — Rafael bajó de un salto y le quitó de encima un robot a Miguel, para luego destrozarlo.

— ¡Rodeen a Donnie, que no lleguen al dispositivo! — Mikey y Rafa fueron a donde Leo. Los robots no daban ni una señal de rendirse, lo malo era que la energía se le estaba acabando a nuestros héroes—¿Puedes hacer algo con eso Donnie?

— ¡Lo intento!  —Donatello revisaba el artefacto, estaba impresionado por lo que veía en él. La dimensión de ella, la Cuarta Dimensión, hacía parecer el mundo de él y sus hermanos plano y con falta de realismo comparado al de ella. Rápidamente se puso a examinarlo; era más grande que los otros, tenía dos celdas de energía a cada lado, su forma era hexagonal y el metal del que estaba hecho era de color negro.  Cuando estuvo seguro de que podía trabajar con eso... — ¡Hay que irnos!

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Los hermanos se dirigían a la guarida, Leo era el que conducía y Mikey tenía el dispositivo. Le había rogado a Donatello que se lo diera, Donnie, luego de tanta insistencia y asegurándose de que su hermano menor no pudiera estropear nada, le dio el aparato. Miguel miraba por él, al parecer ya tenía las coordenadas predispuestas al cuarto de la chica... o el cuarto de "Mikey"; la tortuga se preguntaba la razón por la que aún no les había dicho su nombre. Sea cual sea, dedujo que no le quedaba mucho tiempo para averiguarlo, puesto que el tiempo de su estadía se había hecho más corto. Parecía que hubiera sido ayer cuando hablaban de las diferencias de su dimensión, los cómics, el sujeto llamado Batman que se parecía a su héroe favorito. No recordaba la última vez en la que alguien se había interesado por las cosas que a él le gustaban, aunque no terminaba de entender la parte del "Anime" por completo. ¿Por qué hay gigantes que se comen a las personas? «Así es ese anime» había dicho ella, tenía más curiosidad por saber que más le gustaba. Por lo que sabía, le gustaba dibujar esqueletos con chaquetas azules, figuras haciendo alguna pose, dibujos de criaturas que no sabía que eran, triángulos con sombrero, y recientemente había empezado a dibujar tortugas; Mikey se preguntó si lo dibujará a él, era una tortuga después de todo.

— Sigue hablando con tu novia de cosas extrañas mientras puedas Mikey, ya pronto se va a ir — Rafael había sacado a Mikey de su mente.

— ¿Ella es mi no-?

— ¡Leo, detente! — Leonardo dio un enfrenón a media calle por su hermano. Rafa y Mikey fueron a estrellarse con lo que tenían en frente y Leo se dio de golpe contra el volante.

— Ouch... más vale que sea importante Donnie

— Era Abril; ella y Mikey están siendo perseguidas

— ¿Mikey...? 

— Ya tengo su ubicación, están a dos... tres manzanas de aquí

— ¿En serio vamos a referirnos a ella diciéndole Mikey-?

— ¡Acelera Leo! — El hermano mayor no dijo nada más y se apresuró a volver a conducir. De tanto a tanto volteaba a ver sobre su hombro, pues no sólo Donnie le había dicho que se apresurara, Mikey le había gritado también al mismo tiempo.

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