Pedir disculpas

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Ren leía en voz alta su libro de aventuras, había esperado mucho por ese momento, adoraba compartir la experiencia de develar la historia oculta entre las páginas junto a su primo. Aún con lo apasionada que era por la lectura, se abstenía de continuar la novela por su cuenta o enterarse del final por otras fuentes, pues prefería sorprenderse junto a Edwyn y comentar juntos las cosas que iban pasando, era su momento especial juntos, pero está vez la experiencia no estaba resultando tan amena.

Su primo no había hecho ni un solo comentario durante la lectura del capítulo, habían pasado muchas cosas graciosas pero él no soltó ni una sola risa, se mantuvo escuchándola en silencio con el rostro amargado haciendo de la situación algo muy incómodo.

Si bien Ren a veces era algo tímida, con la gente que tenía confianza no tenía problemas para expresarse, así que fue directo al grano y le preguntó que ocurría.

—Nada, sigue leyendo.

Pero a diferencia de ella, Edwyn ni siquiera con la gente en la que confiaba se abría.

—Ya no voy a leer más. —La cochinilla cerró el libro de golpe—. No es divertido si estás enojado.

—Yo no estoy enojado.

—Edwyn, quizás no soy tan lista como tú, pero tampoco soy tonta.

—Lo siento —suspiró—, quizás sí me siento un poco molesto.

—Ya ¿Y que te pasó?

—No quiero hablar de eso.

—Si quieres —Ren abrazó a su primo— vamos, dime dime dime diiiiime.

—noo.

—Pero te sentirás mejor cuando hables de eso, mi mamá siempre dice que es mejor hablar de las cosas.

Edwyn reconsideró el asunto, valoraba mucho la sabiduría materna, quizás por el hecho de que al no tener una madre propia tendía a idealizar a las demás. Así que decidió hablar de eso con su prima.

—Hoy no tuve un buen día.

—¿Te hicieron levantar demasiado temprano?

—No fue solo eso, cuando llegué a la cocina a desayunar me tiraron mermelada encima, fue un accidente, como siempre Coco y Aster estaban haciendo sus payasadas, pero aún así al menos deberían haberse disculpado.

—Ug... Eso estuvo feo, pero no les hagas caso, ya sabes que Aster y Coco son unos estúpidos. No dejes que eso te amargue el día.

—Si... Aunque igual me tuve que lavar dos veces y cambiar de ropa. Y lo peor es que papá no los regañó. Bueno... Dijo que lo haría después, pero conociéndolo eso ni parecerá un regaño, papá nunca se enoja con Aster, pareciera que todo el cariño que le tiene a Aster es el que yo no tengo y ni siquiera mis hermanos me comprenden, dicen que exagero y que son tonteras mías.

—Ay Edwyn, ven aquí. —La cochinilla mestiza extendió sus brazos y su primo se acurrucó entre ellos.

No era la primera vez que a Ren le tocaba escuchar las quejas del gusano, a decir verdad a veces incluso le llegaba a fastidiar lo seguido que tenía soportarlo, pero tenía un corazón muy grande y una paciencia enorme, así que siempre lo reconfortaba y escuchaba todo lo que tuviera que decir, además estaba de su lado, a veces hasta lo defendía de las bromas pesadas de sus hermanos y primos.

—Me alegro tanto de tenerte Ren —Edwyn recuperó la compostura pero aún se veía dispuesto a quejarse— Hay días que se hacen insoportables.

—Ug... Parece que hoy te dijeron algo muy feo, normalmente no te enojas tanto.

—¡Sí! Dijeron que un gusano como yo nunca sería elegido como rey y se burlaron de mí, no es justo que me traten así, tengo tantas posibilidades de ser el heredero como cualquiera de ellos.

—Claro pero... —Ren dudó un momento antes de hablar—. No te decepciones tanto si no te eligen. Edwyn de inmediato se enfadó.

—¿Tú tampoco crees que yo pueda ser rey?

—No digo que no puedas pero... Tus posibilidades son pocas... O sea, no estoy diciendo que no te vayan a elegir, pero igual podría pasar.

—¡Ren! Yo pensé que tú eras diferente y que podías ver lo bueno que hay en mí.

—¡Claro que veo lo bueno que tienes! Pero no sé si todas esas cosas buenas son suficientes para ser rey, no pareces ser lo suficientemente fuerte...

—¡Y entonces todo se reduce a que soy un gusano y por eso soy débil! 

Ren retrocedió un par de pasos intimidada por el grito del gusano.

—¡No me refiero a eso! Dejame...

—¡No quiero escucharte ahora! ¡Vete de aquí!

Mientras Edwyn se acercaba a ella, Ren seguía retrocediendo sin ser capaz de gritarle de vuelta y explicarse mejor, hasta que terminó saliendo de la biblioteca, en ese momento el gusano aprovechó y cerró la puerta frente a ella para no verla más, aunque eso no evitaba que su voz atravesara la puerta.

Tras unos segundos, Ren logró tranquilizarse y procesar lo que había pasado, entonces se dio cuenta que Edwyn había sido muy grosero con ella y tenía razones para enojarse, así que le gritó.

—¡Es por cosas como estás que tú no serías un buen rey! ¡No puedes perder la calma por tan poca cosa! ¡Un rey es alguien fuerte, pero de espíritu! ¡Y tú no lo eres! Y... Y... ¡Y ya no quiero verte más!

Ya no tenía nada más que decir, así que  sin esperar respuesta salió corriendo lejos de la biblioteca.

Dentro, Edwyn se sentía como un idiota, no tenía derecho a descargar todo el enojo que tenía con su prima que era la persona más dulce del mundo, el tipo de chica tranquila y tímida que tenía problemas para replicar o defenderse en una discusión, lo peor de todo es que ella tenía razón, un verdadero rey no se dejaría amilanar por críticas o comentarios malintencionados, ahora se sentía en verdad estúpido.

Abrió lentamente la puerta, solo para encontrar que afuera no había nadie, Ren se había ido, su prima y mejor amiga ya no quería verlo. Ahora sí se sentía miserable y lo peor es que no podía culpar a nadie porque él fue el responsable de que las cosas terminaran así. En medio de su frustración decidió que ya no vería a nadie más, se encerraría en la biblioteca y no importaba quien tocara la puerta, no abriría, le daba lo mismo si lo castigaban.

Edwyn se quedó encerrado en la biblioteca durante toda la mañana, por su parte Ren fue a reunirse con los demás chicos en el jardín para jugar, les pareció un poco raro que estuviera ahí en vez de con el gusano, pero no la cuestionaron mucho y la recibieron bien. La cochinilla no podía negar que se la pasó bien jugando a las escondidas o a trepar árboles, pero se abstuvo de participar en los combates simulados, a pesar de las provocaciones de Aster y se limitó a ser una simple espectadora, en verdad las peleas no eran algo muy de su interés, pues en medio del espectáculo que daban sus hermanos y primos se quedó dormida. 

Luego de una entretenida mañana jugando, llegó la hora de que los visitantes se retiraran, Hornet y Quirrel llegaron a buscar a sus retoños, se despidieron amorosamente de cada uno de ellos hasta que pasó lo inevitable, notaron que Edwyn no estaba presente.

—¿Dónde está Edwyn? —Preguntó Hornet— En la mañana no pudimos saludarlo porque llegó tarde ¿Y ahora tampoco podremos verlo?

Big y Hollow que estaba presentes se miraron preocupados ¿Dónde se había metido ese niño? Normalmente no causaba problemas pero de vez en cuando tenía algunas ideas algo peligrosas, como cuando encontró una carcasa real guardada en un cuarto y decidió repararla. Tener a uno de sus sobrinos extraviado era un desastre para Big, sobre todo si se trataba de Edwyn. Estaba a punto de ordenar una búsqueda intensiva del pequeño cuando Ren habló oportunamente.

—Debe estar en la biblioteca —se escondió tímidamente detrás de su madre  en cuanto percibió la mirada del rey clavada en ella—. Nosotros... Tuvimos una pelea.

—Ah... ¿Qué pasó corazón? —Quirrel se agachó para ponerse a su altura.

—Nada fue solo una... ¿Cómo se decía? Disprecancia de ideas.

—Discrepancia de ideas.

—Eso.

—Iré a buscarlo —declaró Hollow saliendo de la habitación.

En un inicio el caballero se mostraba decidido en su tarea, pero mientras más se acercaba a la biblioteca el nerviosismo se hacía presente, que mal momento para recordar cierta pesadilla en la cual estaba buscando a Edwyn y al abrir una puerta, al otro lado había un ejército de carcasas reales comandadas por su hijo, las cuales tenían la orden de destrozarlo.

"Es solo un sueño, solo un sueño" se repetía una y otra vez, pero a veces se le hacía difícil recordarlo, sobre todo cuando sus recuerdos eran tan nítidos, prácticamente podía ver la puerta frente a él, con todos sus detalles, sus rugosidades y relieves. Aunque tal nivel de detalle solo era posible debido a que no era un sueño, tenía una puerta al frente.

Dio brinco del susto cuando se dio cuenta de que había llegado y no estaba soñando, O quizás... Lo mejor era no pensar en ello y actuar de una vez, por lo que golpeó la puerta y gritó.

—¡Edwyn sal de ahí! ¡Tus tíos quieren verte antes de irse!

La intensidad de los golpes y la fuerza de su grito hacían que Hollow sonara más enojado que asustado, cosa que por supuesto iba a ser malinterpretada.

"A papá no le importa como me siento, le preocupa más que mis tíos no me pueden ver que la razón por la que no quiero salir ¡No es justo!"

—¡No quiero salir! ¡No voy a salir de aquí nunca! ¡Me quedaré encerrado para siempre!

—¡Edwyn no seas ridículo! ¡Déjate de tonteras y sal de una vez! —La frase encerrado para siempre traía algunos recuerdos algo desagradables sobre el abismo.

—¡No pienso! ¡Tendrás que tirar la puerta si quieres que yo salga! 

Era una idea ridícula, pero en el fondo Edwyn quería que lo hiciera, quería que su padre demostrara una mínima preocupación por él, aunque lo castigaran deseaba verlo destrozar una puerta solo para alcanzarlo. Pero en cambio solo siguió escuchando golpes y gritos por un rato, hasta que finalmente cesaron, lo último que escuchó fue.

—Ya saldrás cuando te de hambre.

Y tenía razón. Edwyn tenía un apetito que rivalizaba con el de la tía Hornet, no aguantaba mucho sin comer y por mucho que quisiera resistirse, lo más probable era que con suerte, solo lograra saltarse el almuerzo, lo peor es que cuando saliera, igual recibiría un castigo por lo saludar a los tíos y ser maleducado. El día solo parecía empeorar a cada momento, aunque en este punto ya no estaba seguro de cuanta de la culpa era suya. 

Ya no aguantando más, se enroscó en sí mismo, se abrazó la cola y se puso a llorar en silencio. 

Así transcurrió una media hora, hasta que nuevamente unos golpes en la puerta lo interrumpieron, pero esos eran mucho más suaves y una voz igual de suave habló.

—Edwyn ¿Estás bien? —Era el tío Big.

Esa sí era una muestra genuina de preocupación, como siempre el tío Big era el único en su familia que sí lo quería de verdad (al menos a ojos de Edwyn), podría haber abierto de inmediato pero quería hacerse el difícil, quería ver hasta qué punto llegaba su preocupación.

—No quiero ¡No voy a salir de aquí nunca!

—¡Pero Edwyn, te perderás el almuerzo! No te puedes saltar las comidas ¿Te sientes mal? ¿Quieres hablar?

¿Por qué tenía que ser su tío quien le hablara de esa manera? ¿Por qué su padre no podía ser así de amable con él? Suspiró derrotado, él sabía cuánto lo quería su tío y no necesitaba ponerlo a prueba, estaba seguro de que no solo sería capaz de romper la puerta para alcanzarlo, destrozaría un muro o incluso una casa si eso le permitía verlo bien otra vez, así que abrió la puerta y se encontró la cara preocupada del rey.

—Edwyn, no te ves bien ¿Que pasó?

En un inicio no reaccionó, trató de aguantar sus sentimientos y hacerse el fuerte, pero terminó por sucumbir, abrazó una de las patas de Big y se puso a llorar. El rey suspiró y tomó al pequeño entre sus brazos, este enterró su cabeza en el pecho de su tío y se mantuvo gimoteando algunos minutos, el mayor se limitó a darle suaves palamadas en su espalda tratando reconfortarlo, esperando a que se sintiera mejor para poder hablar.

—Yo... Papá no me quiere... Mis hermanos tampoco y ahora Ren tampoco. —Sollozó el gusano.

—Eso no es verdad, tu papá te quiere mucho, es solo que tiene problemas para demostrarlo.

—¿Y porqué tiene problemas conmigo? Con Aster, Jazmín y Coco si es bueno y amable.

—Es... Complicado.

—¿Por qué es complicado? ¿Que problema hay conmigo? He tratado de todo, de ser bueno, de ser malo, pero nada funciona ¿Qué tengo de malo?

—Es por tu parecido con tu abuelo.

—¿Y qué si me parezco a él? Yo no soy él y... ¿Y qué fue lo que hizo el abuelo para que lo odie tanto? ¿Para que me odie a mí? —Lo miró espectante por una respuesta.

—Ay Edwyn, es complicado, no te lo puedo decir ahora.

—¿Por qué?

—Porque te lo diremos en tu cumpleaños, cuando te enteres las cosas tendrán más sentido para ti y... Espero que el saber la verdad te ayude a entender más a tu padre.

—¿Soy yo quien tiene que entenderlo a él? —Se quejó el gusano, esta pregunta dejó a Big pensando unos momentos.

—No... En realidad no deberías ser tú quien tuviera que cargar con estos problemas... Ah, es complicado, trataré de intervenir... Otra vez. Solo... Ten paciencia Edwyn, por favor, hay otros elementos que están complicando la situación más de lo que debería. A todo esto ¿No has tenido pesadillas ultimamente?

—¿Eh? No ¿Por qué preguntas?

—No es nada. Ahora... ¿Por qué te encerraste aquí pequeño? Ren dijo algo de que se habían peleado.

—Sí.... —Edwyn bajó la cabeza triste—. Fui un idiota, me enojé con ella porque dijo que yo no servía para rey... Pero quizás si tenía razón, fui grosero con ella, tú eres bueno con todo el mundo, nunca podría igualarte.

—Edwyn, yo no nací siendo rey ni nada, me criaron y entrenaron, solo con tiempo y trabajo duro llegué a este punto y tú también puedes llegar si te lo propones, tienes tanta madera de rey como cualquiera de tus hermanos, no te aflijas por eso ¿De acuerdo?

—De acuerdo... —Se secó las lágrimas con cuidado antes de proseguir— Pero... Ahora Ren me odia.

—Ella no te odia, es una niña muy dulce, no podría odiar a nadie, solo está un poco enojada, seguro ya mañana se siente mejor. Pero sí sería correcto que te disculparas, eso es algo que un rey... No, que una persona noble haría.

—Disculparme... Sí pero... ¿Crees que me escuchará?

—Claro que sí, Ren te quiere mucho, estoy seguro de que ella no quiere estar peleada contigo, se pondrá feliz cuando te vea y querrá recibir tus disculpas.

—Bueno, si tú lo dices debe ser verdad —Hizo el gesto de querer bajarse de los brazos de su tío y él accedió depositándolo en el suelo—. Ahora tendré que esperar hasta el próximo fin de semana para verla...

—No es necesario, puedes ir a verla a la escuela, cuando tu padre vaya a buscar a tus hermanos puedes ir con él.

—¿Tengo que salir? —puso una mueca de disgusto.

—Oh vamos, no es tan malo, el mundo es más grande que este palacio, de hecho quizás sería bueno que salieras más seguido.

—Pero afuera es peligroso y yo soy solo un gusano indefenso.

—Es la escuela, un lugar lleno de niños, tiene que ser seguro, además no irás solo, tu padre te acompañará, estarás bien ¿Acaso Ren no merece que hagas un pequeño sacrificio por ella?

Edwyn se lo pensó unos momentos y le dio la razón a su tío, así quedó decidido que al día siguiente iría a la escuela.

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Hollow estaba muy confundido, no entendía qué era lo que ocurría, sus hijos se estaban comportando extraño desde la mañana, Aster estaba de un humor terrible, prácticamente se había despertado enojado, se estaba comportando de forma muy agresiva y le gritaba a los demás sin ningún motivo, tuvo que regañarlo un par de veces por tratar mal a una sirvienta, quizás fueran príncipes, pero no por eso podían menospreciar a los demás.

Coco también estaba algo raro, nada más despertarlo lo había abrazado y le había dicho que lo quería mucho. Como padre lo hacía muy feliz las muestras de cariño de sus hijos, pero le parecía algo extraño que de la nada se pusiera así, no tardó en asociar ese comportamiento con algún mal sueño, así que le preguntó, la respuesta lo dejó helado.

—Soñé que moría devorado por una bestia en un lugar desconocido.

No tardó en abrazarlo para tratar de reconfortarlo, pero lo extraño era que Coco no se veía alterado, estaba tan tranquilo como si hubiera soñado que comía un delicioso pastel, simplemente se mostraba más cariñoso que de costumbre con él y con sus hermanos, quizás era su forma de lidiar con el estrés.

Jazmín por el momento no tenía ningún comportamiento inusual, pero la mantendría en observación. Sin embargo cuando casi le da un infarto fue cuando Edwyn le pidió ir con él a buscar a sus hermanos a la escuela ¡Eso sí era muy extraño!

Edwyn era la criatura más sedentaria que conocía, casi no salía de casa y su placer era encerrarse en la biblioteca a leer mientras comía, por algo estaba tan gordo ¿Que bicho le había picado? Además de que la escuela quedaba justamente en Tierras Verdes, un lugar que odiaba debido a una mala experiencia anterior ¿Acaso Edwyn finalmente había superado la expedición de caza que habían hecho el año pasado y ahora estaba más dispuesto a hacer ejercicio?

La idea lo entusiasmaba mucho, si mostraba Interés consideraría llevarlo a las actividades que hacía con sus otros hijos, a menudo le molestaba tener que dejar a Edwyn de lado, pero  no era fácil lidiar con cuatro hijos y por eso mismo siempre optaba por elegir panoramas que gustaran a la mayoría, si Edwyn no quería salir, pues no lo iba a obligar, lo dejaba en casa con Big donde estaría más a gusto, aunque eso implicaba que casi no pasaba tiempo con él.

Edwyn estaba muy nervioso por su salida, era solo un viaje corto para ir a buscar a sus hermanos a la escuela, pero para él era una odisea digna de un héroe como los de las novelas de aventuras que le gustaban, así que a pesar de que le dijeron que exageraba, preparó una mochila con algunos implementos de supervivencia, unas pocas raciones de comida, algo de cuerda, y uno de sus inventos que pensó sería útil y que le cabía en su bolso.

Padre e hijo subieron al ciervo camino y partieron rumbo a Tierras verdes. El viaje fue tranquilo y silencioso, ni una palabra se pronunció entre ellos, Edwyn estaba demasiado nervioso para decir algo y Hollow no sabía de qué hablar con su hijo, la verdad no lo conocía lo suficiente como para establecer algún tema de conversación común, además de que por momentos el miedo que tenía lo agobiaba, ni siquiera se le ocurrió algo tan simple como preguntar por qué había decidido acompañarlo.

Pero eventualmente aquel tortuoso viaje llegó a su fin, ambos se bajaron en la estación de la reina y caminaron un trecho hasta llegar a los archivos de Monomón, lugar que había sido ampliado y la sección nueva se utilizaba como escuela, aunque en el área vieja aún se hacían investigaciones.

Allí habían otros padres esperando a que sus retoños salieran de clases, y algunos niños algo mayores que se iban por su cuenta. Ambos se quedaron de pie buscando con la mirada a quienes esperaban, Hollow estaba pendiente de sus hijos, y Edwyn de su prima.

De pronto divisó entre la multitud a la cochinilla mestiza y sin pena ni vergüenza le gritó para llamar su atención, en cuanto al niña lo vio su mirada se iluminó y corrió hasta él, esto llenó al gusano de alegría, el tío Big tenía razón, Ren no lo odiaba y quería hacer las paces con él. Tal como ella hizo corrió a su encuentro, pero en lugar en estrechar entre sus brazos a su prima, él fue atrapado entre los brazos de Coco.

—Te quiero Edwyn —dijo el hijo de las sombras.

—Eh... ¿Qué?

—Ah... Ah estado así desde la mañana —explicó Ren—. Nada más verme me abrazó, igual que a Silky y a Chester... Incluso cuando se encontró con papá también le dio un abrazo, fue incómodo, sobre todo cuando los demás empezaron a mirarnos.

—Miradas....

El gusano entonces se atrevió a prestar atención a los demás y notó que habían un montón de chicos mirándolos, la mayoría con una sonrisa, ya fuera de ternura o de burla, la mayoría lo segundo. De inmediato se sintió avergonzado y trató de apartar a su hermano de su lado.

—Suéltame coco ¡Esto es vergonzoso!

—De acuerdo, de acuerdo —liberó a su presa— Pero no lo olvides, te quiero mucho.

—¿Y a ti que bicho te picó?

—Papaaaaaa.

Edwyn fue ignorado por completo, su hermano salió corriendo para abrazar a su padre, quien para su sorpresa no parecía para nada incómodo con las muestras de afecto de su hijo.

—Entonces... Ha sido así todo el día.

—Si, todo el día, aunque... Hay que decir que se ven muy lindos.

Padre e hijo se abrazaban como si no se fueran a ver nunca más.

—Esto... Ren, yo... Quería pedirte disculpas por lo de ayer, de verdad lo lamento, no debí echarte de la biblioteca y en parte tenías razón en lo que dijiste, de verdad lo siento.

—Disculpas aceptadas —le dedicó una sonrisa cálida—. Quizás ahora estés un poquito más cerca de ser rey.

Edwyn le devolvió la sonrisa a su prima complacido por su comentario, pero su instante de gloria fue interrumpido por un empujón tan fuerte que lo tiró al piso, cuando se levantó y buscó al responsable se encontró con Aster que demostraba una expresión malhumorada.

—Ten más cuidado —gritó la criatura blanca.

—Tú eres quien debe tener cuidado gusano. Mantente alejado de mí.

—¿Qué rayos le pasa? 

—Así como Coco se puso cariñoso con todos, Aster se puso odioso ¡Pero olvídate de él! Que sorpresa verte aquí, pensé que odiabas Tierras Verdes.

—Las odio, pero tenía una razón importante para venir.

Ren se puso colorada con su comentario.

—Eh... Bueno... Ya que estás aquí... ¿No quieres saludar a papá? Seguro que se alegra de verte y ya que estás en los archivos podrías darles un vistazo a la investigaciones que hacen aquí, a ti te gustan esas cosas ¿No?

—¡Sí!

—¡Pues vamos!

Edwyn se metió dentro del edificio siguiendo a su prima, ni siquiera le pidió permiso a su padre quien justo estaba teniendo una discusión con Aster por lo grosero que estaba siendo ese día. Tal descuido le causaría un par de complicaciones más tarde.

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Lo intenté pero no pude, saqué capítulo demasiado rápido, uf... Ya me estancaré en algún momento.

Por si alguien no se lo imaginaba, Edwyn es gooordo, al menos por ahora.

Por cierto @HermolerZB ya está haciendo de las suyas con sus maraviillosos fanarts, ya me hizo llegar dos dibujos.


En serio los amé, sobre todo el último.

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