Perdón

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Big caminaba por un lugar extraño, o al menos a sus ojos lo era, todo estaba cubierto de hongos, cada piedra y retazo del suelo tenía alguna seta encima. Solo por los conocimientos que tenía deducía que aquel lugar se trataba de P+aramos F+ungicos, ya que nunca había estado allí.

Pero había algo extraño en el lugar, una misteriosa neblina que volvía todo borroso y le causaba un desagradable malestar. Siguió caminando atento a sus alrededores, reinaba un silencio espectral y eso solo aumentaba su nerviosismo. Entonces la quietud fue rasgada por un grito infantil, Big corrió hacia el origen del alboroto solo para encontrar el dantesco espectáculo de sus cuatro sobrinos en medio de un claro siendo atacados por dos garpies Fúngicos.

En aquel momento con su mente confundida por la situación,no recordó que uno de los niños supuestamente estaba muerto, que era ilógico que estuviera en Páramos Fúngicos y que él no conocía a los garpies Fungicos.

Pero nada de eso importó, Big se teletransportó hacia donde estaban sus sobrinos y atacó a la bestia que tenía más cerca. La criatura recibió el embiste del aguijón resultando en un feo corte en su barriga, pero Big no le dio tregua y atacó de nuevo, estaba decidido a acabar con él rápidamente. Pero su oponente no se dejaría matar fácilmente, por lo que se dobló dejando los hongos de su superficie a la vista, en cuanto Big los golpeó, los más grandes reventaron liberando una nube de esporas de olor fétido que nublaron su vista.

Un bicho normal habría terminado ahogado por aquella nube tóxica, pero eso no afectaba a Big, sin embargo la pérdida de visión si era un problema, la nube le impidió divisar el momento en el que el garpiés lo atacó de vuelta. Recibió su ataque, pero con presteza se teletransportó lejos y libero una lluvia de explosiones para aniquilar al bicho.

—¡Aaaaaaa!

Los niños gritaron al quedar en medio de las explosiones y Big sintió como si le hubieran echado un balde de agua fría, derrotar a esas bestias era posible para él, pero esto no se trataba sólo de matarlos, debía al mismo tiempo proteger a sus sobrinos, por lo que no podía atacar descuidadamente.

Corrió hasta donde intuía podían estar los retoños, como no sabía su ubicación exacta no podía teletransportarse descuidadamente, podría aplastarlos sin querer. Pero en medio de su carrera fue atacado por uno de los garpiés, Big bloqueó el ataque con certeza y lo empujó a un lado para continuar su camino hasta los niños. Cuando finalmente llegó hasta ellos los examinó rápidamente, tres de ellos estaban bien, pero uno al parecer fue afectado por la explosión, nada menos que Coco.

Big quería llorar por su error, pero hizo de tripas corazón y empuñó su aguijón para seguir luchando, porque justo frente a él se alzaba el segundo garpies. Corrió hasta la bestia con su arma brillando por la magia en la que lo había imbuido, extendió su brazo y el oro puro hizo contacto con la piel del bicho que explotó arrojandolo hacía atrás, pero Big no se detuvo ahí, antes de que la criatura se recuperara se arrojó contra su cuerpo y lo atacó como una bestia desenfrenada.

El metal cortó su carne como se corta la mantequilla, destrozandola hasta dejar un despojo irreconocible de lo que alguna vez fue la criatura. El bicho dejó de moverse, pero el guerrero no se detuvo, ahora no era solo por derrotarlo, era para sacarse de encima la rabia y la frustración acumuladas por tanto tiempo.

La carnicería siguió, mermando las fuerzas del rey hasta que en medio de jadeos y suspiros, por fin se detuvo, solo entonces se atrevió a mirar atrás, solo para presenciar la horrenda escena de sus cuatro sobrinos juntos siendo devorados por el garpiés que quedaba vivo.

Big se puso de pie y se teletransportó de inmediato, solo para aparecer en medio de una neblina impenetrable que ocultaba la tragedia.

—¡Coco! —Gritó desesperado— ¡Jazmín! ¡Aster! ¡Contesten por favor! —Sus ojos se pusieron vidriosos al darse cuenta de la realidad —Edwyn... —susurró con la voz quebrada.

Cayó de rodillas con su corazón tan destrozado como el garpiés que había matado, un dolor infinito lo invadió mientras se preguntaba una y otra vez que había hecho mal, lo había dado todo por protegerlos y aún así no había podido ¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser así? Era uno de los bichos más poderosos del reino, no lo entendía.

Pero aquella no era una batalla de fuerza, si el objetivo hubiera sido solo matar a los garpiés lo hubiera hecho fácilmente, pero no, lo que debía hacer era proteger a los niños, y el simple hecho de tenerlos en el campo de batalla implicaba un peligro, y no era solo un niño, eran cuatro, no era solo un enemigo, eran dos, hasta el guerrero más talentoso fallaría en algo así....

Sus ojos se abrieron de la sorpresa al darse cuenta de lo que estaba pensando.

—Hollow.... —Susurró apenado.

—¿Ahora lo entiendes? —Dijo una vocecilla a sus pies.

Big se paralizó al escuchar aquella voz ¿Sería verdad? Tenía miedo de comprobarlo y sufrir una decepción, pero aún así se armó de valor y bajó la mirada hasta encontrarse con los ojos de aquel que creía muerto.

—¡Coco! —Exclamó eufórico tomándolo en brazos— Coco, coco ¡Coco!

Big lloraba desconsolado mientras el niño le daba suaves palmaditas tratando de calmarlo.

—Tío Big, ya cálmate, no tenemos tiempo para estas cosas.

El niño como siempre no lograba comprender del todo la situación, lo que para él era solo una conversación cualquiera, para Big era un momento extraordinario.

—Pero es que tú... Tú.. Estabas muerto... —Gimoteó el gigante.

—Todavía lo estoy, pero no es para tanto.

La mirada horrorizada que le dedicó su tío lo dejó pensando que había hecho mal, luego recordó las charlas que le había dado Bocadillo sobre no tomar su muerte tan a la ligera, para Coco la muerte era algo natural y no entendía porque la gente se alteraba tanto, pero si el señor Bocadillo decía que fuera delicado con el tema, entonces le haría caso.

—Eh... Mi cuerpo quizás ya no existe, pero sigo vivo en tu corazón.

"Por el señor de las Sombras, pero que cursilerías estoy diciendo" pensaba el niño para sus adentros.

—Mi corazón... —Big se llevó la mano al pecho  y sonrió lastimeramente mientras las lágrimas seguían cayendo.— Esto es un sueño ¿Cierto?

—Sí —El niño lo dijo con una cara de solemnidad tremenda, aunque por dentro tenía tentación de reírse.

—Por qué... ¿Por qué siempre pasa? Nunca puedo evitar que quienes quiero se vayan, solo puedo despedirme de ellos en sueños, no pude salvarte... No pude salvar a papá... Soy un inútil....

—¿Papá? ¿El abuelo? —Esta declaración lo dejó muy sorprendido.

—Quise dar lo mejor para protegerlos a todos y no pude.

—No siempre se puede. Pero no es el fin del mundo, papá pudo salvar a Aster y a Jazmín, y yo pude salvar a Edwyn ¿No deberíamos alegrarnos por eso?

—Tú... ¿Tú salvaste a Edwyn?

—Sí... Podría haberme salvado yo, pero Edwyn era mejor opción. A veces puedo ver pedazos del futuro y vi lo que podía pasar... Junto con otros posibles futuros. Puede ser duro, pero esta es la mejor opción, la que tenía menos sacrificios.

A Big le estaba costando procesar lo que decía el niño, al parecer Coco había heredado el poder de premonición del rey Pálido y él mismo había decidido el futuro que quería sin que nadie pudiera detenerlo, pero si Coco había hecho eso ¿Acaso él mismo quiso morir?

—Coco... Si tú puedes ver el futuro... ¿Por qué elegiste uno donde tú no estás?

Durante toda la conversación, a pesar de sus esfuerzos por fingir solemnidad el niño se mostraba alegre y despreocupado, pero por primera vez su semblante cambió a uno acongojado.

—Se vienen tiempos duros, y los tiempos duros necesitan gente fuerte, va a pasar algo malo, muy malo y habrá que pelear, no se cómo va a terminar todo, pero para tener una posibilidad de ganar hay que ser fuertes, sobre todo Edwyn, él tiene que fortalecerse, todos tendremos que pelear.

—¿Qué es lo que va a pasar Coco? Dime por favor, acabaré con cualquier amenaza que ponga en peligro a la familia.

—No lo diré, todavía falta para eso, mejor que disfruten las semanas que siguen antes de que las cosas se pongan feas. Ah, pero tampoco se pongan flojos, tienen que entrenar mucho, sobre todo Edwyn.

—Pero... Es un gusanito ¿Que puede hacer él?

—Es un gusano mágico muy inteligente, puede hacer un montón de cosas.

Big se quedó en silencio, si fuera por él, ninguno de sus retoños tendría que pelear, pero él mismo sabía lo que era un destino inevitable.

—Tío Big... Hay una cosa más ¿Podrías hacer las paces con papá? Por favooooor.

—ero...P

—Para enfrentar lo que se viene, necesitamos estar más unidos que nunca, además, ya viste que las cosas no fueron culpa de él, hasta lo hizo mejor que tú protegiendonos ¿Cierto?

Finalmente el rey agachó la cabeza aceptando su error, fue injusto con Hollow, nunca debió tratarlo mal, él tenía razón.

—Entonces... ¿Harán las paces?

—Sí Coco... Perdonaré a tu padre..

—Siiiii.

El niño brincó en su sitio y no conforme con eso se puso a bailar sacándole unas cuantas carcajadas a su tío..

—Coco, sigues siendo tan divertido como siempre.

—Por supuesto, mi chispa especial me la llevo hasta la tumba.... Literalmente.... ¡Ah!

De pronto el niño sintió un par de brazos que lo envolvieron y sus pies se desprendieron del suelo, el suave aleteo y la brisa que sintió le indicaron que cierta polilla lo había agarrado.

—Dijimos que 15 minutos, y ya pasaron, no puedo dejarte juguetear tanto rato en los sueños de las personas. — Dijo Bocadillo.

—¡Tú! —Gritó Big reconociendo a uno de los intrusos del palacio.

Big no lo dejó reaccionar, no cometería ese error otra vez, no se llevarían a los niños, así que atacó invocando una explosión de alma. En la vida real esto habría sido letal, pero en el mundo de los sueños Bocadillo era el amo y señor y pocos podían oponersele.

La polilla se esfumó en el aire haciendo que la explosión golpeara la nada. Big cayó en desesperación al no ver ni a su enemigo ni a su sobrino, por lo que giró la cabeza hacia todos lados buscándolos, pero la extraña neblina que rodeaba el lugar a cada momento se volvía más densa, su respiración se volvió agitada y se vio obligado a correr a ciegas gritando el nombre de coco, pero no había respuesta alguna, solo silencio y un mar interminable de nubes, hasta que  su angustia lo hizo despertar.

.....................................

Hollow era un vigilante discreto y eficiente, a veces él mismo se sorprendía de esto, cuando niño era tan impaciente e imprudente que le resultaba casi un milagro la paciencia que tenía ahora para mantenerse oculto. Cosas de la madurez decía su hermana, magia negra decía Ogrim, fuera lo que fuera, aquí estaba, vigilando a su hermano y a su hijo, les llevaba siguiendo la pista todo el día, solo se desvió un rato para conseguir algo de comida.

Ahora había llegado ese momento tranquilo del día donde todo se calmaba y el silencio reinaba. Edwyn ya se había ido a dormir dentro de su refugio, le pareció curioso que fuera capaz de construir uno considerando que él nunca le pudo enseñar. Aster también había caído presa del sueño y se había quedado dormido dentro del bolsito donde lo llevaban. No habían encontrado rastro de Orquídea.

Hollow suspiró preocupado, ojalá que su niña estuviera bien, Orquídea tendía a ser muy bruta y temía que sin querer la dañara de alguna manera. Pero por mucho que le preocupara Jazmín, ahora no podía hacer nada, lo mejor era descansar, no tendría un buen rendimiento si no dormía un poco. Así que se acomodó en la cama de hojas que había construido teniendo cuidado de no aplastar a Aster, quien no se había despertado a pesar de todo el ajetreo de Hollow, cuando el niño dormía, nada lo despertaba, ni siquiera el estar metido dentro de un bolso en lugar de una cama.

Hollow lo envidiaba, llevaba demasiado tiempo siendo atormentado por las pesadillas y durmiendo el mínimo, aunque en el último tiempo habían desaparecido por completo, cosa que obviamente lo alegraba, pero él no poder explicarlo lo perturbaba, si no tenía una explicación razonable del porqué, en cualquier momento podían regresar.

A falta de una explicación mejor, suponía que la presencia de Orquídea lo calmaba y alejaba los malos sueños, por eso ahora que ella estaba lejos tenía la ansiedad por las nubes, ella no estaba cerca para dormir con él ¿Y si volvían las pesadillas?

Su angustia fue tal que pasó media hora sin poder conciliar el sueño, pero eventualmente el cansancio lo sometió, de tal forma que entre pensamientos negativos y preocupaciones, lentamente el sueño se apoderó de él. Sin embargo, a pesar de todo, seguía en alerta, estaba demasiado habituado a ello, es por esto que no pasaría desapercibido para él una risa burlesca que sonaba en los alrededores.

Inmediatamente se incorporó en su sitio y su mano se deslizó hacia la empuñadura de su aguijón, de inmediato posó sus ojos en Aster, el niño estaba en su sitio, profundamente dormido dentro de su bolsa. Inspeccionó sus alrededores pero no encontró nada sospechoso ¿Habría sido una ilusión? Una treta de su mente confundida por el cansancio y la paranoia, pero antes de que pudiera convencerse de eso volvió a escuchar la risa, y esta vez acompañada del sonido de un cascabel.

Algo lo acechaba ¿Quizás un fantasma? Parecía el modus operandi de uno, pero como no no traía el aguijón onírico con él no debería verse afectado ¿Que sería? La intriga podía más que la prudencia, así que con mucho cuidado se colgó a su hijo en la espalda, cogió su aguijón y partió en busca de respuestas.

La risa daba la impresión de que estaba al tanto de sus movimientos, ni bien se puso de pie se alejó de él al mismo tiempo que el sonido del cascabel cambiaba de ritmo. Al inicio su sonido era suave y rítmico, pero ahora vibraba con tal insolencia que parecía querer provocarlo.

Quizás hubiera sido más sabio no perseguir aquel trino, pero ahora Hollow estaba solo sin nadie que lo protegiera de su falta de sentido común. Siguió su camino entre la hierba y las enredaderas que se oponían a su avance, a veces era difícil moverse, pero el cascabel lo esperaba pacientemente ¿A dónde quería llevarlo?

La respuesta llego cuando alcanzó un claro desprovisto de árboles, ramas o espinas, lo único que crecía allí eran unas curiosas flores blancas que conocía bastante bien. Esas plantas habían prosperado de las mil maravillas desperdigandose por Tierras Verdes, estaban lejos de la tumba de la hija del traidor.

Era un hermoso prado cubierto de blanco y en medio resaltaba una figura que portaba negro y escarlata, y en su mano colgaba un enorme cascabel de los mismos colores. Hollow contuvo el aliento un momento al darse cuenta de quién se trataba.

La murciélago quiso sonreír con su habitual tono burlesco, pero solo pudo esbozar una sonrisa triste, no se lo explicaba pero este bicho le causaba un gran malestar, hubiera querido huir de él, pero esa no era la razón por la que estaba ahí.

—Ali —susurró Hollow, pero al recordar el dolor que le causaba ese nombre optó por el otro— ¡Scarlet!

—Bienvenido Hollow, capitán de la guardia real —saludó con una profunda reverencia.

Al macho le incomodó tanta formalidad. En sus fantasías de infancia y juventud alguna vez imaginó un reencuentro con su pequeña, uno donde corría hasta él para abrazarlo mientras gritaba "mami". Pero claro, ella no lo recordaba, sólo era un desconocido de alto estatus en la comunidad y por ello lo trataba así, pero no le importaba relacionarse con ella de manera más informal.

—Puedes tuterme si quieres y no hace falta que te refieras a mi con títulos, al fin y al cabo, para ti siempre fui Hollow... O más bien mami.

La murciélago lo miró con una mezcla de confusión y repulsión.

—¿Mami? Pero si eres un macho... ¿O antes eras hembra? ¿O que está pasando aquí?

—Olvídalo —dijo mirando a un árbol para que no notara su vergüenza.

Mientras Hollow se recuperaba de su bochorno y buscaba como explicarle su extraña situación, la murciélago se acercó a él y lo rodeó, brincando y bailando mientras agitaba su cascabel. La hembra era grácil y habilidosa, ni siquiera usaba sus alas y parecía que flotaba, en verdad había crecido mucho.

—Dime cascabel, quien eres, quien eres, canta cascabel, que quieres que quieres —canturreó la chica.

—Soy... Hollow... Y se podría decir que somos amigos de infancia.

—Oh, amigos de infancia —Scarlet giro sobre uno de sus pies y se esfumó en una explosion de fuego para luego aparecer detrás de Hollow asustándolo— ¿De verdad éramos amigos?

Hollow se apartó de ella de un brinco y asintió tímidamente, la costaba reconocer en esta muchacha traviesa a la niña que había cuidado.

—Estuvimos juntos algo más de un año, yo era tu guardián.

—¿Guardián? Supongo que guardián de juegos, eres un insecto y yo una murciélago, lo normal sería que el más fuerte protegiera al más débil.

—Soy mayor que tú y en ese tiempo yo era más poderoso. —Le dedicó una mirada retadora. —Y no era un guardián de juegos, yo era tu guardián de verdad, mi deber era protegerte, fui elegido por tu padre.

—¿Papa te eligió? —puso una mueca de desaprobación —¿En qué estaba pensando?

—En que quería que sobrevivieras, que pudieras completar el ritual hasta el final y ser otro siervo del Rey Pesadilla.

Esto último captó un genuino interés en Scarlet, al punto que detuvo sus bailes y piruetas y lo miró con seriedad.

—¿Sabes de él?

—Luché contra él.

—¡No puede ser!

Otra vez Scarlet se esfumó en una explosion de fuego para luego reaparecer en frente de Hollow con sus ojos clavados en él.

—¿Cómo lo hiciste? ¿Cómo fue? ¿Qué pasó? ¡Cuéntame todo!

Tanto ímpetu intimidó al caballero, pero tras una pausa procedió a relatar los hechos de su infancia desde su punto de vista y de forma resumida, Scarlet no era un público paciente y  constantemente lo interrumpía con preguntas, así que tuvo que saltarse bastantes detalles sobre su tiempo juntos, por lo que Scarlet comprendió el papel que Hollow había tenido en su vida, pero no en su corazón, sin embargo ella lo había querido así, su presencia dolía como un puñal y no quería enterarse de la verdadera razón de esto.

—Entonces... Derrotaste al Rey Pesadilla en el panteón de los dioses... Uf... Estás frito.

—¿Qué quieres decir?

—Seguro que juró vengarse. Ser vencido por un mero mortal es toda una humillación

—Sí pero.... Ya lo vencí una vez, si viene a atacar de nuevo lo derrotaré otra vez.

—No es tan simple caballero, mucho menos tratándose de alguien como él. —Scarlet bailó agitando su cascabel para centrar sus pensamientos, pero tanta espera y misterio exasperaba a Hollow.

—¿Que quieres decir?

—El término dios está demasiado prostituido, por decirlo de algún modo. Cualquier bicho poderoso es llamado dios por los ignorantes.

Esto le hizo sentido a Hollow, a él mismo alguna vez lo llamaron dios.

—Hay mortales poderosos, pero son solo mortales, hay bichos que exceden el poder de un bicho normal pero sus capacidades solo les confieren el poder de destruir o transformar, esos son los altos seres, pero un dios, un verdadero Dios, está más allá, un dios es un creador, un mortal nunca podría oponerse a un dios, solo un dios puede vencer a un dios de forma definitiva... Al menos en teoría. Si el Rey Pesadilla ha jurado vengarse, créeme que regresará por ti, de hecho, quizás ya lo ha hecho.

Estas palabras hicieron Eco en la mente del bicho, quizás sus pesadillas no eran simples malos sueños y tenían un origen divino, pero entonces ¿Por qué habían cesado al regresar Orquídea?

—Yo fui una sirva que escapó del dominio del Rey Pesadilla —Continuó Scarlet— y ese dios no me ha dejado en paz desde entonces... En un inicio, cuando junto a mi padre despertamos de su dominio estábamos confundidos, no teníamos identidad ni pasado, ni un solo recuerdo que nos dijera quienes éramos, de a poco logramos formarnos una vida, pero cuando esta a duras penas comenzaba a tomar rumbo, poco a poco fue destrozada por las pesadillas.

"Ni papá ni yo sabíamos a qué se debían estos sueños horribles que nos atormentaban, de a poco dormir se volvió un tormento hasta ser una tarea casi imposible. Luego de eso vino el mal humor, el mal aspecto y... Las alucinaciones.."

A Hollow todo lo que escuchaba se le hacía aterradoramente familiar, llevaba meses viviendo esa situación si es que no años, solo que en un inicio las pesadillas eran muy alejadas unas de otras, pero conforme pasaba el tiempo ya eran todos los días.

—Nos hubiéramos enfermado de no ser por Bocadillo, por fortuna él estaba mucho más enterado que nosotros dos sobre lo que estaba pasando, nos salvó de ese dios y nos enseñó a defendernos, supimos de su naturaleza, de su carácter agresivo y dominante y del hecho de que jamás nos dejaría en paz...

La voz de Scarlet se apagó suavmente siendo seguida de un triste suspiro, su semblante era sombrío, pero como si no se le permitiera mostrar debilidad, rápidamente cambió a una expresión risueña y se colocó su máscara de travesura.

—Quizás nosotros y la gente del circo que está protegida ya no sufrimos pesadillas, pero todos los que están en los alrededores sí, empiezan de a pcoo, con uno que otro mal sueño, para luego escalar hasta el punto en el que estuvimos nosotros, por eso nunca nos quedamos demasiado tiempo en un lugar, que bueno que somos un circo itinerante ¿Verdad?

—Debió ser muy duro, demasiado duro —Hollow caminó un par de pasos hacia ella— Y yo no estuve allí para ayudarte.

La cercanía del caballero puso nerviosa a la murciélago quien retrocedió un par de pasos.

—Bueno, no es como que pudieras hacer algo tampoco ¿Cierto?

—Pero yo era tu guardián ¡Mi deber era protegerte! —Volvió a acercarse a la chica.

—Ya pasó, no te pongas así —Otra vez retorcedió cada vez más incómoda.

—Quisiera poder remediar lo que pasó, quisiera recuperar el tiempo perdido, quisiera liberarte de ese dios horrible —Esta vez Hollow tuvo el atrevimiento de tomarla de las manos.

Scarlet aterrada y algo asfixiada por el dolor que le provocaba la cercanía del caballero lo alejó de un manotazo y retrocedió. Bajó la vista tratando de que no viera sus ojos llorosos, no entendía por qué ese bicho la hacía sufrir tanto, sentía que quería abrazarlo y a la vez escapar de él, sentimientos contradictorios que luchaban en su pecho. 

Fue entonces que recordó la razón por la que estaba allí, para pedir el aguijón onírico, ya que no habían podido robarlo, intentarían persuadir al caballero para que se los diera. La verdad tenía dudas respecto a ese plan, pero Hollow parecía tan desesperado por ayudarla que no sería difícil obtener lo que querían. Solo tenía que tratar de ser dramática para apelar a sus sentimientos.

—Quizás puedas compensar tu error —dijo sin mirarlo fingiendo una voz quebrada.

Esta actuación sumado al hecho de que Scarlet lo había rechazado unos momentos antes le daban un impacto extra a la situación.

—¿Qué puedo hacer? ¡Haré lo que sea!

—Necesito el aguijón onírico.

—Que... ¿Ese artefacto?

—¿Me lo darías Hollow? Ni siquiera lo necesito para siempre, solo requiero de que me lo prestes un tiempo, nada más

—Ese objeto en malas manos puede ser peligroso ¿Sabes?

—Y en buenas manos puede ser la salvación. Vamos Hollow, dámelo, por el amor que nos une, confía en mí.

A Hollow se le hizo extraño que hablara de amor siendo que ni siquiera era capaz de recordarlo, casi llegaba a sonar algo manipulador, pero no le importaba, el remordimiento por no poder ayudarla era más fuerte, estaba decidido a darle todo... Y lo hubiera hecho de no ser por un pequeño problema.

—Ya no tengo el aguijón onírico.

—¿Qué? ¿De qué hablas?

—Pues.... —suspiró profundamente — luego de que intentaran robarlo me regañarom por tenerlo guardado en un lugar tan poco seguro como debajo de mi cama, entonces mi hermana decidió hacerse cargo de su custodia y se lo llevó a Nido Profundo para cuidarlo ahí y pues... Me va a costar tenerlo de regreso pero....

No pudo continuar, fue interrumpido por un arranque de rabia de parte de la murciélago, que si bien no lo atacó ni nada, liberó una pequeña explosión de fuego que lo asustó.

—¡Como puedes ser así! Es la única cosa que te pido en años y no puedes hacerlo.

—Pero Scarlet, solo....

Y nuevamente no pudo explicarse, en medio de la selva se escuchó un grito desesperado, era Big.

Hollow entró en pánico al escuchar semejante alarido de dolor e hizo el ademán de salir corriendo, pero a último momento dudó, miró hacia sus espaldas y se encontró con la mirada furibunda de Scarlet.

—¡claro! ¡Vete, abandóname otra vez! Deja que el mundo se caiga a pedazos en manos del Rey Pesadilla!

Lo que decía la chica era grave, y le dolía en el alma, pero Hollow tenía sus prioridades claras, Scarlet era muy importante en su vida, pero ahora su hermano lo necesitaba, dudaba que algo le hubiera pasado a Big, pero quizás lloraba por Edwyn, creía que su hijo podía arreglárselas en Tierras Verdes pero quizás no era así. Así que con su corazón llorando, Hollow se vio obligado a salir corriendo sin dirigirle la palabra a la muerciélago, era descortés, pero si no lo hacía así no tendría la determinación para tomar una decisión.

La hembra se quedó quieta llorando de frustración mientras veía al caballero alejarse, fuertes punzadas clavaban en su corazón causando una serie de sentimientos que no entendía, ahora que finalmente había hablado con él se había dado cuenta de que lo amaba, pero no estaba segura de porqué. En verdad la maldición del Rey Pesadilla era horrible, borraba recuerdos, pero no sentimientos, y eso causaba confusión.

—Creo que te has pasado Scarlet —Una voz irrumpió en sus pensamientos — has sido muy insensible, para él también es difícil.

La murciélago se volteó y encontró a su pequeño amigo blanco mirándola con reproche.

—No debí venir... Esto me duele, y me confunde, quiero recordarlo pero no puedo, y ni siquiera sirvió de algo, no pude obtener nada.

—Si sirvió, al menos ahora sabemos que el aguijón cambió de ubicación y que será necesario que el maestro lo rastree otra vez.

Las lágrimas no dejabam de caer del rostro de la chica.

—Ya ya, calma, todo esto se va a solucionar, se fuerte, ya falta poco.

—Está... Bien... Snif... Hay que hacerlo.... Aunque duela... Pero por hoy basta, no creo poder aguantar más...

Por otro lado mientras tanto, Hollow corría desesperado hasta el lugar del campamento ¿Qué podría haber provocado tal grito de terror en Big? Eso seguro le había dejado destrozada la garganta, quizás el Señor de las Sombras le había concedido una voz, pero tenía ciertas limitaciones.

Era tal su agitación durante la carrera que hasta Aster se despertó por el alboroto.

—¡Papá qué pasa! 

—¡Tu tío Big!

No pudo decir más, porque llegaron a su destino, al muro de arbustos que había elegido Edwyn como refugio para pasar la noche, Hollow brincó y atravesó follaje encontrando a su hermano sollozando mientras Edwyn nervioso trataba de calmarlo.

—¿Big? ¿Qué pasa?

—Hollow... ¡Lo siento! —Dijo afónico.

El caballero no tuvo ni tiempo de reaccionar, su  rey lo agarró de la mano y lo atrajo hacia él para estrecharlo entre sus brazos sin dejar de llorar.

—¡Big qué pasa! —Volvió a preguntar.

—Tuvo una pesadilla muy fea —Explicó Edwyn ya que su tío no estaba en condiciones de responder.

—Ah... Ya tranquilo.

—Lo siento Hollow Snif... Tú tenías razón... en todo... Nunca debí... Waaaaaa. Lo siento —gimoteó con un hilo de voz.

Tardó un rato en entender lo que quería decir y deducir el porqué se disculpaba exactamente, pero luego de la confusión, se alegró genuinamente, porque Big volvía a ser ese hermano atolondrado pero cariñoso que siempre tuvo.

—¿Qué está pasando? —Se atrevió a preguntar Aster somnoliento.

—Algo muy bueno, quizás algo que esperábamos desde hace mucho —contestó Edwyn con una sonrisa.

---------------------------------------------------------------------

Siiiii! Por fin se reconciliaron! Yupi!

Me costó pensar la pelea con los garpiés, hacía rato que no escribía peleas y estaba fuera de práctica, espero que no haya quedado tan mal. Y bueno, hoy en el trabajo no dejaron la llave para abrir el negocio así que me tuve que quedar una hora esperando a que llegaran con la llave, tiempo que aproveché muy bien para escribir y gracias a eso tenemos capítulo nuevo. El que sigue quizás para cuando estará, así que agradezcan que la providencia ha favorecido este capítulo. 

Estoy muy cansada así que me voy a dormri, buenas noches, los quiero, bye.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro