¡Te encontré!

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El escándalo que se había desatado en la selva aún era ajeno para el rey y su caballero, quienes seguían deambulando ignorantes del destino de la niña que buscaban.

—Papá ¿Podemos irnos a casa ya? —Preguntó Aster aburrido— Encontrarlas va a ser difícil sin una pista de dónde están, y eso podría ser en cualquier parte, hay mucho espacio para cazar.

—No podemos dejar a tu hermana sola y perdida.

—No está perdida, tú nos enseñaste como ubicarnos, aún si estuviera sola ella sabe cómo volver a la villa musgosa o como ir a visitar al tío Sheo.

—No me sentiré tranquilo hasta que la encuentre y vea que está bien.

—Tio Big ¿Podemos volver a casa?

Volteó atrás esperando encontrar apoyo del rey, pero este estaba demasiado ocupado tratando de desenredar su cornamenta atrapada en el follaje, tarea que le resultaba demasiado compleja porque un musgocaminante le estaba trepando por la espalda y eso lo ponía nervioso. Mientras tanto Edwyn daba saltos tratando de alcanzar al bicho para liberar a su tío de su tormento.

—Papá.... —Llamó Aster de nuevo.

—Te dije que no vamos a regresar.

—No es eso... Ahg, mejor me encargo yo.

El niño salió del bolso que Hollow llevaba en la espalda, abrió las alas y voló hasta la espalda de su tío, quien dio un grito excesivamente femenino cuando sintió que otro bicho se le había montado en la espalda.

—Ya te lo saco tío. —Lo calmó Aster.

De un manotazo el pequeño mantis botó al trepamisgo que luego de caer se alejó rápidamente.

—Aster, volaste —exclamó Edwyn alegremente.

—Sí...

—¿Aster voló? ¡Que maravilla! —Big estaba eufórico agitando sus brazos— Te abrazaría si pudiera sacar mis cuernos de aquí.

—¿Aster voló? —Hollow fue el último en enterarse de la noticia, pero ni bien supo corrió a tomar a su retoño en brazos.— ¡Felicidades! ¡Esto es maravilloso! Me recuerda cuando volaste por primera vez.

—No es para tanto... —Al chico le avergonzaba que le recordaran su tiempo de bebé, así que buscó cambiar de tema— Tío Big, eres grande y fuerte ¿Por que en lugar de desenredar tus cuernos no tiras y rompes todo?

La idea era buena, pero si salía mal Big podía terminar sin su máscara revelando su forma de sombra.

—Eh... Eso sería malo para el ambiente —contestó Hollow nervioso— déjame ayudarte Big.

Con cuidado cortó la maleza que tenía presa su cornamenta, actividad que intentó realizar con rapidez, pues a cada instante tenía que lidiar con las preguntas de Aster, quien no había quedado conforme con la respuesta anterior. En ese momento supo que ya no se podía dilatar más el contar la verdad a los niños, una vez sembrada la duda, esta se extendería como un caudal imparable hasta alcanzar su objetivo. Pero no sentía que este fuera el momento para eso, la prioridad era encontrar a Jazmín.

—Vamos niños, hay que seguir buscando a su hermana. —Los alentó su padre.

—Pero papá, ya estamos aburridos.

—Ahh... Está bien, si quieren irse vayan, su tío los llevará de vuelta al palacio.

Big por dentro se sentia eufórico, el aburrimiento de la monotonía era un arma poderosa, el día anterior era imposible convencer a los niños de irse con él y ahora lo pedían solitos.

—No le causen problemas a su tío Big ¿De acuerdo?

—Sí papá —contestaron al unísono.

—Y bueno... Eso es todo, nos veremos en unas horas, espero.

Hollow se notaba preocupado por lo que Big sintió la necesidad de reconfortarlo con algunas palabras de ánimo.

—Tranquilo Hollow, seguro están bien, Orquídea.... Es algo bruta, pero al menos la mantendrá a salvo.

Y como queriendo contradecir sus palabras, entre los arbustos de las cercanías vieron a una pareja de mantis hablando a viva voz.

—Aquiles ¿Cómo se llamaba la niña perdida?

—Jazmín ¡Ya te lo he dicho tres veces!

—Eso eso ¡Jazmín! ¡Aparece niña!

La familia estaba estupefacta, pero Big insistió en tratar de arreglar la situación.

—Bueno, según tengo entendido Jazmín es un nombre común en la tradición mantis ¿Por qué tendría que ser nuestra Jazmín?

Y justo en ese instante la hipótesis de Big fue refutada con la aparición de la mismísima Orquídea, quien seguia de cerca a las otras mantis repitiendo incansablemente el nombre de su hija.

—¡Orquídea! —Gritó Hollow histérico.

Un escalofrío recorrió la espalda de la insecto, lentamente volteó la cabeza hasta encontrarse con los ojos furiosos de su pareja y la invadió el terror de confesar que había perdido a Jazmín.

Incapaz de enfrentarlo salió corriendo hasta perderse entre el follaje, pero Hollow no pensaba dejarla ir sin una explicación, así que fue tras ella.

Big y sus sobrinos se quedaron mudos mirando la escena sin saber que hacer, sobre todo estaban preocupados ¿Jazmín estaba perdida? Conociendo su falta de decisión y poca tenacidad, que anduviera sola era peligroso.

—Tio... Quizás sí deberíamos quedaron un poco más, por si papá necesita ayuda —expresó Aster.

—Sí, porque si la señorita Orquídea esta metida, esto puede terminar en pelea.

Big miró a ambos alternativamente y terminó suspirando resignado.

—Está bien, vamos a seguirlos.

...................................

La niña extraviada ya se había adentrado bastante en los territorios prohibidos, allí la vegetación era más agresiva, por decirlo de alguna manera, abundaban las enredaderas espinosas y los atrapatontos eran tan abundantes que habían lugares por los que costaba caminar.

—¡Este lugar es un asco! —Se quejó Jazmín— ¿Será por esto que papá no quería que viniera? Tampoco hay nada interesante aquí realmente.

Habían otras zonas del bosque mucho más bonitas, aún con los pozos de ácido en los alrededores ¿Por qué estaba perdiendo el tiempo en ese lugar? Todo porque no quería que Orquídea la encontrara, pero si lo pensaba mejor, probablemente su papá tampoco la encontraría, entonces su plan no tendría sentido, era muy estúpido, de hecho todo ese asunto de escaparse era estúpido y recién se daba cuenta ahora.

Casi se puso a llorar, como siempre solo sabía complicar las cosas, era una inútil, una tonta buena para nada, no era de extrañar que todos prefieran pasar el tiempo con Orquídea, si ni siquiera en la escuela a sus amigos les gustaba jugar con ella si no estaba Aster. Quien debería haber muerto ese día era ella, no Coco...

Este último pensamiento terminó por destrozarla, sus rodillas perdieron y fuerza y se dejó caer estallando en llanto, el recordar a su hermano era una herida que escocía en su corazón. Odiaba todo, le dolía tanto que era difícil superarlo, estaba paralizada, solo podía llorar y llorar, dejando que el eco de sus lamentos se extendiera como humo de incendio, atrayendo a criaturas curiosas de aquel sonido tan sufrido.

Lo que pasó después ocurrió en apenas unos instantes, la niña sintió un escalofrío, una fuerte impresión que cortó sus lágrimas de golpe, la angustia bajó hacia su estómago y se transformó en terror. Todo estaba en silencio, de una forma inquietante, no había ningún chillido, ni el murmullo de las hojas crujiendo bajo sus pasos, en resumen, todas las presas estaban haciendo lo posible por ocultarse ¿Pero de qué?

La respuesta llego en la forma de una zarpa gigante que casi la rebana. Si no fuera por sus buenos reflejos ahora estaría junto a Coco.

A la primera zarpa le siguió una segunda que si bien no logro causar un daño letal, arañó su caparazón superficialmente. Era del tipo de herida que no es nada grave, solo un raspón menor, pero que duele demasiado.

Pero la niña estaba demasiado aterrada para preocuparse por el dolor, solo se dejó guiar por su instinto y huyó del predador, era veloz, pero su perseguidor tenía varios recursos, como arrojar espinas.

Jazmín ignoró el escozor que le casuaban los proyectiles inscrustaados en su piel, solo rezaba que no fueran venenosos, pero lo que no pudo ignorar fue cuando uno logró clavarse en su pierna causándole un calambre que la hizo caer. El suelo tembló bajo sus pies cuando el formidable predador emergió de la tierra en toda su gloria y majestad, la niña miró hacia atrás solo para encontrarse con el ser más monstruoso que hubiera visto jamás. Era gigantesco, no estaba segura de si sería más alto esta cosa o su tío Big, lo que sí tenía claro es que a diferencia de él era una criatura peligrosa y voraz, sus 6 ojos la miraban con deleite mientras su cuerpo delgado y marchito se agazapaba preparándose para un ataque.

La niña demostró tener reflejos y pensamiento rápido al arrancarse las espinas tan rápido como pudo mientras vigilaba a la bestia que la acechaba, ni bien hubo terminado tuvo que ponerse de pie y salir corriendo, justo para evitar el cuerpo del colosal bicho que aterrizaba en el sitio donde antes habia estado. La mestiza entonces se agachó y se hundío en el follaje, incluso bajó las antenas para tratar de ocultarse siempre sin dejar de moverse, dudaba que ese bicho la persiguiera hasta las afueras de la jungla, si lograba alejarse lo suficiente quizás lo perdería.

—Pero qué presa tan escurridiza, nunca había cazado algo así, esto será divertido.

¿Hablaba? ¿Esa cosa hablaba? Jazmín estaba estupefacta ¿Porqué un bicho con intelecto la atacaba así? ¿O acaso pensaba comérsela?

En el ambiente protegido en el que se había criado no había tenido oportunidad de lidiar con bichos salvajes ni cazadores por placer, hasta el momento nunca se había enfrentado a la crudeza del mundo, y solo en esos momentos la luz sobre este conocimiento se abría paso en su cerebro.

Al mismo tiempo en otro lugar, Orquídea también escapaba, pero de algo mucho menos mortífero pero que a ella le causaba el mismo pavor, su pareja enojada.

No quería tener que dar explicaciones, no quería verlo decepcionado ni que estuviera furioso con ella, además, en un recoveco de su mente le aterraba que Hollow le hiciera daño, concientemente sabía que eso era imposible, pero su pasado le susurraba al oído el feroz combate que le había dado cuando era menor ¡Había quedado adolorida una semana! Definitivamente tenía que enfrentarlo en algún momento, pero no sería ahora.

Siguió corriendo, escabulléndose entre arbustos espinosos y follaje salvaje, solo logró sacar algo de ventaja cuando Hollow accidentalmente pisó un atrapatontos, y gracias a eso pudo perderlo definitivamente, pero aún así siguió corriendo movida por la adrenalina y el terror, hasta que una criatura se presentó frente a ella.

No tuvo tiempo de reflexionar sobre si la conocía o no, porque la pequeña polilla blanca actuó demasiado de deprisa. Saltó frente a Orquídea deteniendo su marcha en seco y luego extendió sus alas, las cuales emitieron tal brillo que la cegaron. Tardó algunos segundos en recuperar la visión, y cuando lo hizo la polilla no estaba, en su lugar había un niño que de alguna forma le recordaba a Hollow, era un hijo de las sombras pero con una cornamente que nunca había visto.

—Por aquí, sígueme —dijo el niño quien corrió hacia su costado derecho.

Orquídea no sabía porqué pero ese pequeño le causó una gran impresión, una especie de cariño, anhelo y deseo de protegerlo ¿Quién era? Ahora necesitaba saberlo, por eso no dudó ni un instante en seguirlo.

Si bien al principio le perdió la pista al pequeño, este no tardó en guiarla gritándole cada tanto "Por aquí, vamos" sin dejarse ver, por más que lo buscaba el niño no aparecía, solo su voz delataba su presencia y ella la seguía ciegamente. Su persecución duró casi 20 minutos. Cuando Orquídea estaba por desistir y dedicarse a buscar a Jazmín otra vez, la misma voz de la niña la hizo continuar, estaba segura de que la había escuchado gritar y luego de eso se sintió un horrendo rugido, uno que desgraciadamente conocía muy bien.

Sintió su cuerpo helado y sus garras temblaron del terror, sacudió la cabeza y una vez más echó a andar, toda su fatiga y cansancio se borró de golpe, la sola idea de que a Jazmín le pasara algo era morir en vida.

Jazmín resistió los ataques del cazador de forma espléndida para una criatura de su edad y poca experiencia, tenía reflejos agudos y preveía los movimientos del cazador con precisión, al mismo tiempo se preocupaba de alejarse de sus dominios buscando la zona civilizada de las mantis. Hacía bien en suponer que el cazador no la seguiría hasta allí, era muy poderoso, pero sabía que no podía contra toda una aldea mantis. Sin embargo, a pesar del buen plan, la niña no contaba con la resistencia necesaria para llevarlo a cabo, el cazador lo sabía y por eso buscaba agotarla.

El predador en verdad estaba disfrutando esta cacería, honestamente hacía años que no se divertía tanto, las presas del lugar habían perdido el desafío y cada día era monótono y aburrido. Pero ahora llegaba esta maravillosa criatura, nada menos que una mestiza, la cual a su parecer había sacado lo mejor de sus padres, era inteligente sin duda, muy veloz y habilidosa, de hecho sus movimientos y su forma de actuar por alguna razón le resultaban familiares, como si alguna vez se hubiese enfrentado a alguien similar ¿Quizás algun pariente anónimo cuyo nombre y rostro jamás recordaría? No lo sabía, solo esperaba que hubiera tenido más hijos, quizás algún día se acercaría otro a jugar.

Eventualmente ocurrió lo que el cazador esperaba, la niña colapsó, cayó al piso jadeando incapaz de continuar, pero aún así su instinto de supervivencia y el terror de la situación la obligaron a arrastrase para escapar, senía el aliento de la bestia a sus espaldas, las hojas crujiendo bajo sus pasos y el hecho de que ahora se movía con lentitud solo para alargar su agonía, estaba perdida, pero aún así se seguía esforzando por escapar.

Estaba a punto de esconderse entre un cúmulo de hierba cuando la enorme mano la cogió y la colocó frente a sus ojos.

—Se acabó —dijo tranquilo y triunfal

La observó con detenimiento, era solo una cría, aún podía crecer un poco y mejorar sus habilidades, era una excelente presa, pero según pudo evaluar no era una cazadora, así que no representaba peligro para él, si la dejaba vivir y crecer no sería un problema, solo una interesante fuente de diversión para el futuro, aunque si se iba nada garantizaba que regresara.

Entonces sintió un suave cosquilleo en su mano, la niña estaba tratando de safarse mordiéndo desesperadamente, era adorable ¿Que tal si la asustaba un poco?

Abrió sus fauces dejando entre ver los apéndices afilados de su cara que brillaron a través de su capucha de hierba. Jazmín dio por echo que se la iban a comer y mordío con más fuerza aún, el cazador ahora sí podía decir que le dolía un poco la mano, pero nunca tanto como para soltarla. Aún así lo impresionó bastante, tal espíritu combativo solo lo había visto en las mantis, específicamente en una mantis en particular....

Se dio cuenta demasiado tarde

Una lanza le atravesó la mano y la dejó clavada al suelo, pero el tiro fue tan preciso que la niña no recibió ni un solo roce. La mestiza se vio libre aunque quedó algo aturdida por la situación, miró el arma clavada en la mano y la reconoció, la lanza de Orquídea.

—Como te has atrevido —se escuchó una voz furiosa que se acercaba acompañada del crujido de ramas y hojas— has atacado a un bicho civilizado... Y no solo eso ¡Has puesto tus asquerosas garras sobre mi hija!

El cazador logró arrancar la lanza con su mano libre y tomó una actitud defensiva. No estaba en sus intenciones pelear con Orquídea, pero si ella lo atacaba tampoco se lo iba a poner fácil. Sin embargo, a pesar de su situación, su prioridad en ese momento era satisfacer su curiosidad sobre ese retoño.

—¿Es tu hija? ¿La tuviste con él?

—Sí, con él y te aseguro que si algo le pasa a esta niña, aunque seas su maestro acabará con tu miserable vida sin dudarlo.

Jazmín miraba a ambos bichos incrédula ¿Acababa de decir que era el maestro de su padre? ¿Un bicho tan horrible, salvaje y feroz fue profesor de su adorable padre? ¡Eso era imposible! Su padre era un caballero recto y muy amable, jamás se mezclaría con un bicho de tal calaña.... Aunque ahora que lo pensaba, si se había involucrado con una bruta como Orquídea quizás no era tan descabellado.

—Ya veo —contestó el cazador tranquilamente, a pesar de la amenaza se veía contento— No me extraña...

—¿No te extraña? —La mantis subió su guardia.

—Es espléndida... Sin duda tiene lo mejor de sus padres... Es veloz, habilidosa, inteligente y de rápidas reacciones, es una lástima que no sea una cazadora... Pero es la mejor presa a la que me he enfrentado en años.

El cazador mostró una sonrisa, no era muy visible a través de la capucha que cubría su rostro, pero lograban distinguir algunos apéndices afilados que brillaban, eran semejantes a colmillos, pero eran demasiados para serlo, Jazmín no podía evitar preguntarse que clase de cara espantosa escondían las penumbras de su disfraz.

—Si te atreves a hacerle algo...

—Tú y mi discípulo irán por mí... Lo sé... Sería mi batalla final... Aaahh... La verdad me emociona pensarlo, mis días se han vuelto tan aburridos, solo presas fáciles y tontas suelen pasear por estos lados, pensar que una cría de su edad sería tan desafiante, me emociona pensar lo que logrará cuando sea mayor.

Jazmín tenía emociones confusas, por un lado se sentía halagada de que alguien dijera cosas buenas de ella, pero por otro estaba aterrada ante la idea de que esa cosa fuera tras ella cuando creciera.

—Si te acercas a ella...

—Jaja, tranquila, no me acercaré a ella —declaró haciendo que Orquídea de inmediato se tranquilizara— Será ella la que me buscará a mí.

—Pero que...

—Cuando busques el poder y el conocimiento que no te dan por protegerte, regresa a mí.

Y con este misterioso mensaje, el cazador se esfumó, se agazapó camuflándose entre la hierba y se escurrió lejos de Orquídea con el sigilo que ninguna presa podía igualar.

Orquídea no sabía cómo tomarse sus últimas palabras, era difícil saber en qué pensaba esa criatura, era astuta y tenía mucho conocimiento ¿Quería enseñarle algo a Jazmín o era solo una carnada para atraerla a futuro? Lamentablemente lo que pasara dependería de la misma niña, había un límite para lo que ella podía interferir en su vida, eso lo sabía muy bien, Hollow no mucho.

—¿Estás bien? —Se dirigió hacia su hija.

—Sí... Creo.

—¿Puedes levantarte?

La niña hizo el intento, pero sus piernas temblaban como gelatina, tanto por el miedo que había pasado como por el agotamiento.

—No creo que puedas caminar así, deja cargarte.

—¡No es necesario!

Orquídea no le hizo caso, la tomó con cuidado y se alejó con ella en brazos.

Ninguna dijo nada durante un largo rato, la mayor solo caminaba en silencio mirando hacia el frente como si ignorara a la criatura que llevaba, en cuanto a la niña, estaba demasiado avergonzada para hablar. Una vez más calmada había tenido tiempo de reflexionar en sus acciones, escapar de Orquídea fue una mala idea, una idea estúpida que probablemente ni siquiera le ayudaría a conseguir lo que quería, además, se habían involucrado muchas más personas de las que esperaba, todas las mantis de Tierras verdes la estaban buscando y por si fuera poco, casi moría, que bueno que Orquídea la había salvado.

Pobre señorita Orquídea, había pensado tan mal de ella y al final fue a buscarla, independientemente de las razones, no dudó ni un segundo en ir a rescatarla. Se había portado muy mal y ni siquiera la había regañado, y eso que ella misma consideraba que lo merecía, en tal situación, al menos debería disculparse.

—Lo siento.

—Ah, veo que alguien ha reflexionado sobre lo que hizo. —Su voz sonaba tranquila, pero su tono era cortante, definitivamente estaba enojada.

—Fui una tonta, nunca debí irme.

—Lo que me lleva a preguntarme ¿Por qué te fuiste exactamente? No lo entiendo, estábamos muy bien cazando, estabas manejando maravillosamente la lanza y de pronto te pones a llorar con la historia de que tu padre ya no te quiere ¿De dónde sacas esas ideas? Hollow te adora.

—Pero ya no pasa tanto tiempo conmigo... Y habla mucho de ti y... Te mira de esa forma tan rara...

Orquídea suspiró, no le era ajeno el hecho de que muchas niñas podían tener celos de sus madrastras o de otras parejas de sus padres, lo había visto más de una vez entre las distintas familias de mantis, pero jamás pensó que le tocaría vivir algo así a ella.

—Jazmín cariño, tu padre solo está un poco entusiasmado, hace casi 8 años que no nos vemos, hay demasiadas cosas en las que tenemos que ponernos al día, pero él jamás te ha dejado de lado, a mi me habla mucho de ti... De todos ustedes. ¿Acaso te ha dejado de lado por completo? ¿Acaso ya no te habla? —la niña negó con la cabeza— Él te sigue amando y su amor es muy grande, alcanza para todos, para tus hermanos, tus tíos, para mí y también para tí.

—Pero yo no creo que me quiera tanto, soy muy torpe y tonta... ¿Por qué me querría? Ni en la escuela me quieren.

—Tú no eres ni torpe ni tonta, solo no habías descubierto tus talentos hasta ahora, fíjate en lo bien que usas la lanza e incluso el cazador alabó tus habilidades.

—Pero eso...

—Él no tiene ninguna razón para halagarte, además es una persona muy directa y honesta, si dijo cosas buenas de ti, es porque realmente las piensa.

Estas palabras dejaron a la niña meditando durante algunos momentos, hasta que abrió los ojos al recordar cierta duda que le carcomía la mente.

—¿Es verdad que ese monstruo fue el maestro de papá?

—Sí, él le enseño todo lo que sabe sobre presas y como sobrevivir en la jungla.

—Pero-pero ¡Es una bestia aterradora y peligrosa! ¿Por que papá hablaría con él? ¡Debería alejarse!

—Pues... Tu padre no tiene mucho sentido común.

—Sí, tía Hornet siempre lo dice.

—Cuando era menor tenía aún menos, siempre se ponía a hablar.... O más bien a escuchar a cuanto bicho raro se encontraba por ahí.

"Todavía lo hace" pensó la niña.

—Pero el cazador no trató de comerse a papá cómo a mí.

—Según entiendo, vio en Hollow el talento de un cazador, una mirada fría y despiadado y la voluntad para acabar con la vida de cualquiera.

—¡Papá no es así! —Gritó la niña ofendida.

—Ahora no, pero tu no lo conocías de antes. El Hollow de hace años atrás era... Especial por decirlo de forma amable, no sabía lo que era la piedad o la amabilidad, literalmente no lo sabía, tuvo que aprender todo. Quizás parezca difícil de creer pero tu padre no es esa perfecta persona que tú crees, nadie es perfecto, ni tú ni yo. Pero aún así ha cambiado y él también logró cambiarme a mí, no sé que cosas creerás de mí, pero yo no soy la mantis violenta y salvaje que fui alguna vez... Ah mira, ya llegamos.

La niña pensó que se dirigían al campamento que habían montado, pero estaban en otro lugar mucho más bonito y tranquilo. Era un prado cubierto de flores blancas, brillantes como trasero de luciérnaga y tan puras que el palacio blanco sería opacado por ellas. Y en medio de toda esta blancura se alzaba una piedra, tras examinarla mejor y notar que tenía algo escrito, se dio cuenta de que era una lápida.

—Qué bonito ¿Qué es este lugar? ¿Quién murió aquí?

—Tu prima Clover, la hija de mi difunto hermano Higo.

La niña bajó las antenas apenada, Orquídea se veía afectada al mencionar esto.

—Lo siento ¿Cómo murió?

—Mis hermanas y yo la matamos.

La niña palideció al escuchar esto, su perversa imaginación de inmediato conectó puntos llevándola a la conclusión de que Orquídea la iba a matar ahora mismo, miró a sus alrededores buscando cómo escapar.

—Oye,¿ Por qué tan inquieta? Ni que te fuera a matar.

—Ah, si, jajaja, que loco ¿No?

Trató de fingir que no pasaba nada, tenía que dejar de pensar lo peor de esa mantis, aunque si le decía que había matado a su prima no daba la mejor de las impresiones, aunque ella era su hija, nunca le haría daño ¿Verdad?

—En la tribu mantis de Páramos Fúngicos las cosas son muy distintas de aquí en Tierras Verdes. La vida allá es dura, todos son duros. El amor es algo mal visto, una muestra de debilidad, todo aquel que se considere débil debe ser eliminado y todo conflicto se soluciona por la fuerza, no hay piedad y los individuos son presionados hasta su límite.

—¿A mi prima la mataron por débil? —Preguntó la niña horrorizada.

—No, por algo peor. Hay otro tabú en la tribu, una mantis solo puede emparejarse con otra mantis, los mestizos se consideran abominaciones sin derecho a existir, así que por eso, cualquier relación con un extranjero está estrictamente prohibida y se paga con la vida.

No le costó a Jazmín sacar conclusiones, ahora entendía por qué la mantis siempre la miraban con pena, eran descendientes de las mantis de Páramos Fúngicos, en un lugar como ese ella estaría condenada a la muerte. Pero se le hacía muy difícil entender como alguien podía llegar al extremo de matar a otra persona solo por amar a un extranjero, era horrible y le parecía indignante, casi le daban ganas de ir allá a gritarles que todo estaba mal. Por supuesto no podía hacerlo.

—Por eso papá y tú no están juntos... Porque está prohibido que lo estén... Aún cuando papa te quiere mucho y te extraña

Finalmente Jazmín dejó de pensar en ella misma, recordó a su padre triste cuando veía a Aster diciendo lo parecido que era a Orquídea, sus ojos apagados cuando veía parejas felices y el pequeño brillo de alegría cuando les contaba historias sobre su madre, todo podría haber sido tan distinto, pero entones se dio cuenta de algo.

—Pero aquí no está prohibido que tú y papá estén juntos ¿Por qué no te quedaste aquí?

—¿Recuerdas que te dije que tu padre cambio? ¿Y que luego él me cambió a mi? Yo también quiero cambiar a las demás mantis, quiero que sean libres y felices como las mantis de Tierras Verdes, quiero que puedan amar sin tener que fingir, y que el valor de una persona no solo se mida por su fuerza, es por eso que me fui, para salvar a mi tribu.

—¿Y ahora por fin lo lograste y por eso volviste?

—No Jamín, aún no termino mi tarea, me faltan algunos años para que las mantis que he educado estén listas para decidir por su cuenta el camino al que quieren llevar la tribu, por eso tendré que regresar pronto, debo seguir cuidando las semillas que sembré

—¿Entonces se va a ir?

Hacía unas horas solo quería que esa mantis desapareciera de su vida, pero en poco tiempo la opinión que tenía de ella había cambiado por completo, no le tenía cariño realmente, pero la respetaba como una buena persona y entendía por qué su papá y Edwyn la querían tanto, y la idea de verlos tristes le rompía el corazón, ahora que dejaba de pensar solo en ella y se preocupaba por los demás podía darse cuenta de que algunas cosas andaban mejor, su padre estaba más alegre y energético y Edwyn ya no era tan arisco, si ellos eran felices prefería que se quedara, Orquídea tampoco molestaba tanto realmente.

Pero Jazmín también era compasiva y entendía la situación de la tribu mantis, tenían que cambiar y sólo ella podía hacerlo. Desbordada por sus sentimientos abrazó a su madre mientras dejaba caer algunas lágrimas silenciosas.

—¿Por qué tiene que ser todo tan triste?

Ella no supo qué responder, pero no tuvo que hacerlo, unos gritos en las lejanías las distrajeron de aquel momento íntimo que compartían, era una voz que ambas conocían muy bien.

—¡Jazmín! —Gritaba Hollow corriendo seguido por Big que cargaba a sus hijos.

—¿Papi?

—¡Jazmín! ¡Por fin te encuentro!

El caballero usó su dash para cubrir rápidamente la distancia que lo separaba de su hija, la niña en cuanto estuvo a su alcance, saltó de los brazos de la mantis para caer en los de su padre, fue un encuentro muy emotivo donde finalmente la pequeña se convenció de que aún si su papá estaba un poco menos pendiente de ella, la seguía queriendo como siempre.

Orquídea sonrió al ver ese bello momento, pero su sonrisa no tardó en desaparecer cuando los ojos furiosos de Hollow se clavaron en ella.

—¡Cómo pudiste Orquídea! ¡Cómo pudiste llevarte a Jamín así sin decirme nada!

—Les dije a Patatita y Aster que te avisaran.

—¡Ese no es el problema! ¡No puedes llevarte a mi hija sin mi consentimiento! ¡Además la has traído a un lugar peligroso y no contenta con eso la perdiste!

—Papi, no es su culpa, yo me escapé —trató de defenderla Jazmín.

—¡Silencio Jazmín! ¡Tú no te metas en esto!

—Pero papi... —Jazmín se puso a lloriquear para llamar su atención, eso siempre funcionaba cuando quería algo.

Resultó, aunque solo en parte.

—Ay no, Jazmín, no, lo siento, no quería gritarte, todo está bien.

—Pero papi.

—Tú no tendrías que ver estas cosas —Solo entonces se percató que estaba mal pelear frente a los niños, Aster y Edwyn también lucían preocupados— Big, podrías llevar a Jazmín y a los chicos a pueblo Musgoso? Yo los alcanzo luego.

—Claro, no hay problema.

Esa actitud amable le dejó claro a Jazmín que su padre y su tío finalmente habían hecho las paces, pero ahora parecía que se iba a repetir con sus padres, lloró más fuerte tratando de convencer a su padre que no la dejara sola para que se olvidara de su enojo con Orquídea, pero no resultó , fue llevada por su tío lejos de la escena dejándola con una profunda preocupación.

....................................................

—¿Es en serio Jazmín? ¿Te fuiste porque pensabas que papá ya no te quería? —Exclamó Aster— ¡Nos tuvo un día y medio dando vueltas por la jungla buscándote pensando que te iba a pasar algo malo!

—No me lo recuerdes que me siento peor —La niña se tapó la cara avergonzada.

—Espero que papá y la señorita Orquídea puedan arreglar sus problemas —comentó Edwyn preocupado—. Nunca había visto a papá tan enojado.

—Tranquilos niños, estarán bien —Los calmó el tío Big— Esos dos han superado crisis antes, seguro lo lograrán esta vez.

—Espero que sea así, no quiero que estén peleados por mi culpa.

—Hola —Una musgosa se acercó con una bandeja con comida— Les traje algunos bocadillos ¿Tienen hambre?

—Sí— Gritaron Aster y Edwyn al unísono, pero Jazmín se quedó sentada en su rincón cabizbaja.

—Oh ¿Qué le pasa a la niña? Se ve muy triste.

Justo en ese instante ingresaron dos individuos a la sala. Hollow y Orquídea llegaron causando alegría en los presentes.

Por lo que se podía ver no había tensión entre ellos, por lo que se deducía habían logrado limar sus asperezas, aunque no se podía decir que hubiera sido fácil, ambos se veían agotados y cubiertos de hierba, como si se hubieran estado revolcando por el suelo en la selva.

—¡Papi! —La niña corrió hacia el caballero y le abrazó las piernas.

—Ya volví Jazmín. —Alzó a la pequeña en brazos— Te dije que volvería.

—Si... ¿Todo está bien? —Miró alternativamente a su mamá y a su papá.

—Todo bien —contestó con una sonrisa.

—Te ves cansado.

—Eh... Sí... Fue un día largo

Jazmín no entendía porqué sus padres estaban tan sonrojados, cosa que tampoco pasó desapercibida para sus hermanos.

—No sé porqué tengo la sensación de pasa algo de lo que no nos enteramos —Edwyn estaba confuso.

—Oh créanme, no es importante y tampoco necesitan enterarse —contestó la musgosa— ¿Más bocadillos?

------------------------------------------

Me pregunto si todavía queda alguien interesado en esta historia luego de tanto.

Yo pensaba que ya no seguiría con esto, había estado pasando por otra de esas crisis donde uno cree que todo lo que hace es basura y me tomó un tiempo convencerme de lo contrario, vaya cosas. Desde diciembre que no publico!! Pero aquí estamos otra vez, finalmente mi vida se estabiliza.

Me han pasado muchas cosas en estos meses, desde sobrecarga laboral, problemas en el trabajo, un viaje, unas vacaciones, una nueva relación, muchos proyectos, en fin. Tengo varios capítulos escritos pero que necesitan algunas correcciones, así que no debería tardarme mucho en seguir. Así que... Si hay alguien por ahí que aún les esto, gracias por quedarte!!

Nota: Hace poco estaba escribiendo un capítulo y accidentalmente le di a publicar. Lo siento!! Me ha pasado antes y seguro que me vuelve a pasar algún día, los lectores viejos lo saben bien ñ_ñ

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro