Isla Thaber

Si, mis padres me habían castigado. Si, ya habían firmado los papeles de divorcio. Si, llamaron a Esthela para reclamarle. Si, Esthela los mando al carajo. Sí, mi padre llevaría su nueva pareja a casa para que la conozcamos. Y si, había vuelto al instituto.

Tuve que pedirle a Sam que me diera los apuntes de las clases, se sorprendió al ver que no estaba en Londres me confeso que ella le había dicho a, Francis y Santi sobre Londres. Al menos había sido sincera, se lo agradecí.

Había hecho varias prendas para mí. Y decidí estrenar una de ellas cuando volví, dejando que solo mi niña interior escogiera. Nos dejamos llevar y me encanto

De por si mi pelo ya es liso con algunas ondulaciones, decidí plancharlo. Me puse una camisa ancha, blanca y holgada y unos jeans con estampado de algunas mangas preferidas

¿Quién creen que hizo el conjunto?

Tomaba las tardes para hacer las tareas pendientes, y las noches para diseñar. A mis padres no les gustaba la idea de que empezara a diseñar, pero ya estaba en un punto. En el que no me importaba si ellos aprobaban mis sueños o no. Porque eran eso

Mis sueños, y era mi decisión si quería seguirlos o no.

Arregle las cosas de mi bolso y salí. Me levantaba una hora antes que mamá. Principalmente porque verla a los ojos significaba recordar todo lo que paso.

Hice el desayuno y deje una nota, listo. No tenía que dar ningún tipo de explicación, y así me gustaba. Evite a toda costa encontrarme con Francis. Seguía pensando en lo ocurrido ayer, bien sabía que Miriam no es una persona de fiar, pero habían momentos en los que si soltaba la verdad

Y bueno, si él quería estar con Miriam se lo aplaudía. No me interpondría entre ellos

Te estas muriendo de celos

Claro que me muero de celos. Pero no podia hacer nada para intervenir. Estuvo mal lo que hizo pero ¿qué más da? Las cosas suceden por algo ¿no es así?

Tome mi bandejita de ensalada de frutas junto a unos waffle y jugo de manzana para después salir.

Tuve un poco más de seguridad en mí. Caminaba con mejor seguridad, no sonreía forzadamente u me sentía bien... aunque eso no significa que los problemas hayan acabado. Prefiero seguir contando sobre, como me sentía a todos los problemas que habitaban alrededor

Es hora de admitir algo. Nunca me entendí con las chicas, la mayoría de veces me criticaban o estaban juzgándome, diciéndome comentarios ofensivos e haciéndome sentir mal

Lo lograron. Vaya que lo lograron pero me di cuenta de algo. Ellas no eran mis amigas. Tomate todo el tiempo del mundo para conocer a esas personas, a ver si todas sus caras resisten lo suficiente.

Cuando empecé a pasar más tiempo con Brittney, Lilith e incluso Esthela. Ninguna se molestó en criticarme, todo lo contrario, hablaban de lo bien que me veía, me hacían cumplidos, y no les molestaba escucharme hablar mis shows favoritos

Solo me llevo con Sam, a pesar de todo. Es la única con la que me sentí relativamente segura y algo confiada, nos manteníamos distantes pero estuve platique un rato con ella y, llegamos a la conclusión de que íbamos a seguir teniendo la misma amistad de siempre pero con un trato distinto.

Y me gusto la forma en la que quedamos, creo que en verdad nos definía a las dos.

Salude a alguno de mis compañeros, abrí mi casillero y saque mis cosas. Y continúe caminando

Los pasillos siempre estaban llenos de estudiantes, eso era obvio, pero me daba cuenta de que había diferentes círculos sociales y cada uno siempre se posicionaba en el mismo lugar. Los atletas siempre estaban en las escaleras, las porristas cerca del salón de biología, los de teatro...pues cerca del área de teatro, los chicos de la orquesta siempre estaban el segundo piso, los de arte en los casilleros principales, los lectores nunca salían de la biblioteca a menos de que le tocaran clases. Y la lista podia seguir y seguir

El punto es que cada uno de esos círculos comparte algo en común

Congenian con su círculo a su forma, tal vez en alguno de esos círculos no tenían la mejor de las intenciones, pero. Hey al menos compartían algo ¿no? Bien, no, eso no estaba bien

Se supone que este es el momento de la historia en donde digo; Ahora camino para encontrarme con, mis mejores amigos del mundo adoro tener una vida perfecta. ¿Cómo no puede ser mi vida tan perfecta? Tengo a los mejores padres, los mejores amigos, el novio perfecto, todo el mundo me ama incluyendo a mis profesoras, saco buenas notas, nunca he tenido problemas y toda mi vida se basa en felicidad.

Pero la realidad es que no es así. Quiero empezar una presentación mejor;

Me llamo Isla Isabela Verónica Thaber, cumpliré 18 en menos de cinco semanas, mi novio resulto engañarme con una chica que detesto, tuve un accidente automovilístico que me hizo perder la mitad de mi memoria. Adoro Artic Monkeys sobre todo a Alex Tuner, soy KanyeLover, uno de mis raperos favoritos es Cancerbero. Adoro los días lluviosos y soy vegetariana

Mis padres no son perfectos de hecho se divorciaron hace poco. Escape de casa por esa y otras razones, conecte con mi prima estas últimas semanas, me está ayudando a cumplir ms sueño sus amigas son geniales y las adoro.

Mis notas son buenas porque me dedico a eso y llego a desvelarme solo para, tener todo en perfecto orden

Odio la palabra perfecto. Perfecto, perfecto; Oh vaya, eres demasiado perfecta. Me encanta tu familia, es muy perfecta. Tu cabello es perfecto ¡Adoro tu vida! Si, detestaba esa palabra

Como puedes notar, no soy esa típica chica; Única y detergente. Soy una persona con defectos como t. todos tenemos defectos y eso está muy bien ¡De veraz! Es normal tenerlos, no por tenerlos vas a dejar de ser un ser humano. Tal vez no me prestes atención porque lo digo yo y no una de las Kardashian.

Pero oye, eres especial

Lo digo enserio, no dejes que cualquier persona entre a tu vida y te haga pensar lo contrario ¿vale?

Detuve el paso en aquella puerta que, sinceramente. No planeaba entrar

Entre y lo primero que vi fue una camilla con una manta azul cubriendo una pare, era un espacio un tanto pequeño no tan cerrado, entraba poca luz debido a las cortinas, un escritorio alado de la camilla y un mueble amarillento

Cerré la perta detrás de mí observe a Evelyn

Estaba hablando por teléfono, cuando me noto ni siquiera se molestó en despedirse, colgó de inmediato regalándome una sonrisa

-Hola

-Hola. -Relamí mis labios -¿Estas ocupada? Puedo volver mañana.

-No, no, no. Como crees, siéntate o acuéstate lo que quieras -Lucia nerviosa. Me pregunte si era así debido a mi presencia o siempre se, comportaba así. Asentí con lentitud y deje mi mocha en el piso

Me recosté de la camilla un poco incomoda. Se apresuró a sentarse en el escritorio y tomar su libreta

-No pensé que fueras a venir

Sinceramente, yo tampoco

Sonreí de manera leve mientras la miraba

-Siempre hay una primera vez ¿no es así? -Mire al techo. Posicione mis manos en mi pecho y respire con algo de calma

-Y dime -Se puso sus lentes -¿Qué te trae por aquí? Puedes tomarte tu tiempo

-No, no. Si puedo decirlo... -Tome aire antes de responder -Escape de casa hace... creo hace dos semanas, estuve en casa de una prima y volví ayer -Resultaba un poco complicado decir este tipo de cosas en voz alta, pero creo que podría funcionar.

Anoto eso mientras asentía

-¿Por qué escapaste de casa?

-Tuve un colapso mental o un colapso nervioso por así decirlo. -¿Por qué sentía mi cuerpo tensarse? Tenía un pequeño nudo en la garganta. Eso no me evito seguir hablando

Necesitaba hacer esto. Quería hacerlo.

-¿Ocurrió algún problema con tus padres?

Asentí

-De hecho. Mis padres se divorciaron hace poco debido a que papá, él se casara con otra mujer. También hubo un asunto con mamá... pero... -Me calle, respire hondo, pareció entender que era un tema algo fuerte para mí.

-Si te incomoda. No lo digas, al menos no por ahora, recuerda que no puedes aferrarte a esas cosas que te hacen daño

Cada día me aferro más a la idea de no derrumbarme y vivir una mentira, es como algo que no puedo soltar o dejar ir. Me preocupo mucho por mi futuro por lo que pueda suceder, me da miedo creer que si dejo de aferrarme a ello... ya no tendré sentido alguno.

Volví a asentir

-¿Cómo te hace sentir el hecho de que tu padre se va a casar? -Cruzo las piernas

-Siento que... ya no hay nada que hacer -Juguetee con mis dedos -Tenía muchas expectativas sobre nuestra familia, que volveríamos a ser los mismos de antes y todo se resolvería -Suspire -Creo que sigo siendo la misma niña que quiere vivir en un cuento de hadas

-Está bien que tengas expectativas, solo debes tener cuidado con ellas. A veces nos ilusionamos tanto que el universo conspira en nuestra contra, no está mal tenerlas, solo hay que saber manejarlas

-No es algo que pueda controlar.

-Tal vez no -Se encogió de hombros -Pero si algo que puedes aprender a dominar. Ahora sigamos

Decidí cambiar el tema de mis padres para recurrir a mí

-Desde hace tres... casi cuatro, meses estoy vomitando mi comida. No la dejo digerirse correctamente. Simplemente término de comer y lo suelto todo... -La mire de reojo. Ella también me estaba mirando -Puedes criticarme si lo deseas -Mire el techo de nuevo.

-No es parte de mi trabajo. Y tampoco tendría que hacerlo -Se inclinó -Quiero que tú me digas, si eso te hace sentir satisfecha

Negué de forma casi inmediata

-No lo hace, me repugna.

-Entonces ¿porque continuas haciéndolo? -Su voz era demasiado serena, eso me estresaba un poco hacia que me preguntara por que, se mantenía tan tranquila

-Porque quiero sentirme bien conmigo misma, dejo de comer por días para luego comer como una vaca y empezar a vomitar. No estoy orgullosa de como suceden las cosas.

-Isa, no te pregunte si estabas orgullosa o no

Me mantuve callada, sé que no lo decía con mala intención.

-¿Por qué?

Tome aire antes de responder

-Porque no me gusta cómo me veo...

-No. -Me corto -¿Por qué?

-Porque cree mil escenarios en los que, tengo que ser igual a las demás chicas y eso incluye a mi cuerpo. Me miro al espejo y empiezo a justificarme sobre si tengo que comer menos o, simplemente dejar de comer -Me encogí de hombros -No me gusta, pero las personas no dejan de opinar al respecto

-¿Y eso importa? -Enarco una ceja -Aquí la única opinión que importa es la tuya, ninguna otra, solo la tuya. El dejar de comer o vomitar tu comida apropósito puede tener serias consecuencias ¿Lo sabes no?

-Sí.

-Entonces ¿Por qué les haces caso? Cada cuerpo es diferente ¿A ti te preocupa lo que los demás opinen del tuyo? Muéstrales que no te importa, su opinión no te afecta aunque si lo haga -Se acercó a mí -Es cuestión de ignorarlos. La gente envidiosa siempre van a criticar lo que les parece brillante, y tu brillas solo buscan maneras de hacerte sentir mal.

Nos miramos fijamente durante un corto periodo de tiempo.

-Solo confía en ti misma ¿Está bien? -Me regalo una sonrisa dulce

Fue inevitable no sonreír, asentí y le ofrecí mi mano (se supone que no puede haber ningún contacto más allá de, un apretón de mano con un profesor) la tomo con mucho gusto nos dimos un apretón amistoso

-Gracias.

-Vuelve cuando quieras

-Por supuesto -Sonreí.

Cuando salí de la oficina me sentí un poco más liviana, acomode mi mochila en el camino

Choque con el pecho de alguien torpemente, alce la mirada para ver de quien se trataba. Francis estaba perplejo observándome, como si fuera un muerto en vida. Ninguno de los dos reacciono

Al menos no, por unos segundos porque empecé a correr antes de que dijera algo

No tardo en seguirme, escuche como me llamaba a gritos. Sin prestarle atención, subí las escaleras y entre a la biblioteca. Saque rápido mi carnet para mostrárselo a la bibliotecaria y a pasos lentos pero un poco movidos. Me dirigí a las estanterías para ocultarme si llegaba a entrar

No sé cuantas vueltas di, solo sé que atravesé 7 estanterías hasta llegar a un rincón, suspire aliviada

Lo perdimos

Sí, me subí a una banca para tomar un libro. Tome uno de fantasía y leí el índice mientras salía del rincón

-¡Te encontré! -Solté un gritico. Algunos me observaron con caras raras

Me cubrí la boca con las manos y Francis me llevo de nuevo al rincón.

-Me dijeron que estabas en Londres.

-Estoy en Londres -Baje las manos -Esto que ves es una ilusión

-No creo que las ilusiones se puedan sentir -Intento acariciarme la cara pero, me aleje -¿Dónde estabas?

-¿Para qué quieres saber? -Tome un semblante serio

-Eres mi novia, no supe de ti por casi tres semanas -Recordó -¿Por qué estas evitándome?

Su mirada se perdió en la mía (en realidad yo me perdí en la suya). Y había un poco de preocupación en esta ¿Ese era el chico que me había engañado?

-Te acostaste con Miriam. -Fui directa. Su mirada paso de preocupación a horror -No lo niegues. Te acostaste con ella

-¿¡Como piensas que me acosté con Miriam!? -Chillo al tiempo que susurraba - ¿Y cómo sabes que Miriam está aquí?

-¡Entonces no lo niegas!

-¡No me acosté con Miriam! -Empezó a agitarme tomándome por los hombros, me zafe de aquel agarre y volví a alejarme -Solo dime porque piensas eso.

-¿Quieres saber? De acuerdo. Ayer, después de llegar aquí a la ciudad, fui a tu casa te lleve unos postres un regalo. Pensé que abrirían tus padres, tu hermana o tu directamente. Pero me lleve con la hermosa sorpresa de Miriam con una de tus camisas y saber dios si tenía algo allí abajo. -Hundí las cejas -Dijo que como pensaste que me había ido ella te ayudo a desquitarte

Este se pasó las manos por el pelo mientras, soltaba una risa sin gracia y negaba

-¿Enserio le crees a Miriam? Isla, sería incapaz de hacer algo así. Te amo lo suficiente como para engañarte ¿Acaso crees que espere un año entero solo para engañarte con una chica que ni siquiera recordaba?

Baje la mirada. Mierda, le creí a Miriam ¡¡LE CREI A MIRIAM!! Me sentía horrible pero no dejaría que lo notara. Soy demasiado terca, aun tenia mis dudas, puede que sea real y puede que no.

-Francis...

-¿Que tengo que hacer para que entiendas que te amo? Que daría todo por ti y por seguir a tu lado.

-Demostrarlo -El silencio nos rodeó, el ambiente se volvió tenso. Francis se lo pensó un momento antes de acercarse ya no tenía a donde alejarme, choque contra la pared pero sin despegar nuestras miradas. Recargo uno de sus brazos en la pared siguió observándome

Nuestros cuerpos estaban cerca, nuestras respiraciones chocaban entre si y nuestras miradas decían más que mil palabras juntas. En ningún momento nos besamos. Yo podia tomar la iniciativa y dejar que todo mi acto se derrumbara, pero no, no lo hice. No lo bese

Simplemente me mantuve en la misma posición pensando si estaba haciendo lo correcto, si todo este acto era necesario

Si, si lo era. Sobre todo para mí

Aquel momento era uno íntimo, uno en donde simplemente sus ojos castaños me decían;

¿Por qué no podemos ser felices? ¿Por qué no podemos solo ser tú y yo?

Y en donde los míos respondían con un;

Por miedo a fallar, por miedo a perderte y terminar odiándote.

Entreabrí los labios algo que el aprovecho para acercarse más a mí. Con la posibilidad de, besarnos no pude evitarlo y también me acerque, poso su mano mi mejilla y se inclino

En ese momento cuando tome su cuello para dar el paso, acerque mis labios a su oreja y pronuncie las palabras en un pequeño susurro

-Quiero que lo demuestres -Con eso le paso por un lado y salí de aquel rincón con el libro entre mis manos. Me apresure en pasar el carnet y salir.

Estoy orgullosa de ti.