CAPITULO DIEZ

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Francis Blood 

Isla falto cuatro días seguidos a clases, le envié repetidos mensajes pero, nada, seguía sin responder

Me preocupe más cuando Santi me dijo que tampoco sabía nada, ni las chicas. Aunque ellas no importaban mucho, la verdad en ese momento me valieron mierda, que Avril se enterara de lo nuestro

-Seguramente está dramatizando, es que perdió contra Melissa –Le restó importancia –Isa no puede evitar molestarse o llorar por cualquier tontería. Además, ¿A ti que te importa Isa? Recuerdas que no puedes estar cerca de ella ¿O el accidente también te afecto la cabeza? –Se inclinó hacia mí, parpadeando repetidas veces.

Eso solo me lleno de rabia, le diría que eso no le importaba, y que no se anduviera de metiche pero Santi se metió en la conversación

-Avril... ¿Porque mejor no te callas? –Se cruzó de brazos mientras, mantenía su expresión seria –Seguramente de tanto maquillarte te afecto el cerebro, y ahora no puedes pensar con claridad

Sus rostros se volvió tan rojo como un tomate que tuvo que cerrar los ojos para calmarse, de la nada sonrió y se cruzó las piernas

-No me digas, Santi. ¿Acaso estas muy afectado por el hecho de que, Laly te dejara?

Alzo la mirada buscando a la responsable de ese nombre. Laly estaba al final del salo, bajo la mirada en cuanto se encontró con la de Santi. El enarco una ceja y asintió

-Creo que ya podemos irnos –Dije –Vámonos.

Santi no era un chico de hacer ejercicio pero si se le notaban algo de músculos en los brazos, por eso cuando lo mire podía notarse tenso. Como si le molestase ese comentario.

-Hey, campeón –Palmee su espalda –No te molestes por ellas ¿si?

-Laly no me termino. –Confeso –Ella me rogo que, no acabar con la relación, pero si te soy sincero, eso ya se estaba convirtiendo en un ambiente toxico y, tengo cosas más importantes y serias que atender.

Si estaba consciente de que estaba teniendo algunos problemas familiares, pero no sabía cuáles y prefería no meterme en eso, no me ando de entrometido a cualquier parte si Santiago decidía contármelos pues bienvenido sea, estaría allí para apoyarlo.

Escuchamos un grito a nuestra espalda, nos dimos la vuelta para saber de quien se trataba. Sam, tenía el pelo suelto, vestía un pantalón caqui con una camisa negra y un saco de color blanco. El cual se sacudió una vez que estuvo frente a nosotros

-¿Ahora qué? –Suspire ya cansado –Si vienes a decirme que este cerca de Isla...

-¿Quieres cerrar tu bocota por un segundo? –Accedí regañadientes –El padre de Isla trabaja con la mía, tengo entendido que lo ayudo a conseguir un mejor trabajo en Londres. Tal vez Isa no contesta los mensajes, ni viene a clases, debido a que está ocupada con la mudanza –Y lo dijo así, con toda la tranquilidad del mundo

¿Enserio se iba a mudar...? ¿O solo está ayudando al padre a con la mudanza? Carajo me iba a doler la cabeza. Le agradecí por la información y empecé a caminar sin medir mis pasos. Santi, detrás de mí intento calmarme, pero la verdad ya todo en mi mente tenía una alerta roja

Acabábamos de volver y ¿ya se iba? ¿O quería tener una relación a distancia? Dicen que las relaciones a distancia nunca funcionan

-Francis...

Esto no... por favor ¿Por qué ahora? ¿Por qué ahora que todo estaba tomando un buen camino?

-¡Francis!

Me tomo de los hombros obligándome a verlo

-Francis, tienes que calmarte

-¿Se ira? –Pregunte alterado – Ella en verdad...?

-¿Por qué no vas a su casa y lo conversas con ella? La última clase es educación física y ya hablaste con sus compañeros para que te dieran la tarea. Puedes ir sin ningún problema

Ni si quiera tuve que pensarlo cuando lo propuso

-¿Vendrás?

Negó.

-Tengo que ir al hospital, pero buena suerte –Me sonrió antes de irse.

Concordaba con Isla, todos deberían tener un, amigo como Santi.



Casi un año sin pisar este porche ¿Estarían sus padres? Me asusto el hecho de que pudieran estar adentro y no con trabajando

Me arme de valor y toque el timbre, nadie salió, el miedo de que ya se hubieran ido me inundo el pecho, toque de nuevo. Nada, empecé a entrar en pánico

La tercera es la vencida

Volví a tocar el timbre... Nada, se había ido. Empecé a caminar. No, no, no... ¿Por qué no me lo dijo? ¿No quería despedirse de mí? Me seque los ojos y alce la mirada, cruce la calle. El dolor en mi pecho se estaba haciendo cada vez más notorio

Saque mi teléfono para avisarle. No tarde mucho en llegar a casa, no hable casi desde que había entrado por aquella puerta solo salude a mis padres, Zoe tenía clases en la tarde, lo que agradecía porque no quería pelear

Las ganas de llorar estaban pero no lo hice. No porque quisiera hacerme machito si no, porque nunca salieron, no te pasa que quieres llorar; te dices llora, llora, suelta esas lagrimas que tienes retenidas pero nunca salen

Bueno, exactamente así me sentía yo, quería llorar, intente llorar. Pero el ardor solo estaba allí para torturarme

-Isla...

Mis padres tocaron la puerta varias veces con intenciones de soltar la sopa. Pero no lo lograron, no estaba de ánimos

Cuando por fin se rindieron y no escuche sus voces me levante de la cama, hice un fuerte con mis almohadas e sabanas, apague las luces, cerré las cortinas encendí la luz de noche (Que estoy consciente que aún no es de noche) encendí la mini corneta que estaba en mi escritorio la conecte por Bluetooth a mi teléfono

Puse una playlist a lazar en Spotify, encendí mi laptop y empecé a escribir

Lo diré otra vez ¿Han escuchado esa frase que dice, que el corazón es masoquista?

Pues si

A veces el corazón busca aferrarse a algo y de allí nace el dolor.



Exactamente no sabría decir cuánto tiempo estuve escribiendo, solo sé que termine con el Epilogo y me frote los ojos de cansancio. Me estaba doliendo la cabeza bajaría a tomarme una pastilla en cuanto, enviara el libro

Abrí Google y busque la editorial que estaba buscando

Penguin Random House

Se reflejó en la pantalla, le di clic y solicite el correo electrónico espere hasta que llego. Entre en mi correo y mande el documento junto a un mensaje de mi parte contento una gran parte de la novela y que era basada en hechos reales.

Enviado, me estire y baje a la cocina. Todo estaba en silencio, mis padres habían salido y Zoe había llegado temprano pero como siempre; Tomaba algo del refrió y subía para no salir

Así que estaba solo pero a la vez no

Eran como las 7 de la noche, mis padres no tardarían en llegar. El dolor en mi pecho seguía siendo presente, cada latido que daba mi corazón dolía más, Santi había estado enviándome mensajes pero no los respondí

No me estaba sintiendo bien, me sentía mal, las ganas de llorar también continuaban

Escuche como se estaciono un auto afuera de casa, pensé que serían mis padres así que me dirigí hasta la puerta. Tal vez se les olvidaron las llaves

Cuando tocaron la puerta la abrí de inmediato, pero me sorprendí al ver quien estaba parada frente a mi

-Vaya, no sabía que me esperabas con tantas ansias –Me regalo una de esas sonrisas encantadoras –Hola. –Se retiró los lentes dejándome ver sus ojos cafés

No pensé que volvería a ver a esas pecas en su rostro, o una de sus sonrisas arrogantes pero bonitas, su cabello pelirrojo atado en una coleta alta y ese estilo moderno con el que siempre andaba.

En pocas palabras no sabias que volveria a ver Miriam 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro