Francis Blood 

Cuando fui a buscar a Isla la encontré con Samanta frente a una ventana, cuando me miro pude admirar como su rostro paso de uno sin expresión, vació y con indiferencia. A uno con más ánimo, mostrándome una de las sonrisas más hermosas que haya visto en mi vida. Sus ojitos brillaron tanto como una noche estrellada, se apresuró en despedirse de su amiga para tomar un bolso y abrazarme con fuerza

Rodee su cintura con mis brazos y me escondí en su cuello

¡Joder! Pero que bien se sentía eso.

Me conto sobre el examen de G.H.C. que habían tenido, también me conto sobre su corta conversación con Sam, dijo que odiaba el hecho de llevarse mal con sus amigas exactamente describe que no se lleva mal con Sam pero que hay algo... ese algo que no sabes describir pero que sabes que caga

-No sé qué pasa, nos llevamos bien pero esa conexión llega a perderse –Me mantuve atento a cada palabra que soltaba. Respiro y exhalo antes de soltar un chillido

Aguante una pequeña risa pero, no pude disimular como las comisuras de mis labios se levantaban lentamente. Ella lo noto y me dio un golpe en el brazo

-Thalis... ¿Cuál fue el mal que te hizo mi brazo, para que siempre lo estés golpeando? –Fruncí el ceño al tiempo que sonreía.

-Lo golpeo desde esta mañana –Me aclaro, se aferró a las tiras colgantes de su mochila –Además, así demuestro mi cariño –Prosiguió su caminata debido a que varios alumnos tropezaban con nosotros

-Si mal no recuerdo (Y sé que no es así), tu forma de mostrar cariño, era con un beso en la mejilla

-Pues ahora o te golpea el brazo, o te muerde el hombro –informo Santi uniéndosenos. – A y holi

Santi e Isla empezaron una discusión sobre como Isla debería aprender a, mejorar su forma de demostrar cariño, me pareció un poco gracioso el hecho de que siempre estuvieran discutiendo, digo los seguía recordando así, siempre en una discusión o en una guerra de niños pequeños que ninguno terminaba ganando

-Los dos parecen hermanos peleando –Les informe

-¿Se te olvida que somos hermanos? –Paso el brazo alrededor del mis hombros y los de mi novia... mierda, mierda de verdad me encantaba como sonaba eso, en realidad me gustaba más pensar que yo era su novio. –La única diferencia es que yo soy guapo y ella no

-¡Oye! –Pronunciamos ambos al mismo tiempo, aparto su mirada de mí por el simple hecho de haberse sonrojado

Hablando claro. Si había mucha diferencia (En apariencia, ya que en personalidad son iguales) entre Santi e Isla, mas por el hecho de que Santi mide los mismo que yo, tiene cabello negro, las facciones del rostro más marcado y tenía ojos verdes aunque, eso también es lo que comparten

Isla como ya había mencionado; Es muy baja, tiene ojos verdes, cabello castaño oscuro y que no le sobraba la curiosidad

-¿Ya conocieron a la nueva enfermera/psicóloga del instituto? –Pregunte- Me cae bien.

-A mí también –Admitió Santiago- Es muy agradable la verdad, sabe hacer bien SUS trabajos ¿Y tú Isa? –Volteamos a verla- ¿Ya la conociste?

Parecía perdida en sus pensamientos su mirada estaba perdida y apenas y respondió a la pregunta

-¿Te encuentras bien? –Pregunte con cierta preocupación, solo recibí un mjm de su parte. Mire a Santi y nos detuvimos al mismo tiempo. Tardo siete pasos en darse cuenta que, ya no estábamos caminando

Auch.

-¿Qué sucede? –Nos miró con confusión

-Te pasa algo –Anuncio Santi –Habla

Parpadeo un par de veces antes de girarse por completo hacia nosotros

-No, no es cierto, estoy bien –Mentira

-No mientas –Le recrimine

-¡No miento! –Chillo abriendo los ojos exageradamente

-Si lo haces –Me apoyo el pelinegro

Ella nos observó con falsa molestia, fingiendo indignación y, camino sin nosotros hasta la salida. Nos apresuramos en seguirle el paso y posicionarnos a su lado, Santiago tomo su mochila ignorando sus quejas, me quite la mía y se la tendí a el ya mencionado antes de cargarla sobre mis hombros

Pego un grito que hizo que la mayoría de los alumnos nos observaran con descaro, pero la verdad no me importo mucho. Dejando de lado sus reclamos, me asegure de tomarla con fuerza para empezar a correr, los gritos aumentaron cada vez más. Santi me seguía el ritmo con nuestras mochilas colgando de sus hombros

-¡¡FRANCIS!! –Grito mi amada. –FRANCIS BAJAME

-Ya vamos a llegar tranquila –Reí – ¿O no Santi?

-A mí no me metas en eso –Corrió más delante de mí, yo acelere el paso. Isla se aferró a mi cabeza mientras soltaba pequeños gritos

Llegamos a uno de los parques centrales de la ciudad. Santi, se dirigió a una de las bancas para dejar nuestras mochilas allí, me acerque a la banca y solté a Isla no había durado ni un segundo desde que toco el suelo cuando empezó a golpearme el pecho

-Idiota. Idiota. Idiota –Repetía en cada golpe que daba, algunos dolían y otros no

-Oye... ¿Podrías dejar de golpearme, Por favor? -Siguió golpeándome- Ok. Tomare eso como un no –Acto seguido; La tome de las piernas para volverla a cargar

-¡Francis!

-¿Dejaras de golpearme? –Observe al pelinegro quien estaba negando, a la vez que pagaba unos batidos

-¡Si! Pero, ¡bájame! –En cuanto la baje volvió a golpearme. Así que volví a cargarla -¡MICHAEL!

Fruncí el ceño

-Así menos te bajare ¿Estas consiente que puedo hacer esto el resto de la tarde, no?

Cuando por fin, ¡Por fin! Accedió a dejar de golpearme la baje, nos sentamos en la banca y me observo con mala cara le lance un beso, que, no hizo que dejara de mirarme con el ceño fruncido. Pero si hizo que se sonrojara

Me acerque para besarla pero, Santi se sentó en medio de nosotros dos, sostenía dos batidos en sus manos y otro se mantenía pegado a su pecho.

-Bueno, tómenlos, esto esta helado –Le hicimos caso y tomamos los batidos

Note como miro a Isla con los ojos entrecerrados y labios fruncidos

-¿Qué pasa? –Pregunto Isla confundida mirándome con la misma confusión

-No quiero que te acerques a MI hombre –Dicho eso, empezó a beber su batido mientras, observaba el horizonte

Ambos nos miramos con la misma confusión, no nos dios tiempo de analizar cuando este se recostó de mi pecho. La expresión de Isla es algo que se quedara registrado en, mi memoria hasta que muera; Sus labios formaron la letra ''o'' al mismo tiempo que fruncía el ceño. En ningún momento despego la vista de su mejor amigo (y ahora enemigo)

-Te amo –Vocalizo

No me aguante. Solté una carcajada en ese momento, se me callo un poco de mí batido al piso pero no me importo

-Oye, oye. No puedes amar a MI novio –Le reclamo mientras lo alejaba de mi pecho

-Disculpa, pero dejo de ser tu novio hace 10 años. Ahora es mío –Fingió mover una coleta de pelo que claramente no tenía. –Así que, aplícate

Solté otra carcajada.

-Te detesto –Rodeo los ojos

-¿Vas a dejar que me hable así? –Se volteo a mi dirección.

-Sí, es mi novia –Fingí seriedad. ¿Recuerdan la expresión que hizo Thalis hace unos momentos? Bueno. La misma

-Esto es humillante –Se levantó y camino hasta los toboganes. Isla, esta vez, fue la que no resistió las ganas de reír

¿Cómo no me había dado cuenta de, cual hermosa que era su risa?