El pelinegro espero a que todos estuvieran dormidos para tomar sus cosas y salir de la casa que lo acogió, ante de salir dejó una carta en la mesa de noche de Raphael para luego depositarle un dulce beso en su frente; con un suave llanto comenzó a caminar en las calles oscuras de la ciudad con su maleta en la mano, busco por mucho tiempo un lugar para pasar la noche mientras que buscaba trabajo.
Al no encontrar a nadie más que lo acogiera no tuvo otra opción que dormirse debajo del gran puente de aquella ciudad, saco de su maleta una frazada mientras que usaba su maleta como Almohada.

_buenas noches Raphael_ susurró ante de quedarse profundamente dormido mientras temblaba de frío

A la mañana siguiente Raphael despertó sintiendo que algo no andaba bien, rápidamente se levantó y corrió hacia la habitación de Leonardo abriendo la puerta y no encontrando a nadie; rápidamente fue en busca de leo en todos los lugares de la casa sin éxito, hasta que volvió a su cuarto y encontró aquella carta que inmediatamente llamo si atención.

La tomó y la abrió notando inmediatamente que era la letra de leo

Tú padre tiene razón, tu mereces a alguien que
No olvide cuánto te ama que recuerde
Todo aquellos momentos que vivieron juntos; yo solo te daño con mi presencia y lo siento mucho, aunque te ame no podremos estar juntos.

El doctor dijo que muy pronto olvidaría todo mi pasado y mi presente, me duele saber que te olvidaré y que no recordaré lo que vivimos.

Cuando encuentres esta carta estaré lejos quizás en otro país o ciudad, te amo Raphael
Pero temo olvidarte como he olvidado todo lo demás.

Te amo...

Atte: Leonardo

Raphael  terminar arrugó la hoja de papel tirándola a un costado, cada palabra en esa carta le clavaban en el corazón también sintiendo el dolor que sintió leo al escribirla.

Cayó de rodillas mientras de sus mejillas caían un río de lágrimas, guío la carta a su pecho mientras bajaba la mirada hacia el suelo.

-yo también te amo_ susurro

Continuará