Capítulo 16 Asecho

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La final del Torneo de Vóley Bol Femenil, se estaba llevando a cabo en las canchas oficiales de la ciudad, a una hora de su casa, todas las chicas llegaron temprano y ya estaban listas para salir y ganar, mientras todos los amigos de Yessabell y sus guardaespaldas, junto con el de Ana y el de Marisol, cuidaban el perímetro.

-Bien chicas -Anunció Catalina, la capitana del equipo -Este es el todo o nada, nos enfrentamos contra las mejores, pero sabemos que de aquí saldrá lo mejor de lo mejor.

-Catalina, solo dinos que hacer, no te fallaremos -Dijo una de las chicas del equipo, una morena de cabello chino.

-Así es, tu dinos qué estrategia seguir y te apoyaremos -Agregó otra chica.

-¡Esa es la actitud señoritas! -Exclamó Catalina, levantando la mano.

-¡ULI! -Exclamaron todas al mismo tiempo y salieron a la cancha.

La cancha era más grande que la del gimnasio, las gradas estaban llenas a más no poder, por amigos, familiares, novios, fotógrafos y algunos periodistas. En un extremo, los afiliados a la ULI, del otro extremo los que apoyaban a la Universidad Estatal de Escritura (UEE).

-Bienvenidos sean todos, señoras y señores, niños y niñas, al décimo sexto, Torneo De Vóley Bol Femenil Nacional -Anunció el presentador en la cabina -Los equipos que se enfrentan en esta final son, las chicas de la Universidad Estatal de Escritura -Los gritos y aplausos estallaron -Y las chicas de la Universidad de Literatura Inglesa de CU -Los amigos de Yessabell gritaron y aplaudieron desesperadamente, junto con toda la tribuna -Ahora, para hacer
oficial este evento, tenemos a...

Se dijeron las palabras oficiales para inaugurar el último encuentro que definiría a las ganadoras del torneo, mientras las chicas tomaban sus posiciones en la cancha y Catalina, daba las últimas palabras de aliento a sus compañeras.

-Chicas, solo espero lo mejor de ustedes -Todas juntaron las manos al centro, mientras terminaban de inaugurar el torneo - ¡ULI!

El primer tanto de tiempo comenzó, las mejores jugadoras se congregaron en la cancha, mientras los cambios daban ánimos desde
las bancas.
Para el último tanto, ambos equipos estaban empatados, ambos con 80 puntos cada uno, si el equipo de Yessabell quería ganar, debían hacer su mejor esfuerzo y subir sus puntos.

-Este es nuestro -Dijo Catalina entre dientes, mientras el último tanto comenzaba.

Las chicas detrás de Yessabell y Catalina, estaban haciendo su mejor esfuerzo, recuperando el balón y evitando anotaciones del equipo contrario, mientras que las chicas de la UEE, comenzaron a decaer y pronto se encontraban rezagadas en el marcador. Yessabell y Catalina, no se tentaron el corazón y dieron lo mejor de sí.

El último balón llegó para Catalina, pero antes de alcanzarlo tropezó y Yessabell salió al rescate. Todo pasó en cámara lenta, que pareció ser eterno. Yessabell toco el balón con la mano derecha y lo disparo a la cancha contraria, en un brusco movimiento, cayendo al suelo. El timbre que anunciaba el fin del juego sonó y el lugar estallo, entre aplausos, abucheos, chiflidos y gritos de emoción.
Yessabell y Catalina seguían en el suelo, cuando sus compañeras se acercaron a levantarlas y abrazarlas, ninguna sabía por qué, pero cuando levantaron la vista al marcador, los ojos de ambas se inundaron en lágrimas. Habían ganado.

-¡Yessabell, lo hiciste! -Exclamó Catalina entre sollozos, esbozando una sonrisa de emoción.

-¡Lo hicimos! -Aclaró Yessabell abrazándola fuerte.

-¡Felicidades a las nuevas campeonas del Torneo Nacional de Vóley Bol Femenil! -Anunció el presentador -¡Las chicas de la Universidad de Literatura Inglesa de CU!

El presentador esperó a que la multitud se calmara y después continúo.

-Ahora les pedimos a las chicas que suban al estrado a recibir su trofeo.

Todas subieron al estrado, limpiándose las lágrimas de felicidad, mientras subían las escaleras, un chico les colocaba una medalla a cada una.
Catalina, como la capitana, se colocó frente al micrófono y dio unas palabras:

-Queremos agradecer a todos nuestros familiares, amigos y personas cercanas, que estuvieron apoyándonos en cada uno de nuestros encuentros. Es un placer para nosotras, portar estas medallas, pero sobre todo, representar a nuestra nación.

Tomó una respiración profunda y continuó

-Nada de esto sería posible, sin el gran equipo que formamos este año y aún más. Gracias a nuestra jugadora estrella, quien nos sacó adelante en la mayoría de los encuentros. Yessabell Lovato Murphy.

Los amigos de Yessabell gritaron de emoción desde las gradas y Stephen le lanzo un beso en el aire, lo que imito Derek.

-Gracias -Terminó Catalina, y todas bajaron del estrado.

Después de ducharse, todas regresaron a las canchas, para una sesión de fotos, con sus familiares y amigos, mientras Stephen y Derek, se peleaban por pararse junto a Yessabell en las fotos, los demás parecían realmente contentos con ella, no dejaron de felicitarla y abrazarla. En cuanto todo terminó, regresaron a casa.

Yessabell llamo a su mamá en el camino, para darle la noticia, mientras Nicolás pedía sushi y pizza por teléfono y Renata ordenaba algunos vinos. Stephen y sus amigos fueron invitados, igual que Derek y compañía.

-Solo tenemos dos semanas antes de irnos a acampar -Dijo Nicolás mientras comía una rebanada de Pizza, en el pequeño salón junto a la sala, donde todos estaban sentados a la mesa.

-Y mi papá dijo que podíamos comprar algunas casas de campaña y sacos de dormir -Agregó Ana enseñando su tarjeta de crédito.

-Así que ¿A dónde iremos a conseguir todo? -Preguntó Renata, tomando un bocado de sushi.

-Podemos ir a los Ángeles, seguro que mi padre nos puede llevar -Contestó Marisol, alegremente -Viene a dejarme unas cosas mañana y después se va a los Ángeles, podemos conseguir un aventón.

-Eso suena bien -Dijo Philip animadamente.

-¿A qué hora viene? -Preguntó Yessabell tomando su rebanada de pizza.

-Pasara a las nueve de la mañana -Contestó Marisol.

-Nosotros ya tenemos lo necesario -Dijo Derek con media sonrisa -En cuanto nos invitaron, salimos a comprar.

-Andrew y yo tenemos algunos trabajos extra -Agregó Robert -Podemos darles nuestro dinero y encargarles lo que necesitamos.

-No hay problema -Dijo Ana -De todas formas, no podíamos ir todos a comprar lo mismo. Solo iremos Yessabell, Marisol, Philip, Nicolás y Yo, si alguno de ustedes se apunta, no hay problema -Dijo viendo a Stephen y sus amigos.

-Yo tengo entrenamiento para nuestro juego antes de vacaciones -Stephen volteó a ver a Bruno -Él también. Tal vez Fanny puede ir.

--Claro, ustedes me dicen que necesitan y yo lo compro -Dijo Fanny animadamente.

-Hecho, nos vemos mañana a las 8:30am -Confirmó Yessabell a Fanny -¿Quieres que Henry vaya por ti?

-Claro, eso estaría bien -Dijo Fanny sintiendo esperanza, de que por primera vez, en mucho tiempo, Yessabell la tratara, como solía tratarla antes.

A la mañana siguiente. Nicolás, Marisol, Philip, Ana, Fanny y Yessabell, estaban abordando la limusina del padre de Marisol, con los guardaespaldas a cuestas.
Hacia los Ángeles, para comprar lo
necesario de la acampada, en una tienda que recomendó el papá de Ana.
Llegaron a las 11:00am a un gran centro comercial en el centro de la ciudad, el papá de Marisol, les dejo la limusina, mientras uno de sus guardaespaldas le acercaba una SUV negra.

-La tienda de deportes está en el segundo piso -Dijo Ana mientras entraban al centro comercial -Ahí es donde encontraremos todo.

Subieron las escaleras eléctricas hasta el segundo piso y entraron a una enorme tienda de deportes. En la entrada se encontraba lo básico, trajes de fútbol, balones y tenis, después estaba toda una sección de pesca, seguida de una sección para alpinismo, otra de tenis y golf y al fondo de la tienda, se encontraba todo lo necesario para acampar.

-Me pregunto si habrá algún lago para pescar -Dijo Philip mientras pasaban por la sección de pesca.

-Sí, mi tía dijo que hay un enorme lago donde podemos pescar y otro donde podemos nadar -Contestó Nicolás alegremente.

-¿Podemos llevar algo de esto? -Preguntó Philip a Ana, mientras se detenían a observar algunas cañas de pescar.

-Claro, pero... -Ana volteó a ver a todos -Si nos detenemos debemos permanecer a la vista de todos -Advirtió.

-Ok, Henry puede quedarse cerca de Nicolás y Malcom cerca de Fanny -Sugirió Yessabell -Fanny y yo vamos a ver las bolsas para dormir, los chicos pueden buscar el equipo de pesca y Ana y Marisol, pueden buscar las tiendas.

-Perfecto -Dijo Marisol.

-Solo recuerden, manténganse a la vista -Agregó Ana, mientras se alejaba con Marisol a buscar las tiendas

-Ok Fanny, vamos por las bolsas de dormir -Yessabell siguió caminando y Fanny la siguió, junto con Malcom y Ezra.

Llegaron a un pasillo lleno de bolsas de dormir de distintos materiales, tamaños y colores.

-¿Qué fue lo que te pidieron los chicos? -Preguntó Yessabell mientras observaba una bolsa de dormir en color lila y violeta.

-Necesitamos dos casas de campaña, una para mí y Robert y la otra para Bruno, Andrew y Stephen. Y cuatro bolsas de dormir, Stephen ya tiene la suya -Contestó Fanny viendo una pequeña lista en su mano.

-Ok, nosotros solo necesitamos una para Nicolás y otra para Renata -Dijo Yessabell tomando la bolsa de dormir -¿Está te gusta? Es muy bonita -Dijo mostrándole la bolsa de dormir.

-Sí, es perfecta -Aseguró Fanny tomándola -Sabes... los chicos y yo, realmente estamos felices de volver a verte. Cuando perdimos el contacto contigo... -Se paseó observando los estantes -En serio, de verdad creímos que nos querías fuera de tu vida.

-Lo siento mucho Fanny... fue muy difícil para mí, empezar de nuevo, lejos de ustedes y después de haber roto con Stephen como lo hice... las cosas no terminaron bien -Yessabell volteó a verla, lo mismo que Fanny, ante tal revelación.

-¿Qué fue lo que pasó? -Preguntó intrigada ante la nueva información, pues después de que Yessabell se fuera, Stephen no volvió a hablar de ella.

-¿Recuerdas el último partido antes de terminar el año? ¿Cuándo nos quedamos en el estacionamiento? -Preguntó Yessabell, tomando una bolsa de dormir café chocolate.

-Sí -Dijo Fanny como podría no recordarlo, ella estuvo cerca -Lo recuerdo bien, ese día se disculpó y se fue a su casa caminando.

-Pues lo que sucedió... él estaba de alguna manera defendiendo a Kendra y yo me moleste, después... comenzamos a gritarnos y... y Stephen perdió el control. Lo saque se sus casillas y... él me soltó una bofetada -Recordó el hecho con tristeza -Eres la tercera persona que lo sabe.

-Yessabell lo siento mucho, no lo sabía, él... no menciono nada de ti, desde que te fuiste -Fanny la vio con sinceridad en la mirada -Se centró por completo en sus estudios y el futbol, dijo que si volvía a verte, quería que estuvieras orgullosa de él.

-Ironías de la vida... yo pensé lo mismo -Yessabell le sonrío -Cambie muchísimo por él. Mis amigos, los conocí antes de conocerlos a ustedes de hecho. Cuando los volví a ver en el colegio, todos notaron mi cambio.

Yessabell se volteó y tomo una bolsa de dormir rosa pastel, para Renata y Fanny tomo tres de color negro, azul y gris y después volteó a ver a Yessabell, quien se sentó en un pequeño banco.

-Tenía la idea... de que Stephen me buscaría, que iría a mi casa... así que decidí que los chicos estaban fuera de mi vida. Me portaba fría y grosera con cuanto chico se me acercaba -Sonrío ante el recuerdo -Incluso mi amigo Philip... él quería que fuéramos novios, pero cuando le conté sobre Stephen y que lo esperaría... él se dio por vencido, aunque dijo que quería que siguiéramos siendo amigos.

-Es tan romántico... -Murmuró Fanny, sentándose a su lado -Él te espero y tú lo esperaste y ahora... el destino los unió.

-¿Pero en qué momento? -Preguntó sintiendo una mezcla de amor, tristeza y melancolía -Estoy enamorada de Derek, aunque admito que no he dejado de sentir algo por Stephen, después de todo... -Yessabell volteó a ver a Ezra, quien estaba eligiendo sus bolsas de dormir, se acercó más a Fanny y le susurro -Stephen siempre fue el amor de mi vida. El primero en muchas cosas. Y también tuve algo con Ezra.

-Dios, esa es mucha información -Susurró Fanny de vuelta, con media sonrisa -Ahora entiendo porque todo es un caos, para ti.

-Ya, pero no le digas a nadie, ya se lo conté a Stephen, y afortunadamente no se alborotó, aunque Derek sí, pero bueno, ahora solo soy amiga de ambos y espero que ellos se lleven bien. Ya el tiempo dirá -Dijo Yessabell sintiéndose más tranquila por compartir su vida con Fanny de nuevo, de pronto se sintió como en los viejos tiempos -Realmente me has hecho mucha falta.

-Y tú a mí -Admitió acercándose y dándole un abrazo -Aunque tenía a Romina, Frida y Mariza, no era lo mismo. Ellas no eran tú.

-Gracias por seguir conmigo Fanny -Dijo Yessabell retirándose -Ahora hay que llevarle esto a Ana, para que lo cargue a la cuenta.

-Yo los llevo -Ofreció Fanny, mientras Ezra se acercaba.

-Dáselas a Fanny, ella los llevará con Ana -Pidió Yessabell señalando las bolsas de dormir.

-Toma -Le dijo a Fanny, extendiéndole las bolsas de dormir.

-Malcom, por favor acompañala -Ordenó Yessabell señalando a Fanny quien se encaminaba a buscar a Ana. Él asintió y la siguió.

-¿Hicieron las pases? -Preguntó Ezra, en cuanto Fanny se fue.

-Algo así, la verdad no estábamos peleadas, pero si distanciadas -Dijo Yessabell mientras caminaban a buscar algunas frazadas especiales -Creo que debo llevar algunas frazadas, no sé cuánto frio haga en ese lugar.

-¿Aún no saben dónde será? -Preguntó Ezra siguiéndola.

-No, la tía de Nicolás, solo menciono que era un lugar, cerca de las montañas, así que supongo que unas frazadas no harán daño.

En ese momento la alarma de seguridad comenzó a sonar. Yessabell y Ezra voltearon a verse y después voltearon a ver por todo el lugar, buscando a los demás.

-¡Arriba las manos! -Gritó un hombre entrando a la tienda, con un revolver en las manos.

-¡Saca todo el dinero de la caja y ponlo aquí! -Gritó otro hombre, bruscamente a la cajera del lugar, quien tomo la maleta que le entregaba el hombre y comenzó a vaciar la caja, mientras el hombre le apuntaba con un rifle.

Ambos hombres eran altos y fuertes, estaban vestidos de negro, de pies a cabeza y llevaban pasamontañas, lo que dificultaba ver sus rostros e incluso sus expresiones.

-¡Todos muévanse para acá! -Exclamó el primer hombre, señalando un área visible, en el pasillo -¡Rápido!

-Deberíamos escondernos -Susurró Yessabell a Ezra, pero antes de que se movieran, el hombre comenzó a caminar por todo el lugar, moviendo a los amigos de Yessabell y otros compradores, al área que había indicado.

-Vamos, mantente cerca de mí, no dejare que nada te pase -Le aseguró Ezra caminando por el pasillo, Yessabell se pegó a él, tomándolo de la mano.

-Ahora, solo voy a decir esto una vez -Dijo el hombre, una vez que todos estuvieron a la vista. -Saquen sus celulares y déjenlos en el piso, todo lo que tengan de valor, entréguenmelo -Instruyó mientras les apuntaba con el arma.

Yessabell sacó su cartera, que afortunadamente solo llevaba dinero en efectivo y su celular se había quedado en su casa, así que no llevaba mucho. Ezra no cargaba su cartera, solo un pequeño celular exprofeso. Los demás comenzaron a sacar, sus carteras, celulares y algunos collares y pulseras de oro.
Un tercer hombre entro en la tienda, con las mismas características que los otros dos y cerró la puerta tras él.

-¿Cómo van? -Preguntó mientras la cajera le entregaba la bolsa al hombre que les estaba apuntando. -Los demás chicos están terminando, solo nos falta esta y dos tiendas más. Dense prisa o alguien llamara a la policía.

-Bien -Contestó el hombre, tomando la bolsa de dinero, mientras el segundo hombre tomaba las pertenecías de los demás, hasta llegar donde estaba Yessabell.

-¿Eso es todo hermosa? -Preguntó el hombre, abriendo la cartera de Yessabell, que solo contaba con cinco billetes -Seguro que debes traer más, una chica como tú, seguro que se gasta el dinero de papi, a montones -Tomó a Yessabell del brazo y la jalo hasta la caja.

-¡No! -Pidió Yessabell mientras su corazón comenzaba a agitarse en su pecho y la adrenalina corría por todo su cuerpo -Por favor no me haga nada.

-¡Suéltala! -Exclamó Ezra, dando un paso al frente.

-Atrás galán -Dijo el hombre, mientras le apuntaba con el revolver -Te acercas y la chica muere. ¡Todos levanten las manos, donde pueda verlas! -Exclamó, apuntando con su revolver.

-Un minuto -Dijo el tercer hombre, acercándose a Yessabell -Miren nada más lo que trajo el viento. Una chica hermosa, sin duda pocas como tú se ven hoy en día, hermosos pechos, piernas exquisitas, ese cabello y sobre todo, tus hermosos ojos... tan profundos como el mar.

Yessabell comenzó a respirar más rápido y sintió las lágrimas escocer en sus ojos.

-Por favor no me hagan daño -Rogó Yessabell intentando sonar tranquila, mientras sentía que su garganta se secaba.

-Yessabell Lovato -Anunció el hombre con orgullo.

A lo que Yessabell se preguntó, de dónde lo conocía y un terrible escalofrió recorrió su cuerpo, al creer que sabía quién era.

-¿Nos conocemos? -Preguntó tímidamente, mientras una lágrima, caía por su mejilla.

La voz de aquel hombre le resultaba un poco familiar, sin embargo no pudo distinguirlo entre el pasamontañas y su aspecto desgarbado.

-No me digas que has olvidado a buen amigo. Han pasado algunos años, pero yo jamás olvidaría a una chica tan hermosa como tú, mi querida Yessabell -Dijo el hombre, quitándose el pasamontañas, despacio.

Los ojos de Yessabell se abrieron de par en par y sus lágrimas, comenzaron a caer más rápido. La persona causante de su sufrimiento, la persona que hizo su vida más difícil y que le causó un trauma por mucho tiempo.

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