34+35 [one shot] -smut-

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Advertencias:
-escenas sexuales "explícitas"
-lenguaje ofensivo
-uso de juguetes sexuales

Jungkook soltó una pequeña risa adorable mientras observaba el torso desnudo de Yoongi inclinado en el balcón, observando las estrellas mientras calaba de un cigarrillo. La camiseta que vestía, perteneciente a su novio, le cubría hasta la mitad del muslo y caía por sus hombros, revelando las numerosas marcas de mordidas en estos.

Relamió sus labios mientras avanzaba a paso lento, su espalda baja doliendo levemente por todo el esfuerzo de las horas anteriores. Sus brazos rodearon la cintura de su novio y su rostro se hundió en su espalda, inhalando su aroma. Una pequeña risa escapó de los labios de Yoongi, quien giró en los brazos de su novio mientras apagaba su cigarrillo contra el balcón, tomando la cadera de Jungkook con ambas manos.

—¿Sigues cansado, Koo? —su tono de voz en suave y cariñoso, haciendo a Jungkook jadear del gusto. Una de las manos del mayor sube hasta su cabello, comenzando a dejar mimos mientras sus labios depositan suaves besos en su frente.

—Ya no tanto, hyung.

—¿Comiste tus galletas? —Jungkook solo asiente, su rostro enterrado en el pecho de Yoongi y su cabello cosquilleando la barbilla de este. Adoraba los mimos de su novio después de tener sexo, era muy atento y siempre le ayudaba a recuperar todas las energías perdidas.

Amaba tanto a Yoongi.

—¿Listo para las siguientes rondas, entonces? —bromeó Min, sin embargo, sus manos se colgaron bajo la camiseta y acariciaron los glúteos rojizos de su pareja. Jungkook soltó un pequeño jadeo y alzó su mirada, viendo con ojos llorosos al mayor.

Jeon, sintiendo la erección de su novio y la propia comenzar a formarse, asintió. Yoongi, entonces, no perdió el tiempo y lo cargó de vuelta a la habitación, depositando su cuerpo con delicadeza en el colchón de sábanas arrugadas y llenas de fluidos de todo tipo. Pero a ninguno le molestaba realmente, porque estaban juntos.

Sus manos rasposas alzaron la camiseta y pronto está se vio arrojada en el suelo. La piel de Jungkook estaba llena de pequeñas marcas rojas y moradas, debido a las mordidas y a las ataduras que Yoongi le había realizado anteriormente.

Al lado de la cama, en un tono blanco brillante, se marcaba la hora en un reloj digital, eran a penas las 1:30am y Jungkook sabía que probablemente de ahí en adelante no se detendrían.

Ah, estaba odiando muchísimo su imprudencia e ingenuidad al creer que era una buena idea hacerle una broma a su novio. Ahora, su pobre trasero pagaba las consecuencias.

—No lo sé, Gyu. No me suena a algo prudente —dudó Jungkook, mientras observaba a su amigo al otro lado de la mesa en la cafetería de la empresa. Ambos habían coincidido en descanso y, como mejores amigos que eran, decidieron comer juntos.

—Será divertido, Kook. Verás que Yoongi hyung no se molestará.

—No te creo —respondió de inmediato. Sabía lo fácil que su novio detectaba las bromas y lo mucho que se fastidiaba con ellas. Y lo peor era que con él siempre las tomaba demasiado enserio, para molestarlo y "enseñarle la lección".

—Anda, ¿sííí? Te prometo que luego vamos a ese café manga que viste los dos juntos.

Jungkook resopló; una oferta como aquella era imposible de rechazar. Le había insistido por mucho tiempo a Yoongi y nunca quiso acompañarlo, a pesar que ambos fuesen amantes del manga.

Tampoco es que no tuviera dinero para comprar todos los mangas que desee, pero la experiencia de ir a un café manga, donde hay una vasta reserva de estos junto a pósteres de los animes y cosplayers aquí y allá, era sin duda necesaria para seguir viviendo.

Así que, sopesando la importancia de cada cosa, decidió aceptar el reto.

Tomando su celular de su bolsillo, buscó el chat con su novio y, con vergüenza, comenzó a hacer algo de lo que se arrepentiría.

Mingyu observó como el rostro de su amigo se transformó a uno de miedo, haciendo que él mismo temiera por Jungkook.

—Será mejor que ese café valga la pena —lloriqueó el otro, mientras le mostraba a su amigo la conversación, quien rió con nerviosismo.

—¿Suerte para tu trasero?

Y Mingyu recibió un golpe en su brazo.

Yoongi recorrió con una sonrisa el torso de su novio, disfrutando la forma en que esté temblaba a su tacto, con sus sentidos super sensibles. Se inclinó al observar los erectos pezones del menor, que con un toque lo hicieron estremecer.

Sus labios tomaron uno, humedeciendolo y acariciandolo con su lengua, aumentando el ímpetu de sus acciones cada vez que escucha un gemido de su novio, como si fuera un tipo de incentivo para hacerle sentir más placer.

Sabía lo sensible que su chico era y podía notarlo en la forma en que sus piernas se cerraban y su miembro se contraía levemente, mientras un charco de pre semen se asentaba en su abdomen.

Mientras su boca se dirigía al otro pezón, una de sus manos se encargaba de mantener sus piernas separadas mientras sus dedos molestaban aquel agujero rojizo y húmedo de las corridas anteriores. Pronto, Jungkook tuvo tres dedos en su interior, golpeando directo a su próstata, lo que lo tuvo lloriqueando en un instante.

Toda aquella estimulación, sumada al hecho de que ya estaba extra sensible de sus pasadas corridas, le brindó un doloroso orgasmo seco que Yoongi logró identificar por aquel gemido que retumbó en sus oídos y el temblor exagerado del pequeño cuerpo bajo suyo.

Las lágrimas encharcadas en las mejillas de Jungkook se duplicaron mientras él intentaba superar aquel golpe inmenso de placer. Yoongi en ningún momento detuvo sus acciones, sino que su boca comenzó a bajar por su torso, saboreando el sudor y los fluidos que se mantenían ahí.

Sus labios chocaron con la punta de aquel adorable pene, algo que provocó un escalofrío por todo el cuerpo del menor.

—Treinta y cuatro más treinta y cinco dijiste, ¿no? —murmuró contra su piel, sus dedos quietos en su interior, acariciando sus paredes.

—U-uhm, hy-hyung... —balbuceó, incapaz de formar oraciones coherentes.

—Sesenta y nueve, ¿verdad, bebé? —con su mano libre apartó los cabello que se habían adherido a su frente. —voy a cumplir tu pedido, mi amor.

El cuerpo cansado y entumecido de Jungkook fue alzado, Yoongi estaba ahora debajo, ayudando a su novio a acomodarse correctamente.

El rostro de Jeon se encontró con aquella gran erección bajo aquella tela de chándal y, como siempre sucedía, la necesidad de tenerlo en su boca golpeó su ser y su boca se apresuró a besarlo a través de las prendas.

Yoongi tenía una mejor vista aún, el trasero maltratado de su novio frente a su rostro. Sin pensarlo mucho, dirigió su boca al trasero de Jeon, dejando suaves besos alrededor de su entrada.

Jungkook dejó escapar un gemido, apresurado por apartar la prenda que lo separaba del miembro de su novio. Yoongi bufó una risa suave, ayudándolo levemente al levantar la cadera, al mismo tiempo en que su lengua se hundía en su entrada. El chillido de su novio lo motivó más, por lo que pronto, la habitación estuvo llena sólo de sonidos obscenos: jadeos, chasquidos húmedos y lloriqueos.

El menor se dedicaba chupar con vehemencia la erección de su pareja, su cabeza subiendo y bajando por el falo mientras su cuerpo entero temblaba al sentirse cada vez más sensible.

Las manos de Yoongi habían quedado marcadas en su trasero luego de unos minutos, mientras su cuerpo temblaba constantemente debido a los orgasmos amenazando con atacarlo.

—Vamos, bebé. Hazme venir y yo te daré lo que necesitas —murmuró contra la piel de su trasero, procediendo después a mordisquear la zona ya lastimada. Jungkook gimió de alegría cuando el pene del mayor se contrajo en su boca y el semen comenzó a correr por su garganta.

Luego de tragarlo todo, pudo descansar por un momento mientras intentaba salir de aquel estado de somnolencia. Yoongi, en silencio y sin que un adormilado Jungkook se diese cuenta, colocó un anillo alrededor de su erección y, colocando su cuerpo sobre el colchón, introdujo un pequeño vibrador en su entrada mojada, resbaladiza, roja e hinchada. El lloriqueo no se hizo esperar.

Min se colocó de rodillas en medio de las piernas de su pareja, con el control entre sus manos. Lo observó por minutos, viendo cómo los temblores y espasmos en su cuerpo disminuían. Era un deleite para Yoongi, ver a su adorable novio malcriado tan destruido por los orgasmos. Era aún mejor verlo al saber que él era el único que podía llevarlo a tal límite y mucho más allá.

Recordó cuando el joven llegó a los veinte; en el grupo eran un desastre sexual y, mientras él y Jungkook tenían sexo sin compromiso, el menor se decidió a experimentar con los demás. Por más patético que suene, fue así como Yoongi se dio cuenta de lo que Jungkook representaba en su vida.

Fue luego de verlo colarse a la habitación de Taehyung y ser testigo de los ruidos que provinieron de ahí que tomó una decisión: demostrarle a Jungkook que sólo el podría satisfacerlo por completo.

Comenzó con una noche de sexo que se extendió por horas, algo que tuvo a Jungkook lloriqueando y lo llevó a correrse unas tres veces, con algunos otros orgasmos secos. Yoongi creyó que ese era el límite de Jeon, pero al verlo volver con Taehyung, se dio cuenta que debía hacerlo llegar más allá de su límite.

La siguiente vez, agregó un vibrador de tamaño mediano y un anillo de restricción; obligó a Jungkook a estar así por una hora y de esa forma aumentó el límite del menor. Pero tampoco se veía suficiente, ¿por qué Jungkook había entrado ahora a la habitación de Hoseok y Jimin?

Una noche en la que Jungkook le hizo una visita a su estudio, mientras el menor saltaba en su erección y el trabajaba, decidió preguntarle de forma casual.

—Jungkookie, ¿por qué entraste a la habitación de Hobi y Jiminnie? —los saltos de Jungkook pararon y con sus ojos cristalizados lo observó. Un sonrojo se extendió por sus mejillas, contemplando si decirle la verdad o no.

—Quise probar... —aclaró su garganta, escondiendo su rostro en el cuello del mayor. —quise probar la doble penetración.

Aquello sorprendió a Yoongi, quien a la sesión siguiente tenía listo un vibrador grande y su propio pene, llevando a Jungkook a un nuevo límite. Después de eso, las visitas de Jungkook a los demás pararon por unas semanas donde sólo se encontraba con Yoongi, prácticamente cada noche.

En ese momento, Yoongi tenía sentimientos encontrados; su mente le gritaba que aquello sólo era sexo anti-estrés, mientras que algo en su interior se regocijaba por la compañía del menor; la euforia que lo recorría al despertar con el menudo cuerpo entre sus brazos lo abrumaba.

Poco después, hablando con Seokjin, se enteró de lo que le sucedía. Se había enamorado de Jeon. Al principio intentó negarlo, pero cuando Jungkook comenzó a colarse nuevamente con Taehyung, la molestia y los celos que le invadieron impidieron que aquella negación siguiera sucediendo.

Yoongi se las ingenió para saber lo que ambos menores hacían y decidió llevarlo más allá que Taehyung. Deseaba que Jungkook sólo lo necesitará a él.

Noches después, Yoongi los llevó a ambos al límite. Se desvelaron teniendo sexo, con sólo pequeños descansos de por medio. Hizo uno de esposas y vibradores, anillos y dildos. A la mañana siguiente, Yoongi le cocinó el desayunó y se declaró.

Pasaron varios meses donde no tuvieron sexo y en cambio construyeron una relación sana y llena de amor.

Sin embargo, cuando llegaron de nuevo al ámbito sexual, ambos decidieron probar nuevas cosas y encontrar lo que a ambos les satisfacía.

Jungkook amaba la rudeza de Yoongi y Yoongi amaba ver a Jungkook lloriqueando por él. Por esa razón, el rostro encharcado y el temblor de Jungkook hicieron que su pene se alzará de nuevo mientras activaba el vibrador de golpe al máximo, disminuyéndolo segundos después al primer nivel.

Yoongi observó con deseo el temblor intenso del cuerpo de su novio y, con su rodilla, empujó más el vibrador, sonriendo con el grito que el menor soltó, dándole a entender que la maltratada próstata había sido tocada.

—Y-yo-yoongi —lloriqueó luego de minutos de aquella tortura, su cuerpo estaba acalambrado y su pene se mostraba de un tono rojo y violeta, dolía. Los espasmos eran imparables, así como los gemidos ahogados y las olas de orgasmos secos que lo golpeaban cada tanto.

Estaba completamente destruido.

Con una sonrisa suave, Yoongi finalmente dejó el vibrador fuera del juego y, acariciando sus piernas, suspiró.

—¿Crees que puedes recibirme, amor? —llevó sus dedos a su trasero, aún húmedo por el lubricante y el semen. —¿o prefieres que te coma hasta hacerte venir? —masajeo el borde enrojecido, brindándole alivio.

—E-entra... P-por favor —rogó y Yoongi, obedientemente lo hizo. En ese momento, Min sabía que el menor ya estaba muchísimo más allá de su límite, por lo que decidió a detenerse por ese momento y brindarle solo el placer que merecía su buen chico.

Comenzó a mover su cadera en un vaivén lento mientras liberaba la pobre erección de su novio del anillo. Al instante en que se vio libre, chorros de semen llenaron el abdomen y pecho del menor. Yoongi aún así no se detuvo, siguió moviendo su cadera con delicadeza mientras observaba fascinado como el pene de su pareja seguía expulsando semen con cada estocada.

Su erección dolía por el placer que aquella vista le otorgaba.

Comenzó a acelerar sus movimientos a los pedidos de su novio, mientras se inclinaba a besar su frente.

—Eres un buen chico, Koo. Mi buen niño —aseguró, acariciando su cuerpo y sonriendo al notar el efecto de la sobreestimulación en su pareja; aquel líquido transparente saliendo de su erección.

Momentos después, ante la vista de Jungkook todo destrozado, se corrió en su interior y finalmente se acomodó con su novio en aquella cama sucia, ambos acurrucandose mientras un Jungkook casi inconsciente le besaba el mentón.

Ambos se murmuraron que se amaban y finalmente cayeron dormidos.

A la mañana siguiente, Yoongi fue el primero en despertar y tomó el cuerpo de su novio para que ambos tomarán un baño. Se encargó de limpiarlo bien y llenarlo de besos. Limpio y ordenó la cama y con el menor ya envuelto en una de sus camisetas y un bóxer de tela suave, lo acomodó bajo las mantas mientras salía a prepararle suficiente comida para que se recuperara.

Yoongi amaba a Jungkook y haría todo por él.

Volví y no sé qué escribí o que estoy haciendo con mi vida😌🤙🏻 pero nada, disfruten mucho.

Gracias por leer, votar y comentar. Pronto subo un drabble medio largo de Butter. 🛐

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