Dos Minutos para la Medianoche...

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Pido disculpas por la demora en actualizar este fic, es que eh estado muy ocupado con la universidad :s

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Aquella habitación era iluminada tenuemente por la luz de la luna, eran cerca de las tres de la mañana, la vida nocturna estaba en su máximo auge, al igual que el frio nocturno, pero aquella habitación estaba cálida. Los corazones de ambos latían con fuerza, el albino apreciaba las hermosas curvas de su novia latina, curvas tenuemente iluminadas por la luz de la luna, su suave piel tenía un tenue brillo por el sudor, era obvio que antes habían tenido un embate amoroso.

Allí, frente a el yacía la razón de su lucha, la razón por la cual cada día da lo mejor de sí. Allí estaba su fuego, su cariño, su locura y su ternura, ella complementaba su alma, y en estos días en los que el estrés está a tope, aprovechaban los momentos para ambos, y con cada beso, con cada caricia y con cada palabra de dulzura y miel, su mundo se hacía más pequeño y tierno. Un mundo en el que no importaba los problemas, ni los traumas ni rencores. Solo importaban sus sentimientos y su calor para abrigar al otro.

Por lo menos esa noche pudieron aprovecharla para tener tiempo para ellos, ya que Bobby y Leni habían salido a acompañar a la madre de Ronnie a una reunión que tenía una de sus nuevas amigas en la zona sureste de la ciudad, y Lucy y Lana estaban en el hotel con el resto de las hermanas para pasar un rato e intentar resolver sus diferencias.

El chico le acaricia el hombro a su morenita, como adoraba la suavidad de su piel, como adoraba su sonrisa y su forma de ser. Para ese punto, para Lincoln era imposible imaginar un futuro sin ver aquella mirada dulce, pero férrea, sin ver esa sonrisa adornada por unos adorables dientecitos y su rostro con unas pecas que resaltan más su belleza, sin poder saborear la dulzura de sus labios, sin poder acariciar su suave piel color canela. Cielos, como extrañaría esos momentos en donde su olor de hembra y su belleza lo embriaga y termina desnudándola beso a beso para terminar cediendo a la lujuria.

Todos esos sentimientos... Todas las sensaciones y momentos que han vivido, ¿Serán reales o solo serán un sueño? Porque si lo era, solo esperaba no despertar jamás y tener que vivir una vida alejada de Ronnie.

Su Ronnie.

La morena sonríe cuando siente la cariñosa mano de su amado acariciando su cabello y mejilla, ¡Rayos! ¿Por qué tiene que ser tan lindo? ¿Por qué tenia que ser tan cariñoso y gentil con ella? Si no fuera por eso, su torpe corazón no sentiría la necesidad de sentir su cariño.

Aunque... Viéndolo de otra perspectiva, pues no se quejaba de su decisión. Bien podría haberse ido con algún pretendiente o chico de su pasado, pero... Todos ellos parecían tan insípidos y distantes comparado con su amado de cabellera de nieve. Y a final de cuentas, ¿Quién más que él podría haber concebido un plan tan complejo como el que hizo para escapar de sus cancerberas?

Solo él podría haber hecho tal acción, Lincoln. Su amado de cabellera de algodón.

-Linky...- Dijo Ronnie en un tono cariñoso.

-¿Si?

-Sabes... Pensando en todo lo que hemos pasado... hemos vivido momentos difíciles, complicados... Incluso hasta una vez papa casi te mata a machetazos...

-Sí, no me lo recuerdes.- Dijo el albino al mirar hacia un lado.

-He... Si, hemos pasado por tantas dificultades. Pero tú. Tú seguiste allí para mí, sin importar que.- Dijo la latina al bajar su estabas allí cuando te necesite, y diste lo mejor de ti para sacarme de esa pesadilla, y a pesar de todo aun sigues dando lo mejor de ti con los que quieres... Pero, especialmente conmigo.

El chico sonríe mientras seguía escuchando a su tierna novia de piel canela.

-Yo... Solo puedo decir gracias. Gracias por estar allí, por ayudarme siempre y por hacerme feliz.- Dijo Ronnie al formar una tierna y sincera sonrisa.

El albino la abraza y ella no se resiste, una lágrima de felicidad se desliza por la mejilla de la chica de piel morena.

-¿Te puedo pedir un favor, Linky?- Pregunto la chica mientras seguía entre los brazos de su amado.

-Pídeme lo que quieras, cariño.-Respondió el albino.

-Nunca te vayas de mi lado, ¿Si?- Pidió la chica latina-. Sea usted siempre mi querido albino...

-Nunca me iré de tu lado, amada mía, nunca dudes de eso.-Respondió Lincoln para besarle la frente.

-Nunca lo hare, mi amor.-Dijo Ronnie para tomarle de ambas mejillas y besarle.

Aquellos besos dulces, de canela y miel embelesaban y endulzaban el alma del albino, rápidamente paso de un simple beso a una marejada de dulzura y miel. Sus bocas se abrieron levemente para dejar que sus lenguas danzaran al ritmo de sus corazones, el albino acariciaba tiernamente el hombro de su amada para lentamente bajar por su tonificada cintura y encontrar un lugar cómodo en sus caderas. Conforme el beso aumentaba de intensidad, sus cuerpos se iban acercando, como si de dos imanes se tratasen.

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Al día siguiente, Luna se hallaba en compañía de su hermana bromista, la amiga gótica de la misma y de la prima de Kazu, se hallaban en el departamento del mismo ultimando detalles para el gran evento que anunciara el regreso de su banda y del que ella esperaba fuera la resurrección de su sueño de ser reconocida en el mundo de la música

Kazu se hallaba junto con Reyna charlando con Luna y Mida en la mesa del comedor mientras bebían unos refrescos y ultimaban detalles de las canciones, de más está decir que Luna había invitado a Mida a tocar en el escenario y ella había aceptado, principalmente porque hace tiempo que quería volver a tocar en una banda. Si todo salía bien, ella tenía su puesto asegurado en la banda de la rockera.

Y Luan y Maggie estaba sentadas en el sofá viendo la televisión, la gótica se hallaba recostada en el hombro de la bromista, ambas parecían estar a gusto. Era extraño ese asunto, antes de que Maggie se fuera de Royal Woods, ambas eran amigas, unas muy cercanas a decir verdad, hasta se podría decir que ambas tenían cierto interés romántico en la otra, pero por alguna razón desconocida para Luan, ella nunca dio el primer paso, y ella tenía miedo de que la rechazara, además de que estaba confundida, ya que no sabía qué hacer, si irse con Maggie o con Benny... Y por lo visto, su decisión fue muy mala.

... Aunque, igual no es que hubiera podido elegir a Maggie, ya que ella se fue de la ciudad antes de que ella se pusiera de acuerdo con su corazón.

Pero, el reencuentro con Maggie, y añadido a la tarde maravillosa que paso con la gótica el día anterior, le hicieron ver que quizás esos sentimientos no quedaron del todo enterrados...

Paso mucho tiempo... ¿Y su corazón todavía la desea? No, no puede ser cierto... ¿Oh si?

Quizás... Solo eran remanentes de su memoria de aquellos tiempos en los que ambas eran casi que inseparables. Sí, eso debía ser...

-Oye, Luan...- Llamo la chica gótica.

-¿Si? ¿Pasa algo?- Pregunto la bromista.

-Sé que no soy muy expresiva... Pero, solo quería decirte que de verdad me alegra haberme encontrado de nuevo contigo... Te eh extrañado mucho.- Dijo Maggie al momento de abrazarla.

-Tu... ¿De verdad me extrañaste?- Pregunto Luan.

-Si... Extrañaba todo de ti.- Dijo la gótica mientras seguía abrazándola-. Nunca encontrare a alguien tan genial y divertida como tú.

Ese comentario fue suficiente para hacer que la mente de Luan se retractara de lo que había pensado, su corazón latió con fuerza y sus mejillas se enrojecieron. ¡Rayos! En ocasiones así como detestaba tener un corazón tan blando, en especial con ella...

Aunque... Con lo que paso con Benny, no sentía la suficiente confianza para iniciar una nueva relación, aunque, quizás con el tiempo ella se pueda dar otra oportunidad, de momento solo se atiene a abrazar a Maggie y disfrutar de su calor y su aroma agradable.

Luna ve a su hermana bromista en el sofá junto con Maggie, bien abrazaditas y en cierto punto embelesadas. Ella sonríe y voltea su mirada. Se veían adorables. Ella vuelve a mirar a sus amigos, Mida tenía la guitarra y estaba sacando los arpegios de la canción Hellraiser, en específico la versión de Ozzy Osbourne, mientras que Kazu trataba (y no lograba) cantar igual que Ozzy, y si bien se oía gracioso, lo hacía extrañamente afinado, a lo cual Reyna yacía al lado del asiático riendo ante el canto de su novio.

-Uy, aun no le llego al tono de Ozzy.- Dijo Kazu al aclararse la garganta-. Bueno, yo creo que ya estamos listos, así que vamos a descansar un poco. ¿Gustan de más refresco? ¿O prefieren unas cervezas?

-Yo creo que esta vez prefiero un refresco.- Dijo Mida.

-Sí, creo que yo también me tomo un refresco.- Dijo Luna.

-Yo también.- Dijo Reyna.

Kazu se va a la cocina a buscar las bebidas, en ese momento llega Lincoln y Ronnie. Saludan a los presentes y en conjunto comienzan a planear todo, desde detalles de las canciones, instrumentos, que iban a decir entre canción y canción... Incluso que debían vestir, aunque todos concluyeron que no era un factor tan relevante en este caso, con tal de que se vieran presentables estaba bien, después de todo iban a tocar en un concierto, no a solicitar empleo en una empresa de alta sociedad, ¿no?

Unas horas más tarde, Lincoln se acerca a Kazu, el cual se hallaba en el pórtico terminando de hablar por teléfono.

-¿Todo bien amigo?- Pregunto el asiático al sentir la presencia del albino.

-Si... Todo bien.- Respondió Lincoln-. Bueno... No realmente. La verdad ando algo preocupado. Con eso de que Lynn decidió irse por el camino violento, ahora debo estar atento a cualquier ataque por parte de ella.

-Claro, tu me contaste... Ahora hay que estar muy atentos a lo que se avecine.- Dijo el asiático-. Aunque, puedo deducir que ella no es tan tonta como parece. Ah de tener un plan de ataque, o debe de estar formándolo. Quizás, vaya por algo más directo, como obligarte a rendirte por la fuerza, o por algo más complejo...

-Si, eso lo se... Pero, ¿Qué podría maquinar ella? ¿Qué plan complejo podría tener en mente para al menos intentar llevarle la delantera?- Pregunto Lincoln.

-Bueno... ¿Tu qué harías en ese caso?- Pregunto Kazu-. Si quisieras tumbar la moral de alguien, ¿Por dónde comenzarías?

El albino queda pensativo un momento... ¿Qué haría el en ese caso? Bueno, el seguramente haría un plan complejo y asegurándose de cubrir la mayor cantidad de controversias, peligros y posibles fallos. La pregunta como tal en este caso es; ¿Qué haría Lynn Jr. En un caso así? Para ello tendría que pensar como ella...

-Bueno... Para tumbar la moral de alguien, seguramente Lynn se decante por juegos sucios, destruir su credibilidad, sus amistades... Dejarlo solo.- Dijo Lincoln.

-Bueno, por allí podrías prever un ataque.- Dijo Kazu-. De hecho, aquí entre nosotros, si ella hace eso, podríamos empezar darle falsos positivos.

Lincoln se lleva una mano al mentón y chasquea los dedos.

-Tengo una idea, Kazu.- Dijo Lincoln.

-¿Y de qué trata?- Pregunto el asiático.

-Mira, es bastante complejo, y necesitare esta noche para cubrir inconvenientes, además de tener que hablar con alguien. Pero si todo sale bien, le inflaremos el ego a Lynn, tanto que empezara a cometer errores...

-Y así será más fácil que Lana y Lucy hagan su trabajo.- Continuo el asiático-. Caray, Lincoln. Sí que eres bueno con esto de los planes.

-He, ¿Qué puedo decir?- Dijo el albino al sonreír-. Y bueno... ¿Qué tan bueno eres actuando?

-Bueno... No muy bueno, pero supongo que no necesitaras un nivel actoral tan alto para lo que tengas pensado, ¿oh si?- Pregunto Kazu.

-Con tal que sea convincente, servirá.- Respondió Lincoln.

Ambos voltean a ver la vista del balcón. Quedan pensativos un momento, hasta que Kazu volta hacia Lincoln.

-Y, ¿Qué piensas hacer cuando todo esto termine?- Pregunto Kazu-. ¿Vas a volver a Royal Woods?

-La verdad, no lo sé.- Respondió Lincoln-. Royal Woods es un lugar hermoso. El pueblo que me vio nacer y crecer, pero, hay tantos recuerdos dolorosos allí que no se si soportaría volver a vivir allí de nuevo, a pesar de que las cosas estuvieran solucionadas...

-Entonces...

-Bueno... Estoy entre si quedarme aquí o volver, aunque si volviera, no sería por mí. Si no por mi Ronnie.- Dijo el albino.

-¿Ella quiere volver?

-Esta indecisa.- Replico el albino-. Pero, yo sé que si ella regresa, más que todo lo haría por Bobby y su madre. Digo, después de todo, ambos tienen una vida formada allá, tienen sus trabajos y la escuela allá. Ronnie y yo también, pero no estamos tan apegados a ello.

El asiático asiente para ponerle una mano en el hombro al albino.

-Bueno, es comprensible el que estén indecisos. Igual debes saber, que independiente de lo que elijas, te seguiré apoyando, Lincoln-. Dijo el asiático al sonreírle-. Semper Fi. ¿Recuerdas?-. EL le extiende el puño.

-Semper Fi, compañero-. Respondió Lincoln para aceptar el saludo amistoso con su amigo asiático.

Ambos vuelven a voltear su mirar hacia el horizonte. El albino suspira, solo esperaba tener la fuerza para librar esta batalla. Su última batalla en aras de su libertad y bienestar tanto de si mismo como de su Ronnie.

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-Bien, Lynn... Digamos que el plan de dejar solo a Lincoln funciona... ¿Qué vendría después?- Pregunto Lola a su hermana, ambas se hallaban en el Lobby del Hotel donde se hospedaba la Familia Loud

-La verdad es que no eh pensado que hacer después.- Dijo Lynn al llevarse una mano al mentón.

"¿Enserio, Lynn? ¿Por qué no me sorprendes?" Se sintió tentada a decir eso, pero callo su mente y suspiro.

-Bueno... Entonces solo tienes una parte del plan, con eso no se puede hacer de a mucho.- Dijo la rubia al momento de sacar de su bolsillo un caramelo y comérselo.

-Déjame pensar un poco...- Dijo la deportista-. Supongo que ya destruyendo su moral, hay que destruir lo último que le quedara de rebeldía, haciendo eso quedara a nuestra merced.

-¿Y cómo piensas eliminar ese factor?- Pregunto Lola.

-Bueno... Para ese momento, ya Ronnie y ese asiático hediondo a leche deben de estar descartados. Con Lincoln solo, será más fácil tender una emboscada y atacarle físicamente. Quebrarlo por completo.- Dijo Lynn-. Y con quebrarlo me refiero a su temple, no a sus huesos.

"Eh... ¿Cómo rayos sabes a que huele la leche?" Estuvo a punto de hacer esa pregunta, pero Lola la omitió porque sabía que si la hacía, Lynn le volaría los dientes de un puñetazo

-Bien... Pero, ¿De verdad estarías dispuesta a golpear a Lincoln, que, por si lo olvidaste, es tu hermano?- Pregunto Lola.

-¿Y quién dijo que yo lo haría?- Pregunto Lynn con una sonrisa burlona-. En esta ciudad debe haber personas que tengan recelos de Lincoln. Solo basta con persuadirlas y ya tendré a unos secuaces.

-... Ya veo.- Lola se sintió bastante sorprendida por lo calculadora que era Lynn-. Y... ¿Ahora que hay que hacer?

-Simple... Dame la dirección del gimnasio a donde van a practicar Lincoln y ese asiático.- Dijo Lynn-. Si son tan buenos peleando como has dicho, deben de haber peleadores que les tengan recelos o envidia de lo buenos que son. Secuaces fáciles de obtener.

-¿Eso no es caer bajo?- Pregunto Lola.

-Por favor, no te me pongas moralista, Lola.- Dijo Lynn-. Tú has hecho cosas peores en Royal Woods, seguro que lo que estoy haciendo no es nada comparado con tu historial.

La rubia mira hacia un lado... Eso no podía negarlo, pero aun así, ella nunca atento contra sus hermanas ni hermano... Bueno, contra el sí, con lo del asunto de la mala suerte, pero para este punto, ella intentaba enmendar ese error.

-Pero, Lynn... No se trata de una persona cualquiera, no se trata de una puñetera canasta de manzanas... Se trata de Lincoln, nuestro hermano, el que velo siempre por nuestro bienestar y felicidad.- Dijo la chica rubia, intentando razonar con Lynn.

-He, lo curioso es que ustedes no pensaron lo mismo cuando sucedió lo de la mala suerte.- Dijo Lynn para soltar una carcajada. Luego procede a levantarse-. Mira, sé que todo esto se ve mal, pero me lo agradecerás cuando estemos de regreso en casa y en familia. Envíame la dirección del gimnasio por mensaje, y yo me encargare del resto. Tengo cosas que hacer, nos vemos luego.

Lola ve como Lynn se aleja rumbo al ascensor para ir al piso donde se encontraba su habitación. Su expresión se endureció y en la mente de la rubia solo hubo una palabra para referirse a su hermana deportista.

"Desgraciada..."

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-Y entonces... ¿Tienes planes para mañana?- Pregunto Mida, la cual se hallaba junto a Luna caminando por el parque cercano a los apartamentos.

-Bueno, no realmente, así que supongo que me quedare en casa escuchando canciones de Aero Smith mientras juego Katawa Shoujo.- Respondió Luna al sentarse en una banca cercana al pequeño estanque para patos.

-¿Te gusta ese juego?- Pregunto la asiática al sentarse al lado de Luna.

-Si, es bonito... Y te hace llorar como niño sin regalo de navidad...- Respondió la castaña.

-He, ya veo.- Dijo la pelinegra al suspirar-. Lo decía porque quería ver si ibas a mi casa un rato, ya que mañana voy a recibir mi nueva guitarra, y quería que me ayudaras a dejarla a punto y lista para tocar.

-Seguro que si.- Dijo Luna-. Pero... Yo no sé dónde vives.

-Puedo enviar a alguien para que te busque.- dijo la asiática-. No temas, es alguien de fiar, digo, es mi hermano y yo sé cómo es el.

-Ya veo... ¿Pues cuantos primos tiene Kaz?- Pregunto la rockera.

-Bueno, estoy yo, esta mi hermano, Izuki. Nosotros somos primos de Kazu por parte de la madre, y luego están los que son por parte del padre de él, los cuales viven en Argentina, y se llaman Dave, Kasandra, Jazmin y Mike.

-Ya veo... Ustedes si que son una familia grande, y mira que te lo digo yo.- Dijo Luna al reír un poco.

-He, si... No me quejo, mi familia es genial y de momento mi relación con todos está bien.- Dijo la asiática.

-¿Y que opinas de Reyna?

-Es una buena chica, y no tengo miedo a decir que es la única chica capaz de soportar a Kazu.- Dijo Mida-. Y bueno... Ojala tuviera la misma opinión de la familia de ella, pero mis opiniones también son compartidas con Reyna...

-La familia de Reyna... Kazu me conto un poco de eso, una familia adinerada, estricta y Xenofoba...- Dijo Luna-. ¿Cómo lograron que ella escapara?

-Bueno... La verdad es que fue un plan bastante complejo, pero en la base de datos de Japón, Reyna figura como Fallecida.

-¿¡Como!?

-Sí, tanto el padre de Kazu, un amigo de el que trabaja de detective y una mujer que es rival de la familia de Reyna crearon un plan para sacar a Reyna de allí, ya que los tres vieron el cariño que ambos tenían el uno con el otro y además de eso Reyna detestaba vivir allá.

-¿Y en que consistió el plan?

-Realmente nunca me contaron los detalles, pero Kazu me dijo que habían hecho que el lugar pareciese una escena del crimen. Y Luego se la llevaron a Argentina, y bueno... el padre de Kazu quería que el formara su propia vida junto con Reyna así que les costeo un apartamento y los papeles migratorios hacia aquí.

-Y Kazu hizo todo eso ese esfuerzo en conjunto... ¿Solo por ella?- Pregunto Luna-. Digo, no es que sea algo malo. Es solo que es increíble.

-Bueno... Si tu estuvieras muy enamorada, y esa persona pasara por lo mismo, ¿Tu no hubieras hecho lo mismo?- Pregunto Mida, dejando a Luna pensativa.

-Bueno... Si lo pones así, pues tienes razón.- Dijo la castaña.

Ambas quedan en silencio por unos segundos, hasta que la chica pelinegra rompe el silencio con la siguiente pregunta.

-¿Y tú qué piensas hacer?

-¿Con respecto a que...?

-Bueno, me has contado poco del porqué de tu estadía en esta ciudad.- Dijo la chica-. Y bueno, si nada resulta con el concierto, supongo que volverás a casa. Pero, ¿Qué pasa si resulta algo positivo de allí y das los primeros pasos al éxito? ¿O sucede otra cosa fuera de tu control?... ¿Aun querrías volver o te quedarías aquí?

Luna queda en silencio por un momento. No se había planteado esa situación... En especial por la segunda parte, si sucedía algo fuera de su control. Porque en ese momento, cada vez se estaba ilusionando más con Mida. Y si bien ella sabía que no podía ilusionarse tan rápido... Era inevitable para ella, Es tan hermosa, adorable, con un hermoso cabello sedoso, una voz muy melodiosa y unos gustos musicales demasiados buenos.

Y si bien de momento no estaba segura de que algo saliera de allí... ¿Qué pasaba si una relación se daba? ¿Ella regresaría a Royal Woods, lejos de su amada? ¿Se quedaría a vivir con ella?

Era algo muy confuso...

-Bueno... La verdad no lo sé...- Dijo Luna al rascarse la nuca-. Me gustaría volver a casa, pero supongo que si encuentro motivos para quedarme, lo haría sin problemas. Supongo.

La asiática asiente, para luego sonreír y apoyar su cabeza en el hombro de Luna, sorprendiendo a la misma.

-Sabes, sería interesante si te quedaras. Me encantaría tener una amiga con la cual compartir mis gustos, con la cual divertirme, bailar, caminar, llorar... Con la cual escuchar Heavy Metal a todo volumen hasta el amanecer mientras nos tiramos unas botellas de Wiskey o Tequila.

-Pensé que conocías a más personas más allá de mi.- Dijo Luna, intentando que su voz no temblara.

-Sí, pero no diría que son amigas, sino más bien son conocidas...- Dijo Mida al suspirar. Un leve sonrojo se asomó por sus pálidas mejillas-. ¿Luna?

-¿Si?

-Estaría mal si... ¿Te pido que seas mi amiga?- Pregunto Mida.

Ella le dirige una mirada a Luna. Su expresión facial develaba preocupación. Luna se sonrojo. ¡Cielos! Se veía tan adorable, Para ella era imposible resistirse a esa mirada enternecedora de color esmeralda, la pecosa traga algo de saliva para responder.

-S-Seguro, Mida, claro que puedes ser mi amiga... ¿C-como podría decirte que no?

La asiática sonríe, y acomoda su cabeza en el hombro de la castaña.

-Me caes bien, Luna... Eres única, y ten por seguro que nuestra amistad será mi bien más preciado.- Dijo la castaña al sonreír.

Luna sonríe, su rostro estaba rojo cual tomate fresco. Por lo menos ya podía considerarse amiga de Mida... Con suerte, pronto esa amistad se convertirá en algo más grande y hermoso. Pero eso el tiempo lo dirá.

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(Continuara...)

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