Han pasado algunos días después de que Ronnie se enterara de que su padre por fin había sido aprendido, ahora sentía que un gran peso se le había eliminado no solo a ella si no a su familia como tal, pero en esos días ah estado pensando en su madre y hermano, deben de estar muy preocupados por ella, ¿Seria correcto volver a Royal Woods? Después de todo el problema principal que tenia había sido resuelto por su conejito, ya no había razón para ella de seguir en fuga, pero no podía decir lo mismo de su novio, el no lo decía, pero estaba segura de que el quedo muy afectado por esa estupidez de la mala suerte, le hervía la sangre cada vez que pensaba en eso ¿Lynn jr. Y las demás hermanas con excepción de Lucy, Lana y Leni dormirán bien? ¿Se sentirán aunque sea un poco culpables por lo que su hermano paso por culpa de ellas?

En el fondo Ronnie se había dicho una y otra vez que si veía de nuevo a Lynn jr. Le iba a patear el trasero con un zapato de punta de hierro una y otra vez hasta que grite "Viva México" a todo pulmón... Pero con cariño, claro esta.

Pero Ronnie decide callar sus pensamientos violentos, después de todo ese día era especial para Ronnie y Lincoln, Kazu había logrado conseguirles una plaza de trabajo a ambos en su empleo en la tienda de música, ya no tendrían que llegar oliendo a grasa de hamburguesa, y para mejorar la cosa, la paga les serviría para cubrir los gastos y les quedaría sobrando.

De verdad que Lincoln había hecho bien su trabajo, el hacia todo lo posible para que ambos tuvieran una estadía cómoda, cosa que ella admiraba de el, ¿Cuántos mas harían eso por su amada? ¿Cuántos hubieran tenido la valentía de iniciar una operación secreta para poner tras las rejas al peor traidor que pudo conocer? Solo Lincoln, el chico peliblanco que nunca se dejo de preocupar por su amada de piel de canela.

Ese día, habían acabado de salir de su turno en la tienda de música, lo único que tenia que hacer ella era atender la caja registradora, mientras que su amado debía hacerle mantenimiento a los instrumentos de cuerda, algo que ya solía hacer cuando vivía en Royal Woods.

Estaban en una caseta del parque sentados en una banca mientras escuchaban música en el teléfono de Ronnie.

-¿Oye querida?- Pregunto el peliblanco.- ¿Qué crees que haya pasado en Royal Woods? ¿Crees que nos estén buscando?

-Posiblemente.- Respondió Ronnie.- Pero, en caso de que nos encuentren... ¿Qué haremos? ¿Escaparemos de nuevo o retornaremos a casa?

Lincoln se queda un momento en silencio, es cierto que Ronnie ya no tiene motivos de seguir escapando, pero la cosa cambiaba con el, los recuerdos aun lo atormentaban y aunque el no quería admitirlo no las había perdonado del todo aun.

-No lo se, Ronnie.- Dijo Lincoln mientras miraba el suelo.- Yo se que tu ya no tienes motivos para seguir aquí... Me da miedo pensar en perderte, pero si de verdad quieres volver con tu familia, no te detendré...

Ronnie se le queda viendo, es cierto que Lincoln le había dicho que en cuanto resolviera el problema con su padre, ella estaba en todo su derecho de retornar a casa, pero ella sentía que había invertido tanto en esta nueva vida que seria como una derrota total si se devolvía a su hogar, además no quería dejar solo a su amado, el nunca la dejaría sola ¿Por qué ella tendría que abandonarlo? De verdad lo amaba y apreciaba todos los momentos que pasaban juntos, y así como el estuvo para ella en sus momentos mas oscuros, ella no lo abandonaría ahora.

La chica de descendencia latina toma ambas mejillas del peliblanco y hace que mire hacia ella, la chica se acerca hacia el y con un tono de voz suave y dulce le empieza a hablar.

-Linky, ¿De verdad piensas que te dejaría solo? Teniendo en cuenta lo que has hecho por mi... Yo no podría abandonarte así por que si, no me lo perdonaría, así que seguiré luchando a tu lado hasta el final, mi querido y tierno Lame-o

El peliblanco no pudo resistir más esa mirada dulce de su amada, solo se acerca y la besa en los labios, probando una vez más el sabor dulce de sus suaves labios.

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En las cercanías de Brach, el auto de los Santiago se hallaba aparcado en el estacionamiento de una tienda de comida rápida, la señora Santiago estaba en la tienda comprando la comida junto con Lucy, mientras que en el auto esperaban Lana, Leni y Bobby, las dos chicas rubias estaban sentadas en el asiento de atrás, la mayor dormía profundamente mientras que la menor jugueteaba con el interruptor de la ventana, Bobby solo revisaba su teléfono.

-Jum... Me pregunto, ¿Qué estará haciendo mi familia en este momento?- Dijo Lana en voz baja.

-A nadie le interesa lo que pase con ellos, aunque teniendo en cuenta lo que le hicieron a mi hermanito lo mas probable es que estén buscando un charco de lodo para revolcarse como los cerdos que son.- Dijo Bobby algo disgustado.

-¡Oye! ¡Mas respeto que estas hablando de mi familia!- Exclamo Lana.

-¿Respeto? Ha, ¿Qué respeto merece una familia que esclavizo a un chico de quince años?- Exclamo Bobby.- ¿Qué respeto tendría por una familia que sobrepone las supersticiones ante sus seres queridos? ¿Luego que vendrá? ¿Sacaran a Lucy por estar hablando con el fantasma de Pancho Villa?

-Esta bien, puede que mis hermanas o mis padres no sean los mas espabilados o los mas listos, pero aun así estas hablando de mi familia, Bobby, ¡Mi Familia!- Exclamo nuevamente Lana.

-¿Enserio Lana?- Dijo Bobby al mirar a la chica de gorra roja.- ¿Consideras familia a esas personas que, no solo le hundieron la vida a un adolecente de 15 años si no que también tratan de pendeja a Leni? ¿tratan de rara con tendencias suicidas a Lucy? Creo que tú no lo has pensado, pero en este momento puede que estén hablando mal de ti a tus espaldas, digo, si es que no lo han hecho antes...

Cuando Bobby dijo eso, Lana quedo pensativa, no lo quería reconocer, pero Bobby tiene razón, es decir, ¿En cuantas ocasiones ellas mostraron aunque sea una pisca de respeto hacia Leni o hacia Lucy, incluso hacia ella misma? ¿Era justo seguir defendiendo a aquellos que nunca la defendieron?

-Vaya Bobby.- Dijo Lana al quitarse la gorra.- Siempre defendí a mis hermanas, junto con Lincoln, trataba de darles lo mejor... Pero nunca vi un gesto de agradecimiento... Creo que tienes razón en todo... Menos mal que Leni tiene un sueño muy pesado.

-Hehe, si... ¿Entonces, Todo bien?- Pregunto el chico al extenderle el puño.- Disculpa si dije algo ofensivo, es que solo en pensar en todo esto me sulfura...

-Tranquilo Bobby.- Dijo Lana al chocar el puño con Bobby.- Todo bien, creo que nos dejamos llevar por el momento y el estrés, y no pienso caer en la terquedad de mis hermanas.

-Si, de todos modos ya queda poco para llegar a Brach, de allí iremos a Toledo...- Dijo Bobby.- Espero que estén allí.

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La familia Loud no estaba teniendo el mejor de sus viajes, había una tensión de guerra impresionante en esa vieja camioneta, el estrés y el malestar general dominaban el lugar y no ayudaba mucho la discordia que tenían algunas hermanas con las otras.

Aun así eso no los detenía, ya hace una hora que habían arribado a Brach y se habían puesto a hacer lo mismo que hicieron en sus anteriores paradas; pasear por el pueblo y preguntar si habían visto a Ronnie o a Lincoln, pero al igual que en veces anteriores no recibieron respuestas concisas.

Al final del día todos se reúnen en la van y entran, todos con sus frustraciones acumuladas dentro de si.

-Bien niñas. ¿Alguna novedad en este pueblo?- Pregunto Rita al beber un poco de agua de su botella.

-Nada de nada.- Dijo Luan.

-Literalmente nadie los vio aquí.- Dijo Lori.

-Otro pueblo fantasma que no tiene ni idea de la situación que pasamos.- Dijo Luna.

-Lori, cariño.- Dijo el Sr. Lynn.- ¿Podrías conducir por mi? Estoy muy agotado y no quiero estrellar la van... Otra vez.

Lori solo suelta un bufido, estaba muy estresada con todo esto y añadiendo la caída inminente de su relación amorosa con Bobby, pero aun así estaba consiente que su padre necesitaba descansar.

-De acuerdo, dame permiso.- Dijo Lori.

-Lori, debes tranquilizarte, si sigues así de tensa te dará un Paro Cardiaco o un Derrame cerebral.- Dijo Rita al ponerle una mano sobre el hombro a su hija.

-Lo se, Mama.- Dijo Lori.- Pero es que nunca pensé que todo esto pasaría, nunca pensé que...

-... Que Bobby nunca descubriría lo que le hicimos a Lincoln, ¿No?- Interrumpió Luan.

-Si...- Respondió Lori.- Pero no solo el me odia ahora... Creo que junto a la señora Santiago nos odian a todas.

-Con excepción de Leni, Lucy y Lana.- Dijo Lynn Jr.

-No tiene sentido en que les perdonen a ellas.- Dijo Lola.- Ellas también son tan culpables como nosotras.

-Si, pero al contrario de nosotras, ellas si se dieron cuenta del error e intentaron enmendarlo.- Dijo Luna.

-Bah, como sea.- Dijo Lola.- ¡Rayos! ¡Este cinturón esta dañando mi vestido!

-¡Ay, Ya cállate de una buena vez!- Exclamo Lynn Jr. Ya enfadada.- ¿No puede pasar un día sin que andes quejándote como una mocosa malcriada?

-Mira quien habla de malcriadas.- Dijo Luna.- Lo dice la que invento una excusa para ocultar el hecho que es una mala perdedora, si no fuera por ti y tu ridícula suerte, ahorita todos estuviéramos en casa viviendo en armonía.

-He, yo podre ser una mala perdedora.- Dijo Lynn Jr.- Pero ustedes son unas estúpidas e ingenuas que me siguieron la corriente... Hehehe, si se hubieran visto ustedes mismas se darían cuenta que en ese momento fueron poseídas por la estupidez de Leni.

-¡Oye! ¡No metas a Leni en esto!- Exclamo Luan.- De todas las que estamos aquí, ella es la que menos tuvo la culpa, si no fuera por que le metimos en la cabeza la ridícula idea de que Lincoln tenia una clase extraña de gripe, ella hubiera terminado con todo esto.

-Además.- Dijo Lola.- Quizás si Lisa hubiera hecho algo también para detener todo esto...

-Ay por favor, homosapien de género femenino con nula capacidad cerebral.- Exclamo Lisa.- Yo estaba ocupada con cosas mas importantes que puedan ayudar a la humanidad a progresar, no tengo tiempo para hechos tan ridículos como la suerte o sus peleas tontas.

-Vaya.- Dijo Luna.- A veces me pregunto si eres un ser humano o un Robot.

-¡Soy una de las mejores científicas de este inmundo planeta!- Exclamo Lisa.- ¡Y tu solo eres una posible candidata para la lista de personas con adicción a las drogas recreativas!

-Ehm... ¿Qué?- Pregunto Luna.

-Ush, que en el futuro solo vas a ser una ridícula marihuanera mientras que yo estaré en la grandeza, junto a los grandes de la ciencia como Galeno, Pasteur, Einstein, entre otros.

-¡Bueno! ¡Basta!- Exclamo Rita.- Miren, se que toda esta situación es estresante, pero no podremos seguirnos polarizando, así nunca encontraremos a Lincoln, así que les comino que guarden respeto y colaboren, ¿De acuerdo?

-De acuerdo, mama.- Respondieron todas al unisonó.

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Ronnie y Lincoln se hallaban aun en el parque, aunque ahora estaban acompañados por Kazu, el chico había salido un momento mientras Reyna enceraba el piso del apartamento, el por mientras paso por la tienda por algunas cosas que necesitarían en la semana.

-... Si, entonces vi que el tipo estaba golpeando a una mujer.- Dijo Kazu.

-Wow, ¿Y tu se lo permitiste?- Pregunto Ronnie.

-No, como crees, Ronnie, yo me interpuse y le dijo "!Mira! ¿Por qué no le pegas a un hombre?"

-Vaya, ¿Y entonces que paso?- Pregunto Lincoln.

-Pues... No lo se, hasta allí es donde me acuerdo.- Respondió Kazu.

-Vaya, que gran peleador eres.- Dijo Ronnie de manera sarcástica.

-Que graciosa, Ronnie.- Dijo el chico de descendencia asiática ante el sarcasmo de su amiga.- Para que lo sepas yo antes asistía a clases de Wrestling, pero tuve que dejar de ir por que me mude.

-Pero aun sabes pelear, ¿No?- Pregunto Lincoln.

-Ah claro, no soy el mejor, pero tampoco el peor.- Respondió Kazu.

-Jum... Ahora que lo pienso, cerca de los departamentos hay un Gimnasio donde enseñan Wrestling ¿Por qué no empiezan a ir ambos?- Pregunto Ronnie.

-Ehehe, disculpa Ronnie, creo que escuche mal, ¿Acaso dijiste "Ambos"?- Pregunto Lincoln.

-No, no escuchaste mal.- Respondió la chica de piel canela.- Vamos Linky, ¿No crees que aprender a pelear te puede servir a futuro?

-Ehm... Ronnie, sabes que yo voy en plan pacifista.- Dijo Lincoln.

-Pero no todo el tiempo los agresores optaran por la paz, y en esos casos no seria mala idea al menos saber como lanzar un puñetazo.- Dijo Ronnie.

-Pues si lo pones así...- Dijo Lincoln.

-Si... Bueno chicos, yo me voy adelantando al apartamento, seguramente Reyna debe de estar preocupada.- Dijo Kazu.- Hablamos en la noche, chicos.

Kazu se retira de allí dejando a Lincoln y a Ronnie solos de nuevo, ambos deciden caminar un poco para luego recostarse en la sombra de un árbol, el ambiente era tan tranquilo y relajante que se quedaron dormidos al rato, solo para despertar veinte minutos después ante la vista de varios peatones curiosos.

-Ehm... ¿Qué pasa? ¿Por qué nos miran así?- Dijo Lincoln al levantarse.

-Ignóralos Lincoln, seguramente ah de ser por tu cabellera blanc...- La chica latina se interrumpió a si misma al ver que era lo que veían aquellas personas.

-Ehm... ¿Hola? Disculpen... ¿Por qué nos miran así? ¿Es que tenemos changos en la cara? – Pregunto Lincoln a ese pequeño grupo de gente que no le respondió, cosa que lo enojo.

-¡Lincoln! ¡Estamos en serios problemas!- Exclamo Ronnie.

-¿Por qué lo dices?- Pregunto Lincoln.

AL voltear ve que hay un cartel que los pone como desaparecidos, las ropas que ellos traian era la misma que en las fotos, y a eso se le añadía que habían varios panfletos que los colocaban como desaparecidos, ¡Ahora si que estaban en serios problemas!

-¡Me lleva la...!- Exclamo Lincoln.- Escuchen, se que esto se ve mal, pero nosotros no somos los de esta fotos, lo que pasa es que... Estamos en un... Concurso de... ¿Imitadores? ¡Si! Imitadores, y pues... No me creen, ¿Verdad?

En eso Ronnie se levanta y señala hacia atrás de la multitud.

-¡Oh dios mio! ¡Miren eso! ¡Es Donald Trump comiéndose unos taquitos de chicharrón mientras ve un capitulo de "Mujer; Casos de la vida real"!- Grito Ronnie.

Cuando la multitud volteo, Ronnie tomo del brazo a Lincoln y salieron corriendo de allí como alma que lleva el diablo, a toda velocidad llegaron a los departamentos en donde entran rápido a su departamento.

Allí, ambos ya pueden relajarse, seguían jadeando por el cansancio...

-¡Cielos! Eso... Eso estuvo cerca.- Dijo Lincoln mientras seguía jadeando.- Cielos, no estoy... en forma...

-Ya me percate... De eso...- Dijo Ronnie.- Bien, vamos a ducharnos, a cambiarnos y luego nos relajamos por este día, ¿Vale?

-Suena... Bien...- Dijo Lincoln.

Realmente estuvieron cerca de ser descubiertos, después de ese día se aseguraban de quitar los carteles que veían y de tener ropajes diferentes, así fue como poco a poco las sospechas de la gente fueron bajando.

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Paso una semana, corría el anochecer del día lunes, la vida nocturna poco a poco despertaba, y Lincoln se hallaba con Kazu en el porche del departamento de la pareja de asiáticos, Reyna estaba con Ronnie dentro del apartamento viendo tele.

-Oye cariño.- Pregunto Lincoln al asomarse por la puerta del porche.- ¿Ya casi termina el partido de futbol?

-Si Linky.- Respondió la chica latina.- Sabes que nunca me pierdo un partido de mis queridísimas Chivas Rayadas del Guadalajara.

-¿Ah si? ¿Contra quien juegan hoy?- Pregunto Lincoln.

-Contra el América, y ya sabes lo que opino de los amarillitos.- Dijo Ronnie.

-Si, lo repites una y otra vez; Que chingue su madre el América.- Dijo Lincoln.

-Hehe, bueno, ahorita que termine el partido vamos a por unos perros calientes en el puesto de la plaza, ¿Vale?

-Vale.

Lincoln vuelve al pórtico en donde Kazu le pasa una botella de refresco.

-¿Tu novia es muy fanática del Futbol?- Pregunto Kazu.

Ambos voltean a ver al apartamento cuando escuchan a Ronnie gritar "!Fírmala¡ ¡Fírmala! ¡FIRMALA!"

-¿Aun necesitas que te responda?- Pregunto Lincoln.

-No, creo que eso lo responde...- Dijo Kazu.- Oye Lincoln, ¿A la final si vas a meterte a entrenar Wrestling?

-Pues, no lo se amigo.- Respondió el peliblanco al beber un poco de refresco.- Sabes que soy pésimo para el ejercicio.

-Oye, si te hace entrar en confianza, pienso volver a entrenar.- Dijo Kazu.- Si quieres ambos podemos entrenar, capaz y que logras superar a tu hermana deportista.

Lincoln queda pensativo, nunca había pensado en algo tan loco como superar a alguna de sus hermanas en su terreno, pero quizás seria buena idea si aprende a pelear un poco, no estaba mal tener ese conocimiento en caso de emergencia.

-Claro, solo espero no terminar hecho polvo.- Dijo Lincoln.

-No te preocupes, se que lo harás de la hostia.- Respondió Kazu al levantar su botella.- ¿Salud?

-Salud- Respondió el Peliblanco al chocar su botella con la de Kazu.

-A propósito, ¿Tu eres fanático del futbol?- Pregunto Lincoln después de tomar un trago de su botella.

-Si, pero yo veo Futbol Argentino.- Respondió el chico de tez asiática.- Yo le voy al River, boludo.

-Pero... ¿Cómo conoces el futbol argentino si eres asiático?- Pregunto Lincoln.

-Mi madre es asiática, proveniente de la Prefectura de Tokyo, Japón.- Dijo Kazu.- Mi padre nació en la Prefectura de Okinawa, pero creció en Buenos Aires.

-Oh... ya veo, entonces, ¿creciste en Japón o en Argentina?- Pregunto Lincoln.

-Bueno, la mayoría del tiempo vivía en Argentina, pero en vacaciones solía viajar a Japón, allí fue donde conocí a Reyna...- Dijo Kazu para sacar una foto de su cartera, en esta estaban Reyna y Kazu posando frente a un árbol de cerezo.

-Que tiernos se veían.- Dijo Lincoln.

-Si, para este entonces ambos teníamos ocho años... He, Reyna estaba asustada ese día, temía que su madrastra nos encontrara.

Al oir eso, Lincoln lo voltea a ver con una expresión de incredulidad.

-Espera, ¿Reyna le tenia miedo a su madrastra?

-Si...

-¿Y eso?

-Bueno, digamos que su madrastra era muy... Xenofoba, y como yo tengo descendencia de otra nación me odiaba... No quería que su hijastra se codeara con alguien que no comparte las raíces del Japón... Así fue hasta hace poco.

-¿Qué hicieron?

-La ayudamos a salir de aquel lugar amigo, la pusimos a salvo en Argentina y luego papa decidió que estaríamos mejor aquí...

-Vaya... No pensé que en su relación hubiera pasado tanto.- Dijo Lincoln.

-Pues ya vez... En parte puedo entender el por que decidiste sacar a Ronnie de aquella pesadilla, la quieres tanto que sacrificarías todo por ella, ¿Verdad?- Dijo Kazu.

-Si... Por ella, lo vale.- Respondió Lincoln.

Ambos chicos se quedan viendo al horizonte, reflexionando sobre lo que han pasado en sus vidas...

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-Aun no puedo creer que hayan perdido mis chivitas.- Dijo Ronnie mientras caminaba con su amado por las calles de la ciudad.

-Tendrán mejor suerte para la próxima.- Dijo Lincoln al abrazarla.- Pero bueno, mejor apuremos el paso, hace frio y ya estoy agotado, pero valió la pena por que esos perros estaban deliciosos.

-Si, estaban ricos.- Dijo Ronnie.- Aunque siento que les falto mas salsa, pero no importa.

Lo que no sabían los chicos es que los Louds habían arribado ese día a la ciudad, y precisamente estaban buscando por esos lares a su hermano desaparecido.

Mientras la parejita caminaba calle abajo, Luna los divisa a lo lejos, no estaba seguro de si fueran, pues la oscuridad de la noche y el brillo de las luces opacaba sus rasgos, pero aquel cabello blanco era inconfundible.

-¿Lincoln?- Dijo Luna.- ¿Eres tu, Lincoln?

-EL peliblanco palideció junto a Ronnie, no podía ser cierto ¡Una de sus hermanas estaba en la ciudad! ¡Y para colmo lo había reconocido! El peliblanco se pone nervioso cuando ve que su hermana rockera se empieza a acercar.

-¡Lincoln!- Susurro Ronnie.- Dime por favor que tienes un plan para salir de aquí.

Pero el peliblanco no le respondió, estaba paralizado por la impresión y el miedo, ¿Qué rayos debía hacer?

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Continuara...