1.2🍂

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Capítulo 1: Ahora.

Jimin, Jimin reacciona.

Jadeante golpeaba el cuerpo de su hermano con su hocico, necesitaba que despertara pronto, no podían quedarse ahí por mucho más tiempo. Un súbito mareo lo golpeó con tal fuerza que hizo que sus extremidades flaquearan, eso estaba muy mal, si el también se desmayaba todo habría terminado para ellos.

El sentimiento de frustración dentro suyo fue muy fuerte, si bien se hizo a la idea de que probablemente morirían en algún momento de su escape, sentía que habían ido muy lejos por nada. Al final, no iban a poder ser libres.

¡No! No podía ser así de pesimista, él aun podía moverse así que lo único que debía hacer era respirar hondo y continuar. Con renovada motivación, estuvo listo para acarrear con su hermano, cuando un ruido proveniente de entre los árboles captó toda su atención. Alguien estaba allí ¿desde cuándo? No tenía idea, pero dudaba que eso importara o influyera en las intenciones de lo que sea que estaba del otro lado.

Se paró firme junto a su hermano a modo de escudo, no importaba lo que estaba a punto de ocurrir, él lo protegería hasta el último de sus alientos.

Por favor Jimin, aguanta un poco más.

Pisadas se hicieron cada vez más fuertes y claras, podía sentirlas en su cuerpo y en sus sensibles orejas puntiagudas, junto a leves y atemorizantes gruñidos.

Sombras de gran tamaño comenzaban a asomarse borrosas entre los árboles, y ojos dorados brillantes recayeron sobre ellos. Lobos, era una jodida manada de lobos, los cuales, dicho sea de paso, no parecían nada contentos por su intromisión a sus territorios.

De acuerdo, era su fin, no había forma de escapar de ellos y menos en sus condiciones tan lamentables. Su único consuelo fue pensar que al menos, seguiría el ciclo de la cadena alimenticia de la vida salvaje y no moriría para satisfacer las necesidades superficiales de un par de horribles humanos.

Un quejido proveniente de su hermano lo alertó, trayéndolo de nuevo a la realidad. A causa del nulo tiempo que tenían, más la adrenalina de las circunstancias, su mente trabajó a toda velocidad. Debía hacer algo más que quedarse a esperar a que los convirtieran en comida.

Así que, usando las pocas energías que le quedaban, volvió a su forma humana, quizá si se dejaba ver en su estado más vulnerable los lobos considerarían tenerles algo de piedad.

—Por favor, necesito su ayuda, se que no está bien que estemos en su territorio sin permiso, pero no teníamos a dónde más huir. Unos cazadores estuvieron persiguiéndonos desde hacía unos días y no hemos parado desde entonces. Sin comida ni agua, hemos llegado al límite. Además, mi hermano está muy mal, por favor, ayúdennos —suplicó al borde de la desesperación. Sus ojos, ahora de un profundo color marrón, se desbordaron en lágrimas, podía sentirlas cálidas bajando por sus mejillas en contraste con la helada agua de la lluvia—, por favor.

El silencio se hizo presente al igual que la tensión en el ambiente. El pequeño cambia formas zorro tragó el gran nudo que tenía en su garganta y aguantó el tiempo de espera y análisis de aquellas criaturas.

Finalmente, y luego de lo que pareció una eternidad anclada a un par de segundos, uno de los lobos se adelantó un par de pasos de los demás, también dejándose ver en su forma humana. Él era alto, y musculoso por todos lados en especial en la parte del torso. Su piel era lisa y de un tenue color canela, y su cabello era de un curioso color uva, de las que alguna vez hubo en las praderas en donde residieron con su familia.

Su aura no era amenazante, pero no por eso su semblante dejaba de ser serio y analítico y su mirada calculadora. Él podía sentir como esos ojos afilados y de color negro calaban lo más profundo de su alma.

—¿Cómo te llamas? —preguntó, su voz fue suave y profunda, pero el zorro no era tonto, pudo encontrar la demanda camuflada con mucha facilidad.

—Taehyung y el de mi hermano es Jimin. —respondió con sus dientes castañeando, si era por el frio que golpeaba sin piedad su piel humana expuesta o por el miedo de lo que sería de ellos, ni Taehyung podía saberlo en ese momento.

—Hazte a un lado. —Taehyung tragó en seco, no se encontraba en postura de contradecirle, por lo que lo único que pudo hacer fue mirar a su hermano con profundo pesar.

Jimin no estaba siendo capaz de transformarse, tenía muy en claro que lo estaba perdiendo, y eso le aterraba.

Forzándose a si mismo a moverse de su lado, Taehyung se deslizó hacia un costado para que el lobo pudiera ver mejor el estado en el cuál su hermano se encontraba. Un segundo lobo decidió acercarse también, y él pudo ver como su pelaje fue desapareciendo y sus extremidades regresando a su forma humana.

Al igual que el primer lobo, era bastante alto, solo que su cuerpo era menos corpulento, su cabello corto y al ras de sus orejas era de color castaño y se le pegaba a su cabeza por la lluvia, y en cuanto a sus facciones, su rostro era mas fino y largo, muy particulares en su perspectiva. Él tenía una nariz recta y respingada y sus labios eran mucho mas finos, sus gestos eran menos intimidantes, dándole un aura más gentil.

—¿Namjoon?

—Debemos llevarlo a la reserva, no hay mucho que podamos hacer por él en estas condiciones, se está muriendo —Sin vacilación de su parte, cargó el frágil cuerpo del pequeño animal y miró a Taehyung—, vamos a ayudar. Pero debemos irnos ya.

—¿Qué hay de Yoongi? Él nos matará si se entera que estamos llevando a desconocidos a la reserva sin su consentimiento.

—Voy a responsabilizarme de ellos por el momento hasta que pueda hablar con él, no pienso cargar con la culpa de la muerte de dos inocentes criaturas sobre mis hombros, no cuando se que puedo hacer algo. Si nadie quiere involucrarse, respetaré su decisión, así que también deberán respetar la mía y guardar esto en silencio por ahora. —habló fuerte y claro viendo hacia la manada.

El lobo de cabello castaño no perdió de vista a su compañero, formando una ligera sonrisa en sus labios. Por otra parte, Taehyung no pudo objetar ni decir nada más. La energía que había forzado a su cuerpo a mantenerse en pie, se desvaneció en su totalidad, embotando todos sus sentidos y llevándolo finalmente a perder la conciencia.


La puerta de una casa fue abierta apenas los lobos llegaron al umbral, dejando ver a un joven hombre con semblante preocupado.

—¡Nam! —exclamó el nombre de su pareja, percatándose de que no fue solo, llevaba "equipaje de más".

No preguntó ni dijo nada hasta que tuvo a todos resguardados de la tormenta en la calidez de su hogar.

—¿Qué pasó? ¿Quiénes son ellos? —Interrogó mientras que los lobos dejaban a los hermanos en la habitación que estaba destinada a los huéspedes.

—Cambia formas zorros, son hermanos. Llegaron a nuestro territorio cruzando el acantilado al escapar de cazadores furtivos. Están mal, uno de ellos está muy grave. —respondió asomando su cabeza por la puerta.

—¡¿Y los trajeron aquí en ese estado?! —Lo regañó—. Debieron llevarlos a curación —espetó dando grandes y furiosas zancadas hasta donde esos dos enormes y estúpidos lobos estaban— ¿Qué hay de Yoongi? ¿sabe de esto? —Namjoon y su compañero desviaron su mirada con culpabilidad, el silencio que se formó en ese momento fue la respuesta a esa interrogante.

—¡No teníamos tiempo para eso, debíamos actuar rápido! De verdad están muy mal, Jin. —argumentó Namjoon en su defensa y de la de su compañero.

La mirada furibunda de Jin no menguó ni un poquito a pesar de las nobles intenciones de su tonta pareja. En un acto de total indignación por el actuar precipitado de esos dos, chasqueó su lengua y colocó sus manos en su cintura en una pose de total autoridad.

—Bien, como sea, lárguense de aquí. Yo me haré cargo del resto.

Los lobos sonrieron de oreja a oreja y asintieron repetidamente con sus cabezas, confiaban plenamente en las capacidades de Jin, después de todo, él formaba parte del cuerpo médico de la reserva y era muy bueno en lo que hacía.

Una hora mas tarde en donde trabajó sin parar, Jin salió de la habitación.

—Y, ¿Cómo están? —preguntó un ansioso Hoseok, había momentos (como ese) que la paciencia no era para nada su fuerte.

—Delgados, muy delgados. Es probable que lleven tiempo sin comer nada, sus cuerpos están muy lastimados, y muestran signos de deshidratación. Quizá sean las razones principales por las que acabaron así. Hice todo lo que estuvo a mi alcance, curé sus heridas, pero el resto deberá hacerlo la regeneración y en el estado actual en el que se encuentran, no sé cuánto tiempo les lleve hacerlo —explicó con notoria preocupación y pesar—, como zorros ya alcanzaron su etapa adulta, pero para nosotros siguen siendo solo unos cachorros. —dijo mirando triste a Namjoon.

El lobo frotó su espalda a modo de consuelo.

—Confío en que ellos van a recuperarse, si llegaron hasta aquí en esas condiciones con vida, después de todo lo que pasaron, eso quiere decir que son mucho más fuertes de lo que podemos dimensionar. Solo debemos darle tiempo a la regeneración para que haga lo suyo. Ser pacientes y esperar es lo único que podemos hacer por ahora.

—Nam, lo que quieren hacer es muy noble de su parte, pero, incluso si ustedes dos son los de mayor rango dentro de la manada, Yoongi sigue siendo el alfa y debes hablar con él de esto.

—Lo sé y lo haré, pero cuando esos cachorros mejoren. Si él decide no tenerlos aquí, que sea en el momento que puedan mantenerse de pie por su cuenta.

Hoseok, que en ningún momento había intervenido en el intercambio de palabras de sus amigos, asintió apoyando completamente el razonamiento de Namjoon. Como lobos, su naturaleza estaba en seguir las normas y leyes estipuladas por su alfa a raja tabla, pero su parte más humana les impedía abandonar a esos dos zorros que los necesitaban y dejarlos morir completamente solos.

Estaban decididos a cargar con la responsabilidad y las consecuencias de sus actos y cumplirían su castigo con Yoongi sin queja alguna. Hoseok se puso de pie, estiró sus extremidades y botó todo el aire de sus pulmones de una sentada.

—Me adelantaré, voy a entregarle un informe parcial a Yoongi mientras, eso lo mantendrá ocupado por un rato, espero.

—¿Qué hay con el resto de la manada? —inquirió Jin, no quería dejar escapar ningún detalle con respecto al tema.

—A veces es un poco conveniente que haya vacíos legales en lo que podemos hacer. Sin nuestra autorización ellos no pueden decir nada y menos cuando decidieron por cuenta propia el no involucrarse en esto.

Después de tal declaración, los tres hombres pusieron sus miradas en la leña y en como el fuego la consumía con sonido crepitante con un solo pensamiento en común ¿En que se habían metido?

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