epilogue

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🝠🝭 CAPÍTULO OOO ...

A SAVITAR FANFICTION

❛ happy ending? ❜

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  A AYRA NO LE FUE MUY DIFÍCIL ADENTRARSE A LA FUERZA DE SUS PODERES. Pero si le fue difícil encontrar a su esposo.

   Savitar se encontraba en aquella blanca habitación, de rodillas en el suelo mientras aquella imagen se repetía constantemente en un doloroso e infinito bucle. Su cabeza estaba demasiado centrada en el dolor, en la imagen de aquella pelinegra dejando ir su último suspiro de vida. No podía salir de allí, su mente estaba demasiado enfrascada. Simplemente apunto de romperse.

   Ayra por su parte sintió su corazón desgarrarse al ver la imagen de su esposo a tal punto de destrozado. Por lo que no tardó en correr hasta él, dejándose caer en su campo de visión mientras le tomaba del rostro con ambas manos, buscando que él centrara su mirada en ella.

—Sav, amor... —habló—. Hey, mírame. Estoy justo aquí.

   La mirada del velocista logró enfocarse en ella, pero rápidamente se apartó con apariencia aún más destrozada.

—No, por favor —pidió—. No me des falsas ilusiones. Ya tengo suficiente —pidió, creyendo que se trataba una vez más de la fuente de sus poderes jugando con su mente.

   Ayra, con ojos húmedos volvió a acercársele, esta vez con precaución.

—Sav, escúchame. Realmente soy yo. Soy Ayra, tu Ayra —le sonrió levemente.

—No, ella...

—Desperté y estoy aquí. Vine por ti —aseguró volviendo a sostenerle el rostro—. ¿Realmente creíste que te liberarías tan fácil de mí, idiota?

   La respiración del velocista se cortó.

—¿Realmente eres tu...?

—Claro que soy yo —sonrió—. Siempre juntos, ¿Recuerdas?

   El velocista inevitablemente sonrió con alivio y acercó sus rostros, sintiendo la cercanía, el aroma y aquella inevitable conexión que no se había tomado el tiempo de sentir segundos atrás. Todo en aquella sensación le confirmaba que si, efectivamente se trataba de Ayra.

—Eres tú...

—Debemos irnos, amor —murmuró.

—No debiste venir —negó—. No puedo salir de aquí Ayra.

—Lo harás, de eso me aseguraré yo.

—¿Cómo?

—Déjamelo a mí —sonrió de lado mientras acercaba sus rostros.

   Un intercambio de mirada y juntó sus labios cortamente.

—El bebé...

—Está bien. Ambos estamos bien —sonrió ella intentando tranquilizarle—. Ahora vámonos.

   Comenzaron a caminar por el lugar. Todo había esclarecido, era más fácil seguir el camino ahora que ambos podían ver el lugar que había escogido la speed force. Se trataba de aquella vieja fabrica dónde habían vivido durante un largo tiempo.

—¿Dónde demonios está? —inquirió Ayra, mientras sostenía su vientre con una mano, y con la otra tiraba de Savitar.

—¿Dónde está qui...?

—Ayra... Savitar —habló una familiar voz interrumpiendo el hablar de Savitar.

   Ambos voltearon en dirección de dónde provenía la voz.

—Nunca entenderé el porqué utiliza la forma de tu madre —murmuró Ayra.

—No debiste volver aquí Ayra —la speed force la observó.

—Vengo por mi esposo —determinó decidida.

—Sabes que Savitar no puede salir de aquí. Debe cumplir con su condena.

—Tengo buenas razones de porque debes dejarlo ir, pero si no quieres escuchar razones, todo será por las malas.

   Nora observó a ambos, viendo como se mantenían firme, sobre todo Ayra quien incluso mantenía una mirada desafiante.

—Te escucho.

—Dime porque retienes a Savitar aquí —ordenó Ayra—. Según recuerdo, estamos en esta posición porque Barry Allen, tu hijo favorito decidió meterse con la línea de tiempo, ¿No es cierto?

   Nora asintió lentamente.

—Pues no me parece justo que por los caprichos de Allen, Savitar deba pagar, cuando técnicamente es solo una victima al igual que tantas otras, solo porque Barry viaja en el tiempo las veces que se les antoja.

—Ustedes también se han metido con la línea temporal —les recordó la speed force, cruzándose de brazos.

—Nunca negamos eso —aseguró Ayra—. Pero actualmente hablamos de las consecuencias de Flashpoint, y ni Savitar ni yo fuimos sus creadores, sin embargo hemos aquí pagando consecuencias que no nos corresponden.

   La speed force se mantuvo en silencio durante unos segundos.

—Se supone que lo saben todo, y les gusta el orden y la justicia. Entonces sean justos, y retengan a la persona correcta —señaló Ayra demandante y desafiante.

—Savitar es una aberración en el tiempo —les recordó la fuerza cósmica.

   Ambos velocistas se tensaron y la molestia en Ayra incrementó.

—¿Creada por quien? —alzó una ceja con cuestionamiento—. Por Barry Allen. Además, el que sea calificado como una aberración no significa que Savitar deba sacrificar toda su vida por un imbécil que se mete constantemente con la línea de tiempo sabiendo que no será castigado. Mi esposo es una persona, con sentimientos y pensamientos. Eso lo vuelve igual que todos nosotros —masculló.

—¿Qué propones exactamente, Ayra?

—Que nos dejes ir y en lugar de Savitar, retengas a Barry, cómo debería ser.

—¿Con que garantía?

   Ayra suspiró. Sabía que debía pedir por un verdadero milagro para que la speed force les diera pase libre.

—Tendremos un límite —propuso sin saber que más idead—. No matáremos a nadie en nombre de la speed force o haciendo uso de esta.

—¿Como sé que cumplirán su palabra?

—Si no lo hacemos, me retendrás nuevamente aquí —señaló Savitar.

—Nos retendrás, a ambos —le corrigió Ayra.

   La speed force guardó silencio.

—Bien —asintió tras unos segundos—. Pero recuerden que los estoy vigilando constantemente y ya saben el tormento que les espera si no cumplen. Así que, les pregunto, ¿Están seguros de esto?

   Ambos intercambiaron una mirada.

—Si —respondieron a la par.

—Muy bien chicos. Hora de ir a casa —la speed force sonrió con aquella característica sonrisa que solía usar la verdadera Nora Allen.

Y en un chasquido por parte de la fuerza cósmica, ambos velocistas ya se encontraban fuera de ella, con los pies firmemente en la tierra.

Ayra se volteó inmediatamente y no dudó en lanzarse a los brazos de su esposo, quien inmediatamente la rodeó con sus extremidades, sintiendo un real alivio invadirlo al notar que el tacto era real.

—Pensé... pensé que los había perdido —susurró Savitar.

—Pensé lo mismo —murmuró ella, separándose levemente para poder mirarlo a los ojos—. Ellos me hicieron creer que estabas muerto, y... y que había perdido al bebé...

—Eres una estúpida. En tu vida vuelvas a hacerme eso —masculló Savitar interrumpiéndola—. Estás loca.

—Si, pero así te enamoraste de mí —ambos sonrieron levemente.

—Lamentablemente —se quejó falsamente.

Ayra no tardó en golpearle el hombro, con sus ceño fruncido.

—Estoy bromeando, Amor —rió Savitar—. Eres lo mejor que me pasó en la vida... Nunca me arrepentiría de ello.

—Ugh, tienes suerte de que esté embarazada y me encuentre sentimental.

Savitar rió y acunó con su mano el rostro de Ayra, y sin dudarlo juntó sus labios en un lento beso. Transmitiendo amor, seguridad y pasión.

—Te amo maldito idiota —murmuró Ayra.

—Siempre tan amorosa mi vida —ironizó Savitar blanqueando su mirada—. Pero también te amo.

Ayra sonrió y dejó un último beso en sus labios, y volvió a tocar el suelo.

—¿Qué haremos ahora?

—No lo sé, pero debemos ir por Frost.

—No hará falta —la voz de la peliblanca llamó la atención de ambos.

   A la par se voltearon en la dirección proveniente del sonido, encontrándose de lleno con Frost.

—¿Cuanto llevas ahí? —inquirió Ayra tras soltar una leve risa.

—Unos minutos —comentó—. Tuve que dar unas vueltas mientras ustedes terminaban con sus cursilerías de pareja.

—Es bueno verte Frost —asintió Savitar, mostrando una leve sonrisa.

—Igualmente —concordó—. Pero bueno, tengo una idea de lo que podemos hacer ahora.

—Ilumínanos.

La peliblanca alzó su mano, enseñando un control interdimensional entre sus dedos, mientras alzaba una ceja con sugerencia.

—Nueva tierra, nueva vida —apuntó.

Savitar y Ayra intercambiaron una mirada, y tras unos segundos Ayra tocó su vientre y tras un suspiro, asintió.

—Hagámoslo —determinó con seguridad.



⸻↯⸻



   EL TIEMPO TRANSCURRIÓ Y CON EL PASO DE LOS MESES AYRA FINALMENTE DIÓ A LUZ. De paso durante el parto la velocista casi asesinó a Savitar debido a los insoportables dolores llamados contracciones, aclamando que todo aquello era culpa de él.

   Claramente no lo asesinó, pero solo porque Frost la detuvo antes de que lograra su cometido.

  La pareja tuvo a una preciosa niña, de cabellos negros como el carbón y preciosos ojos verdes. Nadie podía negar que aquella criatura era hija de ambos velocistas. Y claro, al igual que sus padres, era un jodido torbellino.

   La amaban, pero eso no significaba que no pudieran admitir que la niña era un dolor de cabeza, y aquello fue suficiente para decir "No" a la idea de tener más hijos.

   En aquel preciso momento, cinco años después, Ayra se encontraba sentada en el césped de un parque, viendo como Savitar y Alice, la pequeña de cuatro años y medio, jugaban. A su lado se encontraba Frost y Ronnie —porque si, luego de todo Frost consiguió triunfar en el amor—. Frost seguía siendo la misma de siempre, pero ahora utilizaba el seudónimo de Caitlin Snow al no existir en aquella tierra.

   Volviendo al punto inicial, Ayra vió como Savitar le decía algo a su hija, y como luego la menor abría la boca con indignación y por siguiente ambos la desviaban su mirada hasta ella. Tras unos segundos más jugando, Alice se decidió por ir a jugar con niños de su edad, y Savitar volvió con Ayra dejando clara la indignación en su rostro.

—¿Sabes que me dijo? —cuestionó dejándose caer a un lado de su esposa.

   Ayra negó divertida e interesada.

—Me dijo que ya estaba demasiado grande para seguir jugando con su padre y que buscaría a niños de su edad para jugar —contó indignado.

   Ayra rió sin poder evitarlo. Alice era una niña muy ingeniosa, madura y sobre todo sin pelos en la lengua a la hora de hablar.

—¡No te rías! —se quejó él.

—Mi amor, eres realmente un osito de peluche cuando quieres —le sonrío tomándole del rostro.

   Savitar blanqueó sus ojos pero no dudó en sonreírle para luego juntar sus labios en un suave beso.

—Quién diría que aquí estaríamos, siendo una familia normal después de tanto tiempo —comentó él sentándola sobre sus piernas.

—Pero no lo cambiaría por nada —sonrió Ayra.

—Yo tampoco —aseguró él sonriendo de igual forma.


















F I N










⸻↯⸻












UN FINAL
de mierda, lo sé

La verdad no sé como sentirme...
Creo que me siento nostálgica,
pero a la vez feliz, ¿saben?

una anécdota exterior a la trama de la
historia, es que este fic sería algo rápido. Suponía yo que no tardaría más de dos meses en terminarlo (lo subí en Julio de
2021), pero muchxs sabrán que manejo
una trilogía de Barry Allen, por lo que tenía que estar volviendo y repitiendo cada
capítulo para ambas historias, ya que no
iban a la par. Así que me tomé un tiempo
para lograr llegar al mismo punto con
ambas historias. Sin embargo en algún momento me alejé bastante de aquí, porque también perdí inspiración. Pero hemos aquí, finalmente terminada.

Muchas gracias a todes aquellos que
me acompañaron en esta travesía, gracias
por el apoyo, los votos y los comentarios.
No tengo palabras para explicar lo que siento cada que votan y comentan.

Y sobre todo gracias a aquellos quienes realmente comprendieron el personaje y los sentimientos de Ayra, y no la llamaron de ciertas formas, entre muchas otras cosas que pudo llegar a ser, ya qué si bien es lo primero que presenta, hay mucho que indagar tras aquellos sentimientos y su forma de actuar.

Sin más, muchas gracias por todo, les adoro un montón, y nos vemos en otras y próximas historias💗💐

editado: 19/07/2022



─𝙨𝙥𝙞𝙙𝙚𝙮𝙜𝙡𝙤𝙬

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