ten

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

🝠🝭 CAPÍTULO O1O ...

A SAVITAR FANFICTION

❛ Maybe i'm a monster,
but even if i'm not, i'm
still just as dangerous ❜

⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯



⸻↯⸻

    SE ENCONTRABA ADMIRANDO LAS VISTAS QUE LE PROPORCIONABA LA CIUDAD. Al borde de uno de los más altos edificios, sintiendo como el viento daba de lleno en su cuerpo. Sintió como un escalofrío le recorría por toda la espina dorsal.

—Espero que no estés pensando en saltar —murmuró Savitar, apareciendo a su lado.

Ayra no se molestó en observarle, solo mantuvo sus ojos fijos en el paisaje nocturno.

—Ya no se trata sólo de mí —murmuró a modo de respuesta.

Sintió algo pasar por sus hombros, inmediata sintiendo una calidez recorrerla. Se trataba de la chaqueta de Savitar. Sin embargo no hizo amago de sujetarla o pasarla correctamente por sus brazos. Solo mantuvo sus brazos cruzados bajo su pecho.

Había pasado poco más de media hora. Lo suficientemente para que ambos pensaran. Lo suficiente para que Savitar pensara en si aceptaba el hecho de que su esposa estuviera embarazada o simplemente sería un idiota. Lo suficiente para que Ayra decidiera si quería a ese pequeño ser o no. Pero ella lo tuvo claro desde un principio, y por más egoísta que sonara, ella si lo quería.

—¿En que piensas? —inquirió él.

Ella se limitó a encogerse de hombros como única respuesta.

—No hagas esto, Ayra —pidió.

—¿Hacer qué?

—Actuar como si todo te diera igual. Actuar a la defensiva.

—¿Y cómo quieres que actúe? —finalmente se dió la vuelta y le observó, dejando entrever sus sentimientos en su mirada—. Estoy aterrada, me siento como si te hubiera decepcionado —su voz cayó a un susurro.

   Savitar no dijo nada.

—Siempre arruino todo de una u otra manera y esto solo me asegura una vez más que yo soy el problema. Sin importar qué o con quien esté, sigo siendo yo el problema —gruñó con molestia.

—No digas eso —negó él, con firmeza—. No vuelvas a decir eso nunca en tu vida.

Ayra desvió la mirada, molesta y avergonzada, pero segundos después esta se volvió a ver atraída a Savitar, quien la sujetó suavemente del rostro.

—No eres ningún problema. Sin importar el que, eres lo mejor que me ha pasado —sinceró—. Eres esa pequeña e increíble luz que ilumina cada momento de los malditos días. Eres simplemente lo mejor que me ha ocurrido en la vida, Ayra. Estamos casados, y no, nada de esto estaba en nuestros planes, pero tendremos que adaptarnos de una u otra forma, porque tú no iras a ninguna parte, y yo tampoco pienso marcharme.

Los ojos de la pelinegra se iluminaron levemente al procesar aquellas palabras.

—¿Qué significa eso? —preguntó, casi en un susurro.

—Somos una familia —susurró él con una leve sonrisa.

—¿No me vas a dejar? —preguntó inevitablemente, nuevamente en un susurro, sintiendo una sensación aliviando la presión en su pecho.

Savitar frunció el ceño al procesar aquellas palabras.

—Claro que no —respondió—. ¿En serio pensaste eso?

—Lo siento —se disculpó, haciendo un puchero involuntario.

   Savitar suspiró. Le era imposible enojarse con ella, y menos cuando sabía que tenía cierta culpa en que Ayra pensara aquello.

—Eso no importa ahora —negó—. Solo espero que quede claro, que nunca, pero nunca podría odiarte y mucho menos dejarte.

—¿Y si algún día te engaño con alguien?

—Pues entonces mato al idiota y problema resuelto —sentenció pasando sus manos por su cintura.

   Ayra rió. Sabía que aquello probablemente era cierto.

—Me parece bien —asintió mientras cruzaba sus brazos tras su cuello.

—Te amo —susurró él, sonriéndole mientras recorría cada centímetro de su rostro con su mirada.

—Te amo más.

   Y sin más sus labios entraron en aquel electrificante toque que sentían cafa vez que estaban juntos.

Iban a ser una familia. Ninguno de los dos se lo había planteado antes. Y es que parecía tan lejano que nunca hubo un atisbo de aquella idea en sus mentes.

En medio de todo el dolor, en medio de la soledad, ambos se habían encontrado. Pasaron de la desconfianza al amor. Habían encontrado paz en el otro. Habían encontrado calidad en el otro. Habían encontrado a su alma gemela en el otro. Y ahí estaban años después, casados, y comenzando a formar una familia.

Y a pesar de las piedras en el camino, no pensaban dejarse vencer.

Sin embargo, aveces el destino es más fuerte que la voluntad.

Ayra suspiró y dio un pequeño salto, envolviendo sus piernas en el torso de su pareja. Savitar rápidamente la sostuvo con sus manos. Sin romper el contacto.

Las manos de la pelinegra jugaban pasando por entre las hebras de su cabello, dando suaves jalones cada ciertos segundos.

—¿Quieres ir a casa? —propuso Savitar en su oído.

—Ajá —respondió ella, dejando salir un suspiro.

—Dile a ese porotito que tenga cuidado —murmuró con ligera diversión.

Ayra inevitablemente rió, sintiendo su cuerpo vibrar ante el movimiento.

—Eres un tonto.

—Pero soy tu tonto.

—¿En que momento te volviste un romántico empedernido? —inquirió con diversión y confusión a la vez.

—Siempre ha estado ahí, solo esperé a que nos casáramos para sacar ese lado de mí, después de todo ya no hay vuelta atrás.

—Bueno, podría volver en el tiempo y evitar que mí yo de unas semanas te diga que sí.

—No harías eso —entrecerró sus ojos Savitar.

—Pruébame —desafió ella.

—Bueno si así lo quieres —se encogió de hombros, y en un rápido movimiento volvió a unir sus labios.

   Después de todo, ella había dicho "Pruébame".



⸻↯⸻



A PESAR DE LAS INSISTENCIAS DE PARTE DE SAVITAR PARA QUE AYRA NO SE APARECIERA POR LOS LABORATORIOS, TODO FUE EN VANO. Después de todo la pelinegra podía llegar a ser mucho más terca que él.

Ayra entró como si nada a los laboratorios, y salió del ascensor tranquilamente. Tenía más que claro que la seguridad en S.T.A.R Labs era un verdadero asco.

   Al entrar al cortex, la mirada de todos los presentes fue a ella, quien no dudó en caminar con sorprendente confianza hasta el centro de la habitación.

—¿Qué hay, equipo de ciegos? —cuestionó con una sonrisa burlesca.

Suponía que Barry ya les había contado la verdad.

Joe West, al ver a Ayra, no dudó en desfondar su arma y dar tres tiros limpios en su dirección. Ayra en un principio se limitó a hacer una mueca aburrida, y luego con tranquilidad detuvo dos de las balas, para así desviar la tercera en dirección al detective.

Salió del tiempo rápido y vió cómo la bala daba en uno de los brazos de West, inmediatamente escuchándolo dar un alarido de dolor. Su mirada se blanqueó al ver que solo había sido un roce.

—¿Acaso no les quedó claro que soy más rápida que Allen? —inquirió con aburrimiento.

—¿Qué haces aquí, Ayra? —preguntó Barry. Aún sentía aquella punzada latente en su pecho.

—Vine a reírme unos minutos de ustedes —comentó mirando sus uñas.

—¿Dónde está Caitlin? —preguntó directamente Cisco.

—Oh, está por ahí, siendo libre y quien realmente es.

—Si la heriste...

—¿Por qué la heriría? —cuestionó frunciendo su ceño—. Frost es una amiga. Una muy buena amiga.

—Su nombre es Caitlin —gruñó Julian.

—Cariño, ella no será Caitlin nunca más —se burló de él—. Su nombre ahora es Killer Frost.

—¿Por qué estás aquí, maldita psicopata? —preguntó finalmente Iris, con furia.

   Ayra sonrió divertida, desviando su mirada hasta ella.

—Así que yo soy la psicopata —rió con gracia—. Espera, creo que fue Barry quien creó Flashpoint, y por su culpa morirás. Y por su culpa Caitlin tiene poderes, al igual que Dante murió... ¿Me faltó algo? —se detuvo con pose pensativa.

—¿Qué ganas con todo esto? —inquirió Cisco mirándola con atisbo de tristeza.

¿Por qué demonios siempre confiaban en las personas equivocadas?... se preguntaba el latino.

—Cumplir una promesa a la Ayra de hace tres años, a la Ayra que ustedes rompieron —les recordó—. Y por supuesto vengar el daño que le hicieron a Savitar.

—Así qué, como no pudiste tener a Barry, te conformaste con su remanente de medio rostro quemado —se burló Iris.

Evitando el hecho de que se habían burlado de su esposo, Ayra siguió con la burla implantada en su rostro.

—Déjame decirte algo, preciosa —apoyó sus manos en el tablero del cortex—. Savitar no es Allen, es mucho mejor, en forma incontables —aclaró—. Además, mira esto —alzó su mano enseñando su anillo—. Por lo menos yo sí pude casarme con el amor de mí vida. ¡Alerta spoiler! Tú no lo lograste ni con Eddie, ni lo harás con Barry —formó un puchero de burla en sus labios.

   Iris presionó sus puños, con molestia.

— Y segundo... —desvió su mirada hasta el velocista escarlata, quien inmediatamente se colocó nervioso—. ¿Qué te asegura que no tuve a Barry ya?

Al escuchar aquellas palabras, todos los presentes abrieron la boca sorprendidos, e instintivamente sus miradas fueron al velocista.

—¿No te dijo que hace unas semanas intentó engañarte? Cuando intentó besarme... y ni recordar lo que fue 2014 —todos se mostraron más sorprendidos—. Creo que no te lo dijo, ups.

   Si sus bocas pudieran tocar el suelo lo harían. Ninguno de los presentes cabía en la sorpresa, y Allen por su parte solo se removía incómodo en su lugar. Quería que la tierra se lo tragara.

—No te creo —Iris volvió a observé, intentando creer que aquello no era cierto—. Barry nunca me haría eso.

Ayra la miró con un nuevo puchero.

—Pobrecita, solías creerte muy especial, porque sabías que sin importar el que siempre tendrías el amor de Barry —intercambió una mirada entre el nombrado y Iris—. Pero supongo que ya no es más así.

—¡Ya cállate!

—Necesitas oír la verdad —defendió—. Aún puedes encontrar a alguien que te ame. Solo si lo haces antes de morir, claro —sonrió.

   Iris se acercó hasta ella, y alzando su mano hizo un ademán de golpearla. Claro que no lo logró y es que Ayra la tomó del cuello y rápidamente la estampó contra una pared.

—Sería tan fácil, asesinarte ahora mismo —comentó vibrando su mano, y acercándola al pecho de la morena—. ¿Pero qué hay de divertido en eso? Además de que mí esposo no está aquí, así que sería menos divertido para mí —le miró con una sonrisa.

—Estás enferma —murmuró Iris.

—No cariño, la enfermedad aquí son ustedes —aclaró—. Creen hacer el bien, pero solo logran atraer el mal.

—Oliver no querría verte así —musitó Barry, mirándola con dolor.

—Oliver, Oliver, Oliver... —repitió con cansancio Ayra—. Ese idiota nunca se ha preocupado de mí, y a mí tampoco me interesa él y menos su opinión respecto a lo que hago —declaró—. Allen, no intentes buscar una fibra sensible en mí, porque no la encontrarás. No cuando ni siquiera conocen alguna y mucho menos como llegar.

   Ayra soltó a Iris, sin embargo dió una pequeña descarga eléctrica en su cuerpo, logrando que la morena cayera inconsciente ante tal choque de electricidad.

—Disfruten los días que le quedan, porque luego será solo sufrimiento para ustedes—sonrió.

   Y antes de que alguno pudiera hacer algo, Ayra salió a su velocidad del cortex, dejando su característica estela de luz lila tras su paso.










⸻↯⸻










LA ÚLTIMA
parte iba a ser mucho mejor
de lo que fue, pero adivinen,
estaba escribiendo y todas las
ideas decidieron irse solas a la
papelera, pero bueno

quedan (creo) dos o tres capítulos,
y llegamos al final! ¿que les gustaría ver? ¿esta historia está cumpliendo con sus expectativas?

recuerden votar, comentar
y cuidarse mucho!!

editado: 13/07/2022



─𝙨𝙥𝙞𝙙𝙚𝙮𝙜𝙡𝙤𝙬 

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro