✖Capítulo 24✖

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Taehyung soltó un gemido alto al sentir como Hoseok entraba sin aviso alguno, tomándolo por sorpresa. Cerró sus ojos con fuerza ante la sensación excitante, al mismo tiempo enterró sus uñas en el sillón debajo de él. El mayor rápidamente comenzó a penetrarlo fuerte y duro, con sus dedos enredados alrededor de su cintura, dejando futuras marcas ante la fuerza con la que lo tomaba. Joder... Taehyung mentiría si dijera que no lo estaba disfrutando. Dejó caer su cabeza hacia atrás al sentir que Hoseok enredaba una de sus manos en sus cabellos y tiraba de estos. Su espalda quedó más arqueada de lo normal mientras sus manos y rodillas se hundían cada vez más en el sillón.

Soltó un grito ahogado al sentir su culo siendo azotado con la mano libre de su acompañante. Hoseok mordió su labio con fuerza, notando lo que aquel azote había ocasionado en el menor y en él, así que pronto lo volvió a azotar mirando como por cada azote la blanca piel de Taehyung comenzaba a tomar un color rojizo. Sonrió, Taehyung disfrutaba que lo azotaran pues había cerrado sus ojos y había comenzado a gemir más alto, llevando al mayor a una excitación en su punto más alto.

Hoseok salía y entraba con fuerza y rapidez, haciendo un sonido sordo de su pelvis y testículos al chochar con el trasero de Taehyung. El menor recostó su pecho en el sillón, dejando más alto y expuesto su culo para el mayor que con ímpetu y satisfacción lo embestía.

Odio que ese imbécil te toque habló ronco—. No sabes las ganas que me dan de follarte duro cada que ese tipo te toca o besa... 

¡Hyung! gimió al sentir otra cachetada en su trasero.

Eres mío, bebé. Quiero que cada vez que él te vuelva a tocar me recuerdes. Que recuerdes quien te hace gemir alto y que al momento que gimas su nombre de tus labios se escape el mío para que se entere a quien realmente le perteneces empujó profundo.

Taehyung era un manojo de gemidos, ya no controlaba su cuerpo, ni los sonidos suplicantes y obscenos que salían de su boca. Este se movía y temblaba descontroladamente. Su garganta dolía de tanto gemir y pedir por más.

Enséñame, bebé, muéstrame como gritarás cuando estés con él otra estocada profunda llegó.

¡Hyung...! sus piernas temblaban, su cabeza había caído hacia atrás.

Grita, Taehyung demandó. El menor volvió a gemir alto, tan obediente—. Grita mi nombre, bebé lo penetró más rápido haciendo al menor temblar débil y tan extasiado.

Taehyung mordió su labio con fuerza, sintiendo como su hermano se abría paso dentro de él llevándolo a su límite, a nada de obtener lo que tanto quería escuchar. Los dos estaban por acabar, podían sentir los cosquilleos bastantes conocidos en su pelvis y penes. Hoseok estaba aumentando la velocidad, era más que obvio que estaba intentando que ambos acabaran juntos. Hoseok empujó con ímpetu, haciéndolo gemir en alto el nombre de este. Hoseok había tocado su punto dulce concentrándose en este mientras azotaba las mejillas de su culo.

¡Hoseok! gimió alto.

Sus rodillas al fin dejaron de soportar el peso de su cuerpo, temblando antes de caer por completo al sillón, Hoseok no paró de embestirlo hasta que Taehyung fue llenado por su caliente semilla. El menor también se corrió manchando su camisa que había colocado de bajo de su cuerpo para no ensuciar los sillones. Hoseok gimió ronco, sintiendo como Taehyung lo apretaba ante su poderoso orgasmo. Él también vibraba antes los espasmos, sin salir del menor, marcando con su liquido espeso y caliente el acto explicito en el que ambos habían participado.

Salió de él lentamente, tomando su propio pene para limpiarse los restos de semen que habían quedado. Taehyung se quedó acostado bocabajo en el sillón, respirando pesadamente, intentando regular esta y las vibraciones de su cuerpo. Hoseok miró su creación con una sonrisa, el trasero de Taehyung todavía se encontraba de un leve color rosa, su cuerpo estaba sudoroso y podía notar las pequeñas marcas rojas que habían quedado en su cintura. Pronto se acercó a su hermanito dejando un beso en la mejilla de su culo. Taehyung se sobresaltó, así que lo miró. El mayor le sonrió pícaro, mordiendo su labio al mirar al menor en ese estado.

Taehyung clavó su mirada en el miembro de su hermano. Hoseok entendió pues lo llamó con una mano para que se acercara. Así lo hizo, esperó a que el mayor tomara lugar en el sillón para arrodillarse enfrente de este, tomando su polla con una leve sonrisa. Taehyung lo miró en espera de aprobación, así fue como Hoseok asintió para él, dando la autorización que tanto buscaba el menor con desesperación. Sin perder más tiempo acercó sus labios hasta la cabeza, esta estaba rojiza y mojada en espera de que este hiciera lo que quisiera con ella. Ante esa vista a la polla del mayor Taehyung se acercó hasta que con su lengua lo probó. Chupó la punta como si de una paleta se tratara para después bajar hasta la base y lamer hacia arriba, regresando a la punta. Hoseok suspiró con los ojos cerrados, sintiendo como el menor terminaba por quitar los restos de semen que habían corrido por esta. El mayor llevó una mano a los cabellos del menor acariciando con cariño.

Taehyung miró hacia arriba después de apartarse, ahora se acercó a su hermano para besarlo con pasión. Hoseok le contestó al instante, iniciando una batalla de lenguas para después terminar mordiendo los labios del menor.

Vamos arriba antes de que papá y mamá regresen del trabajo susurró cerca de sus labios.

Taehyung asintió poniéndose de pie para comenzar a recolectar la ropa de ambos. Después de tener las prendas en manos sintió que era levantado del suelo. Hoseok lo cargó entre risas, acomodando su cuerpo desnudo entre sus brazos para comenzar a caminar a las escaleras y subir esta en dirección a su habitación. Lo recostó con delicadeza en su cama mientras caminaba a su armario. Lo vistió entre risas y besos, luego él se colocó su ropa ante la mirada brillante de cierto menor. Taehyung admiró su cuerpo siendo cubierto por la ropa de Hoseok, una gran felicidad recorrió a este haciéndolo sonreír grande. Sus ojos se cerraron cuando sintió su aroma, la ropa estaba impregnada con el delicioso aroma tan varonil de su hermano mayor.

¿Te gusta? preguntó sonriente al mirar la felicidad de su hermanito al abrazar su propio cuerpo y esconder su rostro entre la ropa.

Huelo a ti sonrió.

Hoseok se encaminó hasta él para besar sus labios con cariño ante la ternura y felicidad que emanaba del menor. Quién lo diría, Hoseok se negaba a mirar o a tener otro tipo de relación con un hombre más que una simple amistad, pero en ese momento se encontraba besando los labios de un hombre después de haber follado por tercera vez en el día. Si se lo contaba a Namjoon probablemente este se reiría de él pues Hoseok juraba que nunca pasaría nada con un hombre.

Se subió a la cama para tomar lugar a su lado y abrazar el cuerpo del menor. Taehyung le sonrió, dirigiendo sus manos a sus cabellos para enredar sus dedos en estos. El mayor lo miró sonriente, acercándose a su rostro para besarlo lento y profundo. Todo lo que quedaba de tarde prácticamente así se la pasaron, repartiéndose besos y riendo cómplices, solo se separaban para tomar un poco de aire y luego volvían a juntar sus labios. Taehyung se abrazó al fuerte pecho del mayor, cerrando sus ojos al sentir las manos de Hoseok acariciando su espalda y parte de su cintura. El mayor lo observó dormir en su pecho, sintiendo su estómago revolverse, pero lo más curioso es que no era por náuseas o asco a lo que habían hecho, al contrario, sintió algo que ya había sentido anteriormente y el causante seguía siendo el mismo.

Sonrió. Taehyung se encontraba tan cansado, él también, había sido un día maravilloso, su pequeño aceptó entregarse a él, los dos estaban en eso ahora. Lo admiró dormir, sus preciosas facciones tan relajadas, su rostro sereno y sus labios rositas entreabiertos. Sus labios... Probablemente habían sido los labios más dulces e irresistibles que había tocado con los suyos. Colocó un dedo en estos, sintiendo que seguían hinchados al haber estado besándose sin parar minutos atrás. Taehyung apretó sus labios al sentir algo en ellos, Hoseok rio fascinado y envuelto por la ternura que el menor transmitía, así que finalmente apartó su dedo. Suspiró tranquilo, acercando más el cuerpo del menor a su pecho para acomodarse y disponerse a dormir de igual forma.

¡Adiós!

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