Yoongi se separó de los labios de Jimin después de un bufido, no quería dejar de besarlo, pero tenía que atender el teléfono que no había parado de sonar.

Jimin se dio la vuelta y caminó hasta su escritorio para comenzar a arreglar los papeles que necesitaba entregar y apuntaba los que necesitaba pasar a recoger.

Escuchó a Yoongi contestar y después soltar algunas malas palabras. Volvió el teléfono a su lugar, estaba molesto, Jimin lo notó.

—¿Se encuentra bien?

Se levantó de su silla para caminar a su escritorio. Yoongi lo miró, quería follarse a Jimin allí mismo, desquitar toda su molestia con él follándolo duro pero no podía, en cualquier momento su padre y su fastidio estarían interrumpiendo la tranquilidad de su oficina.

Yoongi lo pensó, tenía que sacar a Jimin de su oficina cuanto antes, la última vez Jimin terminó igual de mal que él, no lo permitiría nuevamente.

—Bebé, tienes que ir con Hoseok, cuando yo te necesite te llamaré. Quiero que me prometas que lo harás.

Jimin sonrió mientras asentía. Yoongi estiró su mano hasta él para poder entrelazar sus dedos meñiques, Jimin siguió su acción, pero paró antes de llegar.

—¿Me darás una recompensa?

Los ojos de Yoongi se oscurecieron debido a la excitación que recorrió su cuerpo al pensar en sus recompensas y en como ambos las disfrutaban.

Sonrió y después asintió. Jimin terminó por acercar su dedo, entrelazándolo con el del mayor.

—Iré con Hoseok para terminar con estos papeles —mostró los que llevaba en su brazo.

—Muy bien, cariño —sonrió—. Pero te olvidas de algo...

Jimin lo miró sin entender hasta que notó el piquito que Yoongi hacía con sus labios. Sonrió y se acercó para dejarle un beso.

—Muy bien bebé, puedes irte.

—Gracias, daddy.

Jimin se giró para comenzar a irse, pero antes de salir la puerta se abrió, asustándolo un poco. Yoongi lo notó y rápidamente se puso de pie.

—¡Quítate de mi camino! —gritó, empujando a Jimin.

El rubio pudo haber caído de culo si no fuera por unos brazos que detuvieron su duro impacto contra el piso. Algunos papeles se le escaparon de sus manos, cayendo al suelo. Jimin miró al chico, encontrándose con un rostro parecido al de Yoongi. Rápidamente se separó de él.

—Aléjate de mí secretario, Woozi —amenazó. Y Jimin terminó por entender.

—Se dice "Bienvenido hermanito" —se rio mientras lo miraba con odio.

—¿Bienvenido? Tú no eres bienvenido aquí ni en ningún lado ¿Por qué no mejor te largas a robarle a alguien más a su familia, compañía y dinero?

El hombre que solo fulminaba a Yoongi con la mirada los hizo callarse con un grito molesto. Jimin inconscientemente se encogió en su lugar.

—Quítate del camino, no lo dejas salir —soltó con fastidio para su enemigo.

Woozi miró a Jimin sonriente para después guiñarle un ojo. Jimin tuvo ganas de vomitar, no estaba interesado en ningún hombre, bueno... Miró a Yoongi una última vez para recoger todos los papeles que se le habían caído y salir casi corriendo.

La puerta se cerró detrás de él y Yoongi regresó a su silla mientras sobaba su sien, sabía que no podía empezar tan bien el día, debió haberle hecho caso a sus palillos cuando los separó para desayunar y estos se rompieron, no se separaron parejo, eso solo indicaba que tendría mala suerte y sí, justo enfrente de él estaba su odioso padre y el otro tipo al que no le interesaba ni siquiera nombrar.

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¡Hola!

¿Qué les pareció?

Primer vistazo a Woozi, esperen los demás capítulos

Lo del final y los palillos es porque (No tengo entendido si en todo Asia) pero se cree que cuando parten los palillos de madera a la mitad y estos terminan cortándose y quedando un lado más disparejo que el otro, es de mala suerte

Espero que les guste mucho 💜

Nos leemos pronto ❤

¡Adiós!