⃝⃕Úɴɪᴄᴏ

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"¿Vas a seguir ignorandome?" Interrogó el alfa, el pelirrojo sólo pudo bufar y seguir con la limpieza de su habitación. 

Bien. Estaba actuando como un niño. Lo sabía porque ir por la habitación gruñendo y tomando las cosas con poco cuidado, además de lanzar la ropa de su pareja a la maleta, sin doblarla y luego cerrarla con fuerza, era algo inmaduro. Pero desprendía un olor tan amargo que en el instante que le dio una mirada a su pareja, éste bajo la vista temeroso. Sabía las consecuencias de preguntar lo obvio.

Taehyung daba miedo.

Jungkook se preguntó que había hecho para hacer que su omega le detestara esa mañana. En realidad estaba tan confundido, la noche anterior habían pedido una cantidad exagerada de comida (para lo cotidiano que comía Taehyung) a su habitación de hotel y su omega no había dicho nada. Tampoco cuando estaban acostados en la cama y su omega no dejaba de desear estar pegado a él mientras veían la televisión. No sé había dado cuenta en que momento se había dormido y lejos de que el menor se molestara, a la media noche le había despertado con sus manos que se deslizaban bajo sus ropas y se dirigían a su entrepierna, no se había negado en ningún momento. Mucho menos por el dulce aroma que soltaba el más bajo.

Así que luego de eso, ambos se habían quedado dormidos y por la mañana,  cuando su omega se había colocado de pie y abierto las cortinas de forma tosca, haciendo que todos los rayos de sol cayeran en su cara, supo que algo no andaba bien. No había pequeños besos, caricias en sus mejillas o una pequeña súplica por un momento íntimo entre ambos o un buenos días con aire meloso.

Jungkook no tenía idea de qué ocurría.

"Taehyung..." Le llamó y el omega le lanzó su camisa del equipo a su cara.

Vaya. Esa era una señal. Su omega estaba enojado por algo relacionado a su trabajo. Jeon llevó sus manos a su playera, quitando la prenda y viendo la tela. ¿Había visto algo malo en las redes? ¿Un chisme sin sentido? No supo descifrar de qué se trababa, iba a tener problemas toda esa mañana por culpa de alguna estupidez.

Jeon confirmó que era por culpa de su equipo cuando vio al omega lanzar sus guantes a la pared más cercana mientras caminaba al baño, azotando la puerta el menor desapareció en el baño para seguramente tomar una ducha sin su presencia. Podía sentirse ofendido dado que no se consideraba culpable de ningún pecado.

Eso hasta que vio su celular tirado en el suelo. El alfa supo enseguida que Taehyung lo había lanzado lejos por su enojo. Cuando deslizó el candado de la pantalla, el chat con su estratega se abrió dejando ver el causante de la furia de su omega.

Mierda.

"Maldito bastardo..." Masculló el omega, colocando la bata sobre su cuerpo desnudo para posteriormente abrir la llave del agua caliente. Estaba tan furioso que casi abría toda la llave para inundar el lugar y hacer que su pareja pagara por los daños de la habitación del hotel. "¿Por qué tiene que tener a esa zorra en su chat?" Kim apretó sus labios, soltando muchas más maldiciones en su cabeza y otras cientos en sus labios.

Sabía que era su jefa de estrategia, que Ji-Eun era una  buena estratega y que Jungkook tenía un buen rendimiento gracias a ella. También era consciente de que esa incomodidad que ahora sentía jamás había existido, nunca había sido inseguro de sí mismo y mucho menos de su relación con su alfa. Su forma de ser de Taehyung siempre había sido extravagante, seguro y popular.  Los chismes que salían en las redes e incluso en las noticias no habían sido parte de su preocupación, podía ignorar toda la publicidad falsa, mucho más al estar siempre al lado de Jungkook. Sin embargo, luego de la llegada de la chica, lo cual había sido dos meses atrás, supo que algo no iría bien.

Lo afirmó al ver las imágenes de Internet y de los comentarios que diversos aficionados del deporte hacían. Incluso varios de los seguidores de Jungkook se habían atrevido a hacer comentarios que le habían hecho una pequeña grieta a su perfecta porcelana de seguridad. El que opinaran que Ji-eun y su alfa de veían bien juntos le irritaba. ¿No tenían respeto por él? No sólo era su alfa, había una marca en su cuello y un papel legal ante la sociedad que dejaba en claro que era Jeon. Aún así la gente no se detenía y le lastimaba. Aunque él se lastimaba más al empezar a creer que todo eso era verdad y que podría ser posible que Jungkook les creyera, después de todo su romance había sido fugaz y perfecto.

El sueño que había estado maquinando toda su vida. El escenario casi imposible.

Había conocido a Jungkook en una fiesta, era cumpleaños del mejor amigo de su hermano, el beta entrenaba para ser parte del equipo de Pits en Corea. Esa noche se suponía que saldría a una cita a ciegas, estaba seguro de que había sido el destino el culpable de hacer que el alfa de su cita no llegara, así que terminó por acompañar a su hermano al departamento donde robó más de una mirada, de entre todas ellas, la de Jungkook.

No podía negar que una vez que sus miradas se cruzaron no dejaron de estar atentados a los actos del otro. Taehyung había caído rendido por el sujeto de cabellos negros, para su mala suerte intentar acercarse no había sido una opción por culpa de la sobre protectora actitud de su hermano menor. Había estado decepcionado al creer que perdería la oportunidad de conocer al amor de su vida, su tipo perfecto. Pasó una semana deprimido por no hablar con el apuesto alfa y otra molesto con YeonJun por interrumpir su historia de amor soñada. Sin embargo, al termino de esa semana en donde su hermano estaba agotado de su arisco comportamiento, el alfa de cabellos rosas se vio siendo rescatado por ese mismo alfa del cual había estado cuidando a su hermano.

Todo comportamiento celoso se vino abajo cuando Yeonjun se enteró que el alfa azabache era un novato de las carreras de pista. Quedó admirado e ignoró su imagen de hermano menor territorial. Incluso había dejado abandonado al pelirrojo sólo para mirar el carro y todo el equipo de carreras que poseía Jeon. Taehyung se había sentido ofendido al comienzo, luego todo había sido olvidado cuando sintió por primera vez la mano del azabache en su espalda baja para guiarlo por el lugar para mostrarle y perder de vista al alfa menor.

La descarga eléctrica que el azabache había provocado en todo su cuerpo le hizo temblar y luchar por no dejar salir su almizcle. Taehyung había estado mordiendo su labio inferior en todo momento, el azabache le colocaba demasiado nervioso, tanto que le había tenido que salvar dos veces no caer de cara. Se sintió tan humillado que le había costado trabajo volver levantarla con seguridad. Jeon había notado ese pequeño detalle y creyendo que podía ser genial y atrevido, se había atrevido a robarle un beso.

Ese día las cosas no terminaron muy bien. Por culpa de los nervios Taehyung le había dado una cachetada para luego salir corriendo dejando a Yeonjun solo en el lugar, su pobre hermano menor había sido abandonado y terminó regresando a casa en el trasporte público. El Kim mayor no dijo ni una palabra cuando el menor le cuestionó que ocurría. Su vergüenza era mayor. ¿Cómo se había atrevido a golpear al alfa? Había sido una estupidez, había deseado eso desde el primer momento en que había visto al sujeto. No pudo dejar de quejarse y odiarse por tres dos días completos, al tercer día había ocurrido un milagro.

Cuando Kim volvía de la Universidad, se había topado con un ruido molesto que provenía de sus espaldas. Un jodido motor de carro deportivo, no era extraño toparse con ese ruido dada su insistencia de sus compañeros de tener carros que contaminaran y arruinaran más los oídos de los pobres ancianos casi sordos. Quería lanzarle su zapato al imbécil que no dejaba de hacer sonar su motor. Cuando se había decidido para maldecirle con su dedo medio, se vio detenido por una jodida sonrisa dual. Ese sujeto era tierno y sexy a su vez. ¿Por qué debía de parecerse a un conejo? Había odiado a esos animales por comerse parte de su cabello cuando era un niño, ahora sólo podía querer tener a ese conejo en su casa.

Kim bajó rápido su mano que estaba por estirar su dedo anular. Dio una rápida sonrisa cuando el alfa alzó una de sus cejas. Le había atrapado. Esa había sido la segunda vez que había huido como un estúpido cobarde.

"¿Taehyung?"

Kim soltó un gruñido como repuesta, Jungkook le había sacado de sus recuerdos al tocar la puerta. Detestaba el hecho de que ese alfa fuera su debilidad. Jeon no dijo nada más, pero fue consciente de que la puerta se abría y los pasos se hacían escuchar casa vez más cerca. No abrió los ojos en ningún momento, sólo se quedó en la tina con el agua llegando casi a sus oídos.

"¿Seguirás molesto por una tontería?"

¿Era una tontería? No se sentía de esa forma. No sabía por qué se estaba comportando como un estúpido inmaduro. En relidad sí lo sabía, pero no podía hacer nada más que una rabieta.

"No te invité a mi baño" Dio como respuesta, Kim colocó su mano sobre sus ojos, evitando abrirlos y ver a Jungkook. Sabía que el alfa le haría ceder.

"Yo pagué la habitación, así que técnicamente es mi baño"

Kim gruñó y el tonto enojo incrementó hasta hacerle mover su mano y cuerpo para encarar al alfa. "¿Entonces quieres que te pagué la mitad para que respetes mi espacio?" Su tono había salido más amargo de lo que había deseado, la forma en que Jeon abría sus ojos mostrando su sorpresa por su actitud le dijo que se había exaltado.

"¿Qué pasa contigo?" Cuestionó el azabache dando dos pasos más cerca de él y de la tina. "¿Todo esto es por Ji-eun y los comentarios de Internet? ¿Desde cuándo te interesan esas cosas?"

Desde que hablan cosas nefastas de mí. Pensó, pero no podía hacer que Jungkook entrara a un estrés donde no podía cambiar nada. Era entrar a un mundo donde no había final feliz.

"Sólo déjame solo" Kim se movió, haciendo que parte del agua saliera de los costados de la tina y mojara el piso.

"Taehyung..."

"Jungkook" Atacó en un tono irritado. "Sólo vete" Kim escuchó un gruñido por parte del alfa, unos pasos lejanos y la puerta ser cerrada sin cuidado. Taehyung se sintió mucho más estúpido. ¿Por qué descartaba todo su enojo con Jungkook? Una parte de él sabía que el alfa no tenía la culpa de las personas tras las pantallas blancas, aún así creía que el azabache pensaban lo mismo que todos ellos. ¿Realmente Ji-eun no era nada? Él era capaz de ver los defectos que las personas se encargaban de enmarcar. Ciertamente Taehyung no estaba al nivel de Jungkook, jamás lo había estado. Nunca lo había visto hasta ahora.

Tenía más miedo que nunca. Podría sobrevivir. Al menos si estuviera solo, pero no creía poder alejarse con alguien que dependiera de él y tuviera que verle sobrevivir día a día lejos de la persona que más amaba. No podría con eso y tenía tanto miedo que su mejor forma era huir, huir incluso de aquello que más deseaba tener.

No quería perder el amor de Jungkook. Cada noche era el tema de sus pesadillas. Jeon dejándole atrás y siguiendo su camino con la omega. Cuando Taehyung había despertado temeroso y melancólico, se había encontrado con otro golpe bajo en el estómago. Era una simple mensaje, un buenos días y deseos de éxito acompañados de emoticones. Para su desgracia estaba entre ellos un jodido corazón que hizo a sus emociones cambiar de miedo a enojo puro. ¿Por qué Jungkook debía de tenerla agendada? No le veía sentido y no deseaba verlo.

Su mañana había comenzado mal y sin duda había hecho a la de Jungkook convertirse en una desagradable. ¿Ahora qué se suponía que debía de hacer? Su mente le decía que dejarse caer en la tina era una idiotez, pero su humor era tan malo que no dudaba en volverla una posiblidad. Eso creyó hasta que la puerta del baño se abrió por segunda vez.

"Son casi las ocho, Taehyung" La voz de Jungkook le llamó, esta vez más serena. "¿Estarás toda la mañana ahí o vas a ir a la competencia?"

Kim apretó los labios. "¿Realmente me quieres en ese lugar?"

"¿De qué hablas, Tae?" Dijo Jeon aturdido. "Realmente no te estoy entendiendo. ¿Por qué no habría de quererte conmigo en una de mis carreras? Siempre estás en ellas, desde que debute y te conocí, me estás acompañando"

"Creí que no lo querrías luego de nuestra discusión de hace rato" Murmuró y por primera vez desde que Jeon regresó al baño, Kim le dio una mirada temerosa. Jungkook no lo estaba viendo con enojo, sus ojos dejaban ver lo preocupado que se encontraba por su estado.

Jeon no era estúpido.

"Jamás dejaría que una pelea arruine nuestras tradiciones, Tae" El alfa se relamió sus labios bajando su mirada, llevando su mano a su nuca y rascando de ella, mostrando su inseguridad. Taehyung no quería que Jungkook se sintiera igual que él. "Puede que parezca que tus sentimientos y lo que ocurre en las redes no me importan, sin embargo, soy consciente de que te afectan y que has aguantado hasta ahora. Por eso mismo quiero acabar con esto"

Taehyung abrió sus ojos sin entender nada. ¿Jungkook se refería a ellos? Tal vez había colmado la paciencia el lobo, se lo había buscado solo. O tal vez sólo estaba muy asustado.

"No puedo hacer mucho en Internet, sin embargo, esas personas no deben de estar informadas de cada acto que hagamos. La diré a Mingyu que límite nuestra información y que cambie a Ji-eun de equipo"

El omega mordió su labio inferior, llevó sus manos a sus ojos donde dejó que las lágrimas salieran sin ninguna tipo de pudor, con algo de suerte podían mezclarse entre el agua de la tina. Pero lastimosamente no fue así, sus manos fueron reiteradas de su rostro con cuidado, Taehyung simplemente quería llorar aún más por la forma en que su pareja le observaba.

"No quiero que hagas algo que no deseas" Susurró en un tono ronco por su casi llanto. "Tienes razón, éste no soy yo"

Jeon negó acariciando con sus nudillos la mejilla húmeda de Kim. "Puede que no lo seas, pero ni siempre debes ser esa barra de concreto que acepte los golpes"

"Tú también recibes golpes"

"Por mí trabajo, Taehyung. Por eso las recibo" Taehyung cerró sus ojos dejándose llevar por las dulces carcias en su rostro. "Puede que seas mi omega, mi esposo. Pero eso no les da derecho de hablar de ti, mucho menos decir estupideces de mí y alguien ajeno. Eso no es respeto, inventar historias bobas conociendo que estoy casado es vulgar e inmaduro"

"Ellos sólo quieren lo mejor para ti"

Jeon emitió un sonido de negación. "Si ellos quisieran lo mejor para mí respetarían mi matrimonio contigo, te darían tu lugar y no te lastimarían con actos imprudentes" Moviendo su cuerpo más cerca del omega, hasta ingresar él mismo en el hueco de mármol.

"J-Jungkook" Titubeó el menor cuando fue empujado por el cuerpo del azabache quién se posicionó sobre de él. Tener tiempo de casados no quitaba su pudor por verse completamente desnudo y ser arrinconado por su gran cuerpo. "T-tu competencia"

"No importa ahora"

Taehyung soltó un pequeño jadeo al sentir como el alfa colocaba sus manos sobre sus caderas y su espalda se pegaba al helado mármol de la tina. El alfa se incorporó sólo para quitar su mojada chaqueta, TaeHyung vio la forma en que la playera blanca de Jungkook se pegaba a sus ropas antes de que fuera retirada por el cuello del alfa con una de sus manos, le dio una mirada con una sonrisa aconejada antes de descender de vuelta a su cuerpo. Kim no se negó está vez y rodeó el cuello de Jungkook con ambos brazos.

Su boca pegada a la impropia, sin intenciones tempranas de separarse, necesitaba eso. La demarcación de estar unido a su alfa y que sólo ellos dos importaban en ese pequeño lugar. Taehyung creía que era una buena manera de demostrar sus emociones y de ver cómo Jungkook lo necesitaba de igual forma. El azabache chupó su labio inferior de forma hambrienta, jalando de él hasta hacer una pequeña    y suave presión. Ambos estaban sumergidos en el agua caliente mientras sus cuerpos buscaban el contacto del otro.

TaeHyung ya ni siquiera podía pensar en lo que había causado su mal estado de ánimo, tenía al alfa con él y su amor podía verse con claridad. Los aromas de ambos inundaban el lugar hasta hacer que su cabeza dara demasiadas vueltas, mareado por tanta intensidad, calor y sobre todo,
necesidad. Como si no hubieran tenido contacto en años.

Separándose de él, Jungkook casi arrancó su pantalones, lanzándolo fuera hasta que cayó en un lugar apartado, el sonido del agua en él haciendo eco. TaeHyung emitió un sonido estrangulado, debido a los movientos rápidos y necesitados de su alfa, el mayor le tomó por la espalda baja sólo para elevarle y hacer que no se terminara por ahogar en la tina. El alfa le giró, dejándole apoyar sus rodillas en la superficie de la tina y llevando sus manos a que se sujeraran del borde circulado.

Los labios de Jungkook se posaban en su nuca, bajando hacia la sensible piel del cuello y depositando pequeños besos, TaeHyung cerró los
ojos dejándose llevar por sólo las sensaciones y no por su vista. Jungkook era su mundo y ni siquiera podía controlar su propio cuerpo cuando se trataba de él y su tacto, Jeon sabía dónde tocar y acarciar. Sabía sus puntos débiles y eso sólo causaba más excitación en él, anticipando lo que se vendría para ambos cuerpos.

Jungkook puso su boca contra la
piel de su hombro, antes de hincar sus dientes levemente. Kim se estremeció, una pequeña sonrisa jaló de sus labios, antes de un suspiro al sentir como las manos de Jungkook se unían en su abdomen. Ladeando la cabeza, notó aquellos labios en su cuello, una
vez más, chupando con gran intención de marcarle como siempre lo hacía. Jeon elevó una de sus manos, sólo para sostener su barbilla del menor con dos dedos, obligándole a mirarle a los ojos llenos de lujuria, mientras acortaba la distancia y se inclinaba para chupar su labio, jalando de él. Taehyung siempre lograba perderse en lo labios de Jungkook.

La segunda vez que le había ido a buscar y un beso había llegado, sus nervios se habían mantenido a raya hasta dejar que el omega lograra disfrutar de su lengua del más alto dentro de su boca explorando cada pequeño rincón . Taehyung había caído por un simple beso inocente.

Agarrándole por la cadera y enganchando sus pulgares sobre aquellos muslos que le hizo suspirar al menor, acarició aquella tersa piel luego de despojarse a sí mismo de su ropa interior, sin excluir ni un sólo centímetro. No tardó en cubrir su propio miembro con su mano acariciando de su erección, dejándole sentir su dureza creciente tras alinearse contra su entrada. TaeHyung jadeó, tragando saliva
con algo de dificultad y masticando su propio labio inferior, Jungkooi fue capaz de ver esto, decidido a llevar su mano a la boca de TaeHyung, presionándola conforme se
adentraba en él y logrando acallar su gemido.

Él sonrió, relamiéndose los
labios al verse asfixiado por la presión, emitió un gruñido con su voz rasposa. Apretando los puños, TaeHyung cerró sus ojos con fuerza volviéndose loco por la cantidad de sensaciones mezcladas. Había un ardor que lo hacía aún más excitante y aquello le incitaba a continuar, por lo que balanceó sus caderas hacía atrás, dejándole saber exactamente, lo que quería a su esposo. La boca ajena en su cuello, también marcaba una gran diferencia, chupando
y succionándole, enterrándole los dientes en el hombro, para luego calmar el leve dolor con la lengua, conforme comenzaba a moverse lentamente, en su interior.

Jadeando, TaeHyung no era capaz de acallar sus gemidos, cerrando los ojos
con fuerza y entreabriendo los labios, dejando de ir aquellos sonidos que
Jungkook tanto deseaba escuchar. Su cabeza sólo giraba y giraba, inmersa
en su placer que parecía no terminar nunca.

"Mierda..." Gruñó el azabache, aferrándose a su cadera y estableciendo un ritmo certero, cambiando la velocidad cada vez que lo veía necesario, para su propio beneficio y escuchando sus dulces jadeos de su chico. Con cada embestida, Jungkook presionaba su punto dulce, haciéndole enloquecer y adentrarse, aún más, en aquel remolino de placer, en el que parecía tener un lugar exclusivo, sólo para él.

Kim apretó la superficie de mármol, siendo empujado hacia adelante y atrás por el cuerpo del azabache  hasta que la mano de Jungkook, le rodeó el cuello, obligándole a pegar la espalda contra su duro pecho. TaeHyung gimió algo más fuerte, debido a la asfixiante sensación, que parecía mejorar por segundos, notando como el ritmo aumentaba a uno mucho más rápido. Pasando la lengua por su lóbulo, Jungkook mordió la acanelada piel, Kim chilló en medio de un oleaje de placer. TaeHyung podía escuchar los gemidos del azabache directamente en su oído, estremeciéndose con cada uno de ellos y mordiéndose los labios.
TaeHyung sentía que tocaba el infierno, poco a poco cuando Jungkook lo apretó un poco más con su mano, el agarre ejercido en su cuello era casi asfixiante al igual que las sensaciones brindadas.

Lamiéndose los labios y cerrando los ojos por unos segundos, sintiéndose llegar al límite, Jeon se negó, no quería ceder, porque significaba que aquel encuentro llegaba a su fin y no
le gustaba como sonaba aquello. Por lo que, rápidamente salió de su interior, escuchando como TaeHyung se quejaba, antes de ser bruscamente girado, agarrándolo por los muslos traseros y elevando su cuerpo por su parte baja que obligó a que TaeHyung le rodease la cadera con sus piernas, adentrándose rápidamente en él.

TaeHyung gimió en voz alta, debido a la intromisión y su propia debilidad.
Estaba rozando el clímax, para cuando Jungkook se separó de él, temblando, el castaño sólo podía gemir y aferrarse al cuello de Jungkook, lloriqueando, debido a las
rápidas y certeras embestidas. Se mordió el labio inferior, no queriendo ser demasiado obvio a la hora de mostrar que estaba siendo claramente
complacido por Jungkook.

Apunto de liberarse, TaeHyung arañó la espalda de Jungkook débilmente, mandándole un claro mensaje. Rápidamente, este actuó,capturándole los labios y acallando sus gemidos con su boca. TaeHyung se corrió tras una
última embestida, siendo seguido por Jungkook a los pocos segundos.

Tragando saliva con dificultad, TaeHyung se encontraba jadeando, para cuando el azabache salió de él y le soltó, permitiéndole que su cuerpo tocara el ahora agua tibia. Sin embargo, no duró mucho hasta que el azabache volviera a sostenerlo, presionando su cuerpo para capturar sus labios. Jungkook pegó sus frentes, dejando un beso en sus mejillas y comenzar a descender.

"Es hora de irnos, cariño" Susurró Jungkook a su oído justo antes de depositar un beso en su hombro descubierto, que le hizo estremecerse al instante.

Quería quedarse todo ese momento en la habitación y no alejarse de él.

Taehyung vio el lugar tan conocido, el territorio donde solía sentirse tan inseguro y temeroso. Cuando había comenzado su relación con Jungkook sabía que tenía que arriesgarse junto con él, era parte de su trabajo. Aún así nunca estuvo feliz de saber que el riesgo siempre estaba presente.

"¿Estás pensado de más nuevamente?" Cuestionó una voz ronca en su oído, Taehyung sonrió inconsistente girando su cuerpo como lo pedían las manos en sus caderas. 

Taehyung llevó sus manos a las mejillas de Jungkook, agradecía que no tuviera su casco aún. "Es algo inevitable, no puedo dejar de tener miedo, Kookie"

Jungkook acarició los cabellos largos de su omega, negando cuando la segunda llamada se escuchó por los altavoces. La noche les estaba saludando y como consecuencia las luces de la pista era lo que le ayudaba a mirar el lugar. "No pasará nada malo, Taehyung. Acabaré la carrera y vendré a verte"

Kim asintió, aún así mordió su labio inferior y tomó la mano cubierta por un guante. "Necesito decirte algo antes de que te vayas"

El mayor asintió, pero antes de que sus labios se abrieran para emitir alguna palabra, la tercera llamada llegó y el alfa debía de irse. "Dímelo cuando acabe la carrera" Pidió dándole un beso en la frente al omega,  Kim cerró sus ojos mientras el alfa lo hacía y consideró que tenía razón. Tener a Jungkook distraído podría ser peligroso.

"Está bien" Kim recibió el último beso en sus labios, atreviendose a darle uno de esquimal al mayor.

"¡Te amo!" Exclamó antes de alejarse y correr a su carro donde su equipo lo esperaba.

Taehyung suspiró, abriendo sus labios y susurrando. "También nosotros"

Taehyung vio a Jungkook encender su carro y dirigirse a la línea de inicio, elevó su mano despidiéndose de él cuando el azabache lo hizo. Cada motor sonaba, llegando al mismo lugar que su esposo.

La carrera comenzó y sus nervios se crisparon enseguida, era una reacción normal por culpa del trabajo de su alfa. Supo en qué se metería cuando aceptó azabache y no había sido un impedimento para él. Le amaba, pero eso también significaba que tuviera miedos por su salud y protección. Su miedo siempre estaba presente y con cada termino de carrera él desaparecía sólo para aparecer en la siguiente carrera. Pero en esos momentos había algo más que le hacía casi temblar y tener una nueva sensación. Un temor aún mayor.

Algunas veces lo llamaba presentimiento. Pocas veces su miedo se volvía realidad, aún así no dejaba de comerse las uñas hasta hacer que un poco de sangre cubriera su piel.

Taehyung sabía que algo no estaba bien. Por alguna razón se sentía extrañamente nervioso, lo asociaba a la noticia que tenía que darle a Jungkook, sin embrago cuando acabó la primera vuelta y vio el carro de su alfa mover ligereamente curva su parte trasera, le dio un pequeño indicio de que su carro debía de ser revisado luego de la carrera. Había demasiado ruido, por culpa de los carros competidores y por el público, había más de un estratega hablando fuerte, los Pits se movían de un lado a otro preparando su primer cambio. Pero él no podía separar sus ojos de Jungkook.

Estaba mordiendo sus uñas, su dedo pulgar ya estaba algo irritado por la saliva y el choque de sus dientes contra su piel. Jungkook iba a molestarse cuando se diera cuenta de su maña. Taehyung quería tenerlo ya a su lado escuchando sus regaños, no le importaba el olor a sudor, combustible o metal, sólo quería tener a su alfa lejos de la pista de carreras y terminar acurrucados en la cama de su hotel. Realmente necesitaba estar entre los brazos de su pareja.

Cuando la quinta vuelta comenzó y Taehyung vio al carro de Jungkook estar bien, una parte de él se calmó ante el constante terror que significaba cada carrera. Era lo único que odiaba de esa profesión, además de a Ji-eun. Sin embargo, ver a la omega ordenar y mediar cada movimiento con pasión le hacía darse cuenta de que sus emociones le estaban cegando. La chica era profesional y trabajaba en lo que amaba, no por alguien.

Cuando se había sentido un poco en calma la nube negra fue advirtiendo su aparición. El omega se fijó en el rostro de la chica que mostraba una pequeña mueca de confusión y disgusto, regresó su vista a la pista donde la carrera continuaba con cada carro dando su vuelta. Su alfa era uno de los últimos y no entendía porque había pasado de las mejores posiciones a las últimas, regresó su vista con Ji-eun en busca de alguna respuesta, pero la omega estaba hablando como siempre, cosas que él no entendía, aún así estaba seguro de que no eran buenas señales las muecas en su rostro.

Todo pasó tan rápido. Que Taehyung no supo ni siquiera cuándo o cómo había logrado reaccionar. En realidad no lo había hecho hasta que la misma omega fue quién le detuvo de caer contra el suelo de pavimento. Las voces eran lejanas pese a tenerlas a su costado, sólo estaba enfocado en el color resplandeciente que se abría caminó y ascendía hasta la oscuridad del cielo. Supo que estaba temblando porque la omega azabache le susurraba dulces palabras mientras le acariciaba la espalda, tal vez ella era la única que había notado su estado. Todos estaban más ocupados en ver la escena que se hayaba en la pista. Nuevamente, luego de algo de tiempo, Kim estaba agradecido de tener a la chica cerca de ellos.

"Todo estará bien, Tae"

En realidad eso lo sentía más como una mentira. ¿Cómo mierda iba a estar todo bien? Si había logrado ver con sus propios ojos todo el caos que se generó en menos de segundos. La gente se movía asustada, los chicos detrás de ellos estaban soltando exclamaciones de terror y miedo. ¿Cómo iba a estar bien en esa situación? Nada estaba bien ahora, en realidad todo estaba mal. Lo único que iba en orden era el reaccionar del servicio médico. Ahí supo que tenía que hacer algo.

Así que como todo un idiota corrió. Corrió lejos de Ji-eun y del equipo, corrió lejos de la zona de descanso y entró a la pista sólo para escuchar más gritos lejanos. Taehyung sólo sabía que tenía que moverse, pero era difícil por todo. Por las lágrimas en sus ojos que cegaban, por la casi nula respuesta de sus piernas, porque el oxígeno no entraba a su cuerpo o tal vez porque cada parte de él se estaba desmoronando al ver el fuego crecer y su pecho doler de miedo. Miedo porque la distancia parecía eterna y cada vez más lejana. Porque creía que no iba a llegar y cuando por fin lo hizo, un sujeto lo detuvo.

"¡Sueltame!" Gritó.  No estaba seguro de si había salido de sus labios. Aún tenía el zumbido en sus oídos y no escuchaba más que un sonido lejado, sabía que el alfa que le estaba deteniendo le decía algo, pero no lograba escucharlo. Su pelea continuó, empujó, manoteó y pateó al beta para que le dejase acercase a la zona donde se encontraba el fuego y los restos del carro. Podía ver el número 97 en un trozo de lo que había quedado. "¡Sueltame!"

Estaba seguro de que emitía algo. Pero nada llegaba a sus oídos.

Taehyung por fin escuchó su voz cuando un grito desgarró su garganta y su cuerpo se rindió ante todo. Dejó de pelear e incluso sintió que el beta le había tenido que sujetar para que no cayera de espaldas, el pobre chico le ayudó a colocarse de rodillas frente a su propio infierno. Segundos después de nuevo escuchó la voz de Ji-eun, no sabía qué decía, pero estaba a su lado acariciando su espalda y revisando su cuerpo.

El llanto por fin fue imposible de controlar, así como cada parte de su cuerpo y de su alma que se partía hasta hacerle querer morir.

"Por favor, Tae..." Suplicó la omega. "Tu bebé, piensa en tu bebé"

Sin embargo, Taehyung no podía pensar en nada más que en lo que ocurría. En que quería que todo eso fuera una pesadilla para poder despertar, deseaba volver al hotel e insistirle más a su alfa de quedarse a su lado en la cama. Deseó no haber peleado con él antes de la carrera e incluso suplico a la luna una segunda oportunidad para responder el último te amo de Jungkook.

Ahora sólo deseaba regresar a los brazos de su amado y no salir jamás de ese lugar. Porque siempre había vivido con ese temor y en esos instantes su mayor pesadilla se hacía realidad.

"Damas y caballeros" Dijo uno de los conductores. "Lo que estamos presenciando en uno de los mayores accidentes de la historia... El auto 97 del corredor Jeon Jungkook se estrelló contra los bordillos de la pista. Aún no tenemos noticias de lo que ha ocurrido con el corredor sólo sabemos que ha sido un accidente grave y que el esposo de Jeon casi se une a él al correr al accidente"

"Algo realmente lamentable dado las palabras de la estratega de Jeon. Al parecer su omega del corredor está embarazado"

Inspirado en el accidente de Romain GrosJean.

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