Iba demasiado tarde, el avión me dejaría, estaba segura y lo peor es que Mei, aquella loca amiga me daría el regaño del que me acordaría toda mi vida.

Corría como loca, hasta que llegue a mi sala, entregué el pasaje y la azafata me sonrió; me entregó el talón, me despreocupe al ver otro chico correr en la misma dirección donde me encontraba, la azafata sonrió y negó levemente mientras le sonreía.

Entré al avión, el que me llevaría con mi querida amiga Mei, quién se había tomado la molestia de invitarme las vacaciones en su actual ciudad, Corea del Sur; sin embargo, termine por aplicar a la universidad, donde ya había quedado.

Mentía si decía que no estaba emocionada, pues ese lugar era un enigma para mí y me llamada bastante la atención su historia.

Me senté a la ventanilla, donde al lado estaba una madre con su pequeño de 5 años, cuidando sus travesuras.

Jugué un rato con el pequeño, que parecía tener raíces coreanas, sus rasgos finos lo hacían demasiado mono, y su linda sonrisa me mató de ternura, su madre hablaba bien inglés y español básico, por lo que, con mi nivel de inglés, hablé con ella quién resultó una persona muy agradable.

Después de eso dormí, cuando Ni Ah me despertó estábamos en Corea. Le agradecí y una vez en la sala de espera, llamé a Mei.

—Mei, ya llegué a Corea, tengo miedo chinga'

—Espera ahí, ya vamos para allá

—¿Uh? Tú con quién

—Min Yoongi

—Aguanta —respondí alargando la a —. ¿Eran compañeros de trabajo no?

—Te cuento después —respondió mientras al fondo se escuchaban risas, supuse que de ella y el chico que había dicho

¿Qué tal, qué les parece? En estas breves palabras agradezco a todxs lxs personitxs que están tras este proyecto, porque sin ellos no estaría publicando esto, ¡lxs amo!
-Imagine