𝐗 rozagancia

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Pude reparar cómo en un acto reflejo impulsado por la ansiedad causada de la avidez, se acercó a mí con aquella mirada galana.

- Bésame - la escuché impetrarme, sus oos se asemejaban cómo los de un cervatillo, tan afables en la más pura candidez que en este caso sólo aparentaban.

No logré concebir su petición impúdica, la cual escapó de sus labios gráciles y perniciosos.

¡Concéntrate, hombre! No debía mirarla más con esos ojos.

Pude sentir el calor de sus palmas apoyadas contra mi pecho. Contuve mi respiración por ello.

Sus mohines bermejos, se acercaban con intenciones tácitas hacia los míos. Era alguna especie de atracción inadmisible, podía percibir la inclinación de éstos cómo un imán, eramos una circunstancia que no elegimos.

Vi sus intenciones, ella quería besarme.

¿Tanto cómo yo a ella? Ni idea.

Más aún no era el momento, no era propicio. Aún debían esperar, le di una sonrisa de media luna, en un gesto ladino cuándo tomé de sus muñecas con suavidad, retirándolas de mí mismo.

- Aún no, preciosa - le recordé, di un paso hacia atrás recobrando mi propio espacio, cuándo ella esbozo un puchero, un revoloteo manó en mi interior ¡era increíblemente atractiva! - No hagas eso.

La sentí vacilar.

- No quiero seguir esperando... - reparé su belfo, había un casi imperceptible temblor en él, suspiré llevando una mano a mi frente - ¿Cómo pretendes? verte cada día y tenerte aquí... - Por favor, cariño... es la misma sensación cuándo te veo.

No la podía censurar, no podía objetarle su afán ¿que, que pretendo? te quiero cómo para permitir que te aferres a mí.

Más te amo lo suficiente cómo para ser racional y saber que mereces algo mejor que ésto.

¿Aceptarías esperar?

Pose mi indice sobre sus mohines, me embelese con el rubor repentino en sus pómulos.

- No es apropiado - le volví a mencionar, ella sólo se cruzó de brazos.

Me reí un poco, no de la situación, sólo de su reacción denodada, no podía incurrir por mí, o nuestro anhelo, era inconcebible cómo mi mente le era ignorante al corazón cuándo la veía.

No quería mentirme, más. Aquello no era suficiente para sosegar mi inquietud, tan solo el roce cuándo la estrechaba entre mis brazos, o cuándo ella tomaba mis manos en propósito de caldearlas. Era como desfallecer en un afán involuntario, tenerla allí, y de cualquier manera no poder provocar nada con fiereza.

Necesito besarle, quiero saber que tan suave es la piel de su cuello con mis labios oscilando, que tan susceptible le era a mis ósculos en toda su faz, y la expresión que me regalaría al momento de por fin acariciarla. ¡Maldición! me he convertido en un cursi, me siento avergonzado.

La ayudé con sus tareas de casa, me causó un poco de gracia, ya que en su mayoría llevaba pendientes con la materia que yo le dictaba.

- Deberías tratar de colocar un poco más de empeño.

Ella bufó

- ¡Y tú deberías de no mandar tanta tarea! - me sacó la lengua, reí y desordene su cabello.

¡Era increíble lo bien que nos llevábamos! a pesar de nuestras claras diferencias, eramos cómo un complemento del uno al otro, era chistoso cómo se ofendía fácilmente por mis bromas, y el cómo ella tomaba su tregua tomándome del cabello con otra.

- ¿Tú crees que ellos...? - no terminó su pregunta, más la deduje con facilidad a lo que se refería.

Yo me encogí de hombros

- Eso depende de cómo fluyan las cosas - pude escuchar su risita, me hizo sonreír inconscientemente, amaba ese sonido.

Ya me había acostumbrado a ella. Simple y dicho.

El atardecer dio comienzo, su madre ya le llamaba al teléfono para que regresará, me desanimé un poco, el día a día era más horrible cuándo estás en la espera, ella me vio con un puchero, y le negué asegurandole que no pasaba nada. Depositó un beso en mi mejilla, y con ese simple gesto tuve que conformarme, y es que. Era lo correcto.

Una mirada consentida

Y sonrisa lánguida por mi parte.

Me despedí de ella en la puerta de mi apartamento, ella ingresó al suyo un poco más allá del pasillo.

Me volví hacia el interior del mío, me sentía en algún tipo de impotencia conmigo mismo, en diversas ocasiones le insistí con ahínco que encontrará a alguien más, tratando de que entendiera que en su ventaja era aún manceba y para su fortuna, con virtudes espléndidas. La cual su belleza no quedaría atrás. Con vida, y logros aún en sus narices.

Era muy ambivalente, casi contradictorio cómo una plaga en si mismo. ¡Se maldecía a él y a su rozagancia!

Odiaría verla con alguien más.

Detestaría no poder celebrar sus logros en conjunto.

Sobre todo, me destrozaría estar más separado de ella, cómo un abismo entre dos personas que en algún momento fueron conocidas, o más que eso.

Bien, ya estaba rozando por milímetros su mayoría de edad, más me empezaba a cuestionar.

¿En verdad era correcto?

Hay algo que en arte podía concebir, había una máxima expresión sobre el universo que siempre digo a mis estudiantes: Lo que está explícitamente prohibido, se garantiza que ocurra.

******

- Si madre... - replico la misma frase mientras lagareaba bocadillos de su refrigerador.

《Procura que sean de tu talla Annya ¡elige unos vestidos bonitos! El color salmón se parece tanto a ti... 》

- Y si... - ésta vez con más hastió, la mujer llevaba una media hora mencionando los colores de vestidos y formas que le favorecían, adoraba su atención, más cuándo se entusiasmaba, después de casi 30 minutos de lo mismo se empezaba a fastidiar.

《¡Y los cortes rectos sobre los hombros! lucirías preciosa mi niña》

Esbozo una sonrisa con nostalgia, extrañaba aquellas muestras de aire materno en su apartamento.

Annya carraspeó - Y... ¿si vendrás para mi cumpleaños? - cuestionó a su mayor, no pudo escrutar la sonrisa en su rostro.

《Aún estoy en eso, cariño... ¡igual prometo hacer de tu día el mejor!》

- Madre, por favor, sólo te pido que no le pidas a Jomei algo exuberante - pidió llevando una mano a su frente, bien conocía a la mujer- el año pasado no fue muy cómodo del todo que unos mariachis fueran a darme serenata en el instituto - esbozó una mueca recordando el suceso embarazoso, y las risas del resto de sus compañeros.

La blonda rió al otro lado de la pantalla

《¡Si es cierto! en verdad discúlpame por eso, no me acostumbró aún a la idea que ya eres una mujer. 》

Eso había sonado más cómo un recordatorio a si mismo, en si lleno de morriña, Annya le dio una sonrisa comprensiva.

- No te preocupes ma, ¿que harás este fin de semana? - rodeó el tema apropósito, no gustaba de sentirse apesadumbrada frente a su madre, no quería hacerle saber que en verdad le hacía falta su presencia ocurrente y jocunda, ella y Jomei eran su machón mas fuerte en la estructura de su estabilidad.

《Planeaba ir a compartir unas copas con mis colegas ¿y tú que harás querida? a parte de conseguir tu nuevo guardarropa》

- ¡Creo que iré a casa de Shinobu! Jomei no laborará este fin de semana, una de sus hermanas viene a quedarse con ella - la contraría jadeó en sorpresa - ¡La verdad también me sorprendió! sin embargo pienso que tal vez sea positivo para ella, después de todo, me confesó que llevaban bastante tiempo sin verse - se encogió de hombros - Suma también irá.

《 ¡Pórtense bien! pero no tantoAnnya le reprochó con un alarido mientras la mayor reía ¡Sólo bromeo! deberías ser agradecida ¿haz conocido algún padre que de esos consejos?

- Mm... ¿ninguno? - ¡Exacto! se escuchó de parte de su madre - Madre, iré asearme para ir con Jomei, te estaré escribiendo ¿sí?

《Ésta bien mi niña, ¡ayuda bastante a esa mujer terca! mencionale de mi parte que la adoro. 》

La blonda asintió, le lanzó un beso de despedida replicado por su progenitora, antes de colgarle. reparó la hora en el reloj de pared de la cocina, aún llevaba tiempo de sobra para alistarse.

Estaba ansiosa, ya que la siguiente semana tendrían la dichosa excursión que ha causado tanto revuelo en su promoción, los tutores yacían iguales, unos más que otros lo demostraban cada vez que le hacían énfasis, agradecía a ese último plan evaluativo de su corte, eran menos las actividades asignadas y más fáciles de realizar, era eso,o ella se había propuesto ser más aplicada.

Revisó su móvil, Shinobu y Suma estaban escribiendo por el grupo.

Shinobu

| Aún me siento culpable :'( no las quise tratar feo |

-

Suma

| Pues que bueno que te sientas culpable. |

-

Annya

|ha respondido el mensaje de Suma

x2|

-

Shinobu

| Sólo escribes para darle la razón a Suma ¿es una broma?|

-

Suma

| ¡Convoco pijamada en casa de Shinobu este fin de semana! los que estén de acuerdo digan que sí, y los qué no, pues, no están invitados igualmente. |

-

Annya

|CUENTA CONMIGO JODER

ya esperaba que lo dijeras|

-

Shinobu

| Yo no estoy de acuerdo. |

-

Suma

| Pues no estás invitada.

Llevaré chuches ❤👉👈|

-

Annya

| Y yo llevaré bebidas y mi hermosa presencia 👸|

-

Shinobu

| ¡Están planeando una pijamada en MI casa sin mi consentimiento! |

-

Bloqueó el móvil, riendo de la situación hilarante en sus amigas, si bien estaban tomándole el pelo a Kocho.

Sin alguna otra dilación, se dirigió al cuarto de baño para asearse, debía reunirse con Jomei en el local.

Mientras en el edificio de al lado, el rubio recibía con buenos ánimos a sus compañeros, después de su jornada del día, aquél viernes en esas horas vespertinas le prometían ser más de ayuda para su serenidad y pasar un buen rato.

- Hombre ¡es espléndido! - aduló Uzui detallando el interior del nuevo hogar del rubio, el cual rió - Le falta un poco de rozagancia, más ésta bien.

Kyojuro negó en desacuerdo- ¡No siento que haga falta nada! - ¿trajiste las cervezas? - le cuestionó, el más alto asintió alzando la bolsa con las dichosas cosas.

- ¡Con permiso! - se encontró con Sanemi y Genya en el sillón, ambos viendo un partido en la pantalla plana - Imaginó que el chico no tomará ¿cierto? - le musitó a Rengoku a su lado, éste se encogió de hombros sin saber que responder.


- Oye, Sanemi tu hermano...

- Él ya cumplió la mayoría de edad - se apresuró a explicar sin expresión alguna, Kyojuro y Tengen se vieron entre sí y se levantaron de hombros.

- ¿Y el resto de los chicos? - inquirió el platinado

- Oh, me dijeron que ya vendrían, después de todo viven algo lejos de acá - explicó

Kyojuro repartió las botellas entre los que estaban allí, el de mirada bermeja se echó a un lado de Sanemi con mucha llaneza, suscitandole un quejido al mencionado por su actitud indecorosa en un espacio ajeno.

Luego de un tiempo, Giyu y Obanai se reunieron también al apartamento del rubio, éste les inquirió por Gyomei y Tokito, más le explicaron que no podían presentarse.

Pasaron el rato entre bromas unos a otros, conversando banalidades y anecdotas fuera de contexto, de poco en poco el efecto del alcohol estaba más presente, evidente en las risas escandalosas. Entre aperitivos, los cuales estaban de adorno sobre la mesa.

- ¿Que opinan de las de úndecimo año? - se atrevió a cuestionar el platinado, los restantes bufaron, sabiondos de lo que éste iba a insinuar con tenue rubor en las mejillas por la bebida - ¡No sean mojigatos! Es sólo una pregunta... ¡algunas son bastante atractivas!

Hipó luego de terminar

- No lo puedo negar... - afirmó Sanemi en un ademán con la mano - aunque no sé si sea correcto involucrarse con las alumnas.

Kyojuro le vió sorprendido - ¡Supongo que no estaría bien! - se apresuró a añadir, el aludido le vió extrañado, igual que el resto a excepción de Tengen - Son muy jovenes.

Uzui emitió un quejido incrédulo

- ¡Sipingi ni istirii biin! - se mofó imitandolo - ¡Vamos hombre! Si están en su mayoría de edad no es asunto de nadie - Tomioka esbozó una mueca, avergonzado por el tema, mientras Obanai fingía distraerse con el entorno.

- Las del equipo de Volley, vaya que son... - Genya también copado por el alcohol, esbozo una forma en el aire con las manos, los contrarios repararon la forma que señalaba - no creo que sea necesario añadir algo más - éste recibió un zape de parte de su hermano, quien le frunció el seño.

- Deberías tener un poco más de respeto - sugirió el platinado a su menor, éste puso los ojos en blanco - Si son atractivas, basta con admirarlas sin agregar algo indecoroso.

Rengoku concordó con él, apremiandolo en un ademán con su botella en mano, Genya se encogió de hombros.

- ¡Debe ser toda una rozagancia! - profirió Tengén con elocuencia - Imaginen... la adrenalina, la ansiedad ¡la pasión! - dió un silbido, el resto río más el rubio fue el único en negar.

- No estoy de acuerdo - tensó sus mohines - ¡No es apropiado!

- Sin mencionar que siendo tan jovenes no creo que sientan la necesidad de formalizar una relación - añadió Obanai encogiendose de hombros - a nuestra edad no necesitamos rodeos, curiosamente es lo que muchas en sí buscan.

Tengen alzó una ceja - ¿insinuas que todas son unas libertinas? - rebatió, el oji-bicolor pareció vacilar

- No exactamente, sólo trato de explicar desde mi perspectiva, cuándo yo estuve en preparatoria ni en mi último deseo era entrar en alguna relación longeva - argumentó - y ahora en la actualidad es lo que más disfruto.

- Suenas cómo un anciano - se mofó el oji rojo, Sanemi y Kyojuro dejaron escapar una risa - ya veo porqué dicen que el matrimonio amarga a la gente.

El azabache frunció el ceño - Aún no me he casado - el platinado hizo un ademán con la mano para dejar el tema hasta allí.

- ¡Tienes un buen punto! Aunque si es depende de cada persona - le aduló el rubio - ¿que mejor persona para opinar? Veamos que nos puede decir Genya.

El menor Shinazugawa llevó una mano a su mentón.

- Hay muchas chicas lindas - admitió, más parecía abnegado al tema - aunque en su mayoría parecen más interesadas en ustedes - aquello lo finalizó en un farfullo, podía ser claramente molesto, y más por su parte quien comparaban a diario con su hermano quien era tutor.

- Yo las he oído, son un poco molestas - mencionó Giyu, tan silente e idóneo cómo de costumbre, Rengoku le vió con atención - no hacen más que fantasear.

- Mm, sí, es un poco molesto - se cruzó de brazo Sanemi, participando en la conversación, Tengen apoyo su cabeza en el espaldar del mueble, parecía divertirse con el tema - las de úndecimo y duodecimo no hacen más que parlotear, son sin vergüenzas.

Kyojuro tensó sus mohines, sus desiciones fluctuaban entre un sí o no cuestionar aquello que oscilaba por su mente, humedeció sus labios tomando un impulso, sí le era sigiloso al tema, no sera tan expresivo, aquello era tan banal y común que podría haber pasado a cualquiera de ellos.

- ¿Ya han recibido alguna carta? - aquello captó la mirada extrañada del resto.

Carajo, tal vez se equivocó.

HOLA COSHINITOS HERMOSOOOSSS

Aquí con un nuevo capitulo, algo corto, lo sé :( pero me es inevitable dejarles un poco de suspenso.

¿captaron la pequeña parte del inicio? Creo que es muy, muy fácil de saber quienes son. En realidad, es más que obvio.

En fin, ¿les gustó? ¿Que les pareció el capitulo?

Espero les haya gustado, todo por ustedes mis preciosos coshinitos ❤

¡Seguimos con las metas! Si que sí ^^ veanlo cómo una manera de mantenerme cuerda, es muy importante que me hagan saber su opinión, la tomo comp una especie de apoyo ❤✨

¡Nos vemos en el siguiente capitulo!

🔥META DE ESTE CAPITULO: 5 VOTOS🔥❤👈🏻

《Este capitulo ya fue corregido✅》

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