•CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO•

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

"El apremio"

"Soñar no cuesta nada" dice el refrán, pero a mi me costó un revolcón en el frío piso. Porque si no fuera por mi ligero sueño, ya que acostumbro a estar a la expectativa de cualquier emergencia, hubiera perdido mi invicto ante este pequeño bribón. Ya que entre sueños percibí una suave brisa cálida sobre mis oídos y algún que otro movimiento que alteró -brevemente- mis sentidos, despertando al sentir una humedad fría y al final, un profundo tanteo.

—¡No puedes hacer semejante espamento jefecito! —dice mi rubia debilidad con una pícara sonrisa, mientras muerde sugestivo su dedo índice, acostado boca abajo y con una diminuta línea de encaje entre la unión de los cachetes de sus nalgas.

Y en partes iguales me sobo mi trasero mientras lo hago también con mi hombro.

—¿No puedo creer qué tengas semejante descaro? ¿Qué va a decir tu padre al otro lado del pasillo? —cuestiono.

&¿Te contesto? —me dicta colocándose a gatas mientras se arrima —"Bien por ti pequeño, tú también rompe su orgullo" me diría.

—Eso no lo dudo respondo entre sonidos risueños de ambos lados al imaginarnos a su padre muy resuelto en el desayuno.

—Tenemos un largo rato hasta que nos vengan a destrozar la puerta para desayunar, o que Caracha se despierte en su defecto... —dice mi pequeño seductor ronroneando cual gatito necesitado de amor.

Y mientras observo como su perro entre dormido y despierto parece acusarme de ser el promotor de los afectos de su dueño, percibo la resbalosa lengua de mi amor pincelar los costados de mi cuerpo.Y en automático, esfumo cualquier dolor para abocarme a las sensaciones que percibo, disfrutando al máximo de la combinación de ese órgano goloso que me reclama y las cálidas manos de su dueño.

—Mmm... pequeño goloso... —emito mientras doy comienzo a furtivas caricias a su torso que se menea como como una maldita deidad del sexo.

Él, cambia repentinamente de frente, forzando a subir y sentarme sobre el respaldo del somier con mis extremidades abiertas; como una bandeja en ofrenda mientras mis dedos se deleitan apretando sus pezones rosados y provocando su tensión.

—Muy bien jefecito... espero que unas pocas horas de sueño le sirvan de reparo, porque quiero devorarlo y montarlo hasta que el sol asome por el horizonte.

Dictamina mi deidad mientras con sus pequeñas manos recorre ardoroso cada fibra muscular de mis piernas, provocando escalofríos en todo mi ser y endureciendo hasta mis pensamientos.

—Te amo mi caliente debilidad, pero necesito ese lloroso que tienes entre los pliegues de tu tela metido en lo profundo de mi cavidad mientras jalas mi cabeza —afirmo mientras enredo mis dedos en su desordenada cabellera mirándose sexi como un maldito actor porno de primera —Ven aquí y rellena mi boquita...

Mi rubio, jadeante y sonrojado se queda obnubilado mientras observa mi accionar. Y cambiando roles de mando, coloca sus manos sobre mis renegridos cabellos a tientas de perder el control y forzarme a comerlo de un solo bocado en todo su esplendor.

Sonrío mientras recorro con mi laboriosa lengua su palpitante falo, al verlo aguantarse las ganas, percibiendo la fuerte tensión de sus muslos.

Entonces decido forjar dicho control llevando al límite su deseo mientras hundo profundo su falo en mi garganta y ahogo una arcada, para luego tomar su mano y realizar presión sobre mi cabeza.

—P-por... f-favor... no puedes ser así... —murmura entre jadeos mientras sus temblorosas rodillas se balancean al compás de su cadera que se inclina hacia adelante como acto reflejo ante semejante gozo.

Repito varias veces mi acto dejando brillantes hilos de saliva sobre su cabeza, que laborioso recojo con mi lengua, mientras endulza mis oídos con sus calientes jadeos.

Despierto entre sueños ante un húmedo y demasiado extenso beso de la boca de mi pequeño... —Mmm... carajos amor... que caliente esta tu lengua —emito entre dormido mientras rebusco su cuerpo en vano frente mío.

Y ante tal acontecimiento, esfuerzo la apertura de mis ojos encontrándome de frente con Caracha y su babosa lengua —¡Maldición perrito! —me incorporo de un jalón secando mi baboso rostro con la parte de la sabana más rescatable luego de semejante redada de pasión al albor de la mañana.

Y luego del pseudo aseo superficial y mientras acaricio la cabeza del fiel amigo de mi rubia debilidad, rememoro imágenes que se me vienen como flash a mi memoria. Un ardoroso cuerpo enloquecido que hizo rechinar la cama sin parar gritándome "Más adentro..."

"Endemoniado rubio poseso, quería provocar tu límite, no dejarte al límite y sin parar" Medito para mis adentros mientras reajusto mi visión para encontrar mis prendas que volaron con el primer asalto de este atraco pasional.

Y cansado de no encontrar mi bendito calzoncillo por ningún lado, me recuesto dejando escapar un suspiro derrotado cuando algo capta mi atención. Una prenda negra con forma de mía, colgada de la paleta del maldito ventilador de techo.

—¡No me jodas..! —no puedo dejar de reír al recordar que voló (y literal) al verlo aposentado sobre la paleta.

Luego de la tremenda hazaña y sucesión, de bajar el calzón para que el bendito perro lo manotee como una ráfaga veloz sobre que toco la cama, pude terminar con mi arrope.

Aunque debería darme un baño porque ciertos olores se secaron contra mi piel y se perciben como una máscara regenerativa entre la saliva de Caracha y los fluidos de mi amor.

Doy un paso abriendo despacio el acceso de la habitación, sobre que me atropella Caracha y me desparramo llamando la atención de un par de gatos que me observan como preguntándose quién soy y más adelante, el padre de mi amado que  esbozando la mejor de sus sonrisas afirma: —¡Ahhh hijo de tigre mi pequeño! Te dejo sin piernas el nene, parece... Digo porque te andas cayendo como tu viejo suegro.

Y no puedo disimular los mil colores que me inundan en cuanto -velozmente- procedo a levantarme mientras el desgraciado del perro me olfatea...

—Me parece que alguien necesita un baño urgente, apa ¿no crees? —dice mi risueño y malintencionado novio mientras me extiende una toalla compartiendo risas con su padre. Y ni me quiero imaginar de que se trató la charla antes de que me despierte.

—¿No quieres que te refriegue jefe doctor? —susurra provocando mi calor ante la vergüenza de exponerme frente a su padre.

Peor le arranco la toalla de sus manos mientras le indico un "basta" por lo bajo, pero al darme la vuelta puedo notar las risas de ambos y creo que hasta un choque de manos entre ellos.

Aseado y respetable me encuentro comiendo un desayuno americano que preparó mi querido suegro porque le gusta a su hijo y para que no extrañe tanto, según sus palabras.

—Esto está de lujo, apa —comenta con su boca rellena, el hacedor de mis jadeos.

Y no puedo quitar la maldita vista de sus esponjosos labios rellenos de migas imaginándome las acciones que realiza con mi pene entre los mismos.

—¡Jeon! —escucho mi llamado en un casi grito y saliendo de mi ensoñación sexual lo miró a mi suegro —. ¿Qué te estarás imaginando? Te recuerdo que es mi nene al que te saboreas. 

—No, no... bueno... sí, pero no —comento rápido ante las rosas de ambos, ya que padre e hijo se unen en complot para dejarme expuesto o en ridículo.

—Te llamaba para ver si querías más café —cuestiona su padre tratando de ser lo mas serio posible.

Y le digo que sí y agradezco con un asentimiento breve de cabeza. Pero cuando estoy por sorber escucho claro la perfecta y provocativa voz de mi pequeño, que me hace escupir por todos lados cuando afirma que prefiere "mi leche", aprovechando que su padre se fue por un momento lejos de la cocina.


























ESTE APA ES POLVORITA JUNTO A SU HIJO.🤣🤣🤣

LOS AMITO MUCHO❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro