Su celular no dejaba de sonar, se había esforzado en tratar de ignorarlo, pero ya con esta era la tercera llamada. Jimin no quería mover ni un solo dedo, pero al ver la insistencia de quien sea que lo esté llamando decidió finalmente abrir los ojos y estirarse para alcanzar el aparato y contestar.

ㅡJiminnie, iremos a cenar fuera, ¿vienes?

La voz de Seokjin sonaba bastante animada y a lo lejos podía escuchar a los demás hablando, Jimin los conocía tan bien que supo al instante que todos estaban reunidos frente a la puerta de su suite.

ㅡYo me quedo, no me siento del todo bien para salir, prefiero guardar energías para mañana hyung ㅡsu voz salió somnolienta, se fijó en el reloj de mesa dándose cuenta de que ya eran las nueve de la noche, había dormido un poco más de tres horas.

ㅡ¿Estás enfermo Jimin? ¿Te duele algo? ¿Tienes tus pastillas para el dolor muscular? Si quieres puedo...

ㅡHyung tranquilo, solo estoy agotado, disfruten de la cena, nos vemos mañana ㅡsin darle tiempo al mayor de contestar cortó la llamada.

Volvió a acostarse, pero esta vez se quedó ido observando el techo como si fuera lo más interesante del mundo, no sentía nada, el dolor, la tristeza, todo parecía haberse ido cuando se perdió en el espacio vacío de su mente.

Existir, respirar y vivir.

Cosas simples y a la vez complicadas, porque vaya que es difícil existir en un mundo tan categorizado, discriminatorio y más complejo que una pintura abstracta, es difícil respirar a diario cuando el dolor y la incertidumbre por un futuro incierto te consumen hasta dejarte sin aire los pulmones, y es difícil, demasiado difícil, vivir con un corazón roto y el sentimiento de soledad expandiéndose en tu alma. Pero no está de más intentarlo y pensar que mañana, posiblemente, será un día mejor. Al menos eso era lo que creía el joven rubio.

Lamentablemente las vueltas del destino muchas veces son demasiado lejanas a lo que deseamos.

El estrepitoso sonido del timbre le hizo soltar un suspiro, resignado volvió a levantarse y arrastrando los pies fue hasta la puerta, observó por la cámara quién era antes de abrir y se llevó una sorpresa al ver a su líder junto a su manager.

Buscó con desespero su celular en su bolsillo del pantalón y lo usó como un espejo para medio acomodarse el cabello, gruñó internamente al ver que sus ojos estaban algo hinchados e irritados, consecuencia de haberse quedado dormido mientras lloraba y para empeorarlo todo tampoco se quitó las lentillas, si Namjoon se daba cuenta de lo último le esperaba un buen sermón.

El timbre volvió a sonar, y luego otra vez y otra vez más, frustrado por el molesto ruido decidió abrir la puerta de una buena vez.

ㅡHol...

ㅡNo es momento de saludos Jiminnie, entremos, hay un asunto que debemos hablar con urgencia ㅡSejin entró con rápidez en la recámara seguido por Namjoon, Jimin los veía con notable confusión, los semblantes que traían ambos no significaban algo bueno.

ㅡ¿Has entrado a Twitter? ㅡla pregunta hecha por su manager, sin duda, lo tomó desprevenido.

ㅡNo hyung, ¿por qué? ㅡtrató de parecer indiferente, pero la verdad es que temía la respuesta, no quería ver que otra vez era tendencia por ser víctima de comentarios maliciosos ya sea por su aspecto, su "mal" desempeño, o su cercanía con los miembros, es decir, en pocas palabras, por simplemente ser quién es.

Su autoestima es algo en lo que aún está trabajando y aunque deseara no afectarse por tales críticas, se le es imposible, porque un Idol también es humano, también siente y también se quiebra por dentro.

ㅡEres tendencia ㅡlas dos palabras que más aborrecíaㅡ. Otra vez es sobre la cercanía que mantienes con Jeon y la supuesta "discordia" entre Taehyung y tú por obtener el amor de Jungkook, y...

Jimin solo rodó los ojos, esto era lo último que necesitaba para cerrar con broche de oro uno que sin duda sería conmemorado como el peor y más desastroso día en toda su jodida existencia.

ㅡHyung, últimamente Jungkook y yo no hemos estado tan demostrativos de cariño frente a las cámaras, usted sabe que estás cosas siempre resurgen de repente, esto no es algo nuevo y la verdad ya estoy cansado de lo mismo.

ㅡJimin-ah, sabes que a nosotros no nos molesta que sean cariñosos entre ustedes, el problema está en que las cosas a veces se salen de control, hay mucha gente loca en el mundo y la situación de ahora nos preocupa porque... ㅡal manager aún le costaba procesar lo que estaba ocurriendo y por ello miró suplicante a Namjoon para que le ayudara a continuar.

ㅡHay amenazas de por medio Minnie ㅡhabló el líder captando ahora la absoluta atención del menor, Namjoon mantenía un semblante preocupado por todo esto, temía que alguien pudiera dañar a su querido amigo, Jimin era alguien muy especial para él y sabía que para todos los demás era igual, sin uno de ellos bangtan jamás sería lo mismo.

Jimin no tuvo reacción ante lo dicho por unos cuantos segundos, hasta que finalmente soltó escándalosas risas que dejaron perplejos y confundidos tanto a Sejin como a Namjoon.

ㅡAy hyungs... ㅡde tanto reír se le dificultaba hablar con normalidadㅡ. ¿Es por eso que traen caras de funeral? ¿Es en serio? ㅡpreguntó entre divertido e incrédulo.

ㅡJimin, esto no es ningún juego, hay personas que aseguran que te harán daño durante la presentación de mañana y lo mejor sería aumentar la seguridad y...

ㅡNo es la primera vez que las hay, no sé porqué están armando tanto alboroto ㅡrespondió, su semblante había pasado a uno totalmente serioㅡ. ¿Hay algo más que deba saber?

ㅡSon cuentas de sasaengs, sabes que estas personas siempre logran escabullirse en dónde sea y la verdad nos preocupa, además esto también puede afectar a Jungkook y al resto, ¿lo sabes, verdad?

Namjoon sabía que si se trataba de Jeon o de cualquier otro miembro, Jimin no se negaría a nada, es más, el mismo rubio los obligaría a que la seguridad fuese mucho más estricta.

ㅡEstá bien, aumenten la seguridad, que los guardias revisen bien los bolsos, chaquetas, todo si es posible, no quiero exponer a los demás por algo que es culpa mía. Y hyungs, prefiero que esto no se le informe a los chicos para no alarmarlos, les podríamos inventar algo para justificar el aumento de guardaespaldas y lo demás.

Y ahí estaba, el Jimin que se preocupaba por todos menos por el mismo, a Namjoon le frustraba que fuera así, pero al menos logró su objetivo y es que realmente no estaría tranquilo hasta saber que tanto Jimin como los otros chicos estaban seguros.

ㅡLo haremos Jiminnie, no debes preocuparte, ya me encargaré yo de pensar en qué decirle a los demás si llegan a darse cuenta de los cambios. Y esto no es culpa tuya, que eso quede claro, solo hay personas demasiado desquiciadas y obsesivas allá afuera ㅡSejin suspiró y le dio unas palmaditas en la espalda al menor en muestra de apoyoㅡ. Bueno, eso era todo. Namjoon, tú vienes conmigo, debemos aclarar algunos detalles sobre la presentación de mañana ㅡdijo para luego despedirse de Jimin y salir de la habitación con Kim tras él.

Jimin cerró la puerta y luego apoyó su frente en esta, se sentía abrumado, estresado, rendido ante todo, justamente esto es lo que temía, esa era la razón por la que debía mantener oculta su relación con Jungkook, su mayor miedo es que le hicieran daño a su castaño con ojitos de bambi, eso no se lo perdonaría jamás.

El rubio ya sabía de las amenazas, claro que lo hacía, si siempre se mantenía revisando las redes sociales, casi todos los insultos y críticas iban dirigidas a él, y eso estaba bien, no le importaba llevarse toda la mierda en este embrollo, su preocupación era Jeon, no quería que el menor se viera afectado, además de que Taehyung, su mejor amigo, ese chico tan alegre y único que parecía ser un regalo de las estrellas, también estaba envuelto en esto.

Jimin los protegería, Jimin sería fuerte, Jimin no permitiría jamás que se hundieran, no a ellos, no a sus chicos... Namjoon, Seokjin, Yoongi, Hoseok, Taehyung y Jungkook, ellos no sufrirían de nuevo mientras el siguiera respirando. Porque él ya sabía lo que es estar en lo profundo del oceáno, lo asfixiante y tortuoso que es no poder salir porque cada vez hay más palabras que en vez de ayudarte a llegar a la superficie, te hunden más rápido, al punto de llegar a tocar fondo y solo lograr salir cuando una parte de tu alma ya está muerta, rota y dañada, y solo te queda aprender a vivir con ello.

Jimin ya había visto llorar a Namjoon de enojo y frustración cuando en aquellos programas de variedades en los que estaban obligados a asistir para darse a conocer los humillaban alegando que era simple "humor", Jimin ya había visto llorar a Seokjin cuando cometía algún error en las coreografías y empezaba a recordar los comentarios que decían que no servía para bailar y debía abandonar la banda, Jimin ya había visto llorar a Yoongi en medio de un ataque de ansiedad causado por la incertidumbre de un futuro incierto en donde no sabían si llegarían a cumplir aunque sea uno de sus tantos sueños, Jimin ya había visto llorar a Hoseok cuando en un arrebato de desesperación por sentir que no estaba ayudando a avanzar a la banda al "no cumplir" con los "estándares de belleza" casi deja el grupo, Jimin ya había visto llorar a Taehyung porque se sentía mal al ser señalado como "raro" y pensaba que debía cambiar su personalidad para poder ser aceptado, Jimin ya había visto llorar a Jungkook cuando este extrañaba su hogar, a sus padres, cuando se sentía fuera de lugar dentro de la banda, cuando le costaba expresarse frente a las cámaras y también aquella vez, cuando entre muchas lágrimas e hipidos le confesó que lo amaba y que por favor no se alejara de él.

Él los había visto, él los había escuchado, él les había dado consuelo y él les ayudó a sanar, porque Jimin ya se había visto a sí mismo llorando mientras estaba tirado en el suelo totalmente empapado en sudor, con cada uno de sus huesos doliendo y sangre saliendo de su nariz, el gran espejo de la sala de ensayos le dio esa lamentable imagen cuando se había excedido con las horas de práctica y todo por desear desaparecer la "gordura" que según muchos tenía, todo para encajar en los estándares de porquería, esa fue la primera vez que tocó fondo y se juró que nadie que fuera cercano a él pasaría por eso, no si él podía impedirlo.

Conteniendo las lágrimas que estaba por derramar, respiró hondo tratando de mantenerse tranquilo para luego tomar su celular y empezar a buscar en su lista de contactos a alguien en especial... era hora de hacer unas cuantas llamadas.

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