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Embry estaciona la camioneta de Bella frente a una casa en el bosque que lucía bastante hogareña, el joven conductor y Jared se bajan del vehículo al mismo tiempo con una sonrisa en sus rostros.

—Regresemos para ver si Jacob está bien —pide Bella al bajar la ventana del asiento de copiloto.

Mackenzie se mantiene sentada a un lado de ella, mirando con atención hacia la desconocida casa que se veía tranquila.

—Ojalá Paul le haya hincado los colmillos, se lo merece —asegura Jared hacia Embry que comenzó a negar con una sonrisa en su rostro.

—Ni lo sueñes —responde Embry orgulloso—. Jacob es un superdotado, ¿viste como se transformó? Te apuesto cinco a que Paul no lo toca.

Mackenzie termina por bajarse de la camioneta junto a Bella y se acerca a Embry.

—Yo te apuesto diez a que Paul no toca a Jacob —responde Mack con seguridad.

Ambos chicos miran hacia la joven que se cruzó de brazos y asintió con decisión.

—Pueden venir, chicas —habla Embry hacia ambas castañas que se mantuvieron calladas—. No mordemos.

—Habla por ti —responde Jared al analizar el cuerpo de Mackenzie.

La chica levanta una ceja incrédula y ve como el chico entró a la casa de donde salía un delicioso aroma a panecillos recién hechos.

—Respecto a Emily, la prometida de Sam, no la miren —les pide Embry a las chicas que quedaron a la par y enfrente de él—. Le molesta a Sam.

—¿Por qué habríamos de hacerlo? —pregunta Mackenzie hacia su hermana mayor en un susurro.

Bella levanta los hombros sin saber la respuesta a esa cuestión, pero terminan por entrar a la casa en silencio, se encuentran con Jared y Embry sentados frente a una mesa devorando unos panecillos mientras una mujer les daba la espalda.

—¿Tienen hambre, chicos? —pregunta la pelinegra con diversión sin dejar de arreglar un plato más con panecillos—. Como si tuviera que preguntar.

La mujer termina por darse la vuelta y mira hacia la entrada de la casa en donde se encontraban las hermanas Swan en silencio, estas le dieron una media sonrisa a manera de saludo.

Mackenzie sonríe al ver a la pelinegra, ignorando el hecho de que tiene una visible cicatriz en su rostro, pero eso no quita su belleza ni mucho menos la sonrisa amable que tenía en sus labios.

—¿Quiénes son? —pregunta Emily hacia los dos chicos que se encontraban bastante ocupados comiendo.

—Las chicas Swan —explica Jared con la boca llena—. Mackenzie y Bella.

—Ah, ¿Bella no era la chica del vampiro? —pregunta Emily con curiosidad.

La mencionada se muerde el labio inferior ante esa pregunta, pero decide responder.

—No exactamente —responde Bella—. Creo que ahora soy la chica lobo..., al igual que tú.

La castaña le da una media sonrisa a Emily que no dudó en devolverle.

—Eso creo —responde Emily, divertida—. Estoy comprometida con uno.

La mujer deja sobre la mesa del comedor otro plato lleno de panecillos recién sacados del horno.

—Ahora, ¿tu hermana es la chica del vampiro? —pregunta Emily con curiosidad—. Eso me pareció escuchar hace poco.

Genial, ahora todos saben de esa estúpida mentira creada por la atolondrada de mi hermana. Se lamenta Mackenzie mentalmente.

La chica regresa su mirada hacia Bella mirándola indignada, ya que gracias a ella creían que tenía alguna relación con los Cullen.

—Sí, algo así —responde Bella, divertida.

Mackenzie la mira confundida y niega ligeramente ante esas palabras.

—¿Por qué les también les mientes? —le pregunta en un susurro la castaña—. Ni conozco a tus amigos esos.

—Tal vez lo supieron por Laurent —le susurra Bella en respuesta al regresar a verla—. De seguro lo saben.

—Pero es mentira —recuerda Mackenzie por lo bajo intentando no entrar en pánico.

Bella levanta los hombros ligeramente y termina por entrar a la casa, dejando a Mackenzie en la entrada con una expresión indignada.

Jared intenta tomar otro panecillo del plato, pero Emily lo detiene con velocidad tomándolo de la muñeca.

—Oye, deja algo para tus hermanos —le pide la pelinegra—.Y las damas primero, ¿un panecillo?

La mujer suelta la mano de Jared y fija su mirada en las hermanas Swan.

—Gracias —responde Mackenzie con una sonrisa y olvida la molestia hacia Bella.

La menor de las mellizas camina hacia la mesa del comedor y toma un panecillo con cuidado para darle una mordida, Mackenzie cierra los ojos al sentir el delicioso sabor en su paladar.

—Te quedaron deliciosos —asegura Mack entusiasmada.

Emily sonríe agradecida y conmovida por el comentario de la chica, Bella toma un panecillo antes de acercarse a su hermana que se había quedado de pie frente a las escaleras de la casa.

—Tenía que ser Jacob el que quebrantara la orden de silencio —comenta Emily tras quedarse callada por varios segundos.

—Mm, él no nos dijo nada —confiesa Bella mientras comía el panecillo de sus manos con calma.

—Típico de lobos —habla Embry con un panecillo en su mano izquierda—. Las órdenes del alfa se obedecen, quieras o no y, ¿saben algo?, podemos escuchar los pensamientos de los demás.

—¿Quieres cerrar la boca? —le pregunta Jared de repente luciendo preocupado—. Es uno de nuestros secretos, demonios. Las dos han corrido con vampiros.

¿Por qué siempre me involucran con esa familia si ni los topo?, se pregunta Mackenzie una vez más en su mente. Mataré a Bella después de esto.

—Yo no lo he hecho porque ni conozco a los tan famosos Cullen, así que no me sumes en esa oración —responde Mackenzie agotada y teniendo la boca llena—. Además, hasta donde yo sé, no puedes correr con los vampiros.

La manera en que las mejillas de la chica estaban un poco infladas por el pedazo de panecillo que tenía en su boca hizo reír a los dos chicos junto a Emily.

—Son rápidos —asegura Mack con algo de dificultad, e intenta pasar el bocado con un sonrojo en sus mejillas—. Perdón.

—¿En serio? —pregunta Jared con burla—. Somos mucho más rápidos que ellos.

—Pues, no eres el primer ser sobrenatural con el que me topo —asegura Mackenzie con una mejor pronunciación, ya que no tenía nada en la boca—. El primero fui yo misma molesta.

—Eso lo confirmo —responde Bella con una sonrisa en su rostro.

Todos no evitan reírse ante ese comentario, pero las mejillas de Mackenzie se sonrojaron un poco más, sin darse cuenta de que Embry la miraba con atención.

—Jake tiene razón —habla Sam al entrar a la casa—. Te adaptas a lo extraño.

El hombre se acerca a su prometida y la toma de la cintura con posesividad para pegarla a su cuerpo antes de que la besara con una sonrisa en su rostro, siendo correspondido por Emily.

Bella aleja la mirada algo avergonzada, mientras que Mackenzie sonrió encantada por la química que compartía la pareja.

Sam comienza a dejar pequeños besos en el rostro de Emily que la hicieron reír, pero que hicieron que Mackenzie se muriera de ternura.

—El hielo para tus nudillos —dice Embry de repente tras mirar la mano de Mack.

El chico se levanta de su lugar y camina hacia el refrigerador de la casa con un objetivo en mente.

—¿Quién necesita hielo? —pregunta Emily confundida al fijar su mirada en el joven.

—Mackenzie —explica Jared con una sonrisa en su rostro—. Le dio un puñetazo a Paul.

—Tienes agallas, chica —asegura Emily al fijar su mirada en la castaña que sonrió avergonzada—. Me agradas.

Embry toma una bolsa de hielo y se acerca a Mackenzie para tomar su mano lastimada, pone dicho objeto en los nudillos de la chica con delicadeza, pero no evitó que esta soltara una pequeña maldición al sentir el frío tocar su piel.

—Gracias, Embry —susurra Mackenzie con una media sonrisa.

El chico asiente y regresa a la mesa para seguir comiendo su panecillo, intentando controlar los acelerados latidos de su corazón.

A la casa entran Paul y Jacob empujándose con diversión, el primero se sienta junto a Embry antes de que regresara su mirada hacia las hermanas Swan.

—Lo siento —se disculpa Paul con sinceridad.

—Nosotras igual sentimos los golpes que te dimos —responde Mackenzie con una media sonrisa.

—No se comparan con los que yo les di —asegura Jacob desde la puerta de la cabaña.

Mackenzie sonríe encantada por esa información y, aun teniendo el panecillo que le invitó Emily, se acerca a Embry y a Jared. Deja la bolsa de hielo sobre la mesa y extiende su mano hacia ambos chicos.

—Mi dinero —ordena la castaña con una sonrisa triunfante en su rostro.

Ambos hacen una pequeña mueca con sus labios, pero terminan por sacar de los bolsillos de sus shorts diez dólares que le entregaron a Mackenzie.

—Gracias —responde esta orgullosa y divertida.

La chica guarda el dinero en su pantalón con una sonrisa en su rostro.

Bella fija su mirada en Jacob, que la miró fijamente por unos cuantos segundos antes de que inclinara su cabeza hacia un costado.

—Muchas gracias por el panecillo, Emily, están deliciosos —habla Mackenzie hacia la pelinegra después de ver como su melliza y Jacob salieron de la casa—. Fue un placer hacer una apuesta con ustedes, chicos, nos vemos.

La castaña termina por despedirse antes de salir de la casa, ignorando el hecho de que hizo reír a todas las personas que se encontraban dentro de la cabaña.

—Me agrada Mackenzie —confiesa Jared mientras veía como la mencionada seguía a Bella y a Jacob.

—Ni lo sueñes, Jared —advierte Embry antes de empujar al chico con diversión—. Yo la vi primero.

—No creo que alguno de los dos este con ella —comenta Emily sin alejarse de los brazos de Sam—. Recuerden que Bella dijo que ahora Mack es la chica del vampiro.

—Pero Mackenzie no confirmó nada, ¿o sí? —pregunta Paul confundido teniendo la boca llena

—Dijo que no conoce a los Cullen, eso es una buena señal —responde Jared con diversión—. Hay oportunidad

—Y aunque fuera la chica del vampiro, eso no impedirá que esté cerca de ella —asegura Embry con una sonrisa y sigue comiendo su panecillo.

Sam niega ligeramente mientras que Emily sonrió divertida, Jared y Paul pusieron los ojos en blanco por ese comentario, pero siguieron comiendo.

Creo que Mackenzie y Edward se van a conocer dentro de dos capítulos así que espérenlos.

Los quiero❤️

🌷𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀🌷

Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.