๑ೋ ❝O41 | 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐❞

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

» ──── •◦ ◦• ──── «

» ──── •◦ ◦• ──── «

Mackenzie recibió un regaño por parte de Alice y Rosalie junto con Bella que se mantuvo en casa de Billy, la castaña menor de las dos mellizas pudo librarse de ellas después de darles varias explicaciones y prometerles que no volvería a lastimarse de esa manera.

—Tengo que ir a verlo, mi amor —susurra Mackenzie tras alejarse de los labios de Edward, que se mantuvo tomándola de la cintura.

—¿No puedes ir mañana? —pregunta el vampiro con un mohín en sus labios.

—Le prometí ir a verlo hoy, Batman —recuerda la chica con diversión antes de dejar un pequeño beso en los labios de su prometido—. Prometo que no me voy a tardar.

—Ya que —se resigna Edward sin dejar de hacer un puchero que solo su pareja podía ver.

—Tienes que convencer a Alice para que no diga algo sobre nuestro compromiso —recuerda la castaña a su chico que no tardó en asentir.

—Cierto, ¿Bella se dio cuenta? —pregunta el vampiro.

—No, le prestó más atención a mi herida que al anillo de compromiso —confiesa Mackenzie con un poco de diversión—. Además, ella estaba intentando tranquilizar a Jacob.

Edward asiente lentamente y mira con adoración a Mackenzie que le dio una ligera sonrisa, ella se pone de puntas para cerrar los ojos y rozar su nariz con la de su pareja que no pudo evitar sonreír tontamente.

—Sabes que tendremos que decirle a tu familia y a mis padres —asegura la castaña en un susurro—. Puede ser alguno de estos.

—Nos podremos de acuerdo, vida mía —responde Edward con los ojos cerrados—. Así podré pedirle a tus padres tu mano formalmente.

Mackenzie asiente y recibe gustosa el beso que dejó el castaño en sus labios.

—¿Qué pasa si mi papá no nos da su consentimiento para casarnos? —pregunta la chica con burla.

—Mm, te secuestraría y nos casaríamos en secreto —no duda en responder el lector de mentes con una sonrisa en su rostro—. Aunque creo que Alice me mataría antes de poder hacerlo.

Ambos se ríen sabiendo que la vampiresa de corte pixie era capaz de hacer eso y más.

—No sería un secuestro si yo estoy de acuerdo en fugarme contigo como viles criminales —asegura Mackenzie.

Edward sonríe encantado por las palabras de su prometida y se inclina para dejar varios besos en sus labios que la hicieron sonreír tontamente.

—Te amo —susurra Mack al enredar sus brazos en el cuello de su pareja.

—Dilo otra vez —pide Edward por lo bajo al cerrar sus ojos sin dejar de sonreír y dejar sus manos en la cintura de su prometida.

—Te amo, Edward Cullen —repite Mackenzie una vez más con una sonrisa divertida—. ¿O prefieres que te diga Eduardo? ¿Batman?

Los dos se ríen en complicidad y vuelven a besarse una vez más, estando perdidos en su propio mundo.

—Tú puedes decirme como quieras, vida mía —susurra el vampiro sin perder su sonrisa.

—¿En serio? —pregunta Mackenzie con diversión—. ¿Mi vampiro depresivo? ¿Mi vampiro intenso? ¿Murciélago? ¿Colmillos? Tengo muchos más.

Edward niega ligeramente y besa con necesidad a su chica que no pudo evitar soltar un corto suspiro.

—Te amo tanto, Mackenzie —confiesa Edward en un susurro antes de abrazarla—. No sé qué sería de mi vida sin ti, preciosa.

—Tu vida sería demasiado aburrida, Batman —asegura Mack con diversión—. Y probablemente siguieras con mi hermana.

El chico niega rápidamente y esconde su rostro en el cuello de su prometida que no pudo evitar reírse.

—No, yo solo te quiero a ti —susurra él.

Batman, ya tengo que irme —recuerda Mackenzie al intentar alejarse de él, pero termina por acariciar el cabello y la espalda de Edward.

—No, no quiero que te vayas —responde el castaño y se aferra todavía más al cuerpo de su chica.

Mackenzie se ríe divertida por el comportamiento tan infantil de Edward, pero eso hace que su corazón se derritiera por la ternura. Él se comportaba de esa manera únicamente cuando estaba con ella.

Mi amor, prometo no tardar, pero tengo que ver a Embry —asegura Mackenzie.

Edward deja un húmedo beso en el cuello de Mack antes de alejarse de ella para mirarla fijamente.

—Está bien, cualquier cosa, me llamas —pide él después de acariciar la mejilla de su chica.

—Prometo que tu auto va a estar bien —asegura Mackenzie al asentir y dejar un corto beso en los labios de su pareja—. Regresará sano y salvo.

Ella se aleja de él y abre la puerta del vehículo.

—No me preocupa mi auto, preciosa —confiesa Edward con una sonrisa en su rostro—. Que te vaya bien, vida mía.

Este se acerca a Mackenzie para dejar un corto beso en sus labios que la hizo sonreír.

—Sé lo que intentas y no va a funcionar —asegura ella en un susurro—. Nos vemos más tarde.

Edward pone los ojos en blanco con una sonrisa en su rostro y cierra la puerta del auto para ver como Mackenzie tomó camino hacia la reservación.

Al momento en que ella llega a la casa de Billy, se da cuenta de que todos los miembros de la manada se encontraba afuera junto con Emily, Bella y el mismo dueño de la casa.

Mackenzie se baja del auto de su prometido con velocidad y se acerca a los chicos, luciendo genuinamente preocupada.

—¿Él está...? —las palabras de la chica se vieron interrumpidas al momento en que se escucharon los gritos de agonía de Embry.

—Ha sido así por un rato —explica Quil al fijar su mirada en la castaña.

—Le están rompiendo los huesos —susurra Jacob al bajar la mirada.

Bella no duda en acercarse a él para tomar una de sus manos, demostrándole su apoyo de esa manera.

—¿Por qué tuvo que meterse? —pregunta Leah molesta caminando de un lado a otro—. Yo lo hubiera deshecho.

—Vamos, ya basta, Leah —ordena Paul, cansado de escuchar esas palabras.

La mujer lo mira fulminante, pero termina por alejar la mirada con los brazos cruzados.

Mackenzie mira a Billy que se encontraba tomando una de las manos de Emily con fuerza para intentar tranquilizarla.

Seth se acerca a Mack para abrazarla con algunas lágrimas en sus ojos, ella no duda en corresponderle el abrazo sintiendo un nudo en su garganta y se obliga a contener sus propias lágrimas.

—Él va a estar bien —asegura Seth en un susurro—. Es muy fuerte.

Mackenzie suelta las primeras lágrimas e intenta creer en las palabras del menor, ambos se alejan al momento en que escucharon como abrieron la puerta de la casa y de donde iban saliendo Carlisle junto a Sam.

—Ya pasó lo peor, estará bien —asegura el vampiro con tranquilidad—. Le di morfina, pero su cuerpo la consumirá muy pronto, regresaré para darle más.

Todos logran soltar un suspiro de alivio al escuchar esas palabras, asienten ante lo último dicho, pero ven como Carlisle se acercó a Billy que le extendió su mano libre.

—Gracias —dice el moreno con sinceridad.

Carlisle le da una media sonrisa al hombre y los dos estrechan sus manos, el vampiro se aleja de Billy para fijar su mirada en Mackenzie y darle una media sonrisa.

—Está preguntando por ti —confiesa Carlisle consiguiendo que su nuera se mordiera el labio inferior nerviosa—. Les diré a todos que están bien, tómate tu tiempo.

—Gracias —susurra Mackenzie en respuesta.

Ella se aleja de Seth para caminar hacia Billy, este toma una de sus manos y le da un ligero apretón para intentar tranquilizarla.

—No te preocupes, entendemos que quiera hablar contigo primero —asegura el hombre.

Mackenzie le sonríe agradecida y se inclina para darle un corto beso en la mejilla al hombre.

—Gracias —susurra ella antes de alejarse de él.

La castaña pasa entre todos los miembros de la manda que la miraban con atención y entra a la casa para dirigirse a una de las habitaciones, exactamente a la de Jacob.

Al momento de entrar, Mackenzie se encuentra con Embry recostado en la cama, la mitad de su cuerpo se encontraba cubierto por vendas y su rostro, junto con todo su cuerpo, se encontraba sudado por el esfuerzo que hacía su cuerpo al intentar sanarse rápido.

Mack se acerca a él para hincarse a su lado, la castaña le da una media sonrisa a Embry al momento que se dio cuenta de como este la miraba, él le devuelve la sonrisa, pero no deja de sentirse adolorido.

—Hola —saluda la castaña en un susurro teniendo la voz rota por el nudo en su garganta.

—Mack... —susurra él en respuesta y ve como su amiga negó rápidamente antes de que acariciara una de sus mejillas—. Estaba p-preocupado por ti.

—¿Preocupado p-por mí? —pregunta ella con una ligera sonrisa, pero sus ojos se mantenían llenos de lágrimas.

—Creí que E-Edward leería mi m-mente —explica Embry con dificultad—. ¿Fue d-duro contigo?

Mackenzie recuerda la conversación que tuvo con el joven antes de la pelea con los neófitos, pero termina por negar ligeramente.

—No está enojado ni contigo ni conmigo —asegura Mackenzie por lo bajo—. De hecho, está sorprendiendo por el valor que tuviste para enfrentar tú solo a ese neófito.

Embry sonríe con burla, pero en su mirada comienza a notarse un claro orgullo que sentía por Mackenzie.

—Pero mi chica lo m-mató mucho mejor q-que cualquiera —responde él con diversión—. Edward es m-mucho mejor de l-lo que creí.

—No es broma, Embry —asegura Mack al dejar de sonreír y ver preocupada al chico.

—Seguro —susurra él con sarcasmo.

La chica niega ligeramente al darse cuenta de que no haría que Embry cambiara de opinión, por lo que decidió quedarse callada.

—Mack, yo q-quiero lo mejor p-para ti —confiesa Embry al fijar su mirada en ella—. Edward n-no es tan perfecto c-como crees.

La mencionada baja la mirada un momento antes de asentir ligeramente.

—Nadie es perfecto en este mundo, Embry, pero yo sé quién es él —responde ella por lo bajo—. No quiero discutir contigo, por favor.

—Prefiero que me r-rompan todos l-los huesos a la vez —confiesa él con rencor en su voz.

Mackenzie niega asustada y comienza a derramar varias lágrimas de preocupación.

—No d-digas eso, jamás —pide ella en un susurro sintiendo una presión en su pecho.

—Al m-menos sé que hice t-todo lo que pude p-para mantenerse segura —responde él al fijar su mirada en su amiga.

—Debes de sentirte satisfecho contigo mismo, Embry —asegura Mackenzie por lo bajo tras darle una media sonrisa.

—Tardaré a-algunos años en aceptar q-que no podré t-tenerte nunca, al menos n-no de la manera en que m-mi corazón lo anhela —confiesa él en un susurro esperando a Mack entendiera sus palabras.

—¿Quieres que venga a visitarte? —pregunta ella por lo bajo entendiendo lo que quería decir.

—No —responde Embry sin dudar—. Necesito e-estar alejado de ti para p-poder aceptarlo.

Mackenzie asiente y se levanta para alejarse de él lentamente.

—No te presiones mucho, por favor —pide ella preocupada, pero seca sus lágrimas con cuidado—. Tómate tu tiempo para sanar, prometo que volveré y seguiré siendo la misma Mackenzie de siempre.

Embry le da una media sonrisa y asiente para tranquilizarla, los dos se miran fijamente unos cuantos segundos antes de que Mackenzie se diera la vuelta para salir de la habitación, pero termina por salir de la casa de Billy.

Al momento en que se encuentra afuera, se da cuenta de como todos la miraban con atención y curiosidad.

—Está bien —termina por decir la castaña para tranquilizarlos.

—Muchas gracias, Mack —habla Billy hacia la chica y le da una media sonrisa.

—No tienes nada que agradecer, Billy —responde ella antes de devolverle la sonrisa.

Mackenzie mira a los miembros de la manada una última vez hasta que fijó su mirada en su melliza, Bella se acerca a ella y ambas se abrazan fuertemente.

—Yo le diré a papá sobre que estás aquí —avisa Mackenzie por lo bajo sin dejar de abrazar a su melliza—. De todas maneras, él vuelve mañana, así que no habrá problemas.

Bella asiente y se aleja de su hermana con una ligera sonrisa en su rostro.

—Te voy a preparar algo de cenar y lo dejaré en el microondas —avisa la menor de las dos—. Cuando llegues, lo calientas.

—Gracias, Mack —susurra Bella antes de que las dos volvieran a abrazarse.

Ambas se alejan y, antes de que Mackenzie se subiera al auto de Edward, siente como tocaron su hombro con delicadeza, por lo que termina dándose la vuelta y se encuentra con Seth.

—¿Te volveremos a ver? —pregunta el joven algo avergonzado.

—Claro que me volverán a ver, Seth —responde ella con una media sonrisa—. Voy a estudiar la Universidad nada más y regresaré, verás que el tiempo pasará rápido.

Mackenzie desacomoda el cabello del menor, logrando que este comenzara a reírse todavía más avergonzado.

—No hagas nada malo —pide Mack tras mirarlo fijamente—. Hazle caso a Sam, a Leah y a Jacob.

Seth hace una pequeña mueca con sus labios, estando poco convencido por esas últimas palabras, pero termina por asentir, consiguiendo que Mackenzie sonriera.

La castaña se acerca a él para dejarle un casto beso en la mejilla a manera de despedida, se sube al auto de Edward y toma camino hacia la casa Cullen en donde se encontraban esperándola.


Hermosas personitas, ya me siento mucho mejor, muchas gracias por sus comentarios positivos y sus buenas vibras, creo que necesitaba un descanso o bueno dormir bien ya que en estos días no había dormido bien.

Gracias por todo hermosas personitas, puede que en un rato suba el siguiente capítulo a manera de agradecimiento.

No crean que he olvidado el maratón de tres capítulos que les prometí pero ese maratón será hasta la boda de estos tortolitos.

¿Les gusta la idea?

Nos vemos❤️

🌷𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀🌷


Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro