🏛️ 3 🏛️

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Caminaba tranquilamente por el bosque, con su capa siendo bañada por la luz de la luna. Estaba a nada de llegar a su humilde hogar en medio del bosque.

Abrió la puerta, para después atravesar el arco cuadrado de la puerta de madera, seguido por cerrarla a sus espaldas.
En cuanto levantó mirada sus ojos se encontraron los los del pelirosa.

—¿Qué se supone que haces?...

—Estoy limpiando.—Mostrandole la garra con la cual sacudía el polvo, haciendo que Suga suspirara irritado.

—No hace falta.—Avanzó unos mínimos centímetros para llegar a dar con la mesa, la cual estaba en la misma habitación que la sala.

Su casa solamente tenía dos partes, el primer cuarto, donde solamente estaba la sala y el pequeño comedor y la segunda era donde se ubicaba su cama. No era necesaria la cocina ya que su comida siempre era comprada, aparte de que rara vez se quedaba en su casa, casi siempre se la pasaba viviendo con sus compañeros gladeadores.—Ya deja allí y siéntate.

—De acuerdo...—Dejó su tarea autopropuesta, para después acercarse hasta el comedor y sentarse frente al gladeador.

—¿No se ha escuchado algo fuera de lo normal?

—¿Cómo qué?

—No lo sé, ¿pasos, gritos, una multitud furiosa a fuera de la casa? ...

—No, todo en orden. ¿Qué tal tú? ¿Todo en orden?.

—Si.—Respondió secamente, pues no quería comunicarle de aquel encidente que sucedió en la ciudad.

—Me alegro...—Recibió el pan que Suga le ofrecía, para después comenzar a comer lentamente.—Gracias...

—Mjm...—Asintió, mientras servía vino para ambos.

—Amh, gracias por todo lo que estas haciendo.

—Ya me lo habías agradecido, no hace falta que lo hagas otra vez, es algo incómodo.

—De acuerdo.—Bajó su cabeza con pena, mientras continuaba comiendo.

—¿No tomas vino?—Preguntó Suga, al ver que el pelirosa no tocaba su copa.

—Nunca he tomado, mis padres dicen que tengo que cumplir la mayoría de edad, ó sino arruinare mi futuro.

—No creo que una copa te haga mal...

—Ah, no lo sé, realmente no me llama la atención beberlo.

—Entonces más para mí.—Suga trato de quitarla del lado de Jimin para dirigirla a sus labios y beberlo, pero Jimin tomó su copa, impidiendo que Suga lo reclamara como suyo.

—Tal vez tomaré sólo un poco...—Jimin no quería beber, pues aún no se sentía preparado para llegar a emborracharse, pero no podía negar un copa de vino al mayor, que le salvó la vida y le daba asilo en su casa.

—No tienes que hacerlo si no quieres.

—¡Si, si quiero!—Logrando que las manos de Suga abandonarán su copa, para después dirigirla a sus labios y degustar el líquido agridulce.

—¿Y?—Preguntó Suga, después de que Jimin terminará con su copa de vino. Cuando el pelirosa bajó su copa él pelinegro pudo ver sus mejillas rojas, y labios hinchados.—Oh, no...—Entonces comprendió que había sido una mala idea, pero no lo juzguen, no sabía cómo era críar a alguien ó aconsejarle, por que nadie fue para aconsejarle cuando él lo necesito.

—S-sabe rico.~mmh...—Relambiendo sus labios.

—Ay...—

—¿Me das mas~?...—Mostrándole su copa, mientras comenzaba a tambalearse aun estando sentado.

—No, ya no.—Quitándosela rápidamente.

—¿Por qué?~...—Formando un pequeño puchero en sus labios.

—Tan sólo tomaste una copa y ya te emborrachaste.—Habló preocupado, mientras lo levantaba.

—¿Por qué es tan malo conmigo, Señor?~...—En cuanto Jimin se puso de pie, tropezó debido a su estado repentino y su cuerpo cayó sobre Suga, él cual lo sostuvo de su cintura para evitar que acabará en el suelo.

—No puedo creer que con una copa te hayas emborrachado...—Bufo mientras lo dirigía al lugar donde dormía.

—¡Responda a mi pregunta!.—Resongo Jimin, resistiendose a ir a dormir.

—No soy malo, así soy yo, mi personalidad es fría. No nací para cambiar pañales, nací para asesinar y entretener a gente perversa que disfruta ver sangre regada por el coliseo. Así que será mejor que te acostumbres...—Él pelirosa se quedó estático, pues no sabía si aquellas palabras habían sido obra de su estado o en realidad el pelinegro se lo había dicho, eran crueles, pero reales.

—Ya tengo sueño...~—Cansado de luchar, se marchó por si mismo hasta lo que parecía una humilde y sencilla cama.—¿Donde dormirás~tú?—Preguntó una vez que se dio cuanta que solamente había un espacio para dormir.

—Dormiré cuando te despiertes...

—¿Te desvelaras~?

—Si, ya duérmete.—Hablando secamente para después taparlo con una cobija, sin ninguna delicadeza, solamente dejandosela caer.

—Buenas noches~, Señor...—Habló, seguido de un "hip", para después bostezar y dejarse llevar por el sueño.

—Mjm...—Asintió, mientras tomaba de su vino, para después salir a la entrada de la casa y quedarse a vigilar, como el día anterior.

Sólo esperaba que los guardias se tardarán un poco más en dar con su casa, en lo que encontraba un bien escondite.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro