❥ ❝O19 | 𝑱𝒂𝒎𝒆𝒔 𝒚 𝑽𝒊𝒄𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂❞

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Edward, Emmett y Rosalie corren con velocidad entre el bosque, la vampiresa rubia llevaba puesto varias prendas de Alessandra mientras que los dos hombres las llevaban en las manos.

—Rosalie, marca el árbol —le ordena Edward a su hermana menor sin dejar correr.

La rubia sigue sus palabras y marca el tronco de un árbol con el aroma de Alessandra, se acerca un poco a este para poder olfatearlo hasta que en sus labios apareció una ligera sonrisa. Rosalie sigue corriendo detrás de su pareja y su hermano mayor tras cumplir con su trabajo.

Ethan y James siguen el aroma estando seguros de que era Alessandra, pero el rubio detiene la carrera al poder percibir otro aroma diferente al de la humana.

El vampiro se acerca al tronco del árbol que había marcado Rosalie y lo analiza con detenimiento.

—¿Por qué te detienes? —pregunta Ethan al regresar su mirada hacia el rubio—. Alessandra pasó por aquí.

—No es la chica, son los Cullen —asegura James con molestia antes de golpear el tronco con fuerza—. ¡Nos engañaron! ¡Sígueme!

Ethan suelta una maldición entre dientes y no duda en seguir para correr de regreso por donde iban.

Edward, Rosalie y Emmett regresan a ese punto tras darse cuenta de que ninguno de los dos hombres los seguían.

—Ya se dieron cuenta —asegura el lector de mentes sin dejar de pensar en la seguridad de su alma gemela.

Tanto Rosalie como Emmett sueltan una maldición por la frustración, pero junto con Edward comienzan a correr.

Alessandra sale del baño terminando de abrocharse el collar de su tía, lo toca con delicadeza por algunos segundos hasta escuchar un jadeo de sorpresa por parte de Alice.

La italiana se acerca a su cuñada con velocidad y ve como Jasper analizaba el perfil de su pareja.

—¿Qué sucede? —pregunta el rubio con preocupación, acariciando la espalda de Alice, que mantenía la mirada perdida—. ¿Qué ves?

—Ethan y James han cambiado de rumbo —explica la vampiresa sin dejar de mirar un punto muerto de la habitación—. Se dieron cuenta de que no era Alessandra la que iba al norte.

—¿A dónde se dirigen? —pregunta Jasper antes de tomar una hoja en blanco y un lápiz?

El rubio pone la hoja frente a Alice y el lápiz lo deja en su mano para que ella pudiera comenzar a dibujar lo que veía sin llegar a prestar atención realmente.

—Un cuarto de espejos —susurra la vampiresa de corte pixie con extrañeza.

Alessandra queda frente a los dos vampiros sintiendo como sus manos temblaban por los nervios.

—Edward me dijo que las visiones no siempre eran ciertas —confiesa la italiana al recordar la conversación que tuvo con su alma gemela.

—Ve el curso en el que va la gente mientras están en él —le explica Jasper sin dejar de acariciar la espalda de Alice—. Si cambian de parecer, la visión cambia.

Alessandra asiente ante la información y analiza el dibujo que hizo su cuñada.

—Ethan y James se dirigen..., ¿a un estudio de ballet? —pregunta la italiana confundida.

—¿Estuviste ahí? —pregunta Jasper extrañado al fijar su mirada en la mujer.

Alessandra no tarda en negar, pero escucha como su teléfono comenzó a sonar, por lo que no tardó en acercarse a este para contestar.

Stella mia, perdimos a James y a Ethan —habla Edward al momento en que su alma gemela respondió.

—¿Están bien todos? —pregunta la castaña con preocupación.

—responde el vampiro tras quedarse callado por varios segundos—. Voy por ti, luego tú y yo nos iremos a alguna parte solos. Los demás seguirán buscando a James y a Ethan para poder acabar con ellos.

Alessandra asiente ante esas palabras y toma con fuerza el dije del collar en su cuello.

Haré lo que sea necesario para que estés a salvo, stella mia —asegura Edward.

La mujer cierra los ojos fuertemente ante esas palabras, pero termina por responder en un susurro.

Jasper y Alice se levantan del sofá en donde se encontraban sentados al poder escuchar las palabras de Edward, ambos comienzan a guardar todas las cosas que dejaron en la habitación mientras que Alessandra terminaba de hablar con su alma gemela.

Después de unos cuantos, los tres se dirigen a la recepción del hotel, la italiana se mantiene alejada de sus cuñados, pero se mantiene caminando de un lado a otro.

Alessandra da un pequeño salto en su lugar al escuchar su teléfono sonar otra vez, mira el contacto y, al ver que es un número desconocido, duda en contestar; segundos después, ella termina por alejarse de sus cuñados para poder responder.

Mi hermosa Alessandra —la mencionada comienza a temblar al reconocer la voz de Ethan al otro lado de la línea.

—Ethan —susurra la mujer, comenzando a sentir sus ojos llenos de lágrimas.

¿Me extrañaste, mi amor? —pregunta el hombre una vez más—. Yo sí te he extrañado mucho, no sabes las veces que me he tocado pensando en ti.

Alessandra cierra los ojos fuertemente, sintiendo náuseas por dichas palabras.

—¿Qué quieres? —pregunta la castaña bruscamente sin llegar a abrir los ojos.

¿Qué quiero, preciosa? —pregunta el hombre con frustración—. ¡Te quiero a ti! ¡Te quiero en mis brazos! ¡Quiero volver a sentir tus labios besándome! ¡Sentir que vuelves a amarme! ¡Que eres mi mujer!

—Yo dejé de amarte hace mucho tiempo —asegura Alessandra sin demostrar su miedo—. Jamás volveré a estar contigo.

¿Eso crees? —pregunta Ethan con diversión—. Si no haces lo que te digo, lo pagará toda tu preciosa familia.

—¡No metas a mi familia en esto! —advierte la castaña, ignorando que sus cuñados regresaron a verla.

Quiero que vengas al estudio de danza que está en Phoenix —ordena Ethan—. No lleves a tus adorados Cullen ni al tal Edward, preciosa, o tu linda familia pagará por tus errores.

Alessandra no puede replicar ante la orden de su exnovio, ya que este terminó por colgarle.

La castaña fija su mirada hacia Alice y Jasper, que hablaban con una de las recepcionistas del hotel. Alessandra duda un momento sobre decirles o no a sus cuñados, pero termina por hacerlo, ya que tenía miedo de lo que Ethan podía hacerlo si iba ella sola.

—Alice —habla Alessandra con las manos temblorosas y en un tono de voz bajo para no llamar tanto la atención.

Jasper percibe en la italiana el miedo combinado con el pánico, por lo que se da una idea de lo que sucedió. El rubio dirige su mirada hacia su pareja y, tras un ligero asentimiento, se sueltan de las manos para que él pudiera hablar con Alessandra, algo alejados de los demás huéspedes del hotel.

—¿Qué ocurre? —pregunta el vampiro con preocupación hacia su cuñada.

—Ethan acaba de llamarme —confiesa Alessandra teniendo pálido el rostro—. Me dijo que tenía que ir a un estudio de danzas aquí en Phoenix, al parecer mi familia peligra, pero dudo de su palabra.

—¿Cómo pudo transportarse aquí con ellos si tú tienes el collar de las almas gemelas? —le pregunta Jasper confundido.

—No lo sé, pero conociéndolo, estoy segura de que es una mentira —confiesa Alessandra—. Tengo que acabar esto con él de una vez por todas si es que quiero vivir tranquila, pero no puedo hacerlo sola.

—Tendremos que planear algo rápido —asegura el rubio, pero se encarga de extender su don hacia su cuñada para poder tranquilizarla un poco.

Alice se acerca a ellos algunos segundos después y los tres se ponen de acuerdo sobre lo que harían con Ethan, Alessandra les pide a los dos vampiros que se comunicaran con Edward en cuanto pudieran, ya que ella sería iría al estudio de danza para encontrarse con su exnovio y así poder distraerlo lo suficiente.

Una vez planeado todo, la italiana tomó un taxi para dirigirse a la dirección a la que Ethan le había ordenado ir.

Al momento de llegar y luego de pagarle al taxi por el viaje, Alessandra mira con atención la fachada del edificio frente a ella, intenta hacer pasar el mal presentimiento que la molestaba en su pecho y toma con fuerza el dije del collar de las almas gemelas que colgaba en su cuello. Lo esconde debajo de su blusa y prepara la grabadora de voz del teléfono antes de esconderlo entre sus prendas, segundos después, la italiana entra al espeluznante lugar.

—Tardaste menos de lo que pensé, preciosa —habla Ethan a la distancia.

Este se encontraba escondido en un punto estratégico para vigilar de lejos a Alessandra, ya que esta se encontraba de pie en un punto del estudio.

—Ya me tienes aquí —asegura la mujer, intentando mostrar seguridad—. Acaba con esto de una vez y deja de perder el maldito tiempo. Deja de esconderte como el cobarde que eres Ethan, jamás resuelves los problemas de frente y atacas por la espalda.

Esas palabras hicieron enfurecer al mencionado, pero sus intenciones de lanzarse a Alessandra fueron detenidas por James que analizaba los movimientos de la mujer junto con Victoria.

—¡¿Dónde está mi familia?! —cuestiona la italiana, rezando en su mente que ellos en realidad no estuvieran ahí.

Alessandra reconoce la risa de Ethan, por lo que comienza a mirar a su alrededor y ve asustada la imagen de este reflejado en los diversos espejos que rodeaban el estudio de ballet.

—Tu amada familia... —la castaña detiene sus palabras y termina por aparecer para acercarse a su exnovia.

—Ni siquiera están aquí —responde ella al comenzar a retroceder por reflejo.

La castaña no puede ni reaccionar, ya que sintió como Ethan la tomó con fuerza del cuello y la azotó contra una de las paredes del lugar. Alessandra suelta un sollozo de dolor y cierra los ojos fuertemente, intenta alejar su rostro de Ethan al momento en que este se inclinó hacia ella, terminando por acercar sus labios al cuello de su expareja para poder percibir su perfume.

—Hueles delicioso, preciosa —susurra el castaño fascinado por el cuerpo de la castaña.

Amargos recuerdos aparecieron en la cabeza de Alessandra al escuchar esas palabras, por lo que se mueve bruscamente intentando liberarse, pero solo consigue que Ethan aumentara la fuerza de su agarre en su cuello.

—Oh, lo siento, preciosa —comenta el hombre con falsa lástima una vez que se alejó del cuello de ella para mirarla fijamente—. Lo hiciste demasiado sencillo, como siempre, pero haremos las cosas mucho más divertidas y tendremos compañía.

Alessandra frunce el ceño confundida por esas palabras y, conteniendo sus lágrimas, mira aterrada como James junto a Victoria se acercaban a ellos, siendo el rubio quien tenía una sonrisa en sus labios y una cámara de vídeo en mano.

—Acción —habla el rubio al empezar a grabar y enfoca la cámara en la italiana.

—Esto le va a romper el corazón a tu adorado Edward, ¿no es cierto? —pregunta Ethan emocionado, pero su expresión cambia y se muestra molesto—. ¿Así se llama el idiota por el que me dejaste, maldita zorra?

—¡Edward y su familia no tienen nada que ver en esto, imbécil! —grita Alessandra con dificultad por el agarre de su exnovio en su cuello.

Ella intenta golpear a Ethan, pero este la esquiva con agilidad y le da una dura bofetada que la hizo sollozar.

—Sigue así, Alessandra —anima James sin dejar de grabar—. Su ira hará mucho más interesante este deporte.

—Teniendo su débil intento de protegerte como un incentivo —se burla Victoria.

La castaña cierra los ojos con fuerza hasta que toma la suficiente valentía para darle un fuerte rodillazo en la ingle a Ethan, escucha como este maldice entre dientes antes de que la soltara, Alessandra da otro rodillazo más en el estómago de este y termina por proporcionarle un duro puñetazo en el pómulo que lo mandó al suelo. Así ella aprovechó para intentar escapar.

James maldice y ve como su pareja utiliza su velocidad para alcanzar a Alessandra hasta quedar frente a ella, la humana tiene intenciones de correr hacia otra dirección, pero Victoria la toma del cuello una vez más y la lanza a una columna del estudio de danza en donde se golpeó la cabeza con brusquedad.

Aturdida, la italiana suelta un sollozo de dolor y dirige una de sus manos temblorosas hacia su cabeza, dándose cuenta de que comenzaba a sangrar de una manera preocupante.

Victoria y James sonríe victoriosos al percibir el aroma de la sangre fresa, por lo que no dudan en acercarse a ella, siendo el rubio quien se mantenía grabando todo.

—Precioso, visualmente muy dinámico —comenta James con burla al agacharse y quedar frente a Alessandra—. Escogimos muy bien el escenario, ¿verdad?

—Ethan —habla Victoria con autoridad sin alejar su mirada de la humana frente a ella.

El mencionado se va acercando a ellos con una expresión furiosa, se mantiene un poco alejado, ya que James se había agachado para tomar con fuerza la mano de Alessandra cubierta de sangre.

La mujer aleja la mirada con los ojos cerrados, pero la brusquedad del agarre del vampiro en su mano hizo que terminara por obligarla a dejar que este acercara su rostro a la sangre fresca con la cual sonrió encantado.

—Lástima que Edward no tuvo la voluntad para convertirte, cariño —comenta Victoria con diversión.

—Te mantuvo siendo una frágil humana —lamenta James antes de que Alessandra alejara su mano bruscamente de él—. Es realmente cruel.

El rubio sonríe y se aleja de ella para enfocarla mejor con la cámara, Victoria se acerca a Alessandra para pisar fuertemente una de sus piernas, sonriendo fascinada al momento de escuchar un desgarrador grito de dolor por parte de esta.

—¡Dile a Edward como te duele, Alessandra! —anima James emocionado por la agonía de la mujer—. ¡Dile como te duele!

Ethan sonríe satisfecho al ver las lágrimas de dolor de su exnovia, pero no puede disfrutarlo mucho, ya que vio como James fue derribado con fuerza por cierto vampiro castaño que apareció de repente.

Victoria se aleja de Alessandra para fijar su mirada en su pareja, la pelirroja deja que Ethan se acerque a la humana y ve como este la tomó del cabello con fuerza, importándole muy poco si estaba herida de la cabeza.

Edward regresa su mirada hacia su alma gemela, dándose cuenta de lo desesperada y asustada que lucía. El lector de mentes fija su mirada en Ethan, dándose cuenta de como este le sonrió con burla antes de que jalara el cabello de Alessandra con fuerza y consiguiera que esta se quejara de dolor.

Edward tiene intenciones de acercarse a ellos, pero James lo toma desprevenido y, tras tomarlo del cuello con fuerza, pega su espalda a un espejo del estudio.

—Estás solo, porque eres más rápido que los otros —se burla el rubio antes de golpear la cabeza de Edward contra el espejo y consiguiendo que dicho material se rompiera—. Pero no más fuerte.

—Lo suficiente como para matarlos a los tres —asegura el lector de mentes.

Este patea con fuerza a James para lanzarlo a otro punto del estudio de danza, el rubio cae al piso tras romper un espejo transportable. Los pedazos de dicho objeto se esparcieron, por una parte, del estudio de danza, siendo bastante peligroso.

Victoria comienza a correr hacia Edward para atacarlo, pero en su camino se interpone cierta vampiresa rubia que le dio una sonrisa.

—Hola —saluda Rosalie con diversión antes de tomar a Victoria por el cuello y lanzarla al mismo punto en donde se encontraba James.

La vampiresa rubia sonríe satisfecha al momento de ver como estos se golpearon y volvieron a caer al suelo juntos.

—Con que tú eres Ethan —habla Rosalie hacia el castaño que tenía el ceño fruncido, viendo algo asustado como la rubia le sonrió—. Nos vamos a divertir mucho contigo.

Edward corre hacia Ethan para derribarlo con fuerza, golpea sus costillas antes de lanzarlo hacia Rosalie que no dudó en azotar su cabeza constantes veces contra el suelo.

Alessandra cae al piso al ser soltada por Ethan, pero es tomada en brazos por su alma gemela.

—Lo lamento tanto, stella mia —se disculpa el vampiro en un susurro.

Edward toma impulso para intentar salir del lugar, pero James logró reponerse y lo tomó de uno de sus tobillos para lanzarlo al suelo junto a Alessandra.

La italiana cae al piso de madera con fuerza, terminado por herirse con varios pedazos de vidrio roto que se incrustaron en diferentes partes de su cuerpo que la hicieron maldecir.

—¡Alessandra! —gritan Edward y Rosalie al mismo tiempo.

Ambos tuvieron intenciones de acercarse a ella, pero James y Victoria se interpusieron en sus caminos. El rubio toma al lector de mentes para lanzarlo hacia una ventana del estudio, mientras que la pelirroja comenzó a pelear a puño cerrado con la hermosa vampiresa de cabellos rubios.

Alessandra cierra los ojos fuertemente al sentir un vidrio incrustado en su muslo, contiene sus sollozos y, sin pensarlo mucho, termina por sacar el filoso material de este. Suelta un bajo grito de dolor, pero se enfoca en hacer presión en la herida para intentar detener el sangrado, intentando quitar los pequeños gritos incrustados de sus brazos con su mano libre.

Ethan logra recomponerse de los duros golpes que la había dado Rosalie y comienza a caminar con dificultad hacia Alessandra, ya que estaba aturdido. El castaño detiene sus pasos en seco al momento de ver como Edward se enfrentaba duramente con James, por lo que decidió huir del lugar lo antes posible para no terminar muerto.

James logra derribar a Edward una vez más y se acerca con velocidad hacia Alessandra para hincarse a su lado, aprovechando lo indefensa y herida que se encontraba, toma una de sus muñecas con fuerza mientras miraba con diversión al lector de mentes.

—¡No! ¡No! ¡No! —comienza a gritar Alessandra asustada.

Los gritos fueron ignorados por el nómada, toma con más fuerza el antebrazo y muñeca de la italiana al sentir como esta quiso soltarse de su agarre, terminando por encajar sus dientes en una parte de la zona sostenida escuchando con satisfacción el fuerte grito desgarrador que soltó Alessandra.

—¡No! —grita Rosalie al darse cuenta de que Victoria quiso correr hacia James—. ¡Ven acá, maldita perra!

La rubia toma el cabello de la pelirroja y toma uno de los costados de su cabeza para azotar dicha parte contra un espejo.

Edward, por otro lado, se lanza hacia James para derribarlo y hacer que parte del piso del estudio de danza se rompiera.

Alessandra comienza a sentir un horrible ardor recorrer su cuerpo lentamente de una manera agonizante, parecía como si por sus venas corriera fuego ardiente. La mujer grita de dolor y desesperación, respira con dificultad mientras escuchaba a su alrededor diferentes voces distorsionadas, sin llegar a reconocer alguna.

Al lugar llegan los demás integrantes de la familia Cullen, la vampiresa de corte pixie corre hacia Ale para hincarse a su lado e intentar detener sus bruscos movimientos.

—Alessandra, Alessandra —habla Alice asustada al encontrarse frente a su cuñada—. Alessandra.

Jasper corre hacia Rosalie para ayudarla a sostener a Victoria entre los dos, Carlisle y Emmett se acercan a Edward al ver como este se encontraba fuera de sí sosteniendo a James.

—Hijo, ya basta —pide el patriarca de la familia hacia el lector de mentes una vez que tomó su hombro, consiguiendo que este regresara a verlo—. Recuerda quién eres.

Carlisle fija su mirada en Alessandra al escuchar otro grito de dolor por parte de esta.

—Ale te necesita —asegura el rubio con preocupación.

Esas palabras fueron suficientes para que Edward pudiera reaccionar un poco la cordura y dejara de tomar con tanta fuera el cuello de James.

—Está bien, Ale, tranquila —pide Alice antes de hacer presión en el muslo herido de la mujer.

La vampiresa de corte pixie no evita acercar sus dedos cubiertos de sangre fresca hacia su nariz, pero termina por arrepentirse y cierra los fuertemente.

—¡Carlisle! —grita Alice mientras intenta contener sus impulsos—. ¡Su sangre!

—Tus hermanos ayudarán —le asegura el patriarca de la familia de vampiros a su hijo mayor.

Edward tarda unos segundos, pero suelta a James para que Emmett pudiera tomarlo de la nuca con fuerza. El azabache ve como Rosalie tomaba de los brazos a Victoria y se acercaba a él junto a Jasper.

—Nosotros nos encargaremos —le asegura Emmett a Edward antes de que se alejara de él y mirara a Jasper—. Prende fuego, usa las tablas.

El rubio hace caso a la orden y comienza a tomar varios pedazos de madera para poder encender el fuego, Emmett y Rosalie se mantuvieron agarrando a los dos nómadas que se removían en busca de libertad.

Conforme pasaban los minutos, la ponzoña cubría cada vez más el cuerpo de Alessandra hasta hacer que ella comenzara a sacudir su cuerpo bruscamente.

—¡Alice! —gritan Jasper, Emmett y Rosalie al mismo tiempo.

Carlisle utiliza su velocidad para quedar hincado junto a Alessandra y no tarda en comenzar a revisar sus heridas lo más rápido que puede.

—Está perdiendo mucha sangre —asegura el doctor al ver la profunda cortada en el muslo de la italiana.

—Está a-ardiendo —asegura Alessandra con dificultad sin dejar de moverse.

Alice toma los brazos de la mujer para intentar detener sus bruscos movimientos, Edward se hinca junto a su alma gemela para tomar una de sus manos con delicadeza.

—Tienes que decidir, Edward —le asegura Carlisle a su hijo mayor, viendo como este no dudó en negar—. No le queda mucho tiempo.

—Va a suceder el cambio, lo he visto —advierte Alice preocupada sin dejar de hacer presión en la herida del muslo de su cuñada.

—Tenemos que detener la hemorragia —le explica Carlisle a la vampiresa de corte pixie—. Haz un torniquete con tu cinturón.

Alice asiente y se quita su cinturón con velocidad para poner rodear el muslo de Alessandra con este, ya que así harían presión en la zona.

—Más apretado —le pide el doctor a su hija menor.

Alessandra enfoca su mirada empañada de lágrimas en las llamas de fuego que Jasper prendió, pero termina por cerrar los ojos fuertemente al sentir un ardor mucho más fuerte en su cuerpo.

Alice se aleja de su cuñada para correr hacia James, este ya se encontraba arrodillado por Jasper, así que fue muy fácil arrancarle la cabeza.

Victoria suelta un fuerte grito de desesperación, pero Rosalie no la deja reaccionar, ya que arrancó sus dos brazos sin alguna consideración. La pelirroja cae de rodillas y su cabeza es arrancada por la misma rubia.

Alessandra abre los ojos durante unos segundos, mirando la gráfica escena a la distancia, pero solo son varias siluetas borrosas para ella. La italiana vuelve a gritar de dolor mientras ve como sus cuñados terminaron por descuartizar a la pareja de nómadas y así los lanzaron al fuego.

—Tienes que succionar el veneno —le explica Carlisle a Edward que volvió a negar.

—Sabes que no podré detenerme —advierte el lector de mentes con la mirada perdida en el rostro de su alma gemela.

Alessandra grita de dolor una vez más, sintiendo como su interior quemaba de una manera agonizante.

—Ten fuerza de voluntad —pide Carlisle desesperado—. Elige, solo le quedan unos minutos.

—¡Por favor! —suplica Ale con la poca voz que le queda.

Edward mira aterrado y arrepentido a su pareja, pero termina por tomar una decisión.

—Vas a estar bien —le asegura el lector de mentes a su alma gemela—. Voy a calmar tu dolor.

Un sollozo de dolor y varias lágrimas se deslizan por las mejillas de Alessandra al momento en que sintió como Edward mordió su muñeca nuevamente para poder drenar toda la ponzoña.

La castaña, poco a poco, siente como el alivio recorre su interior, pero el dolor y un entumecimiento en ciertas partes de su cuerpo comenzaron a predominar.

—Edward, ya está limpia la sangre —le asegura Carlisle a su hijo al ver la manera en que este se encontraba—. La estas matando.

El vampiro cierra los ojos fuertemente, estando cegado por el sabor de la sangre de Alessandra.

—Edward... —susurra la mujer con dificultad hacia su alma gemela.

Edward logra reaccionar y mira asustado como Alessandra cayó inconsciente tras esa última palabra.


Me van a matar, me van a matar, me van a matar *comienza a hacer un baile raro*

De verdad pienso que me van a odiar con lo que se viene, pero tienen que saber que los quiero mucho hermosas personitas❤️

Espero que les haya gustado el capítulo, dentro de un rato subo el siguiente❤️


NOTA: 

Creo que es más que obvio el primero cambio definitivo en la historia, siendo la muerte de Victoria junto a James en el estudio de danza.

¿Qué significa esto? (Algo que es bastante obvio)

Que en este fanfic no va a existir la pelea de con los neófitos, ya que Alessandra tiene suficientes problemas encima como para sumarle ese hecho poco original que he estado repitiendo en mis anteriores historias de Edward Cullen (tengo que darle divina sepultura a este personaje en mi perfil porque siento que es tan repetitivo que llega a dar HUEVA).

Una vez aclarado este punto, tengo que repetirles que la historia va a cambiar RADICALMENTE, así que prepárense mentalmente para eso. Mi decisión ya está tomada y nada me hará cambiar de opinión.

Ahora sí, espero que les haya gustado el capítulo :3

Nos vemos ^^

❣️𝐌𝐎𝐀𝐍𝐀❣️


Esta es una historia original de Wattpad, actualmente igual se encuentra disponible en Inkitt y en Booknet, si la lees en otra plataforma se debe a un virus y una copia sin mi permiso.


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