1974

― ¿Crees que funcione esta vez? ―el hombre, con claros signos de cansancio, le preguntó a su compañero. Ya era el tercer intento.

El ser humano era un ser curioso por naturaleza y esa curiosidad en ocasiones ayudaba a la creación de inventos que solucionaran los problemas, pero aveces la curiosidad de los científicos puede llegar a ser más dañina que beneficiosa, el señor Choi estaba cansado de escuchar eso cada vez que hablaba de su interés en fusionar el ADN humano con el de los animales.

―Mezclar lo mejor de cada especie y lograr un nueva evolución humana es lo que necesita el mundo ―era lo que solía decir para tratar de convencer a colegas, fracasando en el intento, luego de un tiempo comprendió que era él contra todos, por lo que comenzó a desarrollar su idea por si mismo.

No era algo fácil ni tampoco estaba permitido comenzar investigaciones sin una autorización previa, fue cuestión de tiempo para que Choi fuese despedido y su licencia para entrar a los laboratorios de todo el país fuera rebocada.

Sin embargo, eso no lo detuvo.

Continuó experimentando, de una forma poco legal y ética, con más fallos que éxitos y sin muchas respuestas del como lograr realmente lo que quería, pero luego de años de trabajo ahora tenía un tercer intento y un compañero de confianza.

Con la ayuda de algunas clínicas y hospitales implantaron durante años, en al menos 10.000 mujeres, embriones modificados que no tardaron en dar efectos más positivos que negativos. Gracias a los meses de seguimiento notaban razgos distintos en los fetos aún antes de nacer.

Era el indicio de un éxito.

Una vez comenzaron a nacer, los bebés presentaban habilidades y aspectos distintos a las de otros niños; eran más ágiles, activos y dóciles, afortunadamente aquellas distinciones era lo suficientemente sutiles como para pasar desapercibidas para un padre primerizo.

Los niños presentaban colores de cabellos semejantes a los de las razas caninas que llevaban en la sangre y, aunque externamente pertenecían a una etnia u otra, al transformarse no era muy distintos a un perro común y corriente con su raza e instinto natural.

Si bien la transformación total a canino no era parte de los planes de Choi, no podía no sentirse satisfecho al ver que al menos había logrado algo extraordinario. Sabía que debía continuar con la investigación hasta lograr su objetivo real, pero gracias a las transformaciones que comenzaban a ser masivas los medios no tardaron en divulgar la existintacia de los "híbridos", como había sido bautizados.

En cuestión de tiempo fue atrapado en su laboratorio clandestino y la investigación llegó a su fin.

La gente ahora sabía que existían personas capaces de volverse perros, algunos les termian, pero a la mayoría le fascinaba la idea. Los híbridos fueron por muchos años un fenómeno digno de un show circense, pero con el pasar de los años no sólo dejaron de llamar la atención, sino que también se volvieron comunes gracias a la poca información que se tenía sobre cómo habían sido creados.

Miles de personas crecieron sin saber nunca que eran híbridos, se reproducieron y expandieron con velocidad hasta que su existencia dejó de ser relevante o impresionante.

De esa forma los híbridos se mezclaron entre la sociedad moderna, ya sea como perros o como humanos.

Thighs~