✒Se manejan dos líneas temporales, señaladas a continuación;
✒La letra así se refiere al pasado o recuerdos.
✒La letra así, es presente

SeokJin.

- ※ -

El camino había resultado mucho más corto de lo que yo hubiera pensando, incluso por la repentina aparición en el lugar tuve un mareo.

Parpadee un par de veces, acotumbrando mis ojos a la cantidad excesiva de luz en aquel cuarto lleno de personas con batas azules y mascarillas cubriendo su rostro.

—¡Ya está, puje una vez más! —gritó uno de los hombres de azul, revisando entre las piernas de aquella mujer, qué por su rostro, lucía cansada

Otro hombre de azul cargaba una cámara, murmurando cosas poco entendibles.

Todos nos sumergimos en un silencio abrumador cuando escuchamos el llanto de aquel pequeño ser lleno de fluidos viscosos y color rojo.

—Es una niña

El hombre de la cámara cayó de un solo al haber captado todo desde su inicio hasta aquel culminante momento.

—¿Papá primerizo? —pregunto una voz masculina, recibiendo la negación de la exhausta mujer—. ¡Enfermeros!

Acto seguido, lo sacaron de aquella habitación. Me acerque con cautela a los brazos de aquella mujer y poder ver lo que en ellos se albergaba, un pequeño ser rosado, moviendo ambos brazos y gimoteando por algo.

—Hanni, Kim Hanni —susurro la mujer, sonriendo—. Bienvenida

—Es un lindo nombre, Hanni —susurre, mirando de cerca como aquel diminuto ser, ahogaba las lágrimas para quedarse quieto y en paz

- ※ -

Hanni miraba el techo con desinterés, como si algo en ella se hubiera perdido y no hubiera un motivo por el cual seguir adelante.

Sé que puedes, vamos.

Pero ella no escucharía, no ahora.

—¡SeokJin! —sonrió Choi, llamando mi atención

—Profesor Choi —murmure, mirándolo

—Lee debe estar odiándote, ¿no es así?

—Usted mencionó algo de las letras pequeñas, he venido aquí para que me hable de ellas

—¿Es por ella no es así?

—¿Puedo evadir la pregunta?

—Chico listo —sonrió, solo le devolví el gesto—. Acompáñame

Miré nuevamente a Hanni, inerte y sin moverse, aquel techo blanco parecía ser todo y nada al mismo tiempo.

Tú puedes, Hanni.

- ※ -

—¿Por qué cada verano tenemos que veni aquí? —me quejé, viendo a Hanni mirar el cielo y perderse en el sonido de aquel bosque

—Aquí es donde mis padres se conocieron —susurro—. Aquí comenzó su historia de amor, para ellos traernos aquí, es como revivir aquel momento y ver, que a pesar de las dificultades, lograron proliferar e incluso, formar su familia —se giró a verme—. Aunque, cada verano te lo digo, no entiendo porque te quejas

Sonreí, mirándola con cariño.

—Me sé cada palabra de memoria —respondí, ahora mirando al cielo—. Solo que, me gusta cómo lo cuentas, es como sumergirme en una verdadera historia de amor

—Oh vamos... —rio—. Es una verdadera historia de amor. Además, ¿sabes algo?

—¿Qué?

—Desde que mis padres nos dijeron eso, sueño con venir aquí con la persona que robe mi corazón, así como mis padres

—Deberías ser original, apuesto que encontrarás tu lugar especial con la persona especial

Ella sonrió, y la luna le favoreció, iluminando su sonrisa.

—Tienes razón —murmuró sin dejar de sonreír—. Que tonta he sido, Jinnie... yo ya encontré ambas cosas

—¿De qué hablas?

—Te lo contaré en el próximo verano —sonrió, guiñandome un ojo—. Ahora, volvamos a las casas de campaña o Nam enloquecera al ver que no he vuelto. ¿Una carrera?

—¿Es pregunta o afirmación? —respondí, empujándola, para correr sin mirar atrás

—Me las pagarás, SeokJin —murmuró, golpeándome por detrás, haciendo que ambos cayeramos

- ※ -

Si te tocan podría ser tu muerte.

Aquella era una de las tantas mentiras que la orden había implementado en su riguroso adoctrinamiento.

Otra, era, "ser vistos por los padres". Aquello jamás fue una amenaza verdadera, porque ni si quiera podían tomarnos por reales, solo éramos vistos como una etapa pasajera en los niños, "algo que pasaría con los años".

Sí, el código padres no era aplicable, ¿por qué se implementaba? ¿Cuál era el fin de nuestra existencia si estar con tus protegidos era violar el juramento base?

—¿SeokJin?

—Uhm... —respondí, volviendo a la realidad—. ¿Qué sucede profesor Choi?

—¿Estás listo?

—¿Para qué? —pregunte intrigado

—Para lo que te mencione hace dieciséis años

- ※ -

—¿Volverás? —preguntó con aquellos ojos cubiertos de lágrimas

—Es una promesa, enana

—Ya lo saben, ¿no es así?

Sonreí forzadamente, acariciando sus mejillas húmedas.

—Dime la verdad, Jinnie

—Sí

—¿Qué va a suceder?

—No lo sé —suspiré—. Tú no tienes que preocuparte por nada, ¿sí? Volveré, ya te dije, es una promesa

- ※ -

Lo mire sin comprender del todo su punto.

—El sacrificio o cómo suele llamarse, la fragmentación

Las promesas son reales, o quizás podría hacerlas reales si yo, lo fuera.

—Sí, quiero fragmentarme —respondí serio

–Imagine.