Apresuradamente, una chica con los cabellos alborotados corría por toda su casa buscando las llaves del auto –¡Mierda! –Exclamó al tropezar con uno de los muebles y lastimarse el dedo pequeño de su pequeño pie derecho.

Reafirmó su postura y siguió buscando el objeto que le ayudaría a la apertura de la puerta de su automóvil e inmediatamente se adentró en su auto turquesa.

Dicho auto que iba a ser futuramente regalado a Anne. Pero tras acabar la relación antes de tiempo no se alcanzó a poderlo dar. Después de todo, terminó siendo suyo.

–Ya voy mamá –Habló por el teléfono, su madre la apresuraba exageradamente para que llegará a la casa, tendrían una reunión familiar y hablarían sobre distintas cosas.

Aunque Sasha tenía muy seguro que iría directamente a preguntar por su ahora ex esposa.

Puso el auto en marcha y apresuró su pasó adentrándose en su anterior hogar. Y al mirar a su madre y a su padre viéndola fijamente mordió su labio inferior esperando muchas preguntas.

–¿Por qué no nos dijiste nada Sasha? –Fue lo primero que dijo su padre, quien utilizó una voz ronca y demandante que le puso los cabellos de punta.

Sasha no se dignó a responder, sólo trago sonoramente y miro a su madre buscando un tipo de salvación, pero está sólo tenía una mirada triste.

–¿Por qué pasó Sasha? –Preguntó la mayor acariciando lentamente la mano de su hija, entendía a la perfección cuanto ella ama a Anne y por su mente se pasaba cuanto dolor sentía su hija.

–La cague mamá, tan siquiera estoy segura de que hice, simplemente no encuentro algún significado en sus palabras, aunque hable con Terri de ello, me dijo que debió ser que Anne perdió a nuestro bebe –Suspiró. –Pero no creo que Anne hiciese eso, ocultármelo y no dejar que el problema lo solucionemos juntas –Terminó murmurando.

–No quiero creer que la perdí, y ahora tengo que creer que no sólo la perdí a ella –Su voz se quebró de a poco y empezó a hiperventilarse. Sollozó con mayor fuerza lo cual provocó que sus dos padres se apresuraran a abrazarla con fuerza–Mamá, yo descuide a Anne–Habló.

–Quería cumplir tantos de sus sueños que hacía jornadas dobles de trabajo, incluso llegaba a hacer mucho horario de veinticuatro horas sólo para comprarle cosas, materiales, me aparté tanto que no me di cuenta lo mucho que la estaba perdiendo, no me di cuenta que lo que ella necesitaba una esposa, no un cajero automático–Lloraba sonoramente mientras sus padres acariciaban su espalda.

–Ella me esperaba en la noche, me esperaba en el día, dejaba la comida hecha en el microondas y al llegar ni siquiera la comía, a veces ni llegaba a acostarme con ella, me tiraba al sillón para dormir, despertarme y volver a trabajar.

—Mamá... Yo deje de ver a Anne al menos tres días por eso mismo, incluso las veces que hacíamos el amor empezaron a ser contadas por los dedos. Me lo dijo, me ponía mensajes diciéndome que me extrañaba, diciéndome que me amaba y me esperaría. Pero cuando debía llegar a las ocho de la tarde, terminaba llegando a las ocho de la mañana para según yo hacer más dinero.

–No quiero que se aparte de mí... La quiero de nuevo, quiero aprender a amarla, quiero poner mi trabajo en riesgo por llegar tarde por quedarme toda la mañana dándole mimos y por estar arrecostada en su pecho mientras dormimos.

–La quiero sólo para mí, pero sin darme cuenta me atrase demasiado para darme cuenta de mis errores.

–¿Con qué cara me vera cuando después de todo este tiempo?... ¿Hasta ahora vuelvo?