—Mamá, ¿alguna vez besaste a una chica?

Jungkook casi se ahogó con el desayuno que la señora Kim les habia preparado con tanto cariño a los tres. Sí, a los tres. Por que Kim pequeño insistió en que sus amigos pasaran la noche en la casa y nadie se había opuesto al plan de los menores.

—Hmm, sí—respondió sin tapujos, sentándose en una silla junto al adormilado Seokjin—. De hecho yo tuve una novia en secreto—confesó con gracia—; hoy en dia somos amigas.

—¿La tia Somi?—preguntó antes de seguir soplando su té, tan tranquilo que desesperaba a Jeon.

—Si, mi amor.

En su familia esas cosas no se hablaban con tanta naturalidad, eran tabú y mejor ni hacer mención cuando el señor Jeon estaba en casa.

—Jungkookie hyung, ¿estás bien?—murmuró al verle acalorado de la verguenza. Una pequeña y linda sonrisa zurcó por los labios de Kim cuando el mayor se puso aún más nervioso al escribir algo en una libreta que le había prestado.

"¿Tu mamá y tú hablan sobre orientaciones sexuales como si nada? Por que una vez mi padre me regañó mucho... y no tocamos el tema nunca más."

Taehyung asintió luego de leer.

—Siempre me han atraído las personas, no sus generos—le confesó cerca del oído—, creo que mamá lo sabe... pero si quisieras contarle o preguntarle algo ella no tendria problema en escucharte.

Jungkook le agradeció con la mirada, y apretó las mejillas apenas rellenitas del menor.

—¡Ustedes dos, dejen de cuchichear y a lavarse los dientes!—les señaló Seokjin con una cuchara, ahora tenía más energía—. Taetae, te mediré la fiebre pero supongo que ya estas mucho mejor; de todos modos sigue tomando la medicina.

TaeHa apoyó las palabras del mini-doctor o futuro doctor, y los tres menores subieron a la habitación de su hijo para asearse. Tenían hasta la tarde, por ser sábado, para jugar libremente y despedirse hasta el lunes.

(...)

Seokjin y Taehyung estaban entretenidos con la consola, los videojuegos, el refresco frío, y las galletas saladas; mientras que Jungkook solo los observaba con aburrimiento. Sigiloso pasó desapercibido por detras de sus amigos, abrió la puerta y se escabulló por el corto pasillo . Con su curiosa mirada recorrió las paredes a medida que avanzaba, notando algún que otro cuadro con pinturas borrosas que no entendía, hasta que entró a la sala; se asustó al chocar con TaeHa puesto que su atención estaba por completo en una foto de Taehyung, ubicada sobre el sofá.

Hizo una reverencia para la mujer, pidiendole disculpas, y volvió a observar la foto a su izquierda un poco más de cerca.
Era una foto de al menos dos años atrás, se notaba en las facciones del niño. Se veía lindo, sonriendo como siempre, envuelto en una manta roja. Volvió eso raro en su pancita que le venía molestando desde hace un tiempo, y sintió sus mejillas calientes.

—Hey, pequeño—le acarició el cabello para que el chico le mirara—, ¿los chicos te dejaron solo?

"Algo así, se entretienen jugando...
Mmm, Mamá Kim, ¿las personas pueden tener mariposas en el estómago?"

—De poder—hizo una pausa para pensar bien lo que diría a continuación—, claro que se puede. Seguro no te caen mal, sino que el saber que te tragaste a una es lo que empeora todo.

"¿Mariposas vivas, se puede? A veces siento como si aletearan miles, y yo no me he tragado ninguna"

—Jungkookie, esas no son mariposas—le acarició el cabello nuevamente, pasando de el para dirigisrse a la puerta trasera—, esos son los nervios que te dan cuando te gusta alguien.

Se quedó parado por un largo rato procesando la nueva información, y volvió finalmente con sus amigos otra vez con el rostro encendido en rojo vivo.

Taehyung dejó el Joystick en el suelo y corrió a abrazar al mayor.

—Jungkook hyung—susurró cerca de su oído, risueño—, te vez bonito cuando te sonrojas.

©ʏᴏᴏɴɴɪᴇxᴊɪᴍɪɴɪᴇ5