ᴄᴀᴛᴏʀᴄᴇ

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Jungkook no era lo suficientemente estúpido como para creer que los vampiros habían venido aquí porque sí. Alguien los había enviado. Tenía que averiguar quién había sido.

―Síganlos y asegúrense de que salgan del valle ―dijo Junghwan señalando a dos hombres de la manada.

Jungkook hizo una mueca cuando Junghwan volvió su mirada hacia él. Siempre se ponía nervioso cuando lo miraba. El Alfa de la manada podía ser muy intimidante.

―¿Podrías explicarme qué demonios está pasando aquí y por qué tengo en mi valle a esos vampiros?― preguntó Junghwan―. Es posible que desees comenzar con decirme por qué nunca se me informó de que estabas acoplado a un vampiro.

―No fue su culpa ―dijo Jin, dando un paso adelante―. Estoy seguro de que no quería faltarle al respeto, Alfa.

Junghwan arqueó sus cejas.

Interiormente, Jungkook estaba muy emocionado. Jin lo defendió contra su Alfa. Si eso no era un signo clásico de acoplamiento, Jungkook no sabía qué lo era. Si no hubieran estado rodeados de otros hombres lobo en ese momento, Jungkook habría abrazado a su pareja. En cambio, él le agarró la mano a Jin y tiró de él más cerca a su lado.

―Me disculpo, Alfa ―dijo Jungkook rápidamente―. Como Jin dijo, no quise ser irrespetuoso. Tenemos algunos temas que tenemos que trabajar, y hasta ahora, no habíamos aceptado nuestra unión como
deberíamos haberlo hecho desde el principio.

―Fue mi culpa ―ofreció Jin―. Le mentí a Jungkook y…

Jungkook negó con la cabeza. ―No fue tu intención.

―Kook ―susurró Jin, que lo miraba con expresión de asombro en su rostro. Apretó su mano contra el pecho de Jungkook y este sonrió, frotando la mano de Jin con la suya.

―Mi delito fue mucho peor que el tuyo, Jin.

El Príncipe frunció el ceño, mirándolo confundido. ―Que.

―Me dijiste que sólo podrías tener tu sustento de mí una vez que nos acopláramos. Yo lo sabía y aun así te abandoné. ―Jungkook se tragó el frío nudo a causa del miedo en su garganta―. Podrías haber muerto.

Jungkook parpadeó las lágrimas acumulándose en sus ojos cuando Jin extendió la mano y le acarició la mejilla.

―No me hubieras dejado morir.

Jungkook se sintió más cálido por la confianza que su compañero tenía en él, eso lo hizo sentirse de tres metros de alto y a prueba de balas. Estar acoplado a un vampiro, bueno, estar acoplado a Jin, no estaba resultando nada parecido a lo que él había esperado.

Ya no le importaba que Jin fuera un vampiro. Simplemente no era un problema. Sólo se preocupaba por mantenerlo a salvo y fuera de peligro.

En particular, esperaba la alimentación de su compañero de nuevo, luego una y otra vez. Nada en la tierra lo había preparado para el acto íntimo de proveer a su compañero, ciertamente tampoco lo hicieron algunos de los mitos y rumores que escuchó durante años. Se suponía que iba a ser doloroso y degradante. Jungkook se había equivocado y se vanagloriaba de ello.

―Bueno, ahora que ya han arreglado cualquier problema que pudieran tener con su acoplamiento, ¿creen que podrían informarme acerca de qué diablos pasó aquí?― preguntó Junghwan, llamando la atención de Jungkook de regreso a su Alfa y lejos de su compañero.

―Alguien está tratando de matar a mi compañero ―dijo.

―Eso ya lo había adivinado ―respondió―. Lo que quiero saber es por qué.

―No lo sé. Ellos trataron de envenenarlo hace dos semanas, cuando nos conocimos. ―Jungkook se encogió de hombros―. En ese momento, pensé que estaban tratando de matarme. Yo estaba en el territorio del aquelarre, dormía con el Príncipe de su aquelarre. Tenía sentido.

―¿Y ahora?

―Aunque estoy seguro de que quien está haciendo esto le encantaría tener la oportunidad de agarrar a un lobo, creo que su principal objetivo es matar al Príncipe.

Junghwan asintió con la cabeza. Pensaba mientras miraba a Jungkook y a Jin por un largo instante llenándolos de tensión.

Jungkook era aún miembro de la manada de Junghwan. Tenía que seguir las órdenes del hombre, incluso cuando se trataba de su compañero. No sabía lo que el Alfa le diría o haría. Acababa de conocerlo.

―Así que, háblenme sobre su acoplamiento ―Junghwan dijo finalmente―. Supongo que llevan poco tiempo. ¿Creías que no era importante informarme que uno de los miembros de mi manada estaba acoplado a un vampiro?

―Yo, eh... ― Jungkook tartamudeó, sin saber exactamente qué decirle a su Alfa.

―Alfa Jungwhan, por favor ―Jin dijo―, no fue culpa de Jungkook. Le mentí y discutimos. Él se marchó. Estoy seguro de que él nunca pensó en volver a verme. Si no me hubiera enfermado y mi criado no me hubiese traído hasta aquí, probablemente nunca lo hubiera hecho.

Jungkook sabía que era falso. Tan enfadado como él había estado con Jin no habría sido capaz de seguir para siempre sin su compañero. El enlace era demasiado intenso, demasiado ardiente. Habría acabado volviendo con Jin.

―No, eso no es cierto, Jin ―dijo Jungkook―. Habría vuelto con el tiempo. Sólo tenía que dejar pasar…

―¿Mi mentira?― Jin terminó por él.

Jungkook sabía que el toque de color en las ruborizadas mejillas de su compañero no era porque Jin se hubiera alimentado recientemente, sino más bien por su propia vergüenza y la vergüenza por la mentira.

―No quiero entrometerme, pero… ―comenzó Junghwan y luego dejó de hablar, riéndose un poco―. Bueno, si pienso entrometerme. Sigues diciendo que Jin te mintió. ¿En qué te mintió?

La cara de Jin enrojeció de nuevo, la cabeza caída. ―No le dije a Jungkook que éramos compañeros cuando me di cuenta. En lugar de eso, lo obligué a cambiar y reclamarme ―levantó la cabeza para mirar al Alfa―. Yo no le di opción.

Jungkook frunció el ceño cuando Junghwan se echó a reír. No veía nada divertido acerca de la situación.

―¿Realmente piensas que hay alguna opción?― preguntó Junghwan―. Se nos da un compañero. Ya sea que le dijeras a Jungkook que eran compañeros o no, no habría tenido ninguna otra opción, sólo reclamarte. Esa es la manera en que funciona, Príncipe.

―Aun así debí habérselo dicho ―insistió Jin.

El Alfa asintió con la cabeza.

―Es cierto, debiste hacerlo. Los compañeros nunca deben ocultarse nada el uno al otro. Mis años de casado con Sunhee me lo han demostrado. Siempre vuelve a morderte
en el culo, de una manera u otra.

Jin asintió con la cabeza. ―Ahora lo sé.

―Recuérdalo ―dijo

Jin asintió con la cabeza, mirando a Jungkook. ―Yo creo que nunca lo olvidaré.

―Entonces, ¿puedo asumir que lo han resuelto todo?

―Aún tenemos algunos pequeños problemas por discutir, pero Jin es mi compañero y no lo dejaré ―dijo Jungkook.

―No deberías tener que hacerlo ―respondió Junghwan―. Un compañero es un compañero, sin importar quiénes son.

―¿No te molesta que sea un vampiro?― preguntó Jin, claramente sorprendido.

Junghwan se echó a reír.

―Es inusual, pero no. Lobos, humanos, vampiros, no importa. El destino elige a nuestros compañeros, Príncipe, no nosotros. Siempre he creído que debemos abrazar al elegido para nosotros sin importar qué sea.

―¿Cómo va a sentirse con esto el resto de la manada?― preguntó Jin―. Soy lo suficientemente viejo para recordar la guerra, Alfa. Muchas vidas se perdieron en ambos bandos. El odio aún subsiste.

―Me imagino que habrá cierta hostilidad, pero al final todo el mundo terminará aceptándolo.

―Pareces muy confiado.

―Conozco a mi manada ―dijo Jungwan―. Todos respetamos la unión entre compañeros. Demuestra que eres alguien digno de Jungkook, y dudo que alguien te pregunte por su acoplamiento.

―Es más fácil decirlo que hacerlo, Alfa ―respondió Jin―. Mi aquelarre ya está escandalizado de que me acostara con un hombre lobo y ni siquiera saben que estamos acoplados.

―¿Crees que será un problema? ―preguntó Junghwan― ¿La vida de Jungkook estará en peligro si regresa a tu aquelarre?

―Siempre hay peligro, Alfa ―respondió Jin―. Ya lo sabes. Sin embargo, como tú dices, una vez que Jungkook demuestre su valía, ellos le aceptaran.

―Jin es un buen hombre, Junghwan ―añadió Jungkook, queriendo que su Alfa entendiera que él no se habría acoplado con un hombre al que no pudiera respetar―. No tengo ninguna duda de que él será digno.

El Alfa sonrió. ―Bien dicho, Jungkook.

El mencionado sintió el rubor de su cara. Sintió que Jin apretaba su mano. Junghwan se acercó y le estrechó la mano a Jin.

―Bienvenido a la manada de Wolf Creek, Príncipe SeokJin.


















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