ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ ¹³

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🌈 Especial 2/2 🌈

La pobre mujer se estaba desangrando, Jeongguk no la iba a dejar morir, la verdad es que yo no tengo conocimiento de como fue que el pelinegro logro actuar con rapidez y hacer que el barco de la vuelta. O tal vez salto del barco y nado hasta llegar a la bahía.
No lo sé.
Solo que en cuanto se le acerco penso automáticamente que estaba muerta, no se movía, no emitía sonido alguno.
Estaba apunto de gritar de impotencia al creer que la habia perdido cuando la mujer trato de pararse. O por lo menos se echo para un lado ya que se estaba ahogando con su propia sangre.

Ahora mismo estan en la madera flotante tratando de parar las diversas hemorragias de la rubia, amarro su cinturón en lo que le quedaba de brazo a la mujer, mientras que con sabanas que habia pillado trataba de tapar las heridas.

Así estuvieron, o bueno, así estuvo jeongguk por los próximos 30 minutos.

-Dios-suspiro cansado mientras vigilaba a la mujer que estaba acostada. Tenia miedo de dejarla y que ella de repente no reaccionara.

-Me duele..-susurro de apenas la femenina, tenia los ojos levemente te cerrados y la mano hecha un puño.

-Escucha-el pelinegro se le acerco rápidamente y la tomo de una mano, besaba esta repetidas veces mientras acariciaba el torso de la misma-necesito que aguantes un poco más, llegaremos pronto al muelle, pero necesito que sigas conmigo ¿bien?-en respuesta solo recibio un apretón.

Por otro lado, la rubia solo miraba borrosamente a su amante, no queria cerrar los ojos, lo admitía, tenia miedo, a cerrar los ojos y nunca despertar.

[...]

-¡Papi! ¡Papi!-una pequeña pelinegro de ojos rasgados corrió hacia su paterno con las mejillas embarradas de chocolate.

El masculino simplemente alzó a la más pequeña y la hizo dar vueltas por los aires. Ambos estaban sonrientes. Se miraban con dulzura y complicidad.

Claro, hoy era el cumpleaños de su madre y esposa de su padre.

-¿Ya tienes lo que te pedí?-pregunto el hombre mientras bajaba a la pequeña.

-Si-asintio-¿y tu? ¿tienes lo que te pedí?-le susurro de vuelta.

-vaya, vaya-se escucho una segunda voz, los dos pelinegro voltearon asombrados y con los nervios de punta-¿que es esto? ¿un motín? ¡los haré caminar a la plancha de ser así!-grito la rubia mientras les apuntaba con una espada de juguete.

-¡No mami! ¡no es un motín!-la pequeña levanto las manos exaltada.

-¡No importa, no correré riesgos, los matare aquí mismo!-se les acerco y..

-¡wuaaaaaaaa!-chillo la pequeña.

-cielo, solo es un juego-Jeongguk alzo a su pequeña mientras le daba palmaditas en la espalda para que se tranquilizara.

-ay, que llorona-se quejo la mujer mientras se acercaba a los otros dos-lo saco de ti, por cierto.-se burlo.

-¿A que te refieres?-pregunto entrecerrando los ojos.

-Tu sabes a lo que me refiero, cielito.-cuando estuvo a una distancia prudente, agarro a la menos y se la quito de los brazos a Jeon.

-La verdad que no.-

-No importa, cuando seas grande lo entenderás-

--la miro confundido-pero si ya soy grande-susurro para si mismo, la rubia ya había tomado camino hacia la casa en la que vivian, el solamente la siguio mientras miraba a su hija descansando en los brazos de su esposa.

Se sintió tan feliz. Tania una familia hermosa. Una casa humilde. Una esposa eh hija preciosas. Y claro, una suegra loca.
Pero no cambiaría nada de lo que tiene ahora por estupideces como el dinero o un título.
No, claro que no. Él ya tiene lo que necesita.


-¡Camil ensuciaste mi camiseta!-escucho chillar a su esposa.

-No me limpiaste la boca.

-Creo que eres muy grande para hacerlo tu sola ¿No? ¡Ven aquí enana sucia!.

No... su vida era perfecta tal y como es ahora.

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